Ávila, maravedí de la Princesa Isabel

Época: Edad Media

País: Castilla y León

Reinado: Enrique IV

Ceca: Ávila

Valor: maravedí

Material: vellón

Peso: 2 g.

Conservación: MBC-

Precio de salida: 450 euros

Casa de subastas: Áureo & Calicó

Fecha de subasta: 25 de mayo de 2022

Las acuñaciones en Ávila de la Princesa Isabel

La archiconocida Concordia de los Toros de Guisando se firmó el 19 de septiembre de 1468. Con esa concordia se creía poner fin a la cuestión sucesoria de Enrique IV. Enrique aceptaba a su medio-hermana Isabel como legítima heredera al trono castellano, otorgándola un patrimonio para poderse sostener, el principado de Asturias y varias ciudades y villas, entre las que se encontraba Ávila (aquí una copia del documento).  A su vez, Isabel aceptaba a Enrique IV como legítimo rey, aceptaba casarse con quien Enrique considerase y se comprometía a vivir en la Corte. El asunto parecía zanjado en beneficio de todos salvo de Juana “la Beltraneja”, hija legal de Enrique IV, quien veía cómo se quedaba sin derecho al trono.

Poco después, en noviembre de 1468, Enrique otorgó unos privilegios a Isabel. Entre ellos se encontraba la refundación de la ceca de Ávila, con las mismas prerrogativas que las de Burgos y Toledo; se nombraba tesorero a Alfonso González de Guadalajara, quien ya había trabajado para Alfonso de Ávila; y se entregaban los derechos vitalicios de esa ceca a Isabel, incluyendo una cláusula que impedía a Enrique IV cerrar la ceca.

Poco duró la alegría en Castilla. El 18 de octubre de 1469 Isabel se casó con Fernando, el príncipe heredero de Aragón. Este matrimonio se alejó de la voluntad de Enrique IV, quien pretendía casar a su hermana con el heredero al trono de Portugal o el heredero al trono francés. Por eso entendió que Isabel había incumplido la Concordia de los Toros de Guisando. El 26 de octubre de 1470 procedió a desheredar solemnemente a Isabel en Valdelozoya y revocó todos los derechos que había entregado a Isabel. 

La princesa, por su parte, consideró que la Concordia de los Toros de Guisando seguía en pie y entró en rebeldía. Hizo algo que era novedad en Castilla: no se tituló reina ni entró en un conflicto armado contra Enrique IV. Ella seguía aceptando a Enrique IV como rey de Castilla, pero hacía explícito el ejercicio de sus privilegios acuñando moneda en Ávila (su yerno Felipe y su nieto Carlos harían algo semejante años más tarde).

Así, la futura Isabel la Católica acuñó moneda en Ávila a nombre de Enrique IV pero incluyendo las marcas “P” coronada e “I” (o “Iª”), indicando que la princesa era la primera en la línea de sucesión. Esto, además de un excelente medio propagandístico, es un claro ejercicio del poder. Especialmente cuando Enrique IV ordenó cerrar la ceca de Ávila en las reformas monetarias de 1471

José María de Francisco Olmos divide las acuñaciones de la Princesa Isabel en tres etapas:

Ávila. Maravedí a nombre de Enrique IV. Acuñada por la Princesa Isabel.
Ávila. Maravedí a nombre de Enrique IV. Acuñada por la Princesa Isabel.

La primera etapa incluye las monedas anteriores a Valdelozoya (1468 – 1470). Estas monedas están a nombre de Enrique IV y, aunque era Isabel quien tenía la potestad de acuñarlas, en ellas no se incluye ningún símbolo distintivo de la princesa.

Los catálogos citan estas monedas como propias de Enrique IV. Por eso, aparecieron en el volumen IV de la colección Isabel de Trastámara Medieval

Ávila. Enrique de la silla. Acuñada por la Princesa Isabel.
Ávila. Enrique de la silla. Acuñada por la Princesa Isabel.

La segunda etapa se da tras Valdelozoya y hasta el ordenamiento de 1471 (1470 – 1471). Estas son monedas a nombre de Enrique IV pero que incluyen marcas relacionadas con la Princesa Isabel, ya sea una “P”, una “P” coronada o la “P” y la “I”. 

Un extraordinario ejemplo es el enrique de la silla que represento sobre estas líneas. Otro ejemplo es el maravedí que encabeza la entrada. También se acuñaron cuartillos.

Ávila. Blanca de rombo. Acuñada por la Princesa Isabel.
Ávila. Blanca de rombo. Acuñada por la Princesa Isabel.

