El sitio de Cartagena, 1741
España y el Reino Unido mantuvieron la llamada “Guerra del Asiento” entre 1739 y 1748. En esta guerra el Reino Unido buscaba hacerse con el control del comercio en el Caribe a la vez que debilitaba al Imperio Español. Por ello, mandó una gran flota al mando del Almirante Vernon. Los ingleses rápidamente tomaron la ciudad de Portobelo (actual Panamá) y posteriormente se dirigieron a Cartagena de Indias (actual Colombia).
La ciudad de Cartagena se vio sitiada por los ingleses desde marzo de 1740 hasta mayo de 1741. El ejército inglés contaba con unos 27.600 hombres y 186 navíos, mientras que la defensa española contaba con unos 3.000 hombres y 6 navíos. Esta sería la mayor batalla anfibia hasta la fecha; no se vería superada hasta el Desembarco de Normandía, dos siglos más tarde.

Tan exagerada era la diferencia de fuerzas, y tan fácil había sido tomar Portobelo, que en el Reino Unido daban su victoria por segura. Tanto era así que en Londres comenzaron a festejar en cuanto recibieron las noticias de la toma de Portobelo y conocieron la diferencia de fuerzas en Cartagena. Esos festejos incluyeron caricaturas humorísticas contra España (un ejemplo y otro), canciones patrióticas (ejemplo), emisiones de medallas (como las que ilustran la entrada) y poemas satíricos (ejemplo). Londres era una fiesta.
¿¡Quién les iba a decir que perderían la Guerra!?
Los defensores de Cartagena contaban con tres bazas importantes: unos buenos servicios de inteligencia que les permitieron saber los planes del enemigo; la fiebre amarilla, que se cebaba con los hijos de la Pérfida Albión; Blas de Lezo, uno de los mejores marinos guipuzcoanos de todos los tiempos (eso es mucho decir), que era quien dirigía la defensa.

Estoy seguro de que todos los lectores del Blog Numismático han leído sobre el sitio de Cartagena y la formidable defensa de Blas de Lezo. Bastará decir que los innumerables intentos de asalto por parte de Vernón fueron infructuosos. Tuvieron que volver a Inglaterra con el rabo entre las piernas llegando al punto de quemar cinco naves por falta de personal para poder tripularlas.
A la derrota en Cartagena le siguieron otras tantas de los ingleses, incapaces de tomar La Guaira, Puerto Cabello, San Agustín, Guantánamo o La Habana. Semejante derrota hizo que los británicos aplicaran la damnatio memoriae. Por eso esta guerra no fue conocida por un público amplio hasta hace unas pocas décadas. Una guerra que debilitó a Inglaterra y fortaleció a España. Gracias a la defensa de Cartagena España pudo mantener su hegemonía en el Atlántico otros 70 años.
Las medallas de Blas de Lezo
En Inglaterra se forjaron más de 250 medallas distintas que proclamaban la victoria de Vernon sobre Blas de Lezo. Son una enorme cantidad de medallas emitidas todas ellas de manera privada. Es decir, el gobierno inglés no tuvo nada que ver con la emisión de las medallas. Pero tampoco las prohibió.
Que fuesen emisiones privadas tiene varias implicaciones:
- Fueron emisiones muy bastas, con unos grabados casi caricaturescos. Incluso hay veces que hay errores en las leyendas.
- Fueron emisiones con una gran variedad de motivos, ensalzando siempre el orgullo patriótico inglés en una guerra que pensaban ganada.
- Fueron emisiones en aleaciones muy diversas. La mayoría en cobre aleado con otros metales; también las hubo de latón y algunas (pocas) de plata. Según Sedwick existe un ejemplar en oro, aunque yo no lo he podido localizar. Como se ve, usaban fundamentalmente metales que no eran nobles para que fuesen accesibles por el pueblo llano.
- Muchas medallas buscan representar la humillación de España frente a los ingleses de manera muy obvia y agresiva. Es de suponer que cuanto más agresiva fuese una medalla mejor venta tendría.

