Priorizar los aspectos históricos o estéticos de una moneda

Óscar es un comentarista habitual del blog. El pasado verano comenzó un interesante blog centrado en la numismática de Felipe IV y también dejó un muy buen comentario en una entrada antigua. Aquí os lo reproduzco porque es poco probable que lo leáis en una entrada que tiene más de cinco años y porque sirve para abrir un debate que llevo tiempo queriendo tratar. Vuestras opiniones en esta entrada serán especialmente bien recibidas.

Lógicamente existen unos errores que acrecientan el valor de las monedas y otros que hacen descender el precio de las mismas.
Normalmente, considero que los errores que dan más valor a la pieza, son aquellos que se generan por un error en la concepción de la pieza o por una rectificación consciente en el proceso de acuñación.
En el primer caso, entrarían los 8 maravedís de Felipe III, de 1617 con marca de ensayador (cuando no debería llevarla por ser cobre) [primera imagen, más sobre esta moneda]…en el segundo caso, entrarían todas las leyendas que son rectificadas por el grabador, por un error cometido en los cuños.

Pero también hay errores curiosos como choque de cuños vacíos, como repinte doble de leones, como rayitas en las orejas… la importancia de estos errores dependerá de lo inusual que a veces sean estás piezas con respecto a hermanas suyas, y también en el momento de acuñación que tuvo lugar. No es lo mismo, los controles que pudieran llevarse en el centenario de la peseta que en moneda del periodo de los Austrias. Difícilmente, en este tiempo, dejarían «pasar» una moneda con un error grande…ya que está casi todo digitalizado y son los propios ordenadores, los que encuentran los errores que el ojo humano a ve es no ve o se le escapan….pero, no por ello tenemos que rechazar los errores de épocas pasadas. Por ejemplo, errores por ejemplo incusas, que tan raros son tantas alegrías nos dan a algunos.

Yo creo que hay que tener en cuenta dos aspectos…y todo ésto viene a colación de una pieza que he adquirido recientemente por un módico precio [segunda y tercera imagen, más fotos de este ejemplar].

Personalmente a mi me gusta coleccionar piezas, lo mejor conservadas posibles…pero eso no significa que monedas con errores curiosos o raros, no los quiera coleccionar…es más, a veces me gasto más en este tipo de errores…ahora bien, son errores en los que casi todo el mundo vería que la pieza «lo valen», como es el caso anteriormente citado de los 8 maravedís de Felipe III de 1617 con marca de ensayador.

Para mí, las hojas restan también valor, ya que son desperfectos ocasionados en el proceso de acuñación o laminación… Y son normalmente errores, no repetidos en monedas, en las mismas condiciones y en las mismas características, por lo que no se oficializan.

Pero hay que tener también cuidado con generalizar, porque puede haber errores significativos que se salgan de la norma, como el caso de mi moneda.

Hace poco he conseguido comprar una moneda de 8 reales de Real Ingenio de Felipe IV con hoja saltada. Gracias a este desperfecto, he podido conseguir una moneda por la mitad de lo que normalmente valdría. ¿Que querría que esa moneda no tuviese hoja y valiese lo mismo? ¡pues claro!… Pero, entonces, si querría que fuera una pieza inmaculada, ¿Por qué la he comprado?
Pues básicamente por tres cuestiones:

. He podido comprarla por un precio inferior al que normalmente valdría, por este defecto.
. Colecciono sobre todo moneda de los Austrias, pero englobo las monedas más significativas de esta época, a veces desatendiendo la perfección de las mismas (me interesa más la historia que cuentan)
. Como decía anteriormente, me interesa también la historia que cuentan…y eso también se traduce a la historia que cuentan los errores.

