ABNC y BWC: Dos estilos diferentes

Dos de las imprentas de billetes más importantes en los últimos 150 años fueron la American Banknote Company (ABNC) y Bradbury Wilkinson and Company (BWC). Cualquier coleccionista de billetes las conoce bien porque ambas tuvieron encargos de casi cualquier país del mundo. Son muchos los que han indagado en el devenir de sus productos, de sus trabajadores más relevantes y de las compañías en sí. Hay incluso quienes centran sus colecciones en los billetes fabricados por una u otra empresa.

Sin ánimo de entrar en mucho detalle, en este artículo citaré el papel que jugaron ambas empresas en los billetes emitidos por el Banco de España. También mostraré algunas características estilísticas de una y otra empresa. Para ello me baso fundamentalmente en la Enciclopedia de la Notafilia y Escripofilia Española de José Antonio Castellanos

La American Banknote Company en España

La American Banknote Company (ABNC) fue fundada en 1858 a partir de la fusión de las siete principales impresoras de seguridad de Estados Unidos. Esto hizo que, ya desde sus inicios, contase con muchos grabadores e impresores que buscaban ofrecer el mejor producto posible. Tuvieron la suerte que pronto estalló la Guerra Civil de EEUU, lo que supuso una gran demanda de billetes y ayudó a que pronto se extendiera la ABNC. Después recibieron encargos del mundo entero posicionándose como la mayor imprenta de billetes a escala global. Hasta la actualidad han emitido más de 5.000 billetes diferentes para más de 60 países.

100 pesetas. 1 de julio de 1876. SPECIMEN. ABNC.

En España la ABNC fabricó los billetes emitidos en 1876 y 1884, dos de las series más conocidas y bellas del billete clásico. También emitieron algunos billetes de Ultramar, como los del Banco Español de la Isla de Cuba e hicieron algunas pruebas a principios del siglo XX. Como vemos, no fue mucho el impacto directo de la ABNC en el billete español. Quizá esto se deba al enfado que hubo en España por haber repetido la viñeta del billetes de 25 pesetas de 1884 (más abajo) para otros países; pero esto simplemente es mi suposición. 

25 pesetas. 1 de enero de 1884. SPECIMEN. ABNC.

El diseño de los billetes de la ABNC muchas veces sigue un patrón muy reconocible. Suelen contar con una viñeta central muy bonita, y dos auxiliares a los lados que muchas veces portan el valor. Cuentan con un diseño muy recargado; un horror vacui donde no hay espacios vacíos. Además, tienen bordes estrechos y rectos donde muchas veces aparece repetidas veces el valor del billete. En muchos casos el reverso es de un solo color, con una composición más sencilla y simétrica donde también aparece el valor del billete.

100 pesetas. 1 de enero de 1884. SPECIMEN. ABNC.

Bradbury en España

Bradbury & Wilkinson Company (BWC) nació en Inglaterra en 1856 de la mano del impresor Henry Riley Bradbury y el ingeniero Robert Wilmot Wilkinson. Ya en 1858 tuvieron su primer encargo internacional por parte de Uruguay, además de contar con pedidos de bancos ingleses y de la Commonwealth. La empresa marchaba muy bien y en 1903 fue absorbida por ABNC, uno de sus principales competidores. Ya en 1986 pasó a manos de De La Rue, quien cerró su división en 1990 después de haber producido más de 3.000 billetes distintos.

25 pesetas. 15 de julio de 1907. Sin serie. BWC.

La notafilia española no se puede explicar sin Bradbury; bien se puede considerar la imprenta que más impacto ha tenido después de la FNMT. Un impacto enorme desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil. BWC fue la responsable de fabricar todos los billetes del Banco de España desde 1906 hasta 1938, además de muchísimos de bancos privados, sociedades de crédito, billetes de territorios de Ultramar y documentos de deuda pública. Resulta curioso que muchos de los encargos se realizaron cuando BWC pertenecía a ABNC.

500 pesetas. 15 de julio de 1907. Sin serie. BWC.

El estilo de BWC es distinto al de ABNC. Los billetes resultantes suelen ser menos recargados, más finos y más elegantes. Las viñetas suelen tener un solo personaje (muchas veces un busto o una alegoría) y no una escena; entre ellas abundan las matronas. En muchas ocasiones hay fondos litográficos con dos o tres colores y se dejan espacios en blanco para alojar viñetas o textos. Personalmente son diseños que me encantan. 

1000 pesetas. 1 de julio de 1925. Sin serie.

La próxima subasta de Ibercoin

Ibercoin organiza una nueva subasta de billetes para el día 26 de octubre de 2023. Es una subasta que da un amplio repaso al billete español en 1349 lotes. Como en otras subastas de Ibercoin, caben tanto billetes de alta alcurnia como piezas sencillas; así que todos los interesados en el billete español tendrán algún ejemplar al que apuntar.

La subasta comienza con algunos billetes de bancos privados para después pasar a los billetes del Banco de España, que suponen el grueso de la colección. Entre ellos destacan los 29 ejemplares clásicos entre 1876 y 1907. Algunos ilustran esta entrada, otros interesantes son las 50 pesetas de enero de 1884, las 50 pesetas de julio de 1884, las 50 pesetas de junio de 1889… 

Después la subasta pasa a describir el billete español del siglo XX con bastante detalle. Hay muchos billetes emitidos durante la Guerra Civil. Algunos raros, como las 10 pesetas de Burgos de 1936 o las 500 de 1938. Avanzando el siglo XX se encuentran otros billetes para todos los coleccionistas: ejemplares escasos en alta calidad, otros más comunes pero en una calidad altísima (otro ejemplo), series bajas, últimas series, series especiales, correlativosTampoco faltan los euros, que cada vez son más coleccionados. 

Hablando de billetes coleccionados, se ofrecen más de 300 lotes de billetes locales de la Guerra Civil. No son billetes con un precio de salida elevado, pero sí que los hay raros como el de Cabanes, los de Madrid, el de Martos… ¡Merece la pena echar un vistazo!

Este artículo ha sido patrocinado por Ibercoin. Podéis seguir a Ibercoin en su web, en Facebook y en Instagram.

En podcast

Os dejo un podcast con un contenido semejante al de este artículo:

Comentarios en: ABNC y BWC: Dos estilos diferentes

  1. Suena a «totalmente ignorante» de la notafilia….pero me ha encantado el artículo. Es de los de conocimiento general y básicos que a los nuevos nos quita la cara de poquer cuando alguien nombre Bradbury….y tenemos que disimular….

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Como bien sabes, en esta bitácora estamos todos para aprender. Así que nada de disimular la ignorancia: si se aprende es porque no se sabe.

      Un abrazo!!

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