Áureo de Lucio Vero

Periodo: Edad Antigua

Imperio: Romano

Valor: Áureo

Metal: Oro

Peso: 7.28 g.

Calidad: Choice XF – EBC+/EBC

Casa de Subastas: Silicua

Fecha: 25 de febrero de 2022

Precio de salida: 3.500 euros

Armenicus Parthicus Maximus

Es muy conocido que las dinastías romanas en los dos primeros siglos de nuestra era no pasaban de padres a hijos naturales, sino de padres a hijos adoptivos. Esta es una práctica muy inteligente de hacer que el poder caiga en personas competentes para ejercerlo. ¡Cuántos disgustos se hubiera ahorrado la historia de España de haber seguido con esa práctica!

En el caso de Adriano, él adoptó a Antonino Pío para que fuese su sucesor, con la condición de que éste a su vez adoptase a Marco Aurelio y a Lucio Vero. Esto también puede sonar un tanto raro a día de hoy. Sería tanto como si Fidel Castro hubiera nombrado como sucesor a Raúl Castro a condición de que éste nombrase a su vez a Díaz-Canel; es decir, quien ostenta el poder no solo se preocupa en elegir un buen sucesor sino quién sucedería a éste. Pero en el Imperio Romano no era la primera vez que ocurría: Augusto adoptó a Tiberio a condición de que él adoptase a Germánico. Teniendo en cuenta que eran cargos vitalicios, y que los “nietos adoptivos” eran niños en su más tierna infancia, esta práctica permitía preparar al futuro emperador con una educación adecuada.

Tal fue el caso de Lucio Vero, quien tuvo una magnífica educación antes de vestirse de púrpura en febrero del año 161, tras la muerte de Antonino Pío. Lucio Vero y Marco Aurelio fueron co-emperadores, si bien la autoritas de Marco Aurelio era mayor; es decir, en la práctica el poder de Lucio Vero estaba subordinado al de su co-emperador y suegro.

Al morir, Antonino Pío dejó un grave problema por cerrar: la frontera este con los partos. De hecho, el mismo verano de 161 avanzaron las tropas de Vologases IV invadieron Armenia (por entonces un reino subordinado al poder romano). Esto hizo que Lucio Vero se trasladase al Este en el año 162. 

En el año 163 las legiones romanas reconquistaron Armenia. Por eso le otorgaron el cognomina ex virtute (un apelativo honorífico) de “Armenicus”, a pesar de que él personalmente no vio ni un solo combate y todo el mérito era de sus generales. Además, Lucio Vero fue aclamado como Imperator (algo así como “general victorioso”) por segunda vez.

Esta victoria fue celebrada en Roma. Para ello se emitieron áureos como el siguiente:

Áureo de Lucio Vero. Victoria. Año 164.

Fijaros que las leyendas nos permiten datar este áureo con mucha precisión. En el anverso se indica “L. VERUS AVG” (Lucio Vero Augusto) detrás del busto de Lucio Vero, y “ARMENIACVS” frente al busto. Es decir, le están nombrando con su cognomen de Armenicus. En el reverso indican “TRP V · IMP II · COS II”. Es decir, tribuno cinco veces, imperator dos veces, cónsul dos veces. Así es muy fácil datar la moneda como acuñada en el año 164, pues es el único año donde tenía esos títulos.

Siguiendo en el Este, la victoria fue tal que el ejército romano pudo avanzar hasta Mesopotamia y entró en las ciudades de Seleucia y Ctesifonte en el año 165. Esto supuso una nueva aclamación como Imperator para Lucio Vero, así como el cognomen “Parthicus Maximus”, a pesar de que él no acompañaba a las tropas.

Viéndose fuerte, el ejército romano volvió a Mesopotamia en el año 166. Ese año pudo cruzar el río Tigris e internarse en Media, un amplio territorio entre el Mar Caspio y el Golfo Pérsico. Al regresar el ejército, esto le supuso a Lucio Vero su cuarta aclamación como Imperator, además del cognomen “Medicus”.

Regresaron a Roma y se otorgó un gran triumphus (una especie de procesión en honor a un general victorioso) a Lucio Vero. También se hizo una segunda emisión de áureos mostrando a Lucio Vero como un militar victorioso. Un ejemplar es el que ilustra esta entrada.

