1 real «146», acuñado en Caujaral (Barinas, Venezuela)

Los reales de Caujaral

Hace unos meses veíamos unas monedas que fueron creadas y, posteriormente, reselladas en Cartagena durante la Guerra de la Independencia. Allí, en Cartagena desembarcó Pablo Morillo con un ejército de 15.000 hombres, consiguiendo rendir la ciudad en diciembre de ese mismo año.

Los europeos no entendieron militarmente la guerra que supuso la independencia de Hispanoamérica. En Europa estaban acostumbrados a las batallas campales y a ir conquistando ciudad por ciudad hasta hacerse con todo el territorio. Por eso Pablo Morillo y España cayeron en el mismo error que John Burgoyne y el Reino Unido había caído décadas antes en Norteamérica: utilizar una técnicas militares propias de un continente pequeño y densamente poblado en un lugar con unos territorios vastísimos donde la logística es muy complicada y donde el enemigo puede esconder un ejército entero en cualquier parte.

En su infructuoso avance hacia el sur Morillo se topó con el ejército de José Antonio Páez, dando lugar a la Batalla de Las Queseras del Medio, en abril de 1819. La batalla se saldó con una contundente derrota del ejército realista que no hizo más que evidenciar que la estrategia seguida no era la adecuada.

El aspecto numismático de todo esto lo tenemos en el ejército de Páez, un personaje histórico que en Venezuela roza lo mitológico por su enorme importancia para la independencia del país. Páez llevaba años como caudillo militar en las llanuras venezolanas. Necesitando financiar a su ejército en marzo de 1817 Páez dictó un decreto para que le entregaran toda la plata que tuvieran para que éste se la devolviese acuñada. De esta forma conseguía financiarse a la vez que proporcionaba circulante que favoreciese la economía. Lo que no decía es que esas monedas eran de un peso y una pureza de plata muy baja. Por lo que las ganancias de Páez al forjarlas fueron muy jugosas. Casos parecidos se habían dado en otras ciudades de la Gran Colombia, como Caracas, Maracaibo o Cartagena, y también en lugares más lejanos, como Tegucigalpa, La Rioxa, León o Tucumán.

Páez acuñó dos series de monedas:

• Monedas «del Yagual» o de «las Achaguas». Esta fue la primera serie acuñada en el Yagual. Imitaban a las monedas de Caracas, que a su vez imitaban a las monedas limeñas.
• Monedas «de Caujaral», de «Barinas», también conocidas por su nombre popular «chipi-chipi«. Esta segunda serie fue acuñada en la provincia de Barinas, probablemente en Caujaral. Son imitaciones de las monedas de Potosí, de peor factura y todavía menor cantidad de plata. Generalmente se hicieron con forma octogonal y de una manera muy rudimentaria, como es normal en tiempos de guerra. Se acuñaron en módulos de 1 real imprimiendo varias fechas imaginarias y unos pocos 2 reales . Además, se conocen bastantes variantes de cuños.

Hay dos catálogos que profundizan en estas monedas, uno de Rosenman y otro de Stohr. Yo no tengo acceso a esos catálogos, pero sí al asesoramiento de Manuel F. Rojas, un auténtico experto en moneda venezolana y director de la casa Numisubastas. También se puede encontrar más información aquí y aquí.

Apunte de mercado

Todas estas monedas de la Guerra de Independencia Hispanoamericana son queridas en sus respectivos países. Son monedas raras, especialmente si se buscan años concretos. Tampoco se les puede pedir alta calidad ni una buena acuñación. Para que os hagáis una idea, este ejemplar en calidad MBC+ y una buena acuñación se remató en 4.000 euros y este otro en $3750. Son dos monedas realmente extraordinarias; no conozco ningún ejemplar que lo supere. Así que ya veis dónde está lo máximo que se puede exigir a estas monedas.

Otras piezas que ronden la calidad VF (digamos un MBC- o MBC) son más baratas. Distan de ser comunes, pero sí que aparecen en subastas internacionales con cierta frecuencia. Para hacernos una idea de precios podemos ver este ejemplar rematado en $750, este otro en $700 y este otro en 700 euros. Vemos, entonces, que un remate entre $700 y $900 sería razonable.

Sobre la subasta

Numismática Maracay-Bo organiza una subasta numismática para el día 28 de noviembre a través de Numisubastas. Aquí podéis descargar el catálogo y aquí explorar los lotes.

La subasta se compone de 205 lotes realmente variados. El grueso de la subasta lo componen monedas y billetes venezolanos, pero también hay otros ejemplares relacionados con otros países hispanoamericanos e incluso objetos de lo más diverso: documentos, huchas (muy coleccionadas en Sudamérica), troqueles o fichas de pago privado.

Los mejores ejemplares son los que describen en su «Selección Platinum». Se tratan de cinco billetes y dos monedas de extrema rareza. Tres de los billetes son de la Junta de Crédito Público de los Estados Unidos de Venezuela (uno de 100 venezolanos y dos de 500), un ejemplar de 100 bolívares del Banco de Maracaibo y 500 bolívares del Banco Central de Venezuela de 1940. Las monedas son unos 20 centavos de 1874 y una prueba de 2 reales de 1863. Este último ejemplar seguramente sea el remate más alto de la subasta. Se trata de una prueba mítica dentro de la numismática venezolana que representa a Páez y de la que sólo existen tres ejemplares en manos privadas.

Por lo demás, hay muy buenos monedas y billetes venezolanos del siglo XIX. Yo recomendaría que cualquiera interesado en la numismática sudamericana en general -y venezolana en particular- echara un vistazo al catálogo. Esto no sólo incluye a los coleccionistas, sino también a los curiosos: muchos de los lotes traen descripciones muy completas que seguro que os agradan.

En cuanto al sistema de pujas, Numisubastas ha mejorado mucho para la subasta que ahora acontece. En su web podéis ver que hay un sistema de subastas electrónicas donde se pueden ver los lotes ofertados, pujar por ellos tanto antes de la subasta como en vivo durante la subasta. Esto es un paso adelante importante. Creo que es la primera casa de subastas numismáticas en Sudamérica que tiene su propio software para hacer pujas online y en vivo.

Podéis seguir a Numisubastas en su web, en Facebook, en Twitter y en Instagram.

Descripción de Numismática Maracay-Bo

1 real, Barinas, fecha fantasiosa 146. Acuñada entre 1817 y 1819. Una de las piezas acuñadas por Páez y sus lanceros en sus periplos por los llanos venezolanos durante la guerra de Independencia. 18x14mm, 1,54g.ESCASA Y MÁS EN ESTA CONDICIÓN. PCGS VF25. 800-900.

Fuente

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