Resulta que en la Ceca de Segovia, la plata solía sacarse de monedas antiguas, de lingotes a veces llenos de escoria, de vasijas, de cubertería, candelabros… Y a veces también, la gente que llevaba «su plata» al Real Ingenio, lo hacía para acuñar moneda y pagar aquellas deudas o enseres que quisieran… Restándole importancia a estas acuñaciones con este tipo de error. Eran monedas con una mala laminación, debido a las características intrínsecas de estos metales, tan mezclados y a veces con tanta escoria… Por eso saltaban las hojas en el proceso de acuñación con los rodillos (digamos que se pegaba el metal a los rodillos, en este caso la plata).
En otras cecas, que no se diera está circunstancia, los operarios seguramente no dejarían pasar estos errores. Pero da la casualidad de que en la época de acuñación de esta moneda, yo ya he visto faltas de hojas con el mismo año y distintas piezas… Eso tiene que significar que esa partida tuvo problemas, bien sea por la plata que utilizaron o el proceso fallido que tuvieron al ser acuñadas.
Por otro lado, la casa de la moneda se inundó en este año… Estaría por ello interesante vincular tales fenómenos y estudiarlos… Cosa que quiero hacer con el tiempo, porque creo que algo pasó para que salgan monedas con estas faltas del mismo periodo.
Así que, aunque haya pagado menos y evidentemente querría la moneda sin hojas, entiendo que su historia tiene más atractivo.
Una cosa es pagar simplemente el «arte» de una moneda y otra, pagar un extra de historia, como la que os he contado.
Esa historia también hace más atractiva a esa moneda, aunque la reste dinero porque no sea tan perfecta. Pierdes en unas cuestiones y ganas en otras… Pero para ello, cada moneda es un mundo y cada error otro y hay que saber entenderlos.

La conclusión es que a veces podemos sacar provecho de monedas que están reducidas en precios con estas «taras», porque el valor numismático es diferente al histórico, aunque suelen estar relacionados casi en el 100% de los casos. Y aunque verdaderamente preferiría monedas perfectas, en ocasiones, comprar una pieza con peores acabados también me interesa, siempre y cuando gane por otro lado, o posea una concepción distinta esa pieza en mi colección…

8 reales 1617 Segovia
Imagen 1. 8 maravedíes, 1617, Segovia

Generalizando un poco los argumentos de Óscar, el tema se convierte en la prioridad a la hora de adquirir una moneda: dar prioridad a la historia que cuenta o dar prioridad a su estética. Los temas económicos cuentan, como es obvio. La tendencia es clara y parece que lo va a seguir siendo: cada vez se valora más la belleza estética de una moneda, económicamente. Por lo tanto, quien entienda la numismática como una inversión debería tener claro que su prioridad debe ser, ante todo, la calidad de conservación de las monedas. Aquí no hay más debate.

Pero muchos otros coleccionistas lo que buscan es tener «un museo en casa» teniendo para ello un presupuesto determinado. Si pudiéramos, todos compraríamos monedas rarísimas, perfectas e impresionantes. Pero eso no es posible. Por eso nos encontramos en la tesitura de, con el presupuesto con el que contamos, hacernos con piezas en una calidad más alta pero de series más baratas (e.g., comprar un 2 reales en EBC+ en vez de 8 reales en MBC+) o si hacernos con alguna moneda «con tara» para que nos la podamos permitir, como es el caso del duro segoviano que ha comprado Óscar. En este aspecto debo decir que he cambiado de opinión con respecto a hace unos años. Eso es buena muestra de que sigo aprendiendo y que ese aprendizaje se refleja en este blog.

Si nos fijamos en los grandes coleccionistas vemos que todos ellos han dado siempre prioridad a la estética y a la conservación de las monedas. Cuando entrevisté a Caballero ese aspecto lo dejó muy claro. Ahora bien, la inmensa mayoría de nosotros no va a poder aspirar a tener una colección de semejante calibre ni muchísimo menos. Quizá tampoco pretendamos aspirar a ganar dinero el día que vendamos la colección. Por eso, aunque estos coleccionistas sean un magnífico ejemplo y se pueda aprender muchísimo de ellos, quizá a la hora de hacer nuestras compras tengamos que tener otro tipo de criterios. En este aspecto, os dejo un excelente comentario que hizo en su día Lanzarote (en este blog y en Imperio Numismático):

Yo busco que la moneda tres cosas, que me presente algunas claves para poder explicar una parte de nuestra historia (REPRESENTATIVA) […].

8 reales Segovia
Imagen 2. 8 reales Segovia
8 reales hoja
Imagen 3. 8 reales hoja

Que sea razonable el precio, es decir, que pueda adquirirla sin que le cueste un disgusto a mi bolsillo, (ASEQUIBLE) por supuesto que yo también pienso que es mejor pocas interesantes, aunque más caras, que muchas menos representativas de peor calidad pero económicas, pero es que ésta entra dentro de las pocas interesantes que implican un esfuerzo económico (el concepto de caro y barato va en el poder adquisitivo de cada uno, yo 500-600 euros no me puedo (quiero) gastar en una moneda, pues se comería el presupuesto de más de medio año para monedas).

Por otro lado, busco que la moneda sea estéticamente atractiva (ATRACTIVA). Tengo en cuenta cuatro variables, la calidad de la acuñación, la conservación, el diseño y ese algo inexplicable que hace que una moneda destaque sobre las demás, a pesar de tener el mismo diseño, conservación y calidad en la acuñación.

«La tendencia es clara y parece que lo va a seguir siendo: cada vez se valora más la belleza estética de una moneda, económicamente.»

Ya veis que este coleccionista tiene cierto criterio estético, pero lo relaja mucho: no busca que la moneda tenga una calidad excelente, sino que le parezca atractiva, como fue el caso de esta compra. Lo mismo ocurre con Óscar, quien acepta que la moneda tenga una hoja saltada para podérsela permitir. Además, entiende esa hoja como una característica propia de la acuñación de moneda segoviana, donde la plata provenía en muchas ocasiones de vajilla.

Con esto quiero romper un mito que yo también tenía. Parece como que los coleccionistas numismáticos siguen un camino ascendente en lo que a la calidad se refiere, llegando a una especie de nirvana en el que en su colección solo entran monedas inmaculadas en una calidad excelentísima aunque tengan que pasar 5 años esperando estoicamente para poder encontrar una nueva adquisición. Nada de eso. Cada vez conozco más coleccionistas muy expertos que tienen una colección razonablemente amplia de monedas bastante asequibles. Ahora bien, estos coleccionistas pueden contar la historia de cada una de sus piezas. De hecho, tanta historia tiene un ejemplar en MBC+ como uno en EBC+, a pesar de que su precio puede ser 10 veces menor. Buen ejemplo de ello es que los museos públicos suelen estar llenos de monedas en calidades bastante asequibles.

Dejo abierto el debate a todos los lectores: ¿qué tipos de «taras» aceptas en una moneda para podértela permitir? ¿buscas más la calidad de una pieza o su trascendencia histórica? ¿son las monedas raras más interesantes a pesar de tener (por lo general) menor trascendencia histórica?

49 comentarios en “Priorizar los aspectos históricos o estéticos de una moneda”

  1. Vaya, veo que en este tiempo hemos ido acercando posturas, hemos evolucionado ambos hacia un punto intermedio.

    Para mí la moneda tiene que ser atractiva, es cierto que para que me parezca atractiva le exijo cada vez más belleza, es una evolución muy típica de cualquier coleccionista. Eso supone que las piezas que adquiero cada vez son más caras (por lo que voy adquiriendo muchas menos por año). Lo bueno es que siguen habiendo elementos que para mí le aportan atractivo a la moneda pero no aumentan su precio, sino al contrario.

    Por ejemplo un duro madrileño a rodillo de Felipe V con un desplazamiento exagerado es mucho más barato que el mismo duro sin desplazamiento, pero a mí me pone mucho más el primero, sobre todo si asoma el siguiente grabado, y encima me sale más barato!. No puedo fardar tanto de su adquisición y seguramente si la vendo en el futuro no será tan rentable como la segunda, pero la voy a disfrutar mucho más, puesto que es un objeto que me aporta mucha información sobre su método de acuñación, y eso me pone.

