Cuidado al invertir en monedas contemporáneas

Yo soy muy reticente a dedicar una cantidad significativa de dinero en monedas o billetes que hayan sido emitidos en las últimas décadas. Sean del país que sea. La única excepción es el bullion, pues en ese caso lo que se hace es comprar oro o plata a peso.

Quien colecciona moneda conmemorativa actual es, o debería ser, consciente de que lo normal es que su precio no se mantenga en las próximas décadas. Esto no significa que no sea interesante adquirir alguna moneda conmemorativa que nos guste estéticamente. Como quien compra un adorno o una joya.

Me estoy refiriendo a rarezas contemporáneas, tanto en monedas como en billetes, que pueden costar cientos o incluso miles de euros. Unas piezas que algunos adquieren como futura inversión y a la que dedican un dinero que les dolería perder. Un dinero que, en mi opinión, es preferible dedicar a monedas que ya tengan un recorrido histórico.

Explicaré los motivos que me hacen pensar así. Para ello reflexionaré sobre las variaciones de la oferta y la demanda de las monedas o billetes, pues es la relación entre la oferta y la demanda la que define el precio de estos ejemplares. Como siempre, mis reflexiones y argumentos se pueden debatir.

La oferta de moneda contemporánea

Un problema de las rarezas contemporáneas es que pueden aparecer más ejemplares, y por tanto ya dejan de ser rarezas. Puede que aparezcan, simplemente, porque se fabriquen más. Un caso fue Finlandia, que en 2011 emitió monedas de 2 euros de 2004, haciendo que una moneda bastante rara por aquel entonces dejase de serlo; o al menos dejase de ser tan rara. Otro caso fueron los falsos errores de los años 70. En un principio eran ejemplares muy raros y se pagaban muy caros, pero los operarios que los fabricaban no dejaron de hacerlo hasta que les pillaron. Por tanto, el precio de esos “errores” fue bajando según iban inundando con ellos el mercado.

500 euros de Irlanda

En otros casos puede que no se hayan emitido todas las monedas o billetes, habiendo un remanente importante en la fábrica de moneda. Esto se puede dar especialmente en las monedas o billetes de prueba, pues no hay una emisión oficial. Se fabrica un número indeterminado de ejemplares que permanecen en la fábrica de moneda o se envían a organismos oficiales, entregando unos pocos de ellos al mercado de coleccionistas. Pero es muy probable que a lo largo de los siguientes años o décadas, esos ejemplares que quedaron en la fábrica o en otros organismos pasen a manos privadas, aumentando así la oferta de manera natural. Esto es más probable cuanto más caro sea la prueba de moneda o billete en cuestión, pues mayor será el incentivo para que esas pruebas salgan a manos privadas.

Por último, puede haber un “acaparador consciente” que, sabiendo que ciertas monedas o billetes son escasos, los retenga para manipular el mercado y venderlos cuando el momento sea propicio. No conozco ningún caso confirmado de algo así, pero me imagino que podría pasar. Por ejemplo, es obvio que muchos trabajadores del Banco de Irlanda, del Ministerio del Interior de Irlanda o del Banco Central Europeo eran plenamente conscientes de la pequeñísima cantidad de billetes de 500 euros que iba a emitir ese país. Son billetes por los que ahora bien se pueden pagar entre 5.000 y 6.000 euros. ¿Quién me asegura que alguien no haya guardado 100 ejemplares correlativos en calidad plancha y los tenga en una caja fuerte para ir vendiéndolos poco a poco?

Igualmente hay quien paga miles de euros por una serie de billetes de euros, todos ellos con la misma numeración. Esto es algo muy raro y casi único en el mercado. Pero, ¿quién me asegura que no haya algún listillo en cualquier fábrica de billetes de Europa que haya guardado 50 series con todas las numeraciones iguales?

Esto no ocurre con la moneda antigua. Bien es cierto que pueden aparecer tesoros que hagan que una moneda rara no lo sea tanto (más sobre el tema). Pero es mucho más raro que aparezcan grandes tesoros de monedas raras a que se introduzcan nuevas monedas contemporáneas en el mercado.

Billetes de 5, 20, 50 y 100 euros de España con la misma numeración. Conjunto rematado en 1800 euros.

Para esto último yo tengo un truco: cuando veo a la venta cartuchos o bolsas de esa moneda que se paga bien, sospecho que en el medio plazo va a bajar de precio. Igualmente, si veo que un billete ha subido de precio, pero veo a la venta tacos de ese billete, sospecho que no tardará en bajar de precio.

La demanda de moneda contemporánea

Como he dicho antes, las novedades numismáticas tienden a reducir su demanda y, por tanto, bajar de precio. Pero hay veces que, por eventos inesperados e imprevisibles, su demanda aumenta.