Áureo de Lucio Vero. Victoria. Año 166. Silicua la ofrece en subasta.

El diseño es el mismo que la anterior emisión, salvo que el estandarte de la Victoria indica “VIC PAR” (victoria sobre los partos). Las leyendas son las que cambian y las que nos permiten datar la moneda como emitida en el año 166. En el anverso se añade el cognomen de Parthicus Maximus, dejando la leyenda como “L. VERUS AVG ARM PARTH MAX”, mientras que en el reverso se añaden sus dos nuevas aclamaciones como Imperator, así como su otro año que fue tribuno: “TRP VI · IMP II · COS II”.

Es curioso que en ningún áureo aparece el cognomen  “Medicus”. Seguramente no estaría tan orgulloso de él puesto que la penetración en Media no supuso una expansión del territorio romano. Sí que aparece este cognomen en algunos raros bronces, tanto sestercios como dupondios.

Lamentablemente para los romanos, las legiones que avanzaron hacia el Este no solo volvieron con victorias. También volvieron con la peste. En todo el Imperio Romano se desató una epidemia durísima que los historiadores llamaron “peste antonina” o “peste de galieno”. Se cree que se trataba de la viruela, que entró en Europa por primera vez. Se estima que entre el 165 y el 180 murieron unos cinco millones de personas, lo que despobló zona enteras y diezmó al ejército romano. El propio Lucio Vero falleció de esta peste en el año 169.

En esta bitácora también hemos hablado de un áureo de Cómodo y otro de Probo.

Precio de un áureo de Lucio Vero

Lucio Vero no es un emperador sencillo en ningún módulo y tampoco lo es para los áureos. Dentro de su rareza, ambos áureos de la victoria son los más comunes de Lucio Vero. Pero siguen siendo raros y caros. De hecho, un ejemplar en alta calidad bien puede costar 20.000 euros o más.

Un ejemplar con una calidad semejante al que aquí se ofrece se remató el mes pasado por 6.500 $ y otro por 5.250 $. Creo que es razonable tomar estos dos ejemplares como referencias recientes. Pero atendiendo a la calidad reportada por Silicua, el remate de esta moneda debería ser mayor.

La próxima subasta de Silicua

Silicua organiza una Subasta Especial para el día 25 de febrero de 2022. Es una subasta que da un repaso a la historia de la numismática con 260 lotes. Hay muchas piezas que brillan con luz propia; haré un breve repaso de ellas.

 En la numismática clásica hay varias joyitas romanas. Se puede citar un raro y precioso didracma republicano, así como un estupendo denario de Augusto acuñado en Mérida. También destaca el doble sestercio de Trajano Decio y, por supuesto, el áureo que encabeza esta entrada

También hay algunas piezas medievales que se pueden destacar, como este tremis sevillano de Chindasvinto, una rara barbuda acuñada en Oporto en época de Fernando I o un medio real burgalés de Enrique III

Pero es la Monarquía Española la que presenta mejores piezas. Es una colección capitaneada por tres oros segovianos para quitarse el sombrero: 4 escudos de 1687, 8 escudos de 1721 y 8 escudos de 1723. Otros oros muy potentes son las onzas maxicanas de 1751 y de 1771. También hay que citar la preciosa medalla sevillana de Fernando VII, de la que solo se conocen tres ejemplares. 

En cuanto a las monedas de plata, hay varios columnarios muy potentes, tanto en módulos de 8 reales como 4 reales y 2 reales. Hay otros duros muy buenos; vaya como ejemplo el de Segovia de 1617 o los de Madrid de 1833 y 1850

Sinceramente, creo que Silicua hace cada vez mejores subastas. Una subasta así sería impensable para esta casa hace dos años. Va creciendo a base de esfuerzo y trabajo. Y eso es muy bueno para todos.

Podéis seguir a Silicua Subastas en su web, en Facebook y en Instagram.

Descripción Silicua

161-169. Lucio Vero. Roma. Áureo. Au. Bella. Brillo original. NGC chXF 5/5, 4/5. Rara y más así. EBC+ / EBC. Est.6500.

Fuente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio