La numismática debe ir mucho más allá que un relato ilustrado si pretende ser clasificada de ciencia. El rigor científico exige preguntarse constantemente la razón de cada planteamiento, no dar nada por sentado, resolver las grandes preguntas con anterioridad, centrarse en los detalles y establecer las deducciones de acuerdo con planteamientos lógicos. Las constantes repeticiones de una afirmación no la convierten en realidad y un conjunto de porqué no es no establece una razón. La ciencia exige eliminar todas las dudas y la suma de varias dudas razonables no genera una verdad. Este trabajo se pregunta por las cuestiones básicas y trata de contestarlas con el rigor exigible, contrastando fuentes directas y deduciendo las conclusiones con aportaciones de otras ramas científicas.
Esta vez he comenzado el comentario del libro reproduciendo el primer párrafo de su introducción, pues me parece toda una declaración de principios por parte de su autor.
Este año los Reyes Magos me trajeron el libro «Las Monedas Leonesas y Castellanas del Siglo XII», de Antonio Roma Valdés. Este libro me ha encantado por dos motivos. El primero es que versa sobre unas monedas que a mí me fascinan, pues ya sabéis que soy un confeso amante del románico. El segundo motivo es que, como se indica en el párrafo que he reproducido, la perspectiva que tiene este libro sobre la numismática es muy novedosa. Más que una descripción de las monedas en sí, este libro profundiza en los aspectos económicos, técnicos, sociales e iconográficos que influyen y se ven reflejados en esas monedas. En este sentido, el libro se aproxima más a los aspectos sociales relacionados con las monedas que a la clasificación de las mismas a tenor de los acontecimientos políticos, como hacen la inmensa mayoría de los autores.
El libro aborda temas poco tratados por otros autores y que muchas veces olvidamos a la hora de estudiar la numismática.
Supongo que cualquiera que lleve un tiempo leyendo este blog, y cualquier aficionado a la numismática medieval, conozca más que de sobra a Antonio Roma Valdés. Hablamos de sus libros en esta entrada (ahora se puede descargar uno de ellos gratis); aquí le vimos en televisión; y aquí compartí libro que él mismo ofreció gratuitamente a todo el que quisiera descargarlo. Para añadir algo más, puedo decir que Antonio Roma es un fiscal con un dilatadísimo curriculum (el año pasado le dieron «la Raimunda»). También es doctor en historia (aquí hablamos de su tesis) y un gran experto en la numismática románica de Castilla y de León. A los libros anteriores podéis añadir estos artículos escritos por él y el blog que mantiene. Finalmente, tengo que decir que es una persona con quien siempre he tenido un trato excelente y del que he aprendido mucho. Me ayudó desde los mismos albores de este blog.
EDITO (09/03/2020) porque se me ha olvidado decir que este libro cuenta con la colaboración de Erea Castro Alfonso, Pablo Rueda Rodríguez-Vila y Raúl Sánchez Rincón. Esto es explícito tanto en la portada del libro como en los capítulos en los que han colaborado cada uno de los coautores.
Su nuevo libro tiene 223 páginas con imágenes a color. Estas imágenes no son el aspecto fundamental del libro, pero sí que sirven para apoyar el texto e ilustrar los argumentos, así que bien está que estén a color. Tras una introducción, un breve estado de la cuestión y unos breves apuntes del contexto histórico, se entra en el núcleo del texto. Hay un capítulo de 25 páginas que analiza la relación de la moneda con el poder político. Tras él otro de 20 páginas sobre los oficios relacionados con la acuñación de monedas. Posteriormente se dedican 50 páginas a explicar la iconografía de las monedas (un tema del que Antonio Roma es especialmente experto), 15 para sus leyendas y otras 30 para otras marcas. Estas casi 100 páginas son las más interesantes para quien busque comprender las monedas en sí, algo especialmente complicado cuando se habla de numismática medieval. Finalmente, hay un capítulo de 25 páginas que reflexiona sobre los aspectos sociales de las monedas. Se siguen unas conclusiones y 8 páginas de bibliografía. A modo de apéndice, para facilitar la comprensión de la numismática leonesa y castellana del siglo XII, se incluye un cuadro cronológico y un índice gráfico de los tipos monetarios.
Con esto os podéis hacer una muy buena idea del contenido del libro. Como veis, son unos temas poco tratados por otros autores y que muchas veces olvidamos a la hora de estudiar la numismática. Por eso, el contenido de este libro no entra en conflicto con otros libros enciclopédicos (uno y dos) de numismática medieval castellana y leonesa, pues éstos se centran más en los aspectos políticos de las emisiones. Así que recomiendo hacerse con un ejemplar a los interesados en la numismática medieval que busquen una visión más holística de las monedas. A quien simplemente quiera tener un par de monedas medievales y no le interese demasiado entender su contexto y sus detalles, quizá no le llame este libro. Pero ese, desde luego, no es mi caso. Yo estoy encantado con mi regalo de Navidad.
Quien quiera comprar el libro puede contactar con la ANE, que es quien lo distribuye. Cuesta 30 euros, lo que me parece un precio muy razonable para un libro de numismática a día de hoy. Quien esté dudando si hacerse con él o no podría echar un vistazo a algunos artículos de Antonio Roma (un ejemplo, otro y otro), o descargarse los dos libros suyos que él mismo ha ofrecido gratuitamente en la Web (uno y dos). De esta forma, el indeciso lector verá si le gusta cómo escribe Antonio Roma o si le convence su forma de exponer los argumentos (estoy seguro de que así será). También se percatará el indeciso lector que Antonio Roma es una persona que ofrece mucho sin exigir nada. Si eres de los que, como yo, hemos aprendido mucho de él, creo que no está de más agradecérselo con la compra de un libro.
Pinta muy bien. Me interesa mucho este autor por algunas perspectivas novedosas de su enfoqe numismático, habrá que leerle.
¡Qué reseña! Me encantaría tener un libro así de moneda austriaca. Pero supongo que debe ser imposible si no es en alemán.