Los inicios de la ceca de Lima

Recientemente hemos hablado bastante en este Blog sobre las primeras monedas acuñadas en la ceca de Lima. Ya sabéis que esta ceca se abrió el 2 de septiembre de 1568, contratando a Rincón como su primer ensayador

En un principio, la ceca de Lima seguía la ordenanza del 7 de septiembre de 1565 (más). En esta ordenanza se permitía abrir una casa de moneda en esta ciudad -la primera de Sudamérica- y que ahí se acuñase plata previamente quintada. La talla de las monedas eran 67 reales por marco, con una ley de 11 dineros y 4 granos (que lea este artículo quien no entienda esta frase). También se permite la acuñación de monedas entre un cuarto de real y cuatro reales, con un diseño igual que las mexicanas pero con una “P” latina entre las columnas de Hércules. 

Esto es lo que ponía en la ordenanza. Pero Lima estaba muy lejos, así que no la siguieron adecuadamente desde que abrió la ceca hasta que en noviembre de 1569 visitó la ceca el Virrey Francisco de Toledo. Más concretamente, acuñaron monedas de 8 reales -para las que no tenían permiso- y lo que era más grave: tallaban las monedas a 69 reales por marco en vez de a 67. Es decir, 69 reales limeños equivalían a 67 reales mexicanos o peninsulares.

El diseño de las primeras monedas limeñas

Hace unos meses hablamos de los 4 reales de esta serie y sus variantes. Ahora quisiera llamar la atención sobre otras monedas con un diseño muy interesante: los medios reales y los cuartos de real.

Las monedas de un real, dos reales y cuatro reales incluían el escudo de Castilla y el famoso diseño de las columnas de Hércules. Este diseño equivalía al de México, pero con una “P” entre las columnas, tal y como rezaba la ordenanza. En la leyenda se lee: “PHILIPUS II D HISPANIARUM ET INDIARUM REX”. Sin embargo, en las monedas de medio real y de un cuarto de real el diseño es totalmente distinto. 

En la moneda de medio real se muestra en el reverso las columnas de Hércules, con la “P” en el centro y la “R” (de Rincón, el ensayador) a la izquierda. Es un diseño que no puede sorprender a nadie porque es equivalente al de los módulos más grandes. Los sorprendente es el reverso, donde el motivo es un “RI” coronado

Las monedas de un cuarto de real (antecesores de los cuartillos que vimos aquí) son más curiosas todavía: en su pequeño cospel incluyen la “R” coronada en el anverso y la “I” coronada en el reverso.

“RI” en los medios y cuartos reales

Este motivo de la “RI” coronadas nos recuerdan a cualquiera a las monedas mexicanas con la “KI” coronadas. En el caso de las mexicanas, las siglas “KI” se refieren a los reyes Carlos I y Juana I. Lo que no es tan evidente es qué significa “RI” en las monedas limeñas. Además, como no nos lo han dejado por escrito, no lo podremos saber a ciencia cierta.

La respuesta la tenemos que ver en la leyenda de los cuartillos. Ahí podemos leer “PHILIPUS II D HISPANIARUM E” (lo podemos leer en el cuartillo de la imagen, pues es rarísimo encontrar un ejemplar con la leyenda completa). Si nos damos cuenta, a la leyenda le falta el “Indiarvm Rex”. La abreviación de ambas palabras son “RI”, que son justamente las siglas que aparecen coronadas en el campo.

Lo que me parece más raro es la moneda de medio real, pues en ella la leyenda es más completa. En el real podemos leer: “PHILIPUS II D HISPANIARUM ET INDIARUM”, por lo que no sería necesario añadir la “RI”, sino a lo mucho solo la “R” en el campo. 

No he encontrado a nadie que explique por qué en los medios reales aparece la “RI” a pesar de que el “Indiarum” está en la leyenda. Un posible motivo es que, como los punzones se trajeron desde la Península, sería más fácil incluir la “RI” en el reverso de esa moneda que incluir el escudo de Castilla. 

4 reales, Lima. Ensayador Rincón. Más sobre estas monedas.
2 reales, Lima. Ensayador Rincón.
1 real, Lima. Ensayador Rincón.
Medio real, Lima. Ensayador Rincón.
 Cuarto de real, Lima. Ensayador Rincón. 
4 maravedís, México.

La próxima subasta de Sedwick

Daniel Frank Sedwick organiza para principios de noviembre una gran subasta con seis sesiones: dos sesiones el 4 de noviembre, tres el 5 de noviembre y una sesión “exprés” el 8 de noviembre. 

Como siempre, las subastas de Sedwick vienen cargadas de moneda virreinal, con muchas piezas raras y con monedas de muy alta calidad. Sin ir más lejos, todas las monedas que ilustran esta entrada tienen una calidad magnífica que seguro que saben apreciar los coleccionistas de moneda a martillo.

Por parte de los oros, destaca sin ninguna duda el 8 escudos galano de 1711. También destaca el 8 escudos de 1714 con cuños de galano (aquí hablamos de esas monedas). Hay onzas mexicanas (ejemplo) y limeñas (ejemplo) que quitan el hipo. En módulos más pequeños encontramos ejemplares muy interesantes; me han gustado mucho algunas monedas limeñas, como el 4 escudos de 1750 o el escudo de 1744. También hay algunos oros peninsulares muy interesantes, como este doblón de Valladolid y esta onza sevillana.

En cuanto a las platas, hay monedas interesantísimas, capitaneadas por ocho galanos mexicanos. Entre ellos hay galanos de 8 reales, de 4 reales y de medio real. También hay que destacar la gran cantidad de platas potosinas a martillo, capitaneadas por el corazón de 4 reales y el de 1 real. En las platas peninsulares sin duda destaca el cincuentín de 1620.

La semana que viene dedicaré otra entrada a la subasta de Daniel Frank Sedwick. Mientras, le podéis seguir en Facebook, en Instagram y en su web.

1 comentario en “Los inicios de la ceca de Lima”

  1. Adolfo Ruiz Calleja

    He actualizado la entrada por un error que me ha hecho ver Rafa en Facebook: la leyenda indica «INDIARVM», y no «indianarvm», como yo había escrito.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio