Barre en las monedas de Venezuela

Albert Désiré Barre fue un grabador y medallista francés. Era hijo de Jaques-Jean Barre, grabador jefe de la ceca de París (su hermano Jean-Auguste también era medallista y le sucedió en el cargo tras su muerte). En 1845 Jaques-Jean pidió a Albert Désiré que le asistiese en sus trabajos en la ceca. Diez años más tarde, Albert Désiré Barre (el único a quien me referiré a partir de ahora) pasó a ser grabador jefe de la ceca de París. Ese puesto lo mantuvo hasta su muerte en 1878.

Barre hizo muchos diseños en la ceca de París; aquí podéis ver algunos. Quizá el más famoso, en lo que a moneda francesa se refiere, es el busto de Napoleón III. Pero en el resto del artículo solo me centraré en la moneda venezolana, aunque para ello deba comenzar hablando de otra moneda francesa.

En 1848 se organizó un concurso para definir el busto de la Marianne, esa alegoría omnipresente en la moneda francesa desde entonces. Barre concursó con el siguiente trabajo:

Desgraciadamente, Barre no ganó el concurso. Sin embargo, años después Venezuela solicitó a Francia la acuñación de monedas de plata para cumplir con la ley de amonedación de 1857. Así, en 1858 se acuñaron monedas de 1/2 real (v.gr., lote 102), un real (v.gr., lote 103), 2 reales (v.gr., lote 104) y 5 reales (v.gr., lote 105). Aquí os dejo un muy buen ejemplar de dos reales:

Merece la pena pararse un momento en el diseño de esta pieza:

En el anverso tenemos un busto alegórico de la Libertad. Es explícito, pues en la diadema indica claramente “Libertad”. Ahora bien, vemos que el busto es el mismo que la Marianne con la que Barre había concursado. Solo cambió la diadema de la alegoría y con ello reutilizó su diseño anterior.

En la parte baja de la moneda vemos la fecha y a ambos lados una flor de lis un ancla y la letra “A”. La flor de lis El ancla era la marca personal de Barre. La “A” es la marca de ceca de París. Posteriormente indica el apellido del grabador “Barre”. Eso sí, no indica sus iniciales. Esas iniciales no eran necesarias en la moneda venezolana, ya que él era el único Barre que diseñó monedas para Venezuela, pero sí era necesario para las monedas y medallas francesas como forma de distinguirse de su padre y su hermano.

El reverso es también muy relevante porque en él aparece el escudo de Venezuela por primera vez en la numismática venezolana.

Posteriormente, Barré hizo algunos ensayos para Venezuela. Los más conocidos son los ensayos para las monedas de plata con el busto del dictador José Antonio Páez. Posteriormente se hicieron unos centavos en cobre (un ejemplo es el que se muestra a continuación), seguramente en Inglaterra. Esos cobres son una reinterpretación del diseño de Barre. [Párrafo editado el 9 de diciembre de 2021 tras unas apreciaciones de Manuel Rojas].

Pero no sería hasta 1873 cuando Barre hiciese el diseño que le haría eterno en la moneda venezolana. Fue ese año cuando Venezuela encargó acuñar a París monedas con la imagen de Simón Bolívar. Hay que entender que representar al Libertador no era una tarea sencilla, por la carga simbólica y política de este personaje en Venezuela y en casi toda Sudamérica.

Para crear el busto Barre se basó en un dibujo a lápiz que François Desire Roulin hizo a Bolívar en 1828. Es el siguiente:

Las monedas resultantes son de sobra conocidas. Un ejemplo de 1873 es el siguiente:

Una curiosidad es que la ley venezolana de monedas de 1871 definía que el busto de Bolívar debía mirar hacia la derecha tanto en las monedas de oro como en las monedas de plata. Sin embargo, Barre diseñó las monedas de manera equivalente a las de la Unión Monetaria Latina: los bustos en las monedas de plata mirando hacia la izquierda y los bustos de las monedas de oro mirando hacia la derecha. De esta forma se hacía más difícil que una moneda de plata bañada en oro pudiera ofrecerse como una moneda de oro.

Como veis en la imagen, bajo el busto de Bolívar vuelve a aparecer el apellido “Barre”. Desde entonces esto ha sido una constante en la numismática venezolana. Tanto es así, que las monedas actuales siguen incluyendo el mismo busto de Bolívar e indican la leyenda “Barre”.

Los europeos nos vemos muy sorprendidos con este tipo de datos. Venezuela es un país que en los últimos 140 años ha sufrido diversos golpes de estado, ha pasado por épocas democráticas y épocas dictatoriales, ha cambiado varias veces de constitución, de moneda e incluso el nombre del país. Sin embargo, el diseño de sus monedas permanece inalterado. Hay que decir que no es el único país en el que ocurre esto: Bolivia es otro ejemplo.

No me quiero reprimir y también os muestro en esta entrada el 1/2 bolívar de 1889. Es una moneda rarísima donde las haya que se ofrece en la Colección Pablo Morillo:

La fuente principal de este artículo es esta charla de Gerardo Cerrada, especialista numismático del Banco Central de Venezuela y lector del Blog Numismático.

La Colección Pablo Morillo

Tauler & Fau subastará el próximo 14 de diciembre la Colección Pablo Morillo, dedicada a la moneda venezolana desde Carlos IV hasta el fin de la moneda de plata. Es decir, cubre desde las acuñaciones de Caracas en 1802, cuando Venezuela era una capitanía general, hasta 1965. En total son 249 lotes que dan un extraordinario repaso a la numismática venezolana.

En Cartagena tuve la oportunidad de conversar sobre esta colección con Manuel Rojas, Jacobo Fau y Guillermo Fau. Hice también una entrevista a Manuel Rojas sobre esta colección, la cual os dejo aquí.

La parte más interesante de la Colección Pablo Morillo son las monedas virreinales y las de la Guerra de la Independencia venezolana (de ahí el nombre de la colección). Como dice Manuel en el vídeo, creo que es una excelente ocasión para incorporar a la colección cobres de Fernando VII o de Carlos IV, así como algunas morilleras.

En cuanto a las monedas republicanas, bastará con ver las que ilustran esta entrada para entender que en la Pablo Morillo hay auténticas joyas.

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