    La última moneda que he adquirido es un 16 maravedís de vellón rico, acuñado a rodillo, que tiene una doble acuñación, se ve que metieron el riel dos veces entre los rodillos, estando invertido el mismo en la segunda ocasión. 12 euritos me ha costado porque aparentemente es fea. Pero muy atractiva. Esto no sólo pasa con las monedas… ;)

  2. …mientras sólo nos representemos un par de botas en general, mientras nos
    limitemos a ver en el cuadro un simple par de zapatos vacíos y no utilizados, nunca
    llegaremos a saber lo que es de verdad el ser-utensilio del utensilio. La tela de Van
    Gogh no nos permite ni siquiera afirmar cuál es el lugar en el que se encuentran los
    zapatos. En torno a las botas de labranza no se observa nada que pueda indicarnos el
    lugar al que pertenecen o su destino, sino un mero espacio indefinido. Ni siquiera
    aparece pegado a las botas algún resto de la tierra del campo o del camino de labor
    que pudiera darnos alguna pista acerca de su finalidad. Un par de botas de campesino
    y nada más. Y sin embargo… En la oscura boca del gastado interior del zapato está grabada la fatiga de los pasos
    de la faena. En la ruda y robusta pesadez de las botas ha quedado apresada la
    obstinación del lento avanzar a lo largo de los extendidos y monótonos surcos del
    campo mientras sopla un viento helado. En el cuero está estampada la humedad y el
    barro del suelo. Bajo las suelas se despliega toda la soledad del camino del campo
    cuando cae la tarde. En el zapato tiembla la callada llamada de la tierra, su silencioso
    regalo del trigo maduro, su enigmática renuncia de sí misma en el yermo barbecho del
    campo invernal. A través de este utensilio pasa todo el callado temor por tener seguro
    el pan, toda la silenciosa alegría por haber vuelto a vencer la miseria, toda la angustia
    ante el nacimiento próximo y el escalofrío ante la amenaza de la muerte. Este utensilio
    pertenece a la tierra y su refugio es el mundo de la labradora. El utensilio puede llegar
    a reposar en sí mismo gracias a este modo de pertenencia salvaguardada en su
    refugio.
    Heidegger, op. cit., 11
    Objeto de discusión de expertos en arte y numerosos filósofos, el cuadro «Los zapatos» de Van Gogh, pintado en 1866, presenta un simple par de zapatos que han dado pie a la pregunta sobre su procedencia y antiguo dueño y a un debate encendido sobre las intenciones del artista.

  3. Antes que nada, decir que como tantos otros (que tampoco sean asquerosamente ricos), es evidente que aunque nos gustaría tener todas las monedas en SC perfecto, eso no es posible. Siempre en algún momento vamos a tener que «bajarnos los pantalones» y aceptar que hay ciertas piezas que vamos a tener que comprar con algunas características que en otras no permitiríamos. Yo no veo mala compra ni el Filippo de Lanzarote ni el duro segoviano de Oscar…

    Y al igual que, por poner un ejemplo que todos entendamos, a mucha gente no le importa sacrificar medio puntito de conservación a cambio de una pátina bonita, o un vano de acuñación a cambio del brillo original… pues entiendo que no es mala idea en ciertas ocasiones «cambiar» una hoja o corrosiones limpiadas por €, como han hecho los dos protagonistas de la entrada.

    Y ahora contesto a tus preguntas en «modo encuesta».

    ¿Qué tipos de “taras” aceptas en una moneda para podértela permitir?
    Depende de la rareza de la moneda, sería más fácil decir las que NO acepto… verdín, graffittis, limpieza muy abrasiva y poco más. También depende mucho de la pieza y de su precio sin esa tara… es evidente que no es lo mismo una hoja en un 8R de Carlos IV que en un duro segoviano.

    ¿Buscas más la calidad de una pieza o su trascendencia histórica?
    Como muy bien ha definido antes Lanza, busco piezas interesantes. Y ese interés se puede generar de varias formas. Lo que pones aquí son dos características que generan interés.

