Los denarios de gens Roscia
La gens Roscia era una familia de origen plebeyo que tuvo cierta importancia al final de la República Romana. Uno de sus miembros más relevantes fue Lucio Roscio Fabato, quien fue triunviro de la moneda en el año 64 a.C.; un puesto idóneo para luego tener una buena carrera política y militar, como fue el caso.
Como era normal en la República Romana, Lucio aprovechó el cargo para acuñar denarios serrados que publicitasen su propia familia, la gens Roscia. Las familias plebeyas no tenían tanto que ostentar como las patricias, que siempre se veían relacionadas con algún mito romano de primera magnitud. Así que la gens Roscia mostró temas relacionados con la ciudad de Lanuvio, de donde decían provenir.

En el anverso mostraron el busto de Juno, muy adorada en Lanuvio, cubierta con una piel de cabra. En el reverso mostraron a una mujer dando de comer a una serpiente. Estas serpientes eran muy abundantes en Lanuvio y había leyendas relacionadas con ellas: se contaba que Lanuvio estaba protegida por una enorme serpiente o dragón. Esta serpiente pedía como tributo que anualmente se le alimentase con una joven virgen de la ciudad. Así lo hicieron hasta que una de esas vírgenes dio comida a la serpiente y así salvó su vida. A partir de entonces, todos los años en Lanuvio una joven de la ciudad iba a dar de comer a la serpiente. Si era virgen y casta, regresaría sin rasguños.
Además, en el exergo del anverso aparece «L. Rosci» (la inicial del praenomina Lucio y el nombre de la gens), mientras que en el reverso aparece «Fabati«, el cognomina al que pertenecía Lucio. Vemos así que es explícito que Lucio pertenecía al «clan» gens Roscia y a la «familia» Fabati.

Por último, los denarios de gens Roscia muestran símbolos tanto en el anverso como en el reverso. Estudiar estos símbolos es muy complicado porque no hay ninguna documentación al respecto. Algunos son de origen militar, otros de origen religioso y otros de origen civil. Generalmente los símbolos de anverso y reverso guardan relación. Pero como son muy esquemáticos, apenas miden unos milímetros y representan objetos que ya no se utilizan, muchas veces la interpretación está abierta al debate. Quien quiera puede aventurarse en los comentarios a interpretar los símbolos de los denarios de la gens Roscia que ilustran esta entrada.
Coleccionismo de denarios de gens Roscia
Son muy pocos los coleccionistas que profundizan tanto como para coleccionar denarios republicanos atendiendo a estos símbolos. Igualmente, hay pocos comerciantes que los trabajen. Basta ver las descripciones de cualquier casa de subastas: los despachan con «par de símbolos» y (cuando lo hacen) una referencia a los catálogos especializados. Pero hay quienes los buscan.
Uno de los coleccionistas que debió buscar estos símbolos fue el cedente de los denarios republicanos que ha presentado Áureo & Calicó en su anterior subasta (la comenté aquí). Concretamente, cedió 26 denarios de gens Roscia que se diferenciaban en los símbolos de anverso y reverso. Todos ellos eran denarios de una calidad muy alta. Reunir un conjunto de denarios de la gens Roscia con diferentes símbolos y esta calidad no es tarea sencilla. Además salían a un precio muy atractivo, por lo que atraerían las miradas de muchos pujadores subiendo el precio de remate.

En mi opinión, estas monedas pueden rondar los 1.000 euros de media. Un remate en torno a esos precios lo vería muy razonable, llegando hasta los 2.000 euros en el caso de las piezas más raras o mejor conservadas. Es decir, que entre las 26 piezas considero razonable que hubiesen llegado a los 30.000 euros de remate aproximadamente.
La subasta de los denarios de gens Roscia
Las monedas se remataron en 152.300 euros. Es decir, que los compradores pagaron 179.714 euros si contamos las comisiones. Esto nos dejó a todos con la boca abierta. Lo han estado comentando en Imperio Numismático, en un montón de grupos de Facebook e incluso lo hablábamos en directo en el grupo de Discord. No dábamos crédito a lo que estaba ocurriendo porque, como dice Hispánico (Alfonso Romero, quien hace un tiempo ya nos ilustró sobre el coleccionismo de moneda republicana) «un comerciante serio y profesional, con bagaje, tendría serios problemas para venderlo [algunos denarios] por encima de 500-600 euros». Tampoco faltaron las malas lenguas porque esas nunca faltan.
Viendo el revuelo, he hablado con Áureo & Calicó para que me dijesen lo que ha ocurrido y así poder sacar todos una lección aprendida. Como casi siempre, la realidad es menos retorcida que la imaginación. Simplemente hubo dos coleccionistas muy especializados en moneda Romana Republicana y sus símbolos que querían estas monedas. Entre ambos se picaron en la subasta en directo (uno por teléfono y otro a través de la Web), lo que hizo que los precios aumentasen enormemente.

Los coleccionistas son dos empresarios, uno estadounidense y el otro ruso. Son coleccionistas experimentados que llevan siendo clientes de Áureo & Calicó muchos años. Parece una obviedad decir que ambos tienen un bolsillo muy holgado. Entre ambos se repartieron las monedas.
Si os fijáis en los remates, el pique entre ambos coleccionistas fue in crescendo: el primer lote ya se remató en 2.600 euros (ya muy caro), el segundo subió a 4.400 euros y la tendencia fue ascendente hasta que al final hubo denarios de gens Roscia rematados en 10.000 e incluso en 12.000 euros. Está claro que a ambos coleccionistas les estaba escociendo que otro les «quitase» «sus» denarios y cada vez les costaba más dejar de pujar.
Ni qué decir tiene que el cedente es en estos momentos el tipo más feliz de su barrio. Áureo & Calicó están también muy contentos. Montero seguramente no sepa quiénes eran los gens Roscia, pero, sin haber hecho nada, gracias a estos denarios le van a llover unos 9.000 euros para que siga despilfarrando con sus 24 amigos de farándula.
Lecciones aprendidas
Estos piques ocurren en las subastas. La semana pasada han sido un estadounidense y un ruso buscando los denarios de gens Roscia, pero dentro de seis meses pueden ser dos tipos de Barcelona que quieren una pellofa o un jeque árabe y un chino que buscan un Modigliani. El coleccionismo tiene un punto importante de capricho y de subjetividad que no atiende a criterios económicos.
Esto es algo que a veces nos cuesta entender a la clase media que tenemos que sudar cada euro que ahorramos. Por ejemplo, yo por más que lo intento no entiendo cómo alguien puede haber pagado 70.5 millones de dólares por el cuadro «Sin título» de Cy Twombly. Pero hay para quienes 180.000 euros, o 70.5 millones, es una cantidad razonable para darse un capricho. No hay que darle más vueltas: cada uno hace con su dinero lo que le da la gana. Y el que tenga mucho hace cosas que los que tenemos poco no podemos hacer.
Lo que está claro es que estos denarios de gens Roscia no valen el precio pagado. Si sacásemos una colección semejante en la misma casa de subastas dentro de tres meses, lo normal es que se quedasen muy lejos de esos remates. Si estos coleccionistas vendiesen los denarios mañana mismo, lo normal es que les pagasen menos del 20% de lo que ellos han abonado. Además, seguramente sean muy conscientes de ello.
En cuanto a los coleccionistas, al ver estos caprichos irracionales solemos tener unos sentimientos muy extraños: incredulidad, asombro y, a veces, también envidia y desprecio. Yo os recomiendo que ante estas situaciones veáis la película desde fuera. Como quien ve unos peces en una pecera. Que se peleen entre ellos. Ya volverán a aparecer monedas semejantes en el mercado (sean subastas o vendedores a precio fijo) y ya las podremos comprar a un precio razonable.
¡Ojalá se diesen piques como estos en todas las subastas españolas! Montero y yo nos alegraríamos.
