Sigo con la serie “distinguir lo bueno de lo mejor”, donde explico algunos aspectos a tener en cuenta para valorar monedas históricas. En este caso echaremos un vistazo a los tetradracmas de Atenea.
Valorar los tetradracmas de Atenea
Los tetradracmas de Atenas son la moneda más conocida de las polis griegas. También son una de las más bellas. Se acuñaron durante siglos con una misma simbología, si bien el estilo fue evolucionando. Circularon por todo el Mediterráneo e incluso por el Índico y por Asia Central. Incluso en algunos de estos lugares fueron imitados.
Los tetradracmas acuñados en la primera mitad del siglo V a.C. son los más conocidos y comunes (los únicos a los que me referiré a partir de ahora). En el anverso se muestra la cabeza de Atenea mirando a la derecha con un collar y un casco ático que presenta una cresta; el casco está adornado con tres hojas de olivo y palmera. En el reverso se encuentra una lechuza (aunque muchos numismáticos se refieren erróneamente a ella como “búho”); delante del ave están las letras “ΑΘΕ” y detrás un creciente con una rama de olivo.
Se han encontrado una gran cantidad de estos tetradracmas, lo que hace que no sea una moneda complicada de adquirir para un coleccionista de moneda antigua. Además, son monedas muy bien acuñadas (en comparación con otras de su época) que solemos encontrar en buena conservación. Esto hace que con los tetradracmas de Atenea un coleccionista pueda ponerse exquisito (siempre y cuando su bolsillo lo permita, claro).
Si bien un EBC es una calidad casi imposible para muchas monedas griegas, ésta calidad, o incluso mejor, es habitual en los tetradracmas de Atenas. Por eso, más que su calidad de conservación en estos tetradracmas hay que tener en cuenta su belleza como un global y la cantidad de elementos del diseño original que se pueden apreciar en un ejemplar determinado. Lo que se busca, además de una alta calidad de conservación, es una acuñación centrada donde se vean todo el motivo de anverso y reverso.
El reverso no suele suponer un problema. El motivo se encuentra en un cuadrado incuso que, si está centrado, cabe perfectamente en el cospel. Hay veces que se encuentran ejemplares muy desplazados donde no se ve la hoja de olivo (o parte de ella) o donde parte de las letras quedan fuera de la acuñación. Pero lo normal es que se vean todos los elementos.
El anverso es muchísimo más problemático; tanto que es prácticamente imposible que en la moneda se aprecie la cabeza, el casco, la cresta y el collar completos. Hay veces que el cospel es pequeño y la acuñación está desplazada hacia adelante, de forma que la punta de la nariz queda fuera del cospel. Mucho más común es que lo que quede fuera del cospel sea el collar de Atenea y, sobre todo, la cresta de su casco. Bien se puede decir que el poder apreciar la cabeza, el casco y el collar de Atenea hace que la moneda sea muy buena; poder apreciar buena parte de la cresta es para nota; poder apreciar la cresta entera es buscar lo prácticamente inalcanzable.
Algunos ejemplos
He seleccionado unos cuantos ejemplos para ilustrar lo que quiero decir. Usaré imágenes de monedas subastadas por Tauler & Fau en los últimos años. De esta forma se pueden comparar monedas fotografiadas de la misma manera y valorados por unos mismos profesionales. Vaya por delante que cualquiera de estos ejemplares son piezas interesantes (¡ya las quisiera yo!). La intención es ilustrar las diferencias entre unas y otras.
Unas diferencias que no se encuentran en la calidad de conservación. Si os fijáis, los numismáticos de Tauler & Fau han graduado todas como EBC o superior. Es más, la primera, que ha tenido el remate más bajo, tiene una calidad de conservación verdaderamente alta.
Este primer ejemplar tiene un reverso muy bueno, pero la cabeza de Atenea tiene una especie de rugosidades en la parte frontal. La nariz está feota y, aunque el collar se aprecia, solo hay visible una parte de la cresta por debajo. Por eso no resulta tan atractivo a los coleccionistas a pesar de que su conservación es muy buena.

Si nos fijamos en los siguientes dos ejemplares, vemos que también tienen una conservación muy alta. Los reversos están bastante bien aunque sus cospeles son algo pequeños; eso hace que las hojas de olivo no se aprecien completas en el primero de ellos. El que es cospel sea pequeño tiene más consecuencia en los anversos. En ambos casos se aprecia el collar y la cara de Atenea está entera, pero la cresta apenas se intuye.
A un coleccionista medio que quiera tener un tetradracma de Atenas sin complicarse la vida yo le recomendaría que buscase alguno semejante a estos.


El siguiente ejemplar es interesante. Si lo comparamos con los anteriores vemos que su calidad de conservación es menor; sin embargo, se remató más caro. La razón es que el diseño está muy centrado y el cospel es algo más grande, lo que permite que se aprecie una mayor parte de la cresta del casco.
Habría que hacer un estudio más riguroso, pero a juzgar por estos remates parecería que los coleccionistas prefieren que se vea mejor la cresta a que tenga una mayor calidad de conservación. Entiendo que es cuestión de gustos.

Las dos últimas imágenes muestran dos ejemplares extraordinarios. Su calidad de conservación es muy buena, pero no mucho mejor que la de los ejemplares anteriores. Pero tienen un flan grande y la acuñación está muy centrada. En ambos casos se observa muy bien el collar de Atenea y la cresta con toda su magnificencia. Eso hizo que sus remates fuese más del doble del precio de salida.


