Carlos II, 4 reales de Segovia 1683

Carlos II, 4 reales de Segovia 1683

Periodo: Edad Moderna

Rey: Carlos II

Ceca: Segovia

Metal: Plata

Denominación: 4 reales

Calidad: EBC/MBC+

Peso: 13 g.

Casa de subastas: Silicua

Fecha: 25 de noviembre de 2022

Precio de salida: 600 euros

El escusón de Portugal en las platas segovianas

El Real Ingenio de Segovia comenzó a acuñar en 1586. Desde un principio se siguió al pie de la letra las disposiciones de la Pragmática de Nueva Estampa de 1566. A pesar de ello, el diseño de estas monedas (véase la siguiente imagen) tenían tres detalles importantes, más allá del aspecto fundamental de haber sido acuñadas a rodillo:

Fue el tercer aspecto el que más tiempo aguantó en la moneda segoviana. De hecho, a partir de 1597, cuando comienza la segunda tipología de las platas del Real Ingenio (las famosas “OMNIVM”), se incluye la marca de ensayador y se elimina la referencia explícita a las Indias. En cambio, el escusón de Portugal persiste durante otros tres reinados.

Felipe II. 4 reales de Segovia, 1589.
Felipe II. 4 reales de Segovia, 1589.

La fatídica década de 1640 vio cómo Portugal se independizaba a la vez que Cataluña se levantaba y se producían revueltas trascendentes en Andalucía, Aragón, Nápoles y Sicilia. El caso de Portugal quedó pronto sentenciado contra la Monarquía Española. Pero la independencia de facto de Portugal no fue reconocida por España hasta 1668. No es de extrañar, por tanto, que hasta esa fecha apareciese el escusón de Portugal en la moneda castellana, incluyendo en la ceca de Segovia.

Lo sorprendente es que las quinas portuguesas permanecieron en la numismática española, incluyendo la ceca de Segovia

Para cuando Carlos II accedió al trono (1665) el Real Ingenio de Segovia estaba paralizado. No fue hasta 1681 cuando vuelve a acuñar, intensificándose la producción de monedas de plata a partir de 1682. Esas monedas incluyen el escusón de Portugal, como se puede ver en la imagen que encabeza la entrada.

Este detalle no gustó nada a la Corte Portuguesa, por lo que se quejaron abiertamente. Para remediarlo, el 12 de noviembre de 1683 Carlos II emite un decreto a las casas de moneda para que no incluyan el escudo de Portugal entre las armas del rey. Al parecer, esta disposición no pareció suficiente en Portugal. Por ello, el 15 de julio de 1685 se emitió una Real Orden dirigida al presidente del Consejo de Castilla para que en ningún título público se incluyesen las armas de Portugal ni se le citase a Carlos II como rey de Portugal. 

Esta segunda orden no fue necesaria para la moneda segoviana. El último año en el que aparece masivamente el escusón de Portugal en esta ceca es 1683; se acuñaron algunos ejemplares de 1684 con las armas portuguesas, pero los ejemplares existentes se cuentan con los dedos de las manos. Me imagino que se deba a la reutilización de algunos rodillos de un año para otro.

A pesar de todo esto, las armas portuguesas siguieron apareciendo en otras cecas. En Sevilla estuvieron hasta el final del reinado de Carlos II. Incluso el Archiduque Carlos de Austria acuñó monedas con las quinas portuguesas.

La próxima subasta de Silicua

Silicua organiza una nueva subasta para el día 25 de noviembre de 2022. Se trata de una subasta que da un repaso a la historia de la numismática en 265 lotes. Fieles a su estilo, el núcleo de la subasta son las monedas de los Borbones aunque hay ejemplares interesantes de cualquier época.

En la Edad Antigua me han gustado algunas monedas romanas, como el denario de Trajano o el áureo de Adriano. También hay que destacar el cuarto de shekel hispano-cartaginés. Dentro de la moneda medieval lo más llamativo son las platas castellanas (una y dos). Posteriormente destaca el excelente de los Reyes Católicos y los dos ejemplares de 4 escudos que ilustran esta entrada

Entrando en los Borbones tenemos una excelente selección de onzas, capitaneadas por 320 reales de 1822 en MS-62 y otros 320 reales de 1810 en AU55. A estas les acompañan tres peluconas peninsulares de Felipe V y dos “busto de almirante”, entre otras. También hay duros muy buenos, como el sevillano de 1774, el columnario mexicano de 1766 o el madrileño de 1815. Después hay muy buenas piezas de plata y oro en módulos más pequeños, en calidades que agradarán mucho a los coleccionistas medios.

Si nos fijamos en El Centenario de la Peseta veremos que hay dos monedas que destacan por encima del resto: las 10 pesetas de 1879 y el duro de Puerto Rico. Otras muy interesantes son las pesetas de 1881 y 1885*86, ambas encapsuladas como sin circular. 

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Descripción Silicua

1683. Carlos II (1665-1700). Segovia. 4 reales. A&C 767. Ag. 13,00 g. Precioso anverso. Bello color. EBC / MBC+. Est.850.

Fuente.

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