Por cierto, es curioso que nadie comente los precios alcanzados en la Fleming vol. III (hablamos aquí de ella). A mí me parece más escandaloso los remates alcanzados por los cientos de monedas de Carlos IV en calidades medias y bajas de esa subasta que el que haya un pique entre dos millonarios en esos denarios de gens Roscia.
Seguid otros comentarios de esta entrada en Facebook y, si eres nuevo en el Blog Numismático, descarga gratis un e-Book de introducción a la numismática.
Gracias por traernos estas historias Adolfo.
Entiendo que este caso es excepcional en el sentido en que ha sido un pique muy concreto. Lo que no quiere decir que no se repita.
Donde yo ando algo perdido es en el aumento de los precios de remate para monedas realtivamente corrientes en los últimos dos años. En mi caso, me refiero a monedas griegas y no sé si el comentario es aplicable a otras series. Lo que en 2018 se remataba en 800, en 2020 lo hacía en 1400 y ahora estoy viendo remates a 2000. Eso en monedas que se ven en todas las subastas y pueden aparecer unas 10/15 cada mes.
No lo entiendo: hay mucho dinero suelto? Se ven las monedas como valor refugio? Hay más personas que han entrado estos dos años en el mundo de las subastas?
Más que envidia o desprecio, mi reacción personal es de cierta frustración porque veo que no puedo seguir con la colección. Aunque también es una oportunidad a explorar otras series y aprender otras áreas de la historia.
Un abrazo y gracias por el blog
Buenas Adolfo y demás lectores, increíble lo que se da en ocasiones, realmente es explicado por la pasión y un bolsillo grande como en este caso. No hay lógica de mercado en esta situación.
Por otro lado el III volumen de la Subasta Fleming fue increíble en precios, no se particularmente a que se debe pero algunas piezas han marcado precios demasiado elevados.
Saludos
@Ramon, ha habido una subida generalizada de los precios de las monedas. Esto lo hemos comentado en varios lugares, entre ellos aquí: https://blognumismatico.com/2021/03/09/situacion-del-mercado-numismatico-en-2021/
Cada vez que hay una reunión de coleccionistas (como las de Discord) sale ese tema a colación. Han subido mucho las monedas, lo que no sé es si se mantendrán o si en un tiempo bajarán. Yo estoy comprando poca cosa también.
@Mauro, en la Fleming han entrado muchos coleccionistas hispanoamericanos. Muchos de ellos son coleccionistas nuevos (o al menos no habían comprado antes en Áureo) y algunos han entrado como un elefante en una cacharrería. De otra forma no se entiende que se haya pagado por algunas monedas el doble de lo que cualquier comerciante autónomo te las ofrece a precio fijo.
Hace unas semanas en este mismo blog se publicó un comentario mío, sobre mis razones por las que cada vez me atrae menos participar en grupos de numismática, alejándome de ellos y ahora es aquí donde veo otra de las razones.
No, no es por lo que pujen o le apetezca a un ruso, un norteamericano o un señor de Motilla del Palancar, nada de eso, de hecho, el artículo es interesante, pero si aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se aprovecha para meter una puntada política, para mi es otra profunda decepción.
Lo de que “Montero (…) siga despilfarrando con sus 24 amigos de farándula” creo que le ha sobrado señor Ruiz, eso me parece más propio de los Cuentos de Calleja, o de otros muchos grupos de Fb o blogs de tema político que para eso están y no en uno de numismática que se considere serio.
Saludos.
No hay que tomarse esto tan a pecho, hombre. Es , simplemente, una manera de decir que gracias a este pique la Hacienda Pública ha salido beneficiada.
No sé cuándo fue la última vez que incluí en una entrada un chiste político. Quizá haga más de seis meses. Digo yo que alguna licencia me podré tomar de vez en cuando, no creo que sea taaaaaan grave. Con esa frase simplemente quería desenfadar un poco la entrada, intentando sacar una sonrisilla a quienes la lean. Incluyendo a aquellos que simpaticen con el actual gobierno; no creo que sea una ofensa tan grave.
Si te sirve de consuelo, tengo el mismo respeto por este gobierno que por el anterior y por, seguramente, el que venga. En los comentarios de este blog me han dicho que soy de todo: franquista, anti-franquista, independentista catalán (¡y eso que soy palentino!), anti-catalanista, rojo, facha y no sé qué más cosas.
Pero por las mismas quizá me haya equivocado y no tenga que poner ni esta frase ni ningún tipo de chiste sobre políticos, ni sobre personajes históricos, ni sobre países, ni sobre naciones, ni sobre mujeres, ni sobre razas… quizá sea mejor que para que nadie se sienta potencialmente ofendido escriba unos artículos sobrios y técnicos. Seguramente me saliese un blog más aburrido así, ¿no crees?
Por otro lado, si el 0,01% del contenido de este blog es algo que potencialmente pueda ofender, ¿no crees que sería una lástima perderse el otro 99,99% solo por algo tan minúsculo?
Saludos,
Adolfo
P.D.: La editorial Calleja era de cuentos y libros de textos infantiles, de carácter totalmente conservador. No creo que metiesen este tipo de chistes a los niños :D
Muy interesante la explicación, lo estaba viendo en directo y no daba crédito. Y enhorabuena al cedente, supongo que pagará una mariscada a sus allegados.
El tema de los remates a mí me está sacando del mercado. Ni tan siquiera estoy cubriendo el presupuesto que tengo asignado a la numismática porque me duele pagar XXX euros por una pieza que sé que hace tres o cuatro años se conseguía por casi la mitad. Pero bueno, de momento este frenesí me está sirviendo para tirar de cobres modestos que siempre dan un toque alegre a la colección y también para ahorrar, claro, que tal como está el patio no está de más
Una vez más, te felicito , Adolfo, por la LIBERTAD DE EXPRESIÓN que honra a este blog .
Cordiales saludos.
Muy cierto lo de Carlos IV, yo anadaba tras dos monedas y superaron mi límite ampliamente. Me ha gustado conocer la intrahistoria de la «guerra fría» por los denarios
A mi también me ha sorprendido mucho el final del artículo por ese «guiño» político y porque realmente el que gana aquí es la casa de subastas. La compra y venta de monedas paga un régimen especial sobre monedas de segunda mano y prácticamente no paga Iva. La que gana aquí es la Señora Sisó y sus secuaces ( otro guiño 😉)
Como dije, el primero en ganar es el cedente, luego la casa de subastas y luego Hacienda.
Una subasta pagar el IVA de la comisión. Suponiendo que haya cobrado un 10% de comisión al vendedor, más el 18% al comprador, tiene que pagar un 21% de IVA de ese monto. En total salen unos 9.000 euros de IVA.
Si el cedente es español (cosa que desconozco) tendrá que declarar el dinero ganado en su próxima declaración y pagar los impuestos correspondientes. Si tal es el caso, entre una cosa y otra, la señora Montero se va a llevar más que la casa de subastas. Curioso eso, ¿verdad?
Por parte de Sisó, la conozco lo suficiente como para asegurar que es una persona a la que no le mueve el dinero.
El que no me llevo nada soy yo.
Saludos,
Adolfo
¿Qué casi no paga IVA? ya me gustaría a mí que fuera así. Pago IVA y mucho. Más que IRPF pues en el IVA no hay deducciones ni desgravaciones que valgan.
El cedente también tendrá que pagar IVA, ya lo creo. El IVA de Aureo grava EXCLUSIVAMENTE su comisión. Luego, si el cedente ha ganado con la operación (ciertamente lo ha hecho) tendrá que pagar su IVA y su IRPF como un señor. Entre uno y otro le van a reducir un buen pico las ganancias de la operación, os lo aseguro.
Hola,
soy muy neófito en la numismática (poco más de un año), pero dicho esto por delante, me gustaría haceros una reflexión en voz alta: tal vez no se ha apreciado en toda su extensión la repercusión que el cambio de hábitos que implican las subastas en los últimos años y, sobre todo, en estos últimos meses han tenido sobre la numismática. Que, de repente, todos estuviéramos en igualdad de condiciones para pujar por una moneda –a un clic de ratón o un golpe de teléfono porque nadie podía estar en sala– es una revolución. Eso, por un lado, amplia la base del interés por unos bienes por los que, fundamentalmente, se puja. Salvando las distancias, se podría comparar en parte co el impacto de Amazon en el comercio, virando la tendencia del presencial al electrónico. Semejante por su repercusión en las ventas, no en los precios ya que la naturaleza de lo que se vende no es igual.
Pensad en cómo se ha simplificado el proceso de comprar, ahora yo lo encuentro muy sencillo, antes debía ser o ir a sala, o teléfono, o correo ordinario (electrónico después), o intermediario… Quizás no sea una reflexión que explique el caso de esta entrada, pero creo que sí puede ser la base de fenómenos más generales como la otra subasta de Carlos IV, o muchos otros remates que vamos observando. Y esto, me temo, ha llegado para quedarse. En este sentido, la charla con los responsables de Ibercoin que compartió Adolfo unas entradas atrás me parece muy ilustrativa del momento actual, visto por profesionales que viven de la numismática y de su comercio. Quizás en unos meses se desinfle un tanto este impulso, algunos de los que hemos entrado en esta ola de la pandemia lo dejen, por mil motivos, cansancio, inversión que ya no se verá rentable o fin de la ilusión por una novedad a la que en su día te subiste porque era tan sencilla de disfrutar y no tenías nada mejor que hacer encerrado en casa y con dinero sin gastar en el bolsillo… Pero el grueso creo que se quedará y aunque en economía los precios suelen ajustarse con el tiempo, me temo yo que en este caso no volverán exactamente al punto de partida.
En el mundo de la inversión hay un concepto denominado coste de oportunidad. Simplificando, es lo que pierdes por estar fuera del mercado cuando crees que las condiciones no son las mejores para invertir (el mercado crees que está caro, básicamente, y que caerá más pronto que tarde). Como nadie sabe qué narices va a hacer el mercado, hay quien piensa que tiene poco sentido quedarse fuera con el riesgo de perderse lo que sigue subiendo mientras el supuesto crash no sucede (en la última década larga, las predicciones de caída de la bolsa de Estados Unidos han sido muy numerosas, y quien las haya seguido ha perdido muchísimo dinero en la serie de crecimiento más larga de la historia del S&P 500). Este concepto viene al hilo de los que se quedan ahora fuera del mercado numismático porque ven remates caros, desorbitados o ‘sin sentido’. Quizás los precios de hoy sean baratos en cinco o diez años, si realmente como pienso las subastas y la venta por internet han revolucionado el coleccionismo numismático de una forma tan profunda que marcará un antes y un después…
Un saludo
Pues tienes mucha razón.
Lo primero es que las monedas no tienen que caer de precio, al menos no nominalmente. Pero también es verdad que ahora es un momento donde hay pocas oportunidades de comprar monedas a buen precio.
Otra cuestión es que la pandemia ha supuesto un «acelerón» en la adopción de innovaciones tecnológicas. Hemos avanzado en un año lo que hubiéramos avanzado en una década. No solo en la numismática, sino en muchos otros ámbitos.
Cuando pase la pandemia del todo seguramente vuelvan las subastas presenciales. Pero serán minoritarias. No creo que vayan a durar mucho tiempo.
También cabe decir, aunque sea un factor menor respecto a lo aquí comentado, que internet revoluciona el aspecto que da desde fuera el coleccionismo numismático.
A mí, iniciarme en este mundo me daba la sensación de descender a una catacumba oscura en la que un grupo de cultistas maliciosos -tipo Sr Burns, de los Simpsons- aguardaba mirando de reojo a que algún neófito despistado sirviera como sacrificio para su culto ancestral. Seguro que las cosas no serían tan lúgubres y seguro también de que parto de una mala experiencia personal, pero esa era mi sensación y, desde luego, no animaba nada a comenzar a coleccionar monedas.
Ahora, sin embargo, hay varias iniciativas en la red -muy destacadamente este mismo blog- en las que ves que hay gente amable y dispuesta a echar una mano o tener una conversación distendida. Eso lo cambia todo. Por supuesto, no es un factor que crea que influya en el «gran coleccionismo» pero sí que anima a iniciarse en el coleccionismo más humilde; de pequeña moneda, por así decirlo. Y, de ahí en adelante, hasta donde cada cual pueda llegar.
Esa situación que tú mencionas era lo que había hace 15 años.
O algún amigo, muy amigo, te introducía y te explicaba cuatro cosas o las aprendías a base de palos. Y si no las aprendías, te seguían dando palos hasta que dejases la afición.
Esa fue la idea que me motivó a comenzar con el Blog. Pero no solo es el Blog: las comunidades online han hecho mucho bien a nuestra afición.
Saludos,
Adolfo
Corregidme si me equivoco…
El IVA sólo lo liquidan las empresas (lo paga el consumidor porque AÑADE el impuesto al precio base), los particulares el Impuesto de Trasmisiones patrimoniales o ganancia patrimonial en el IRPF.
Si el cedente fuese una empresa, un comercial, o un particular que tuviera las monedas a nombre de una SL dado que lo use como parte de un negocio, tendrá que pagar el IVA de la venta (aunque también en su día se restó el IVA de la compra, se supone que el IVA solo se liquida la diferencia, el Valor Añadido). Si el cedente era un particular, esos no están dados de alta como gestores de IVA, por lo que tendrá que pagar en IRPF lo correspondiente a ganancias patrimoniales.
Por eso la casa de subastas solo liquida IVA por su servicio de gestión (su comisión).
¿Es así?
Respecto a la mención que se hace de hacienda y de montero creo que el creador del blog tiene todo el derecho del mundo a comentar lo que le plazca aunque no siempre sea relacionado con la historia numismatica, puede ser acertado o desacertado. A mí particularmente me parece que es un blog eminentemente histórico y por ello no significa que pueda haber algún que otro comentario de carácter social político o economico.
En cuanto las casas de subastas veo que los precios han subido mucho estos años y por tanto no veo en ciertas monedas un valor refugio sino más bien una inversión en toda regla, desde luego que ya muchas de ellas se escapan de mi poder adquisitivo como buen ciudadano de clase media.
Mi enhorabuena una vez más a dolfo por el trabajo divulgativo que estás realizando.
Este mismo caso también lo hemos vivido recientemente en la subasta de Vico del 14 de abril y en casas de subastas extranjeras.
La sensación que tienen amigos coleccionistas y la mía propia, además de ser un sinsentido, es de impotencia por ver que una colección de una ceca cualquiera o un período concreto o un emperador, etc. se puede ver alargada en el tiempo para poder acabarla por gente que puja a lo loco por piezas que no son raras ni tienen una explicación para que se actúe de esta manera. Montero, la casa de subastas, el cedente y pocos más son los supuestamente beneficiados; pero quizás no piensen que probablemente en un futuro sean los perjudicados al bajar el número de coleccionistas aburridos que han dejado de coleccionar.
Puedo entender que un lote como el número 35 de la subasta de Vico se dispare de precio porque es la primera vez que se ve en subasta una moneda como esa y hayan varios interesados y no tengan tope a la hora de pujar. Pero no podemos entender que lleve esperando cinco años a que salga una moneda bonita, centrada y con una pátina preciosa de una emisión X de una ceca X cuyo precio medio es de 300 euros y estoy dispuesto a cubrir y a superar si es necesario, y se me hunda el cielo viendo que voy a tener que esperar otros cinco años a que salga otra moneda parecida porque hay ciertos pujadores que, sin sentido, han disparado el precio hasta 3600 euros. Y casos como el que menciono se han dado en Vico para que se pueda corroborar lo que digo. Esto termina desesperando y aburriendo a coleccionistas nuevos y supongo que, en menor medida, a veteranos. En esta locura de subasta, la moneda menos rara se ha disparado de precio y la que debería haberlo hecho por ser realmente una excepción, se ha adjudicado en un precio que demuestra que no entienden de coleccionismo sino de querer poseer más que nadie por su poder económico sin valorar la Historia que acompaña a cada moneda y el afán de querer saber más de ella y de su tiempo y de cómo se fabricó y como se usó, etc. que es lo que a muchísimos nos aporta esta afición.
