
Periodo: Edad Moderna
País: Guatemala, moneda Bolivia (Imperio Español)
Ceca: Potosí (moneda)
Reinado:Felipe IV
Denominación: 2 reales
Año: 1662 (resello)
Calidad: BC+(moneda), MBC (resello)
Peso: 6.23 g.
Casa de subastas: Jesús Vico
Fecha: 30 de noviembre de 2023
Precio de salida: 500 euros
El moclón de Guatemala
La historia numismática de Guatemala se suele relatar desde 1733, año en el que se establece la primera ceca del territorio en lo que hoy es Antigua Guatemala. Esta ceca, que después fue trasladada a la actual ciudad de Guatemala, ya ha aparecido en el Blog Numismático en múltiples ocasiones (uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis). Pero hay numismática guatemalteca anterior a la apertura de la ceca. Concretamente, hubo un proceso de resellado a mediados del siglo XVII que bien pueden entenderse como las primeras producciones monetarias en la Capitanía General de Guatemala. Produjeron unas monedas denominadas actualmente “moclones”. Veámoslas.
Guatemala no era un territorio que contase con un gran circulante en los primeros siglos del virreinato. En el siglo XVI se abastecía fundamentalmente de moneda mexicana. Pero en el siglo XVII hubo problemas de escasez de circulante y Guatemala se nutrió de monedas procedentes de todas las cecas virreinales: Panamá, Potosí, México, Santo Domingo… A mediados del siglo XVII había un gran comercio entre Guatemala y el Perú, lo que hizo que Guatemala se llenase de moneda potosina, la cual era denominada localmente como “moclones”. Los comerciantes vaciaron la Capitanía General de otro tipo de monedas, por lo que para 1649 la moneda circulante en Guatemala era fundamentalmente perulera.
Así que el Gran Escándalo de Potosí les estalló en las manos.
Los guatemaltecos vieron en 1649 que la moneda que utilizaban tenía un 25% menos de plata de la que debería tener. También vieron en 1650 que desde España se les obligaba a devaluar la moneda circulante: los 8 reales pasaban a valer 6 y los 4 reales pasaban a valer 3 (más sobre el escándalo y sus devaluaciones). Esto era un auténtico problema para Guatemala: los tenedores de monedas no querían perder dinero a la vez que nadie quería aceptar ese circulante. ¡Pero no tenían más monedas circulantes! Bueno, sí que las tenían: hubo quien aprovechó el caos y la confusión para introducir moneda falsa.
Finalmente el 16 de mayo de 1653 se ordenó desmonetizar y fundir las monedas peruleras y las falsas. De nuevo, esto generaría un caos en Guatemala porque se quedarían sin circulante. Por eso, en la Capitanía General de Guatemala fundieron las monedas de 8 reales y de 4 reales, mientras que las de 2 reales se salvaron del crisol para que hubiese algo de circulante en Guatemala.
Esta “excepción guatemalteca” obligó a que, pasados los años, los moclones de 2 reales fuesen resellados para darles un valor de mercado que coincidiese con su valor nominal. Este proceso de resellado –definido en el auto del 5 de mayo de 1662– bien puede entenderse como el inicio de las acuñaciones guatemaltecas. En ese auto se indicaba:
“Mandavan y mandaron que de los reales de a dos del cuño del Perú solo corran los pilares y los reales de a dos de más cuños del Perú no corran desde luego hasta que como por este auto se manda se resellen con el sello del Quinto Real (Corona) que está en la Real Caxa desta Corte y resellados esta forma corran en el antiguo valor de dos reales”
Este proceso de resellado fue de una gran complejidad debido a la cantidad de moneda a resellar, a lo incomunicados que estaban los territorios de Centroamérica y a que no había una experiencia previa en realizar algo semejante. Un auto del 13 de mayo de 1662 indica que estos resellos se debían aplicar en las cajas reales de Santiago de los Caballeros (actual Antigua Guatemala), Comayagua, Tegucigalpa y León. En Comayagua y Tegucigalpa se resellaron las monedas de sus respectivas provincias, mientras que en León se resellaron las monedas de las provincias de Nicaragua, Costa Rica y Nicoya (ya vimos que Costa Rica no era un lugar con mucho circulante).
Todo esto generó una gran cantidad de variantes de los resellos. Tanto es así que se ha publicado un libro dedicado exclusivamente a estos moclones.