Un ejemplo es la moneda conmemorativa de los 175 años de la Guardia Civil. Es una moneda de la que se emitieron 7.500 ejemplares en 2019 y que tardaron varios meses en venderse en su precio oficial. Quien la quiso la pudo adquirir sin problemas.

Al año siguiente se emitió la moneda de 100 años de la Legión. Esta moneda supuso un revuelo tremendo, agotándose las existencias en pocas horas y subiendo muchísimo de precio. Curiosamente, el efecto colateral de la moneda de la legión fue que mucha gente (supongo que ajenos a la numismática) descubriese la moneda de la Guardia Civil, emitida el año anterior. Esto hizo que esa moneda de la Guardia Civil fuese también muy demandada y subiese mucho de precio.

10 euros 2019. 175 aniversario de la Guardia Civil

Otro caso, todavía más reciente, es el billete de prueba que fabricó la FNMT en 2010. En él se muestra un lince (mejor dicho, ¡una lince!). Resulta que esa misma fotografía apareció en la primera moneda bullion española, emitida en 2021 y que también ha generado mucho revuelo. Según me han dicho algunos comerciantes, esta moneda bullion ha hecho descubrir a muchos coleccionistas el billete de prueba fabricado 11 años antes. Son bastantes los que quieren guardar su moneda del lince junto con su billete, lo que hace que ese billete se esté vendiendo especialmente bien en los últimos meses.

Lo que hay que preguntarse es si estos aumentos de la demanda, que generalmente acarrean un aumento de precio, son algo temporal o son algo que permanecerá en el tiempo. En mi opinión son aumentos temporales que durarán unos meses para que luego el precio se vaya moderando de nuevo en los siguientes años.

Test note 2010. Lince Ibérico.

Bien me podríais decir, sin que os falte razón, que los aumentos en el interés de según qué series históricas pueden ser también flor de unos cuantos meses o años. Eso es cierto, pero si pensamos con una visión a más largo plazo veremos claramente la diferencia. Solo hace falta reflexionar sobre la demanda que, razonablemente, tenga una moneda dentro de unas cuantas décadas.

Por ejemplo, ¿Qué interés tendrán los coleccionistas por Felipe V dentro de 50 años? Eso no lo sabe nadie con certeza, pero razonablemente el interés será semejante al actual.

Igualmente, ¿Qué interés tendrán los coleccionistas por el 175 aniversario de la Guardia Civil dentro de 50 años? Esto tampoco lo sabe nadie, pero razonablemente no tendrán mucho interés. Seguramente para entonces les interese más el 200 aniversario, o el 225 aniversario, de ese cuerpo del ejército. Si es que sigue existiendo, porque si no existiese el interés se derrumbará.

Comentarios en: Cuidado al invertir en monedas contemporáneas

    1. No estoy muy de acuerdo con la idea de que la Numismatica sea una inversión. O por lo menos que sea el motivo principal de su existencia. Creo que nadie se hará rico coleccionando monedas si no lo es ya o si heredó la colección. A mi la colección de monedas de 2 euros conmemorativas me parece magnifica. Es amplia , asumible , te hace conocer distintas cecas, historia europea , diseños , etc. . Y su precio se adapta a muchos tipos de bolsillo.
      Personalmente creo que el problema de la Numismatica es que cada vez menos gente está interesada en ella.

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        Como colección estoy totalmente de acuerdo en que los 2 euros es una serie magnífica. Pero como inversión no la veo como tal.

        Siempre que escribo este tipo de entradas tengo que hacer esta advertencia. Yo no es que desanime a coleccionar monedas contemporáneas. Solo planteo unas reflexiones para que nadie se lleve a engaño, pensando que su colección vale la pera limonera y luego resulta que vale mucho menos de lo que él pagó por esas monedas. Tal fue el caso de Climent, a quien han nombrado anteriormente.

        Saludos,
        Adolfo

  1. Básicamente, si he entendido bien (disculpen lo contrario), la base de invertir en moneda contemporánea o antigua radica en evitar la «temporalidad» del motivo de la moneda. Yo últimamente me he hecho con varias colecciones que me atrevería a llamar a temporales desde ese aspecto, todas pertenecen a la casa de la moneda de Austria (unos maestros). Por ejemplo, me he hecho con la colección de 5 monedas que en castellano sería traducida como «con cota de malla y espada» una serie dedicada a los templarios (parece bastante atemporal el interés por el motivo de la colección). También mi pareja se ha hecho con la colección de «supersaurios» (dudo que los dinosaurios despierten más o menos pasión dentro de 50 años) y por último, estoy terminando otra colección de 5 monedas de plata que en castellano se traduciría por «los ojos del mundo» monedas en plata que representan un animal de cada continente cuyos ojos son cristales de svarowsky (todos los artículos mencionados anteriormente tienen un precio razonable). Supongo que esa es la esencia de este post, cosas que no fluctúan con el paso de los años ni efemérides que nadie recordará en 50 años. Espero haber aportado algo con mi comentario. Gracias.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Quizá los dinosaurios despierten el mismo interés dentro de 50 años, pero quizá dentro de 50 años se hayan emitido otras 200 series de dinosaurios (no exagero, viendo el ritmo al que van últimamente) y ya nadie se acuerde de esos supersaurios austriacos.

