Isabel es una miembro del Club Escudo que hizo una buenísima pregunta este fin de semana. Consultaba al resto de miembros si era necesario centrar la colección y las ventajas de hacerlo. Lo hizo de la siguiente manera:
[…]¿por qué tengo que “centrar una colección”?
Si en mis bandejas tengo un euro griego junto con mis cuatro monedas sasánidas con agujero, mis tres lentejas de la Golden Horde, mi Lion daler cizallado, y un hueco que miro y remiro y en el que debería estar mi nuevo patagón crujiente pero que no está porque no me lo compré, porque estaba mi mente “centrando la colección” …….. ¡recórcholis en vinagre!
Os quiero, de veras, y os escucho atentamente, por eso os pregunto si es tan importante centrar una colección ¿por qué?
Coleccionistas dispersos
Muchos miembros del Club Escudo respondieron a Isabel y allí salieron respuestas interesantísimas. Por ejemplo, esta de Vicenç, donde se declara un coleccionista disperso:
Primero de todo Isabel no existe una única forma de coleccionar, cada persona es un mundo y por tanto tantas personas, tantas colecciones diferentes. Te recomiendo no compararte con nadie y te invito a que primero de todo mires como eres: tu esencia. Porque si vas en contra de ella te tensionarás y entrarás en estrés emocional.
Las reglas y recomendaciones que verás por aquí pueden funcionar a la mayoría, pero hay un grupo minoritario de personas, yo soy igual que tú, que esas mismas recomendaciones no nos funcionan, por muy coherentes y lógicas que sean. No encajamos en ellas y no pasa nada por ello. Disfruta de tu forma de ser, si eres dispersa, no pasa nada, si no puedes/deseas limitar/acotar la colección, no ocurre nada. Pásatelo bien, la colección refleja cómo somos; ir en contra de ello es tensionarnos y al final no lo pasaremos bien. Deja a los demás y se fiel a ti, a tus formas y a tu manera. También soy igual que tú, me gusta casi todo y a todo le lanzó, és mi colección y a quien tiene de gustar es a mí.
En una misma situación están Jorge y Juan Luis:
A mí me pasa igual, estoy centrando mi colección y en cuanto puedo la descentro en algo que no estaba previsto en mi nueva lógica de colección. ¿para qué sigo recogiendo monedas de euro circulados completando fechas si no tienen valor numismático? ¿Deshago esa colección y me lo gasto todo en un único 8 reales bueno? Eso dicen los cánones. Soy una persona obsesiva cuando me estreso y eso se traslada a mi colección. Es un reflejo de nuestra personalidad sin duda alguna.
Quizás no pones sobre la báscula valores añadidos como por ejemplo la terapéutica de la salud mental en la diversificación de conocimientos.
Precisamente es lo que pienso, mientras clasifico y coloco un puñado de monedas me relajo, aprendo y el mundo parece un poco más ordenado. Y cuando se acaba salto a otra serie interesante. El mosquito del coleccionismo nos picó y ya estamos infectados para siempre.

Coleccionistas centrados
En cambio, hay otros que están más cómodos con una colección centrada. Muchos de ellos pasaron por la fase de acaparar demasiado y luego centrar su colección:
Yo empecé coleccionando lo que me gustaba, pero tras algo de tiempo, me di cuenta que tenía poco de muchas cosas, y mucho de nada, al final he ido vendiendo todo y fijándome en una temática muy concreta. Creo que ahora la disfruto y estudio mucho mejor.
Exacto, cada persona es un mundo. Si te centras en una serie concreta, te permitirá profundizar mucho más en esa serie, y mucha gente (entre los que me incluyo) está muy cómoda con ese tipo de curva de aprendizaje/dificultad. Pero también tengo amigos que son muy dispersos, porque se sienten mejor picoteando un poquito de conocimiento de aquí, un poquito de allá. Y eso no los hace peores coleccionistas. Tu colección, tus reglas.