Buena reflexión esta.
Solo te puedo decir dos cosas:
* Para ser coleccionista hace falta ser paciente. Hay monedas que llevan décadas hacerse con ellas, especialmente si se es un coleccionista especializado. Digamos que eso es parte de la dificultad.
* No todo son subastas. También hay que tener contactos para poder hacerse con monedas raras. Lo que indicas me recuerda a esta entrada: https://blognumismatico.com/2017/03/22/los-contactos-de-los-coleccionistas-especializados/
Saludos,
Adolfo
Muchos coleccionistas se han convertido, por deseo propio ya que nadie les ha obligado a ello, en clientes cautivos de las subastas. Eso implica que toda la oferta de monedas ajena a las subastas les es desconocida. Esto les hace tener que pelearse con un montón de gente por las piezas que aparecen en las subastas lo que implica una inevitable subida de los precios. Como además la obsesión por las altas calidades está totalmente generalizada, nos encontramos que la lucha por los ejemplares en EBC ó más es terrorífica. ¿Consecuencia? los coleccionistas de clase media están perdiendo todas las batallas.
Solución?
1.- Buscar monedas en otros pagos. Un comerciante autónomo es incapaz de vender un Denario de Alejandro Severo de reverso común en 500 euros por muy EBC+ que sea. Así que lo pone más barato. Vico sí es capaz.
2.- Resignarse a coleccionar monedas en calidades algo inferiores. No digo chapas pero sí MBC, MBC+ ó EBC-. Estoy cansado de ver a personas «con medios limitados» –como dicen en Titanic– buscar denarios raros en EBC y escandalizarse por los precios de remate, u otros que quieren monedas «comunes» en muy alta calidad pero sin excesivos sobreprecios. Ni que decir tiene que no consiguen ni unas ni otras. Nunca y cada vez menos. El caso es que no disfrutan al coleccionar, sólo sufren. Yo en mi colección particular me conformo con MBC+ (o incluso MBC) y eso me permite comprar las monedas a una cuarta parte o incluso menos de lo que cuestan los ejemplares en EBC. Disfruto muchísimo de la afición. Si sólo quisiera EBC ó EBC+ sería un frustrado más.
Que nadie se piense que los subasteros van a dejar de explotar este filón que han encontrado para que los coleccionistas de clase media sean felices. Si pueden vender las monedas de 1000 euros en 7000 no os quepa duda que van a seguir haciéndolo. Ese gran yacimiento de «mirlos blancos» con el que han dado puede desaparecer mañana mismo y ninguno va a dejar la oportunidad de hacerse ricos mientras ésta dure.
Me parece muy interesante el comentario. Y la pregunta que apuntas al final, también.
Entiendo la estrategia, para disfrutar una moneda y lo que significa no hace falta que se vea cada detalle de la figura.
A mi la duda que me queda es si el mercado se va a estabilizar o la escalada va a seguir, y por cuanto tiempo.
Yo estoy deseando que el mercado se estabilice, mas de momento no parece estar sucediendo. Lo que tengo claro es que al final se impondrá la lógica entre los coleccionistas de clase media y, si de verdad aman la numismática, empezarán a reeducarse para valorar también el MBC+. El EBC y el EBC+ van a quedar para la gente adinerada, es un hecho y protestar por ello equivale al recurso del pataleo, nada más.
Buen tema has sacado. Hace unos meses lo hablaba con mi hermano diciendole que algo pasaba o que la gente estaba loca o blanqueaba dinero.
Pero la cosa sigue y no solo para piezas en calidades muy buenas sino para cualquiera. Ya no sabes que hacer. Cualquier pieza se va de presupuesto. Y hoy a final de año la cosa sigue en los mismos parametros.
Un saludo y buen año.