En la miríada de textos escritos sobre estas medallas no he visto ninguno que reflexione sobre la importancia que en ellas tuvo la prensa londinense. Hay que entender que la prensa ya estaba bastante asentada en Londres a mediados del siglo XVIII a la vez que los políticos de la época no daban tanto espectáculo como los actuales. Había que rellenar páginas de periódico y muchas veces encontraban el motivo en las noticias internacionales, las guerras lejanas y el orgullo patrio.
Me imagino que esa prensa distorsionase totalmente la visión que tenían los ingleses sobre el devenir de la Guerra del Asiento. Unos ingleses que querían más y más viñetas satíricas; más y más poemas riéndose del rey de España; y también alguna forma de llevarse esas burlas a su casa, que no fue otra que a través de las medallas.
Estas medallas acabaron incluso circulando por España, sirviendo a los españoles de burla frente a los ingleses.

Coleccionar medallas de Blas de Lezo
Pocas emisiones de medallas han sido tan estudiadas como las del Almirante Vernon y Blas de Lezo (entre todos los textos escritos el compendio más actual es el libro “Medallic Portraits of Admiral Vernon: Medals Sometimes Lie”, de John Adams y Fernando Chao). Resultan muy atractivas por lo llamativo de sus diseños y porque están relacionadas con la historia de muchos países: son medallas inglesas que hablan de un evento clave en la historia de España que ocurrió en las actuales Panamá y Colombia.
Que estén tan estudiadas hace que su coleccionismo sea muy sencillo. Hay catálogos muy asentados que permiten conocer todas las variantes de las medallas, así como libros que las contextualizan con detalle. Además, es un coleccionismo muy agradecido porque hay muchas en el mercado, se ven con frecuencia en subastas (ahora Sedwick ofrece 75) y su precio es asumible por un público amplio. Digamos que un rango de precios razonable estaría entre 150 y 1.500 euros por cada medalla.

Esto hace que las medallas de Vernon y Blas de Lezo sean muy coleccionables, en el sentido de comprarlas por el simple placer de ir adquiriéndolas todas. Además, son medallas que enorgullecen mucho a los españoles y también a los colombianos y panameños, quienes ven en ellas una parte de su historia. No son pocos los coleccionistas de estos países que, si bien no intentan hacerse con todas, sí que tienen algunos ejemplares representativos. Incluso hay quienes son ajenos a la numismática pero se sienten atraídos por ellas.
Por último, son medallas que nos enseñan una lección importante. Yo tengo un amigo empresario que hace unos años me pidió que le comprase una para exponerla en su despacho. Me dijo que de esa forma recordaba que no hay que festejar un buen negocio hasta que no esté totalmente cerrado.
La próxima subasta de Sedwick
Daniel Frank Sedwick ha organizado una nueva subasta para los días 3 y 4 de noviembre de 2022. Esta empresa, afincada en Florida, organiza dos subastas al año con seis sesiones cada una. Además, el día antes de la subasta organizan unas conferencias. Aquí tenéis el calendario de charlas; se van a retransmitir por Facebook Live, así que las podréis ver en directo o posteriormente en la página de Facebook de Sedwick. Os comento la primera sesión y dejo las otras cinco para una futura entrada.
La primera sesión de la subasta trae mucho oro macuquino, entre las que están las monedas más espectaculares (muchas provenientes de la Flota de 1715). Es difícil destacar unas y no otras. Pero como tengo que elegir citaré los dos doblones de Cuzco de 1698 (y dos), el preciosísimo escudo de Toledo, el 2 escudos madrileño de 1620, el 4 escudos de México de 1711 y la espectacular onza limeña de 1708.
La subasta continúa con monedas y lingotes de plata encontrados en pecios. Hay muchas monedas de México y de Potosí. En algunos casos han sufrido daños por la obvia corrosión marina (lo que las hace más interesantes para los coleccionistas de pecios), mientras que en otros casos son monedas raras con muy buena apariencia. Tal es el caso, por ejemplo, del 8 reales potosino de 1649, con los castillos y leones permutados, o del 4 reales de 1733 “tipo clíper”.
Cuando estuve en Chicago hice un vídeo con algunas de las monedas y lingotes que aparecen en esta subasta. Además, hice otro vídeo en la mesa de World Numismatics. En ese segundo vídeo mostraba unos impresionantes lingotes de oro que ahora se encuentran en la subasta de Sedwick (uno, dos y tres). Os dejo ambos vídeos:
Si queréis pujar en esta subasta de Sedwick yo os puedo ayudar: me hago cargo de los trámites de importación, además de que me podéis pagar la moneda en euros. Es un servicio gratuito para los mecenas del Blog Numismático.
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