Por qué me gustan las monedas del siglo III

Yo antes me consideraba coleccionista de monedas. Ya no. Ahora soy divulgador de la numismática y su coleccionismo. Eso no significa que ya no coleccione, ¡claro que lo hago! La diferencia estriba en que ahora mi colección no es un fin en sí mismo. Su función principal es ayudarme a entender cómo se coleccionan ciertas series para, una vez experimentado, poderlo contar en esta bitácora. No es lo mismo hablar de la numismática española, medieval o antigua desde fuera que habiéndose enfrentado a coleccionar esas monedas.

Alejandro Severo. Denario.
Alejandro Severo. Denario.

Comencé coleccionando moneda española. Luego coleccioné moneda medieval. Mi tarea pendiente era centrarme durante un tiempo en una serie de moneda antigua. Entre ellas seleccioné las monedas del siglo III y del siglo IV. Digamos que en mi colección entran las monedas desde el auge de la Dinastía Severa hasta el fin del Imperio Romano. Especialmente me gustan los antoninianos, pero también me llaman la atención otros módulos, incluyendo las cecas provinciales.

Los motivos por los que me atrae especialmente coleccionar este espacio temporal son los siguientes:

Motivos históricos

  • Políticamente es un periodo muy rico y muy complejo. Aparecen multitud de personajes y dinastías. Algunas muy fuertes como la Dinastía Severa o la Dinastía Constantina. Otras efímeras, como la Dinastía de Caro. Las biografías de muchos de los personajes representados en las monedas son magníficas, dignas de novela.
  • Económicamente es un periodo de crisis que se ve muy bien descrita en la producción monetaria. No hay más que fijarse en la pérdida de ley y peso de los antoninianos primero y de los follis después.  
  • La enorme crisis social, política y militar en la que se vio inmerso el Imperio Romano a lo largo del siglo III supuso una redefinición del mismo. La sociedad entera cambio hasta el punto que el Imperio Romano se volvió monoteísta. Esos cambios religiosos se ven reflejados en la producción numismática de los siglos III y IV. Primero con los cultos orientales y luego con los símbolos cristianos. 
  • Desde el punto de vista artístico también hay una evolución muy interesante. A principios del siglo III se tienen unos retratos muy realistas que van degenerando hacia motivos y bustos más abstractos que avanzan la futura Edad Media.
  • Como ciencia auxiliar de la historia, la numismática del siglo III es especialmente importante para los historiadores. La falta de fuentes hace que buena parte de la historia del siglo III se haya reconstruido a partir del registro numismático.
Trajano Decio. Antoniniano.
Trajano Decio. Antoniniano.

Motivos de coleccionismo

  • Entre los siglos III y IV hay una enorme variedad de cecas. Al principio la producción de moneda romana se concentraba en Roma si bien existían las cecas provinciales del este del Mediterráneo. Posteriormente se fueron abriendo nuevas cecas para la acuñación de moneda romana, llegando a haber 21.
  •  Hay una enorme variedad de módulos: áureos, sólidos, denarios, antoninianos, argentos, silicuas, nummus de distintos tamaños, sestercios… a los que hay que añadir los tetradracmas provinciales. La variedad es impresionante.
  • Hay una enorme variedad de diseños. Como dije antes, los cambios sociales y culturales que experimentó el Imperio Romano se ven reflejados en la producción numismática. Este hecho, junto a la enorme producción de monedas en estos siglos, hacen que haya muchísimos diseños distintos.
  • Se puede coleccionar de muchas formas. Alguien podría profundizar en algunas dinastías (v.gr. la Severa o la Constantina); en algunos periodos más concretos (v.gr. la Tetrarquía o el Imperio Galorromano); o en algunos emperadores (v.gr. Probo, Galieno, Constantino…). También se podría seleccionar una ceca e ir profundizando en cada una de sus emisiones. Otra forma es hacerse con monedas representativas de cada periodo o reinado. Cualquiera de estas temáticas le permitirían estar una vida entera coleccionando.
  • Es una colección que puede extenderse con una representación de la Dinastía Sasánida, que emergió en el siglo III como gran potencia enemiga de Roma. Unas monedas sasánidas que son también muy interesantes.
Galerio. Follis. Londinium.
Galerio. Follis. Londinium.

Motivos económicos

  • Son monedas verdaderamente baratas si se comparan con cualesquiera otras de la Edad Antigua. Si se buscan en calidades medias hay muchísimas por menos de 50 euros la pieza; si se buscan en calidades altas hay muchísimas por menos de 200 euros la pieza; las más raras pueden costar entre 1.000 y 2.000 euros (un precio alto, pero todavía es asumible hacerse con alguna rareza puntualmente). Los áureos solo son aptos para bolsillos muy pudientes, pero muchos sólidos siguen siendo asumibles teniendo en cuenta que son monedas de oro. 
  • Un coleccionista medio podrá adquirir monedas de prácticamente todos los emperadores y usurpadores, así como de todas las cecas y emisiones. No ocurre como en siglos anteriores donde hay emisiones con unos precios altísimos (v.gr. las monedas de Julio César).
  • Un coleccionista medio fácilmente podrá adquirir entre 10 y 20 ejemplares bonitos al año, viendo cómo su colección va tomando forma a lo largo del tiempo. Esta frecuencia de compras no es asumible para muchos coleccionistas que se centran en los siglos anteriores de Roma o en la moneda griega.

Las imágenes que ilustran la entrada aparecen en la subasta del 18 de enero de 2023, organizada por Áureo & Calicó.

Licinio. Nummus AE 20. Heraclea.
Licinio. Nummus AE 20. Heraclea.

7 comentarios en “Por qué me gustan las monedas del siglo III”

  1. ¡Vaya! Ya sé quién me quita los antoninianos en las subastas, jaja.

    Yo también colecciono esa época, aunque más que por cecas, me gusta hacerlo por familias. Por ejemplo, si tengo un antoniniano de Filipo I, busco uno de su mujer Otacilia Severa y uno de su hijo, Filipo II
    O si tengo a Trajano Decio, busco a Herenia Etruscila, a Herenio Etrusco y a Hostiliano.
    Y me encanta la época de Constantino I, buscando a sus padres Constancio Cloro y Helena, a su hijo mayor Crispo (el que tuvo con Minervina) para después recrearme en la tragedia de Fausta y Crispo (digna de ser explicada). Y claro, los tres hijos de Fausta y Constantino que llegaron a emperadores: Constancio, Constante y Constantino II

    Además de muy interesante históricamente, como bien comentas, son monedas que en calidades medias aún son asequibles. Veremos a futuro…..

    Gracias por la entrada y un cordial saludo.

  2. Adolfo, coincido totalmente contigo, el que forje una colección de siglos III y IV se dará cuenta de lo profunda que es la numismática romana en todo su esplendor. Reinados como los de Galieno, Probo o Constantino son ya tan profundos que se podrían tardar años en formar una colección verdaderamente representativa. Una colección más holística de esos siglos constituiría un auténtico retrato del paso de la edad clásica a la edad media tanto social, cultural, como por supuesto numismáticamente.

    También me gustaría destacar la importancia de la moneda provincial, la gran olvidada de la moneda romana, y poco explorada, por lo que cualquiera tendría una gran oportunidad de hacer contribuciones académicas a la numismática si se adentrara en esas series.

    Ya para terminar voy a hacer algunas aclaraciones sobre la moneda provincial:

    – La moneda provincial no solo consiste de tetradracmas, cada zona del oriente romano tenía su propio sistema monetario sobre todo con acuñaciones en bronce.

    – La moneda provincial se acuña desde los tiempos de la república hasta la reforma de Aureliano, si bien desde el reinado de Valeriano y Galieno se da una paulatina reducción en su uso y acuñación. (Al hilo de esto, el antoniniano de Aureliano y Vabalato que enlazas técnicamente es oficial, no provincial).

    – En cuanto a la zona de Siria, su sistema monetario era heredero del sistema seléucida, y por lo tanto vamos a encontrar una metrología muy helénica. Sin embargo, ya para el siglo III debido a la inflación prácticamente solo vamos a encontrar tetradracmas, cuyo contenido de plata se va reduciendo a la par del del antoniniano. Precisamente el último emperador en acuñar tetradracmas fue Treboniano Galo y su familia.

    -En Egipto la situación era diferente ya que el sistema económico de allí era hermético, y no paralelo al romano como en los otros casos. Por esto, los tetradracmas egipcios, muy diferentes a los sirios, siguieron acuñándose hasta la integración económica de Egipto bajo reforma de Diocleciano.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Muchas gracias por el comentario. Excelente 👌

      La moneda provincial del este del Mediterráneo no la tengo tan estudiada. Tengo cierto conocimiento, pero para nada profundo. Así que te lo agradezco mucho.

      Espero que, poco a poco, vayan apareciendo más estas monedas en el Blog. Son realmente interesantes y, de nuevo, mucho más asequibles que las monedas acuñadas en Roma.

      Saludos,
      Adolfo

  3. Y aprovecho el hilo Adolfo, si no te importa, para hacer una pregunta: ¿existen denarios de Annia Faustina, la tercera mujer de Heliogábalo? Creo que es el único personaje de los Severos del que no he encontrado referencia alguna en ningún sitio. Y he revisado históricos de varias casas de subastas. No se si es que no ha salido ninguno a la venta, o que el nombre correcto en latín pueda ser otro.
    Gracias.

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