      No digo que vayan a ser malas inversiones per se, y mucho menos te desanimo a que colecciones estas monedas (son realmente bonitas!!). Pero piensa en eso: quizá dentro de 50 años nadie se acuerde de estas series. O quizá sí, no lo sé. ¿Se acuerda ahora alguien de las emisiones austriacas de los años 70?

      Saludos,
      Adolfo

  2. Walther de la Piedra

    Gracias, excelente artículo. En Perú por razones que desconozco de la moneda de 5.00 soles, Km# 271, del año 1,983 solo se acuñaron 650 unidades, lo que la hace muy escasa. Yo tengo una, usada en buen estado. Pregunto, ¿Para venderla en mejores condiciones económicas, es preferible certificarla o el mercado UNCERTIFIED, tiene suficiente demanda y evito lo difícil que es por idioma, transporte, tiempo y costo de gestionar el trámite de certificación desde el Perú.

  3. Juan Bautista Bajo Miguelez

    Hablas de «los falsos errores de los años 70…. El precio de esos “errores” fue bajando según iban inundando con ellos el mercado.»
    Conozco bien tu idea sobre esos ERRORES DE LOS AÑOS 70. Los hechos confirman que es una idea ERRÓNEA… Esas monedas ,según sentencia del juez, SON AUTENTICAS MONEDAS… acuñadas con CUÑOS AUTÉNTICOS DE LA CASA DE LA MONEDA
    En cuanto a la INUNDACIÓN DEL MERCADO… salen algunos de esos ERRORES DE LOS AÑOS 70 en prestigiosas casas de subastas… y se adjudican en precios, a mi juicio, altos…
    Cordiales saludos.- Juan Bautista Bajo Miguélez

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Ya lo hemos discutido más veces: yo no los considero monedas.
      En cuanto al precio, se pagan ahora mucho más baratos que hace 20 años.

      Saludos,
      Adolfo

  4. Adolfo, ¿y los dos euros conmemorativos de Mónaco comprados el año de emisión, por ejemplo, la Grace Kelly?
    Ya sé que son emisiones especulativas, pero cada año que pasa van subiendo sus precios y cada año se incorporan nuevos coleccionistas de euros. La oferta es fija, ya no se emitirán más monedas que las ya emitidas, y la demanda va creciendo año a año.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Siempre hay excepciones. Lo malo es que no sabemos a priori cuál será el caballo ganador. Ahora es fácil decirlo, pero es como quienes dicen que habría que haber comprado acciones de Amazon en 2004. Ahora es fácil, lo difícil era saberlo entonces.

      Pero date cuenta de que la inmensa mayoría de los euros conmemorativos han sido una inversión ruinosa.

      Saludos,
      Adolfo

  5. Pedro Miguel serrano

    La moneda del centenario de la Legión española del 2020 esa sii va a valer una pasta en el futuro porque mucha gente se geraron sin ella en la FNMT.
    Y en el eBay la venden muy caras .

  6. Muy claro el artículo. Obviamente la moneda contemporánea no es una buena inversión, ni siquiera debe considerarse inversión. Se debe coleccionar si te gusta, aunque a mí particularmente me aburre.
    Que entre las miles de series existentes entren los diferentes países, hayan unas pocas (quizá se pueden contar con los dedos de una mano) que se hayan revalorizado no es más que la anécdota y la excepción.
    Para inversión hay que buscar monedas de alta calidad y alta demanda internacional, y eso son monedas de miles de €. Se necesita mucho conocimiento y mucho dinero.
    Para el común de los mortales la Numismatica es nuestro disfrute, y si además podemos recuperar parte de lo ha gastado llegado el momento, pues mucho mejor. Es tener nuestro pequeño “museo particular”.
    Pero quien coleccione por ejemplo, denarios o 8R (comprados con cabeza y sentido común) será más probable que recupere total o parcialmente lo pagado o incluso pueda ganar algo al venderlo.
    Con moneda actual, €, y conmemorativa a perder por necesidad e incluso puede ser muy difícil de vender. Recordemos el caso de Climent – DEP-
    (la mejor colección de € de España)

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