Otra cuestión es que quizá los guatemaltecos no estuvieran interesados en el proceso de resellado ya que no tenían experiencia en algo así. De repente a los tenedores de 2 reales les obligaban a pasar por las cajas reales a que les resellasen sus monedas y, obviamente, a pagar los impuestos correspondientes. Además de que se iban a quedar sin aquellas monedas falsas que pudieran tener. Por eso, el auto del 11 de mayo de 1662 definió unas penas realmente duras para quien contraviniera la orden:
“Y corregido este auto, se ejecute para los yndio que los contravinieren de doscientos azotes que les daran por las calles públicas y a los negros, mulatos y zambatizos y demas mesclados de este genero la misma pena y quatro años de servicio en un obraje aplicados lo que ganasen para la Real Camara de Justicia y los gastos de estrados y los pulperos oficiales y demas gente plebeya de dichos doscientos azotes y cien pesos aplicados en la forma referida y a las demas personas en quien no cupiesen las penas mencionadas de quinientos pesos y de destierro”
Así se resellaron estos moclones, que circularon por Guatemala hasta el siglo XVIII. No eran monedas muy aceptadas ya que todo el mundo sabía que contenían menos plata de la que debería tener un 2 reales. También fueron monedas falsificadas. Por eso, desaparecieron poco a poco del circulante, fundiéndose aquí y allá, haciendo que hoy en día sean monedas raras. Pero son muy interesantes, aunque solo sea porque se las siguen denominando con ese guatemaltequismo que en su día se aplicó a toda la moneda perulera.
Como nota final, y por si os lo estáis preguntando, con un moclón era el precio que a mediados del siglo XVII tenía una gallina en Guatemala. Ya veis que en los últimos 350 años el precio de la gallina se ha revalorizado con respecto al de la plata; pero no con respecto al del moclón.
La próxima subasta de Jesús Vico
Jesús Vico organiza una doble subasta para el 30 de noviembre de 2023: una subasta en sala y otra online con monedas más comedidas. Me centraré a comentar en la subasta en sala, que trae 895 piezas de lo más interesantes. En este artículo comentaré la moneda medieval, española y extranjera; dejo para más adelante un comentario sobre la moneda antigua de esta subasta.
En la moneda medieval hay dos apartados que destacan: la moneda andalusí y la Corona de Castilla. Entre la moneda andalusí se pueden encontrar platas y oros muy relevantes. Seguramente el más llamativo sea este dinar almorávide de Sevilla de extrema rareza; en otro orden de precios, me han gustado mucho algunos quirates. En la Corona de Castilla llaman la atención el dinero de Alfonso VII y el de Fernando II. Pero mucho más el medio real de Coruña de Enrique IV posterior a 1471. Una moneda inédita y probablemente única que supone una contribución más que relevante al monetario castellano.
Entre la moneda española lo más interesante, en mi opinión, es la colección de 8 reales columnarios de México y de Guatemala. Son monedas de una calidad alta y extremadamente demandadas a día de hoy. Llamarán mucho la atención a los coleccionistas. Otras monedas que brillan con luz propia son el 4 reales de Cuenca de Felipe II, el ensayo de los 5 céntimos de escudo de 1867 o algunas onzas, como la de Sevilla de 1704 o la de México de 1752.
En la moneda extranjera hay muchas piezas de oro. La más llamativa es la corona inglesa de 1935, que es la joya de la subasta. También hay varias monedas de Cuba especialmente notables y muchas otras piezas de módulo grande.
Pude visitar la sede de Jesús Vico y grabé algunos vídeos. Aquí os dejo los dos primeros:
Este artículo ha sido patrocinado por Jesús Vico, podréis seguirle en su web, Facebook e Instagram.
En podcast
Os dejo un podcast con un contenido semejante al de este artículo:
Descripción de Jesús Vico
FELIPE IV. 2 reales. Potosí. Fecha no visible. TR enlazadas. Resello corona Guatemala. AR 6,23 g. 20,7 mm. BC+, el resello MBC. Rara.
Excelente reseña e información.
En razón de darle crédito a un amigo coleccionista e investigador, que hoy no nos acompaña, pero que estudió y sacó a la luz tales monedas, es importante citar el primer trabajo en la materia, realizado por el guatemalteco Alfonso Pérez Longo. Material importante de consulta.
Saludos cordiales
Roberto Jovel hizo unas puntualizaciones en Youtube:
«El resello de 1662 se produjo años más tarde, luego de que ingresó a Guatemala gran cantidad de monedas con denominación de 2 Reales, muchas de las cuales eran ilegítimas. Ante la falta de circulante en los mercados locales pues Guatemala no tenía aún casa de moneda, la Audiencia decidió «legalizar» su circulación y fijando su valor en 2 Reales. Toda la documentación oficial de la época habla de «Reales de a 2», NO de moclones (los moclones eran solamente las piezas de 4 y 8 Reales con contenido inferior de plata procedentes de Potosí).
Con la llegada de la orden real que devaluaba las monedas de 8 y 4 Reales, a solamente 6 y 3 Reales, respectivamente, NO se ordenó resellar la moneda circulante. Las de 8 y 4 Reales eran llamadas «moclones».»
https://www.youtube.com/watch?v=gdK1Z0aNCuE