En podcast
He publicado un podcast con un contenido muy semejante al de este artículo para que llegue a más público.
Hola Adolfo. Buen artículo. Sólo una cosa. Es un mochuelo, ni búho ni lechuza. Está bastantemente documentado que ni lechuza ni búho, es un mochuelo (Athene noctua). Al parecer apenas había lechuzas en Atenas, (si es que había alguna) sí muchos mochuelos, que iban «cada uno a su olivo». Por otro lado es sorprendente la gran cantidad de tetradracmas en perfecto estado de conservación que pululan por las subastas. No sé porqué se rematan tan caras habiendo tantas (yo mismo he caído en ello). Pero quizás la razón tenga que ver con lo bonitas que son.
Enhorabuena y gracias.
¡¡Al final me va a volver loco el pajarraco este!! :D
Hay muchas porque se hicieron en gran cantidad durante décadas, circularon mucho y sirvieron como reserva de valor. Esto hace que se hayan encontrado tesoros importantes de tetradracmas atenienses y hayan entrado al mercado miles de ejemplares.
Pero son muy bonitos, cargados de historia y todos quieren tener alguno. Les pasa como a los columnarios en este sentido.
Saludos,
Adolfo
Estoy de acuerdo. Columnarios y tetradracmas se parecen mucho en eso. ¡Qué bonitas son las dos! Y, por suerte, cuántas hay de ambas, como para dejarnos satisfechos a todos.
Hola de nuevo, Adolfo. He encontrado este interesante estudio del Aula de estudios clásicos grecolatinos, titulado: «curiosidades histórico-numismáticas sobre las tetradracmas áticas», sobre el asunto de si es búho, lechuza o mochuelo. Se encuentra con facilidad en Internet tecleando el título.
Gracias.
Correcto, mochuelo, atheno noctua. De todas estas, me quedaría con la tercera, priorizo la calidad sobre la cresta, que se vea perfectamente el plumaje del ave y los bordes de la acuñación incusa, y que la nariz del busto se vea claramente. Hace tiempo que busco una, y tengo claro que debo apartar unos mil euros.
Hola Julian. A mi me pasa igual. Me gusta más la que tu indicas por mucho que no se vea mucha cresta. Me llamó mucho la atención hace unos años, en junio de 2020, una subasta de 5 ó 6 tetradracmas de extraordinaria calidad en Tauler y Fau (subasta 60) y de ellas, la que más se pagó llegó a 1.700 euros y apenas se veía cresta pero era la de rasgos más bonitos y claros, una cara realmente bella, perfecta, con rasgos que le daban dulzura y la cara realmente centrada, frente a otras con cresta pero más del tipo parecido a la 4ª de las fotos que aparecen aquí, que tienen, para mi gusto, rasgos menos bellos que aquella (aunque son preciosas realmente también) y la nariz en el borde de la moneda. He intentado ver los lotes de dicha subasta, pero no he sido capaz de encontrarlo. En Aureo es fácil ver subastas antiguas, en Tauler y Fau no sé si se puede (agradecería saber si es posible). El resto, creo recordar, que no pasaron de 1.000 y 1.200 euros. Estaban todas encapsuladas y la máxima puntuación la tenía precisamente esa, la de los 1.700 euros. Generalmente si se gana cresta suele perderse trocitos de barbilla o nariz que quedan en el borde, pues los cospeles no suelen ser tan grandes para que, incluyendo cresta, la cara esté bien centrada. Claro que si aparece un ejemplar que lo reúna todo, como bien dice Adolfo, el precio debe ser la pera. Está claro que los gustos son muy personales. Saludos.
Ya he visto cómo consultar esa subasta a la que me refería. Se teclea en Google Tauler y Fau subasta 60 y se pueden ver las fotos y los precios estimados y los de salida. No los remates, pero esos los apunté en su momento: 1.450 la nº 1 , 900 las nº 2 y 3 y 1.700 la 4, la que decía antes que era la más barata de salida, 700 euros, (aunque era la única de las encapsuladas clasificada como 5 sobre 5 en las dos características evaluadas, strike y surface). La nº 5 no se vendió, pidiéndose 1.000 euros de salida. Por si te sirve de orientación para cuando vayas a por la tuya. Buena suerte. Saludos.
Aquí están los precios estimados y los de remate: https://www.numisbids.com/n.php?p=sale&sid=3953
Por parte de lo que comentan Julián y Francisco, solo digo que es muy bueno que un coleccionista desarrolle su propio criterio y su propio gusto a la hora de adquirir monedas. El gusto de un coleccionista no tiene por qué coincidir con el del mercado; ahí está la gracia a la hora de personalizar colecciones.
Saludos,
Adolfo
Athene noctua, perdón.
Aquí otro afortunado que le da igual una cresta en un casco y tarde o temprano se hará con una lechuza to wapa (o mochuelo o lo que sea) sin tener que pagar miles de euros por un trocito de casco.
No exageres, hombre. Cresta o no cresta está en el rango de unos cientos de euros no de miles. Por menos de 1.000 puedes optar a una maja. Saludos.
Qué debate tan interesante.
Yo estoy de acuerdo, voy más a por la belleza y el estilo que a por la dichosa cresta.
Se hicieron tantas, y seguramente a un ritmo tan frenético para dar respuesta a las necesidades que algunas son más «bastas», o de un estilo menos cuidado que otras.
Puestos a ponerse exquisitos, yo las que prefiero son las primeras de la serie (a veces aparecen como estilo de transición), con el mochuelo algo más gordo.
Starr V.B
https://www.forumancientcoins.com/catalog/roman-and-greek-coins.asp?vpar=66&pos=0&iop=50&sold=1
Cierto que es más gordo, es un mochuelo obeso, jeje, no me había fijado. Gracias por el apunte.
Solo recordar que los precios finales de las piezas subastadas son los del remate más una comisión de un 20% aproximadamente. Es decir que por una rematada en 1000 euros hay que pagar finalmente unos 1200 euros.