Yo personalmente, siempre dentro de la moneda romana, tuve una fase de acumulación mi primer año o así en el que compraba todo lo que me pareciera bonito. Denarios republicanos, sestercios del siglo II, bronces del bajo imperio…, pero hace un par de meses empecé a sentir que ya tenía «un poco de todo». La colección era demasiado amplia. Simplemente no podía seguir abarcando tanto con mis recursos teniendo ya todo lo básico. Tenía que acotar la colección.
Así pues, tomé una decisión sobre qué coleccionar y me planteé qué hacer con el resto de piezas. En un principio me las iba a quedar, pero si aparecía una oportunidad no dudaría en soltarlas. Por suerte esa oportunidad apareció, en forma de un trueque con un comerciante local. Un gran negocio en mi opinión en el que me he quitado todo lo que no me gustaba (todavía me he podido permitir quedarme con las que más me gustan), e intercambiarlas por una de las piezas más interesantes de mi colección actualmente.

Mi caso
Mi caso es un poco especial porque mi colección no es un fin en sí mismo sino una forma de aprender para luego poder escribir esta bitácora con mejor criterio. Por eso voy cambiando las temáticas de mi colección a lo largo del tiempo. De esa forma consigo aprender sobre cómo coleccionar series diversas y así puedo hablar sobre el coleccionismo de distintas épocas.
El Blog Numismático tampoco me permite concentrarme exclusivamente en una temática concreta. Yo no puedo dedicarme a estudiar mucho sobre la moneda andalusí (por ejemplo) y dejar de lado el resto de series. Si este blog versa fundamentalmente sobre moneda antigua y española mucho me temo que, siendo yo su único autor, tengo que estudiar temas muy amplios y diversos. Para favorecer ese estudio lo que hago es centrarme en temas diversos que van cambiando con el paso del tiempo. Últimamente me está gustando el siglo III.
Si yo fuese un coleccionista al uso (es decir, no fuese autor del Blog Numismático) estoy seguro de que me centraría en una temática concreta e intentaría profundizar en ella. Seguramente esa temática estuviese relacionada con la moneda medieval, profundizando en la moneda castellana y quizá buscando una representación más somera del resto de reinos europeos.
Digo que seguramente fuese así por mi propio carácter. Siempre me ha gustado profundizar en temas concretos y difíciles, conociendo así terrenos poco explorados por la mayoría de la gente (por eso hice una tesis doctoral, que supone profundizar en un tema ultra-específico durante cinco años). Si mi colección fuese un fin en sí mismo estoy seguro de sería un reflejo de ese carácter mío. Pero no lo es: mi colección es un reflejo del Blog Numismático.

Mi opinión y consejo al respecto
Yo creo que un coleccionista que entienda la numismática como una afición (es decir, no como una forma de invertir) debería tener presentes dos leyes:
- Ley hedonista: “Lo más importante es disfrutar de la colección”.
- Ley de Txabs: “Mi colección, mis reglas”.
A quien siga estos dos principios seguro que le va bien. Seguro también que forja una colección donde se vean reflejados sus propios gustos. De manera natural se sentirá atraído por unas monedas u otras. Si deja fluir esa atracción, como si de un enamoramiento se tratase, pronto verá que su colección es fruto de sus propias pasiones.
Esto no quita que yo recomiende, en un primer momento, explorar varias temáticas. Tocando varias temáticas se consigue conocer un amplio repertorio de monedas. Así el coleccionista podrá elegir la temática que más le atraiga estando mejor informado. Quizá también prefiera no centrarse en ningún tema concreto y llevar una colección diversa: “el conjunto de monedas que le gustan a Isabel y que puede permitirse” es una temática de coleccionismo como otra cualquiera. Conozco buenos coleccionistas que se rigen por este criterio.