La tercera etapa se da cuando Enrique IV publica el ordenamiento de 1471. Siguiendo ese ordenamiento, la ceca de Ávila acuñó blancas del rombo incluyendo las marcas de la Princesa Isabel. Nos dice Áureo que a partir de 1474 incluso se llegó a incluir la marca de estrella, que era la marca de la Corte.

Otras publicaciones sobre la Colección Isabel de Trastámara vol. V

Estos días se han publicado varios artículos relacionados con la Colección Isabel de Trastámara vol. V. Estos artículos se han publicado en We Are Numismatics, una página amiga de esta bitácora pero con un corte más académico. Os los recomiendo en su totalidad:

Quizá os sorprenda que el tercer artículo lo firmemos Teresa Tuñón, María Luis Bayo y un servidor. He de decir que se trata de un trabajo que ha realizado Teresa y donde yo me he limitado a echar una pequeña mano. 

Teresa ha analizado la documentación y ha llegado a la conclusión de que el diagnóstico que hizo Gregorio Marañón sobre Enrique IV no es correcto (“displasia eunucoide con reacción acromegálica y netos rasgos esquizoides”). Entre otras cosas, se ha percatado de que en las monedas de Enrique IV se detecta un ensanchamiento del cuello, lo que puede mostrar que sufrió un bocio hipertiroideo. Este bocio está relacionado con otra enfermedad que encaja muy bien con los rasgos que tenía el pobre Enrique IV. Dicha enfermedad es el síndrome McCune-Albright, que no estaba descrito en la época de Marañón. 

En el siguiente vídeo Teresa explica con más detalle este síndrome y la forma en la que ha llevado a cabo su investigación. Me parece un aporte exquisito que ya está enviado para su publicación en una revista científica.

La subasta Isabel de Trastámara Medieval vol. V

Áureo & Calicó ha organizado una triple subasta para los días 23, 24 y 25 de mayo de 2023: una subasta online el día 23 de mayo, una subasta en sala el día 24 de mayo y la colección Isabel de Trastámara Medieval vol. V el día 25 de mayo. Estuvimos comentando la subasta en sala en esta entrada; ahora comentaré brevemente la colección Isabel de Trastámara Medieval vol. V. 

El quinto volumen de la colección Isabel de Trastámara Medieval cierra la numismática castellana. Se trata de una colección de 370 ejemplares que cierra las monedas de Enrique IV (209 ejemplares) y describe la de sus coetáneos Alfonso de Ávila (59), Isabel de Trastámara (22) y Alfonso V de Portugal (3). A estas monedas se añaden 75 ejemplares contramarcados sobre monedas de finales del siglo XV.

Las monedas de Enrique IV incluyen las cecas de Sevilla a Villalón en orden alfabético (las anteriores aparecieron en el volumen IV). A pesar de que no son muchas cecas están las dos más prolíficas de este periodo: Sevilla y Toledo. Las otras son más propensas a rarezas: Toro, Valladolid, Villalón y ceca indeterminada.  

De entre todas las monedas de Enrique IV destacan, como no podía ser de otra forma, las monedas de oro. Además de ser raras son monedas bellísimas (a mí me encantan, a nivel personal). Os dejo un vídeo en las que os las muestro:

La colección de Alfonso de Ávila, la Princesa Isabel y Alfonso V es muy amplio para lo raras que son estas monedas. Pocas veces se podrá ver una descripción tan completa de las acuñaciones de estos personajes. De nuevo, las monedas en oro de Alfonso de Ávila serán las más importantes, al menos a nivel de remates. Os dejo un vídeo sobre ellas:

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En podcast

He publicado un contenido semejante al de esta entrada en formato podcast. Aquí lo podéis ver:

Descripción de Áureo & Calicó

Princesa Isabel (1471-1474). Ávila. Maravedí. (Imperatrix PY:6.3, mismo ejemplar) (AB. falta) (Bautista 955.14, mismo ejemplar). Ex Colección Guiomar, Áureo 16/12/1997, nº 319. Ex Colección Balsach. Rarísima. 2 g. MBC-.

Fuente.

3 comentarios en “Ávila, maravedí de la Princesa Isabel”

  1. Buenos días,

    Muy buen artículo, este período y el posterior de los RRCC ha sido definitorio para las monarquías hispánicas, si la heredera real (Juana «la Beltraneja») hubiera gobernado, es probable que la historia fuera muy diferente para la península.
    La subasta de Áureo, pues en la línea de las anteriores, es decir, espectacular.

    Un saludo,

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