Se había anunciado una convención en Sevilla para el viernes 9 de junio de 2023. Esa convención se ha cancelado.
Este primer mensaje es importante que se difunda. Se trata de evitar que vayan los coleccionistas si se ha cancelado la convención, especialmente si residen en otras provincias cercanas a Sevilla (esta convención aglutina a todos los coleccionistas andaluces e incluso extremeños). A mí me ha llegado la noticia por varias fuentes que entiendo como fiables. Pero como la convención no tiene ni una página web, ni una presencia relevante en redes sociales ni una lista de correo, quizá esta noticia no llegue a todos los que debería.
A pesar de que no he podido hablar con los organizadores, he comentado esta noticia con algunos de los comerciantes. Las conclusiones de las conversaciones son que a muchos no les sale rentable ir. Veamos.
Mi experiencia en la convención de Sevilla
Asistí el pasado mes de marzo a la convención de Sevilla por primera vez. Como pudisteis ver en el vídeo, había muy buen ambiente y mi experiencia fue muy buena. Más todavía con la reunión que organizamos entre los mecenas.
Lo que no os comenté en la entrada que escribí fue que a la convención “oficial” le acompañaba una convención “paralela”. El salón del Hotel Meliá era muy grande y contaba con casi todas las mesas llenas. Pero afuera, en la recepción del hotel, había un tumulto muy grande de coleccionistas intercambiando entre ellos. También en los baños había mucha gente. Yo no me acerqué a esos tumultos. Primero porque pasé el día grabando vídeos; segundo porque no quería ni saber qué es lo que se compraba y se vendía ahí.

Pero no fui indiferente a la cultura local. De hecho, uno de estos hombres me abordó dentro incluso del salón, como conté en este vídeo:
Compré a un comerciante una moneda barata, de unos 30 euros. Al ver que pagaba una moneda, y antes incluso de que el comerciante me diese el cambio, se me acerca un hombre por detrás y, con un acento rural andaluz muy marcado (contra el que yo no tengo nada, pero este hombre tenía un acento fuerte), me dice:
“Oye, que tu no zabe que la mejore monedah no eztan ahí en la meza, que la tenemoh nozotro en loz bolzillo. Que ezto’ noz la’ comprah a nozotro pa’ luego vendérola maz caraz”.
Sabedor de que esos no son más que cantos de sirena de los que casi seguro iba a salir mal parado, le dije al buen hombre que no estaba interesado y continué hablando con el vendedor que estaba detrás de la mesa.
Para no dejaros con mal sabor de boca de una experiencia que fue muy positiva, aquí os vuelvo a dejar el vídeo de la convención:
La experiencia del comerciante
Por lo que he hablado con comerciantes, la convención de Sevilla ya no es tan interesante como era antes.
Según me dicen, siempre ha sido una convención donde había mucho intercambio entre coleccionistas. Un porcentaje muy nutrido de asistentes solo usa la convención como una suerte de quedada donde hacer sus tratos, ver a otros coleccionistas, ponerse al día, charlar, etc. Solo compran a comerciantes si ven algún chollete. De esta forma las ventas son complicadas.
Esto antes se veía compensado con que no faltaba quien llevase monedas a Sevilla para ofrecérselas a los comerciantes. Pero, según me indican, esto ya no se da mucho últimamente. Por lo general los coleccionistas prefieren otras vías de venta y no ofrecen nada a los comerciantes que les permita tener cierto margen de beneficio.
En definitiva, hay comerciantes que gastan un tiempo y un dinero en ir a Sevilla, pagar la mesa, comida, alojamiento… para no comprar y no vender. Como consecuencia, dejan de asistir a la convención de Sevilla. Entonces el organizador, viendo que no va a llenar el salón de la convención, decide cancelarla.
Mi opinión al respecto
Que en una convención haya cierto mercadeo entre coleccionistas es muy normal. Las convenciones son puntos de encuentro que los coleccionistas aprovechan para llevar sus repetidas o aquellas que adquirieron en algún lote y ahora quieren vender. Estando en el salón de la convención los coleccionistas deberían ofrecer sus monedas exclusivamente a los vendedores; son ellos quienes pagan por las mesas y por tener derecho a comerciar en ese espacio. Pero eso no significa que no se le pueda ofrecer alguna moneda a algún amigo. Para eso lo lógico es salirse fuera del salón y hablar tranquilamente en el hall del hotel o en alguna cafetería cercana. Eso es muy normal.
El problema es que en Sevilla era otra cosa. Mi sensación –confirmada por los vendedores con quienes he hablado– es que había mucha gente con pocas ganas de comprar o vender a los comerciantes. Simplemente buscaban una quedada donde hacer su propio negocio. Un negocio tan normalizado que un tipo me abordó en medio del salón cuando estaba comprando a un comerciante que había pagado por su mesa. Nadie le dijo nada porque, al parecer, era normal.
Quizá haya coleccionistas que entiendan como idílicas esas convenciones en las que se compra y se vende mucho entre particulares, pasando de los comerciantes. El problema es que se olvidan de que en una convención el rol del comerciante es importantísimo: es él quien la financia. Si los comerciantes no venden, dejan de asistir y la convención se acaba cancelando. Al final todos son perjudicados, incluyendo los coleccionistas que solo iban a comerciar entre ellos porque se quedan sin su punto de encuentro.
Yo tendría varias sugerencias que hacer para mejorar la convención de Sevilla, empezando por tener una página web propia y por no permitir comportamientos como los del señor que me abordó. Parece que este año se cancela la convención de junio pero se deja la de noviembre y, previsiblemente, la de marzo del año que viene. Veremos si el año que viene hay convención en junio o no. Quizá sea más sencillo motivar a los comerciantes a ir dos veces al año en vez de tres. Lo importante es que la convención de Sevilla no se pierda porque, sin duda, es una de las más importantes del año.
Otra de mis grandes aficiones, aparte de la numismática, son los juegos de mesa y en ese entorno se ha vuelto muy habitual que alguien se presente en una tienda y pida recomendaciones al vendedor, que incluso puede abrirle una caja «de muestra» de algún juego y explicarle por encima varios reglamentos. Luego el «comprador» se va a su casa y hace su compra un poco más barata en una tienda on-line.
Incluso recuerdo un bar-ludoteca en Madrid en el que, mientras te tomabas algo, te prestaban -sin cobrarte un duro- juegos. Tenían también unos bocadillos muy majos, pero he visto a gente pasarse toda la tarde con una cerveza y luego irse a otro bar a picar algo porque era un poquito más barato. Ni que decir tiene que el establecimiento ha cerrado.
Para mí es incomprensible hacer algo así. Digamos que me resulta indigno, del mismo modo que me resulta indigno correr para pillar asiento ántes que otros cuando se abren las puertas del metro. Pero supongo que tengo algo de fósil y no entiendo bien las sutilezas de la economía de mercado y la iniciativa emprendedora.
Ese tema con los juegos de mesa ya lo usé como ejemplo hace tiempo: https://blognumismatico.com/2011/11/22/valorar-el-trato-al-cliente/
No se si en las convenciones de España realizadas en salones de hotel se pagan como aquí si se pide a los asistentes (lo cual estrecha el número de posibles interesados en entrar al hobby), o lo financian ese alquiler solamente quienes van como comerciantes ? Aquí por ahi se hace algún intercambio o venta esporádica fijada anteriormente por las redes, lo cual está bien, pero no se llega al extremo de estar tratando de vender a particulares en el propio hotel como en Sevilla, lo cual sí conspira directamente a quienes pagan la mesa, en todo caso al menos deberian hacerlo afuera del salon u hotel, pero bueno eso tiene que ver con internet y las redes que ayudan muy fácilmente a novicios a convertirse en comerciantes a pie con solo ver el precio de piezas en catálogos bajados y con sólo tener una idea muy vaga de la numismática en sentido más amplio.
En España no se estila que los coleccionistas paguen la entrada. Las convenciones solo se financian con lo que pagan los comerciantes por las mesas.
Al primer comentarista:
Habla usted de malas actitudes, de malos valores, de economía, y de «mercado» y «emprendedores». Y de los pobres diablos que escatiman sus dineros con actitudes reprochables.
¿Y donde están los que deberían poner un poco de orden a todo el desaguisado?
Si de lo que se trata es de defender y proteger a parte de este ecosistema, parte sustancial y esencial, la parte más vulnerable y desapareciente ahora mismo, ¿porqué no se procura, por ejemplo, desde instancias superiores el promover o simplemente subvencionar a dichos comerciantes sus mesas? Simple y llanamente: ¿Eres comerciante con un NIF y CNAE de numismática? Mesa gratuïta.
La palabra «subvencionar» provoca repelús a mucha gente. Pero es que se destinan ingentes cantidades de recursos, muchas veces con intereses espúrios, a cosas y gentes que no sabemos ni para qué.
Si algo he aprendido con el tiempo en Economía, es que las palabras que la definen mejor son «incentivos» y «señalización» (ej. el «buen ejemplo» de toda la vida, vamos). En finanzas y mercados, sería algo así como «sentido común» (o, mejor, «sensatez»).
Y otra cosa que constato (y por lo tanto le doy absolutamente la razón) es que por este orden, de más a menos, las prioridades en un país organizado deben ser Cultura, Educación… y en última instancia, Economía (y mercados, y todo lo que usted quiera).
Esta mañana, mientras desayunaba, miraba en TV una entrevista a una «chica pastora», con cara de absoluta felicidad e ilusión, a pesar de los tiempos y climas que se avecinan. Era lo que hoy nos gusta llamar «emprendedora».
Siento disentir con tu opinión.
Creo que el Estado no debería tener ninguna competencia en cultura más allá de exponer su propio patrimonio. Creo que la sociedad civil se basta y se sobra para organizar actos culturales. A los que la gente vaya serán rentables y se seguirán haciendo; a los que dejen de ir se dejarán de hacer o se harán con menos frecuencia.
En mi opinión, una subvención no es más que obligar a quienes no quieren ir a un acto cultural a financiar el coste de quienes sí quieren ir.
Simplemente es mi forma de pensar. Una opinión tan válida como cualquier otra.
Saludos,
Adolfo
Una opinión que comparto plenamente, Adolfo. ¿Pero que hacemos si tenemos a gente cabreada o desilusionada, actos suspendidos, ecosistemas que se van? Para que funcione lo que propones, el «individuo» (nosotros) debemos estar preparados. Y no parece que nadie esté por la labor. En cualquier caso, tu raciocino es incuestionable.
Mientras haya un interés por parte del público en un acto cultural, no faltarán empresarios que cubran esa necesidad.
Si no hay interés, lo normal es que desaparezcan o se reduzcan mucho esos espacios. Como pasa con los toros, por ejemplo.
¡Ojo! ¡Que esos coleccionistas pueden buscar soluciones alternativas!
Por ejemplo, pueden quedar en la Plaza del Cabildo el primer domingo de marzo, de junio y de noviembre.
Mal ejemplo has cogido Adolfo este de los toros. Mira la asistencia al la feria de San Isidro…y pagando entrada.
https://www.mundotoro.com/noticia/plaza-1-bate-record-de-publico-en-san-isidro-con-una-asistencia-media-del-91/1700127
Del tema de los toros no tengo mucha idea.
Me imagino que San Isidro aguante el tirón porque es la feria más importante de España. Pero es bien sabido que en la mayoría de los pueblos pequeños se ha perdido la fiesta donde hace 15-20 años se instalaba una pequeña plaza portátil donde se toreaban cuatro novillos. Simplemente la gente no lo quiere.
En mi ciudad, hace 20 años si querías ir a los toros más te valía comprar el abono tres meses antes. Ahora vas el mismo día y compras un asiento a la sombra. Mucho me temo que sigue habiendo toros gracias a las subvenciones del ayuntamiento.
Pero quizá sea mal ejemplo. No tengo mucha idea yo de ese tema.
Saludos,
Adolfo
Según los últimos acontencimientos, y si leemos o queremos leer y entender (si no no pasa nada, nunca pasa nada y aparecen estas noticias obviando el gran mal que aqueja al sector) si queremos entender, decía, hasta el propio evento corre el riesgo de ser delito, pudiera incluso ser abordado por el seprona pidiendo identificación a los vendedores y compradores, mirando si esta o aquella moneda tiene rastros de tierra o cosas así de pintorescas.
Se han propuesto undir el coleccionismo numismatico y lo están consiguiendo, aunque luego de gastar muchos fondos públicos y joder a la gente algún juez un tanto lucido pareceria decir: «dediquéis a perseguir verdaderos delitos y dejen en paz a coleccionistas jubilados, y de paso no me hagan perder el tiempo».
Hecho de menos en medios dedicados a la numismatica 8una defensa del sector, o a lo peor creen que así no se meterán con ellos.
¿Puedes decir quién o quiénes se han propuesto en acabar con el coleccionismo? Pero algo concreto, con nombres y apellidos. Lo digo porque últimamente se está repitiendo mucho eso pero yo no sé quiénes son los que están atacando ni con qué motivos. No veo ninguna persecución.
Yo no veo ningún ataque contra el coleccionismo ni contra los coleccionistas. Llevo muchos años aportando todo lo que puedo al coleccionismo numismático, como bien sabéis. Yo he informado mucho a los coleccionistas, lo que pasa es que ahora algunos me exigen que defienda a delincuentes (nada que ver con esta entrada) y eso no lo voy a hacer.
En mi situación actual, si se acaba el coleccionismo en España yo no solo me quedo sin mi afición y sin mi pasión, sino también sin mi trabajo y sin mi única fuente de ingresos. Si hubiese ataques al coleccionismo, que no los hay, a mí me afectarían más que a nadie. Pero duermo muy tranquilo en ese aspecto.
Un saludo,
Adolfo
Solo tienes que leer, que creo lo has hecho, casos ultimos relatados en imperio numismatico, yo mismo puedo dar fe con mi experiencia, investigado por comprar unas miserables monedas en ebay, mi delito no saber que el vendedor no podía demostrar el origen de las monedas que vendia.
7 años investigado con policía a la puerta de casa, obligado a firmar actas de conformidad, obligado a nombrar abogado, requisada mi colección donde muchas fueron compradas con facturas, etc etc, yo si doy fe de todo ello.
Si para algunos eso no es persecución policial, tendra suerte de momento.
En las convenciones, se da factura, se sabe el origen de las piezas ??, por que si no, es un caso como el mío y cualquiera, cualquiera puede tener la malisima experiencia.
La guardia civil cree que todo es patrimonio público y ha encontrado en los coleccionistas un sector fácil para lucirse el prensa.
La respuesta a tu pregunta es sí. En las convenciones se da factura. El vendedor está obligado.
Pasa igual cuando compras un frigorífico en una tienda de electrodomésticos o un paquete de yogures en el mercadona. Saludos!
PD: Adolfo, si el que se acercó a ofrecerte monedas hubiese tenido de verdad un acento andaluz rural muy cerrado no te hubieses enterado absolutamente de nada. Rigor, por favor, rigor!!!
Yo he ido a muchas y de facturas o notas de venta nada de nada, también ebay te da un pantallazo de la compra.
De todas formas se podía pedir una entrevista al seprona para que nos aclarase la cuestión, que consideran ellos patrimonio privado, y si ciertos objetos y monedas son considerados por ellos patrimonio histórico y por ende requisado, en cualquier circunstancia y en cualquier lugar. Sería constructiva la entrevista y saldría estas dudas.
También relatar mi caso y si estás cosas ocurren, si puedes ser imputado por comprar en ebay y no saber los antecedentes y pormenores del vendedor, constituye un grave delito por el que te joden la vida.
Hola Pedro.
Lamentablemente, no puedo estar atento a todo lo que se publica en la Web e Imperio Numismático lo tengo un tanto abandonado últimamente. Hace tiempo que no entro y no conozco tu caso (lo puedes enlazar aquí si quieres).
No hay ningún tipo de conspiración ni ningún tipo de grupo de poder que quiera acabar con la numismática ni con el coleccionismo. De eso estoy bastante seguro.
Lo que sí que tenemos que hacer es ser un tanto cuidadosos con la ley. Conocerla, seguir los pasos adecuados y listo. Evitar problemas no es complicado, como expliqué en este vídeo: https://youtu.be/n2aZz9PRjrI
Estaría muy bien entrevistar a personal experimentado en el tema: miembros del Seprona, jueces, fiscales… gente que realmente conozca estos asuntos de manera profunda. Me gustaría hacerlo y, si tengo la ocasión, lo haré. A pesar de ello ya sé de antemano que muchos me tacharán de «colaboracionista» solo por explicar a los coleccionistas cómo ejercer su afición de manera legal.
Saludos,
Adolfo
Adolfo, pareces una buena persona a la que respeto y ánimo, ya que además de afable representas una afición compartida.
Mi experiencia es real, resumida pero real, tan real que es verdad que a raíz de todo aquello tuve problemas de corazón y oculares por una brusca subida de tension, por eso lo de «te joden la vida». Cambio mi vida, tanto que teniendo antecedentes por depresión estuve hasta tentando hacer un disparate. Un acoso, que recuerda el escolar del que tanto se habla.
Yo se el infierno que pase.
En otro orden de cosas cuando estos afamados casos del seprona, que copan titulares en muchos medios, relatando la incautacion de miles de piezas de «incalculable valor», aunque se trate de la una oxidada herradura son finalmente archivadas por la judicatura, se silencia el desenlace de todo un circo mediático montado financiado con dinero público malversado ¿se exigen responsabilidades? ¿Se indemniza a los afectados?
Al menos se publicita con el mismo afán de la noticia de origen, se devuelve la dignidad a los afectados??
Gracias por la atención
Ante esto solo puedo decir que lo siento y que espero que estés anímicamente mejor. Afortunadamente no hiciste nada fatal.
Denuncias falsas las hay en muchos ámbitos y perjudican enormemente al denunciado. En el caso numismático lo vimos con la Operación Dupondio.
Un abrazo,
Adolfo
He tenido en Youtube la siguiente conversación con Pedro Sáez a raíz de esta entrada.
Pedro:
Sinceramente veo un poco de contradicción en este post, primero hablas de que se cancela una convención porque no se llenan las mesas, luego dices que hay comerciantes a los que no les sale rentable… y hablas no voy a decir como, pero se intuye, de esa manera de los que no pudiendo poner mesa aun venden monedas aprovechando el túmulo de coleccionistas y comerciantes que genera un encuentro así, creo que estas mezclando cosas y te estas pasando ya de la raya con ciertos temas, te lo digo desde el respeto.
Saludos.
Yo:
yo no sé de qué raya me estoy pasando, sinceramente. Si es por el acento andaluz, que ya me han hecho esa crítica antes, creo que dejé muy claro siempre que no me molesta para nada ese acento. Pero el hombre tenía acento. Es como decir que una persona es negra si es que lo es, o que tiene acento chileno si es que lo tiene.
La contradicción no es mucha: dejo claro que muchos coleccionistas van a comprar, vender y charlar entre ellos, de lo que tienen todo el derecho. Pero si los comerciantes van a comprar y vender y la mayoría de los asistentes pasan de ellos, es obvio que esos comerciantes no vuelven. Y si no vuelven, se cancela la convención y todos salen perdiendo.
Ese es el mensaje fundamental del artículo. No creo que haya ninguna raya que esté sobrepasando con ello.
Agradezco tu opinión, en cualquier caso.
Por cierto, que a esa conclusión he llegado tras hablar con varios comerciantes. No es que sea cosa mía.
Pedro:
Nadie pasa de nadie, yo soy comerciante y he estado en varias convenciones, y nada tiene que ver el comerciante que esta afuera, que el que esta dentro, independientemente que se venda mas o menos barato, es mas normalmente la gente que vende fuera suelen ser particulares o gente que vende la pieza que compro el año pasado para comprar otra, simplemente creo que has mezclado una experiencia con un tema que esta muy lejos de ser la realidad actual y verdaderamente lo que ocurre en las convenciones…😌😌😌, gracias por la respuesta.
Yo:
Pedro Sáez gracias por tu apunte. Como digo en el artículo, mi experiencia en Sevilla es limitada y no sé qué se cocía fuera.
Me alegro de tener una opinión de un comerciante que discrepa con las que recogí yo antes. Si no te parece mal pondré la conversación como comentario en el Blog y así le doy más visibilidad.
Gracias, de verdad!!
Pedro, nadie dice que los que venden fuera sean «comerciantes que no pueden poner mesa». En efecto, la gran mayoría de los que interactúan fuera de la sala son particulares, unos más acostumbrados al comercio que otros, pero particulares al fin y al cabo. Y sí, si el equilibrio entre los intereses de los comerciantes profesionales y el de los particulares (sea éste cual sea) se rompe, la convención se cancela y todo el mundo pierde. Muy fácil de entender a mi juicio.
El que sean particulares no implica que no estén intentando hacer negocio. Concretamente en Sevilla hay muchos (pero muchos, muchos) «amateurs» (obviamente no dados de alta en Hacienda) que se dedican al menudeo de monedas todo el año, siendo las conves de Sevilla los eventos «álgidos» de su «año comercial». Y de nuevo, sí, como venden más barato que en las mesas (normal, pues ni pagan mesa, ni RETA, ni IVA, ni IRPF, ni ná) se llevan muchas ventas que, de otro modo, se llevarían los vendedores de la sala, al menos en un porcentaje considerable. Esto se llama competencia desleal y perdóname que yo, un comerciante profesional, no la aplauda.
Que de todos modos yo estoy de acuerdo que ése es el ambiente normal en la conve de Sevilla y tiene su atractivo. Mientras se mantenga un equilibrio entre los intereses de todos la cosa irá bien como de hecho ha ido hasta ahora. Pero si no se mantiene, los comerciantes profesionales dejamos de ir, la conve se cancela y se acabó la fiesta para todos.
Soy un habitual de esa Convención. Es una verdadera pena que se cancele.
Hola,voy a empezar por el lado positivo,que tiene la aparición de internet,antes ,cualquier persona que le gustase la numismatica o el coleccionismo no tenia medios o muy pocos para aumentar sus conocimientos,sobre monedas pero como todo.tiene el lado negativo,dicrepo en lo de la causa de anular la convencion se sevilla y personalmente lo he vivido puesto que he visto convenciones en sevilla desde hace 30 años al igual que han disminuido los comerciantes tambien han disminuido los corros de gente que se acercaba.y eso no es mas que la aparición de feacebook,tellegram ect.atraves de esas paginas se tanto coleccionistas como comerciantes se ha puesto en contacto sin neseciad de ir a ningun sitio.esto ha mermado la afluencia de gente.por eso pienso que es la misma evolucion digital la que ha influido en esto