Una vez seleccionada la temática hay que estructurar la colección. Como nos dice Álvaro (La Dobla), esa estructura debe ser racional y debe reflejar un estudio sobre esa temática en cuestión. Hay quienes son tremendamente específicos y hay quienes buscan describir un periodo muy amplio en su colección.
Yo lo que preguntaría es: “¿qué historia cuenta tu colección?”; “¿qué pretende describir a nivel histórico, artístico, técnico… TU colección?”. Digamos que habría que pensar si esas monedas se utilizasen para ilustrar un libro ¿de qué trataría ese libro?
Igualmente válido sería que esas monedas no tuvieran un orden claro. Quizá ese libro en vez de ser una novela es la biografía del propio coleccionista, pues no son más que monedas que guardan cierta relación con él. O quizá sea una colección de cuentos independientes, cada cual con una temática distinta y sin relación aparente. Simplemente son cuentos dispersos que le gustan al coleccionista. Sin más.
Eso sí, yo recomendaría encarecidamente que el coleccionista fuese capaz de describir esos “cuentos”. Es decir, que conozca la historia que hay detrás de cada moneda y sepa por qué le atrae a él personalmente. Sin esa característica creo que más que una colección es una acumulación de monedas. Creo que se disfruta menos.
También hay una opción intermedia entre coleccionar siempre monedas de una serie o período muy específico y coleccionar monedas que sean casi todas de épocas/lugares/características distintas. Se pueden formar varias pequeñas colecciones: una de Centenario de la peseta, otra de moneda romana y otra de bimetálicas del mundo, por ejemplo.
Lo que parece claro es que centrándose en estudiar una serie es como se aprende más de esa serie. El que mucho abarca, poco aprieta.
Yo, personalmente, soy bastante disperso en lo que colecciono, tan pronto me compro una moneda de la China Qing como una Bizantina o de la Compañía de las Indias Británica. A mí lo que más me gusta es tener un poco de todo, estudiar su período histórico y entenderla dentro de éste, no tanto conocer perfectamente la evolución concreta de los cashes chinos y dejar de lado el fascinante mundo de la moneda colonial o los follis bizantinos. Ya sé que «quien mucho abarca poco aprieta» y que «alumno de todo, profesor de nada» pero ésta es mi forma de coleccionar aunque no tengo nada en contra de quienes son auténticos eruditos de la moneda española de la ceca de Santiago, por ejemplo.
Yo soy de la opinión de picotear y ser generalista para poder disfrutar de todo… cierto que a la hora de vender tu colección va a quedar desmembrada en el 90% de los casos. Tener una columna vertebral para tener objetivos y motivación siempre va bien!
Curioso, Adolfo…
«Seguramente esa temática estuviese relacionada con la moneda medieval, profundizando en la moneda castellana y quizá buscando una representación más somera del resto de reinos europeos».
En eso ando yo, pero con la Corona de Aragón:
https://medallasconmemorativas.wordpress.com/2021/03/01/indice-visual-de-la-coleccion-numismatica-de-los-reyes-de-aragon/
Diversificar. A tiempo parcial mejor enfocarla como cultura general. Pero cada cual lo verá distinto. De todas formas y pese a la diversidad ciertos temas hacen más tilín que otros.
Pues aquí siguen apareciendo opiniones de quienes prefieren estar más centrados en una serie concreta (o dos o tres series concretas) y quienes prefieren dispersarse para tener una cultura general más amplia.
También se está comentando esta entrada en la Taberna: https://www.facebook.com/groups/523017662291834/posts/746161079977490/
Hay gente pa to.
Yo soy pa to lo centrado, pero de largo recorrido cronológico, por lo que transcurren muchos siglos, incluso milenios entre la más antigua y la más moderna.
Cuando los huecos de tu colección empiezan a ser inasequibles para tu cartera puedes tomar una opción «intensiva» y profundizar en cecas, fechas y variantes o puedes tomar una opción «extensiva» y empezar a comprar piezas de otras épocas, quizá para el mismo territorio (extensivo en el tiempo) o de la misma época en otros lugares (extensivo en el espacio). De esa manera obtienes un marco apropiado para la que sería tu colección principal, que gana contexto (relaciones estilísticas, influencias, líneas genealógicas y temas heráldicos, etc) y, de paso, te quitas el síndrome de abstinencia si pasan los meses y no se te pone a tiro nada de lo que buscabas al principio.
Claro que puedes acabar dándote cuenta de que otra época o lugar te están interesando más que lo que al principio tenías en mente. Bueno, pues a ello. Al fín y al cabo se trata de disfrutar con el camino.
De eso estuvimos hablando aquí: https://blognumismatico.com/2016/04/13/mantener-el-interes-por-nuestra-coleccion/
Gracias!!
Bueno, todas las colecciones tienen limitaciones, tiempo, conocimiento y dinero. En mi caso, a tu pregunta
Yo lo que preguntaría es: “¿qué historia cuenta tu colección?”; “¿qué pretende describir a nivel histórico, artístico, técnico… TU colección?”. Digamos que habría que pensar si esas monedas se utilizasen para ilustrar un libro ¿de qué trataría ese libro?
Es muy clara :-), pero le falta mucho dinero que he pretendido sustituir con mucho estudio y tiempo.
Tu colección deberia reflejar tu pasión y por supuesto un aprendizaje, porque no eres el mismo cuando empiezas que cuando vas a mitad, o cuando terminas. Y disfrutarla.
Saludos
Cada colección es un mundo propio y cada quien se apega a sus limitación y gustos. Yo no estoy en desacuerdo en colecciones centradas sin embargo me parecen limitadas. Tengo amigos coleccionistas que me dicen yo solo colecciono monedas o yo solo colecciono billetes, otros por el contrario dicen yo solo colecciono billetes y monedas Venezolanas que es mu país de origen.
Yo en particular tengo casi 40 años coleccionando y primero me centre en recoger billetes y monedas Venezolanas a lo largo del tiempo me decidí tener una moneda y un billete de cada país del mundo, luego con tantos años coleccionando me fui especializando en determinados países que me llamaban la atención completando series de monedas y billetes de esos. Luego empecé con monedas romanas medievales virreinales. Intentando abarcar lo más posible. Algunos me dicen loco eso nunca lo vas a completar nadie puede abarcar todo por que no el tiempo de vida ni el bolsillo te van a alcanzar.
En fin lo que me llena es conseguir una pieza que he querido he ir completando mi colección general dia a dia. En algunos caso compro monedas en muy bajas condiciones pero que son muy raras he imposibles de conseguir para un coleccionista medio como yo. Pero lo importante para mi es tener la representación de la pieza y no su condicion
Como ya se ha dicho, cada cual organiza su colección como prefiere. Al fin y al cabo, coleccionar es una forma de ordenar el mundo según nuestro propio criterio. Entre otros muchos, un criterio puede ser qué calidad mínima aceptar, y otro si centrar o no la colección. Así que todo mi respeto para los dos modelos que se han planteado aquí.
En mi caso, entiendo a quien profundiza en una serie para conocer todas las variantes, años, etc. Pero desde mi punto de vista siempre se puede tener en la colección una muestra de esa serie y estudiar las variantes más raras a través de la bibliografía. Me gusta pasar las páginas y ver las distintos valores de Carlos III, en vez de tener 12 monedas de 1 real con distinta fecha o con diversas variantes. Y pasar de nuevo y ver las de Carlos IV, Fernando VII, etc. Y si eso se amplía a otras épocas, es cierto que se dispersa la colección pero a cambio obtenemos una imagen diacrónica de la historia numistática. Para gustos, colores o en este caso monedas.
