En el mundo árabe la caligrafía tiene una importancia crucial. Para ellos la caligrafía no solo es una forma de hacer un texto bonito, sino la manera de embellecer la palabra de Dios. Creo que todos habremos contemplado atónitos los ornamentos de un edificio árabe o las páginas de un libro, preguntándonos quién habrá podido hacer semejante belleza. Es curioso que no entendemos las palabras pero lo percibimos como bellísimo. Ése es el arte de la caligrafía.
Probablemente el estilo caligráfico que más impacto tuvo en el mundo árabe fue la caligrafía cúfica, así llamada por provenir de Kufa (Irak). Esta caligrafía se utilizó muchísimo en la Edad Media para transcribir el Corán, para desarrollar adornos, para escribir poemas… y también para diseñar monedas. Incluso hoy en día encontramos caligrafía cúfica en la bandera de Irak.
La característica fundamental de la caligrafía cúfica es que transforma la antigua escritura cuneiforme en letras árabes. Así, las letras están formadas por formas geométricas, llenas de líneas rectas y angulosas, con muchas líneas que buscan la verticalidad o la horizontalidad. Además, la caligrafía cúfica, por lo general, no incluye marcas diacríticas ni tampoco vocales. Esto dificulta la comprensión y la transcripción de algunos textos incluso por parte de expertos.
Cualquier aficionado a la numismática árabe en general, y a la andalusí en particular, estará más que acostumbrado a ver la caligrafía cúfica. Una caligrafía que no permaneció estática a lo largo de los siglos. Fue evolucionando con el devenir de los aspectos culturales, históricos y políticos que sufrió Al-Ándalus. Os propongo dar un brevísimo repaso a esa evolución, entendiendo esto como una mera introducción de un tema del que se podrían escribir varios libros.
Para ello me baso en este texto y este otro, aplicando lo que indican a las monedas de cada época. Unas monedas que extraigo de la magnífica Colección Gaspariño.
Primer período: hasta la caída del Califato
El primer periodo abarca desde la conquista de la Península Ibérica en el 711 hasta la caída del Califato de Córdoba en el año 1031. En este periodo la caligrafía que encontramos en las monedas es tremendamente uniforme y el dominio del cúfico es total. En todas las monedas (salvo los dinares de indicción, que son latinas o bilingües) nos encontramos una grafía cúfica “clásica” muy uniforme.
Para verlo bastará con comparar las imágenes de la Figura 1 y de la Figura 2. Si nos fijamos en la caligrafía veremos que no hay grandes diferencias a pesar de que ambas acuñaciones distan 300 años. Este inmovilismo caligráfico encaja con la existencia de un estado fuerte y una centralización de la producción monetaria.


Segundo período: primeras taifas e Imperio Almorávide
Los estudiosos consideran un segundo periodo en la caligrafía andalusí que abarca a los primeros reinos taifas y al Imperio Almorávide. En el periodo de los taifas hubo una descentralización del poder político que se tradujo en la aparición de distintas escuelas caligráficas. Unas escuelas que serían más tradicionales cuando añoraban al califato y más evolucionadas cuando se distanciaban de él. Esto mismo lo encontramos reflejado en la producción numismática.
Dentro de los talleres más tradicionales se encuentran los de Córdoba, Sevilla o Almería. La Taifa de Córdoba es la más tradicional, siguiendo la caligrafía cúfica que se utilizaba durante el califato. Nada más hay que comparar la caligrafía de la Figura 3 con la de la Figura 1 y la Figura 2.

La taifa de Sevilla y la Taifa de Almería crearon sus propias escuelas que se diferenciaron levemente de la de Córdoba. Según los expertos la diferencia es más notable en el caso de Sevilla que en el caso de Almería. Indican que la escuela sevillana produjo un cúfico con signos de más altura, lo que genera un texto más esbelto. Yo puedo apreciar un texto muy bello y esbelto en la Figura 4, pero creo que hay que tener el ojo muy entrenado para distinguir esa caligrafía de la de la Figura 3.

Me resultan más interesantes las monedas de otras taifas norteñas que no añoraban tanto al Califato y que tenían recursos suficientes para crear su propia escuela. Tal es el caso de la Taifa de Toledo, cuya epigrafía evolucionó incluyendo motivos florales y vegetales entre las letras. Esto mismo se deja ver en la producción numismática. Por ejemplo, la Figura 5 muestra un dirham donde empiezan a aparecer trazos redondeados y otros elementos, como una estrella.

Una evolución semejante, pero más pronunciada, la encontramos en la escuela de la Taifa de Zaragoza. Allí se evolucionó la caligrafía para, de manera consciente, distanciarse de la cordobesa. Los trazos se prolongaron todo lo posible y muchas veces se escribía sobre un fondo floral. Eso mismo lo encontramos reflejado en monedas como la que se muestra en la Figura 6.

Con los almorávides se volvió al cúfico tradicional siguiendo los patrones cordobeses. Así, se vuelven a eliminar (aunque no completamente) los adornos florales y las líneas curvas. Un maravilloso ejemplo de esta vuelta a la tradición es el dinar cordobés de la Figura 7.

Tercer período: Imperio Almohade y Reino Nazarí
La llegada de los almohades supuso una gran innovación epigráfica. Trajeron consigo la caligrafía cursiva, que hacía un gran uso de la línea curva distanciándose enormemente de la caligrafía cúfica. Este tipo de grafía la podemos ver en algunas monedas, como el dinar de la Taifa Almohade de Ceuta que se muestra en la Figura 8.

La cursiva se hizo predominante pero no consiguió sustituir totalmente a la caligrafía cúfica. La mezcla de estilos dio lugar al llamado “cúfico almohade”, una bellísima caligrafía ornamentada donde las líneas se entrelazan. Esto dio lugar a la caligrafía típica del Reino Nazarí que todos identificamos. Una caligrafía que se muestra en la Figura 9.

Tengo que agradecer a Juan Luis Hernandes por la ayuda recibida al escribir este texto.
La Colección Gaspariño
Jesús Vico ha organizado una doble subasta para los días 23 y 24 de febrero de 2023. El día 23 de febrero acontecerá una subasta en sala que incluye parte de la Colección Cores, como ya comenté en otra entrada. El 24 de febrero se subasta la Colección Gaspariño, dedicada íntegramente a la moneda árabe.
Sebastian Gaspariño fue un coleccionista y estudioso madrileño de la moneda andalusí (aquí tenéis un enlace a sus artículos). También era el director de la revista Manquso. En 2022 cayó muy enfermo, lo que le hizo ceder su colección a Jesús Vico para que la subastase. Lamentablemente no ha podido ver los remates de su colección porque dejó este mundo en enero de 2023. Sus amigos le echarán siempre de menos y por eso le han dedicado bellísimas palabras en We Are Numismatics.
La Colección Gaspariño se compone de 1.262 ejemplares. Entre ellos destaca la moneda andalusí, representada por 852 piezas. También se incluyen 67 ejemplares magrebíes y 343 de los pueblos árabes orientales. Suponen un extraordinario conjunto lleno de piezas raras que sin duda atraerá a los estudiosos de la moneda árabe.
Resulta muy difícil seleccionar algunas piezas de esta colección. Como conjunto habría que destacar la enorme cantidad de moneda de las taifas, que tienden a ser raras por lo general. En cuanto a monedas individuales, a mí las que más me gustan son los oros almohades y nazaríes. El dinar cordobés de la Figura 7 también me parece una obra de arte.
Ana Serrano ha publicado un comentario de la Colección Gaspariño seleccionando los lotes que más le han llamado la atención. Yo también he publicado un vídeo donde muestro algunos de mis lotes favoritos, dando con ellos un repaso a la moneda andalusí. Aquí os lo dejo:
Podéis seguir a Jesús Vico en su web, en Instagram, en Facebook y en su blog.
Tienes que cambiar las fechas de subasta a Febrero. Saludos
Cierto. Muchas gracias.
Ya se ha dicho muchas veces. Pero la moneda andalusí es la gran desconocida de la moneda ‘¿española?’ Eso da para otro debate. La cuestión es que a veces cuesta encontrar información para clasificar esas piezas que van cayendo en nuestras manos. Sin duda, las más difíciles de entender por razones obvias :) Gracias por la entrada.
Busca el libro de Medina para oro y plata y el de Frochoso para cobre.
El Frochoso ya lo tengo en mi biblioteca. El de Medina me lo apunto. ¡Muchas gracias!
Este asunto, creo que está muy claro. España no existía entonces, pero sí existían varios reinos. Todos sabemos quiénes gobernaban en aquellos siglos en aquellos emiratos, califato, reinos e imperios.
Aquí estuvimos hablando del tema: https://blognumismatico.com/2022/10/01/cuando-una-moneda-es-espanola/
Hay un post entero sobre ello…pero simplificando….si consideras la Alhambra parte de Granada y de tu cultura, la mezquita de Córdoba los mismo. O la torre del Oro o la » torre de Espantaperros» (jijiji) igualmente puedes considerar estas monedas parte de tu cultura, aunque cueste un poco más
Me comenta Manuel Mozo en Facebook que Ana Serrano había publicado un artículo en We Are Numismatics sobre un tema semejante. Lo leí en su día pero no lo recordaba. Aquí lo tenéis: https://wearenumismatics.com/la-caligrafia-en-la-moneda-islamica-mucho-mas-que-palabras/