Yo soy de esos que empezó a principios de los años 90, cuando lo normal era ir los domingos a los mercadillos, y en general lo que más compraba era billetes y monedas españolas, lo normal, duros de plata y columnarios en recuerdo al Imperio español y los billetes eran mis preferidos. Vendí los pocos billetes extranjeros, con lo cual me he centrado sólo en lo español y creo que tengo más que bastante. Lo último fue comprarme la Enciclopedia de Notafilia española y creo que tengo para bastante para leer y aprender un montón de cosas. Soy bastante anárquico y esa Enciclopedia ha hecho que ponga un poco de orden.
Que bueno oir todos vuestros comentarios.
Yo empecé de adolescente coleccionando «chatarra», es decir monedas corrientes de cobre-niquel, bronce de aluminio, etc con algunas monedas francesas y alemanas que me dio mi abuela y continué la coleccion basicamente con monedas extranjeras contemporaneas (años 70 en adelante) de metales corrientes a través de intercambios, donaciones, mercadillos.
Con el tiempo he ido sofisticando la coleccion con monedas desde 1850 en adelante (pero también 1700 – 1850), particularmente moneda colonial (inglesa, francesa, portuguesa…), estados del Imperio aleman desde 1870 y anteriores a 1870, inglesa, portuguesa y francesa. Tengo una coleccion bastante maja de moneda africana y ultimamente me centro mas en monedas de plata y voy dejando la «chatarra» de lado :) . Vamos que voy picoteando de todo un poco.
Lo principal en mi opinión es pasarla bien ,divertirse, disfrutar la colección. En cuanto se vuelve algo pesado, algo que genere estrés, quietos parados y a otra cosa .
En mi caso colecciono duros del mundo siglo XIX en la mejor calidad que me puedo permitir; moneda francesa, española e italiana de 1945 hasta 1990 sin circular; 8 reales de México, Lima y Potosí en la mejor calidad que me puedo permitir; denarios y antoninianos bonitos y baratos; cobres de Isabel II en calidades altas y lo principal : vereinsthaler 1857 a 1871 y monedas de 3 y 5 marcos alemanes de 1871 a 1918.
Como veis, muy disperso, un poco de todo pero en calidad alta y dando preferencia a los vereinsthaler y marcos alemanes. En esa «subcoleccion» es en la que he profundizado y creo que he aprendido suficiente como para reconocer falsas, conocer fechas raras, las variantes más comunes, detalles como qué es un sterbetaler y qué un siegestaler etc.
De lo demás de mi colección, sé que puedo aprovecharla aún más pero diría que es más «acumulación selecta» (perdonad la pomposidad) que una colección como tal, a diferencia de las piezas alemanas que he mencionado. Saludos cordiales
Hola
Yo probablemente (más bien seguramente) soy de los coleccionistas dispersos (y hasta cierto punto, acumulador). No hace tanto que empecé a coleccionar monedas «en serio» (hubo una epoca de niño en la que coleccionaba monedas y que a dia de hoy aún tenía guardadas pero no ha sido hasta hace 2 años que he retomado la afición) Colecciono monedas casi de cualquier tipo y soy feliz así, coleccionando euros circulados o consiguiendo monedas del mundo, que sé que no tienen valor numísmatico pero que guardo y catalogo como si fueran oros macuquinos
También es cierto que dentro de la dispersión, a medida que vas coleccionando, vas irremediablemente centrando un poco la colección (ya no vas a «todo lo que se mueve») pero en cualquier caso, la idea de centrar mi colección no me atrae nada.
El coleccionismo de monedas para mi es un hobby (es un gasto, no una inversión) y quiero que siga siendo así durante mucho tiempo y sé que centrando la colección acabaría renunciado a la numismatica.
Yo soy disperso, muy muy disperso, colecciono en monedas sobre todo iberoromano pero si hay algo que me gusta no le hago ascos. El problema es que también me gustan las motos y allí entra otro aspecto que nadie ha nombrado: el espacio…
Lo importante es disfrutar de tu colección – colecciones… Aunque a veces me planteo si mi «problema» no se llama síndrome de Diogenes…