    ¿Son las monedas raras más interesantes a pesar de tener (por lo general) menor trascendencia histórica?
    Creo que en el gen coleccionista va implícito esa parte egoista en la que te gusta tener cosas que otros coleccionistas no tengan… y el que diga que no, miente :)

    Saludos!

  4. En mi caso priorizo la historia sobre la conservación , los errores en moneda antigua me atraen mucho, siempre que la pieza sea perfectamente identificable, si además salen más económicas, miel sobre hojuelas.

  5. Ante todo, muchas gracias Adolfo, por elaborar esta entrada y por dar información de mi blog. Sé la ardua tarea que es seleccionar, desarrollar y concretar ideas para elaborar nuevas entradas y el tiempo y la dedicación que ocupa todo ello, por eso me honra mucho, que hayas contemplado la posibilidad de incluir ésto, en tu blog.

    Con respecto a las preguntas que redactas, estoy convencido de que las respuestas, no van a ser siempre las mismas, aún cuando procedan del mismo coleccionista… es decir, los criterios, por ejemplo que tengo yo a la hora de comprar ciertas monedas, no siempre son los mismos y están en función de la peculiaridad de cada pieza.

    Como tú bien decías, a todo el mundo nos gusta tener monedas en nuestra colección, de la mejor calidad posible, aunque ciertamente, esta premisa a veces no llega a materializarse, bien sea por las peculiaridades intrínsecas del metal de la pieza o por un elevado precio de la misma.

    Cuando compro piezas con tara, intento siempre que ésta, no  perjudique gravemente el aspecto estético de la pieza. Normalmente, si adquiero una pieza con tara, es porque resulta muy difícil en ese momento, pagar un precio elevado por una parecida, pero en mejores calidades.

    Hay veces, que puedes estar buscando, desde hace tiempo, ciertas monedas, sin tener la fortuna de encontrarlas al precio que deseamos. En ocasiones, una de estas monedas, tan difíciles de hayar, se nos puede «poner a tiro» (con un precio bastante más asequible para nuestros bolsillos) por causa de un error en el cospel, producto de un desajuste en el proceso de acuñación…y es cuando te haces con ella si puedes.

    En cuanto a monedas con errores, que son producto de una corrección o de una interpretación del artesano sobre la pieza (como pueda ser, una rectificación de cuño sobre una fecha, o una moneda en la que se omite o se incorpora la marca de cierto ensayador, sin que cuadre con esa pragmática) sí que estaría dispuesto, a pagar un precio elevado por ese tipo de «error», porque éste, configura en la moneda, una peculiaridad única, que como hemos dicho anteriormente, va a hacer de ella, una pieza exclusiva y con un precio seguramente mayor.

    A veces vemos piezas con mucho desgaste, o con hojas sueltas o empastes… causados por un metal lleno de impurezas. En ese caso, estás pagando más la historia de la moneda (yo lo veo así). Pongo en este apartado, el caso de los 8 maravedíes de Jose Napoleón con ceca de Segovia, con el busto mirando a izquierdas, que ya sabemos que es una moneda que se confeccionó en su día con el bronce de los cañones de artillería. Una moneda que posee en su estructura, muchas impurezas, por lo que es muy muy difícil, toparnos con un módulo en excelente estado de conservación (aunque los hay).
    Esa pieza, en mala conservación sigue costando mucho dinero, pero no deja de ser muy rara, por el metal del que está hecho, el momento y las circunstancias que se dieron cuando se creó, y la poca tirada que tuvo. Lo que estás pagando en esa pieza, es la exclusividad de tenerla. Estás pagando inconscientemente o conscientemente, la historia que lleva tras de sí.
    En mi caso, no obstante, no siempre prevalece el factor histórico ante el factor estético. Aunque a veces están tan relacionados que es difícil separar el uno del otro:

    Yo colecciono piezas características de la Península Ibérica (significativas). Con este tipo de coleccionismo, puedo seleccionar monedas de muy buena factura y otras de no tan buena «conservación». Todo, estará en función de las rarezas y de la inclusión de monedas de oro y plata en la colección… cuyos precios son a veces muy difíciles de abonar, o simplemente imposibles de pagar, al no ser que exista una tara al respecto…A parte, el grueso de mi colección, la centro en los Cobres de los Austrias, y en especial, a los referidos Felipes de busto. Esta peculiaridad, hace que en ocasiones, me fije en piezas con muchísimo grado estético, y muy bien conservadas. Pero hasta este tipo de factor estético a veces está relacionado con el factor histórico.
    Para aclarar mejor este ejemplo: he tenido la suerte alguna vez, de hacerme con algún 16 maravedis de busto de Felipe IV, con muchísima liga de plata, y en excelente estado de conservación, EBC, atendiendo al estado de la belleza de la moneda como máximo rango para poder comprarla… pero es que, hasta esta belleza, tiene una explicación histórica, que consigue que la pieza sea considerada más rara de lo que debía ser, porque hoy día, sabemos que hay periodos en la historia, en las acuñaciones de los maravedis de busto de Felipe IV, en los que la Liga de plata se empobreció muchísimo e incluso, en algunas series, se suprimió. Así que, esa liga de plata, hace a la pieza, muchísimo más atractiva a nivel histórico y a nivel estético. En ese caso se conjugan los dos elementos.

    Habría que exponer qué son en realidad errores, de variantes, y errores que hacen que la pieza sea rara y rarezas que no son errores como tal (vaya lío)

    Así que, existirán rarezas que sean más atractivas desde el punto de vista estético (caso de repuntes, incluso ciertos resellos) otras que sean más atractivas desde el punto de vista histórico (como algún real de los Reyes Católicos posterior a la pragmática del 97 sin marca de ensayador) y más atractivas desde el punto de vista numismático como tal (por ejemplo los reales de tipo María de Carlos II, hechos con vajillas de plata…)

    Una aclaración, el maestro Murray me dijo, que el duro con hojas (que aparece postrado en esta entrada) no tuvo problemas en el proceso de laminación. Por lo visto, los tuvo en el proceso de fundición (por las impurezas del metal) y quedó patente en la laminación.

    De nuevo, gracias por esta entrada.

  6. Cada uno debe coleccionar lo que más «feliz» le haga , siempre dentro de sus posibilidades.
    Yo siempre he visto un despropósito las variaciones de precio por un simple grado de conservación y aquí siempre he diferenciado entre inversores-coleccionistas y coleccionistas.

    Para mi disfruto más una moneda en mbc que una SC , puedo trastearlas sin miedo y no me tengo que preocupar si la SC tiene algún defecto no visto y he pagado SC por una Mbc.

  7. Por cierto, no es ningún error que la moneda de 8 maravedís de 1617 tenga ensayador…
    tras el resello de 1603 y las abundantes emisiones de maravedís de cobre puro para obtener fondos para la guerra de Flandes, las cortes de Castilla aprobaron un impuesto de gran importancia a cambio de la promesa por parte del rey de no volver a resellar ni a emitir monedas de cobre…
    las buenas intenciones duraron hasta que la llamada «paz de los doce años» se fue convirtiendo de nuevo en una escalada bélica e hizo falta dinero.
    Para sortear el escollo del juramento real se acuñaron estas monedas de «plata con liga de cobre» para lo cual se añadían tres granos de plata por cada marco de Castilla de cobre; por eso llevan ensayador, porque legalmente eran de plata.
    Como os podéis imaginar se lió una buena pelotera con las cortes a las que el rey había «timado» miserablemente, con el resultado de que se autorizaron nuevas emisiones pero de cobre puro.

  8. Ciertamente no fue un error de acuñación, pero si de apreciación. Esteban de Pedrera, sucedió el puesto de su padre, el ensayador André de Pedrera. Por una mala interpretación de la pagmática, que imponía que toda moneda con liga de plata y oro viniera marcada con marca de ensayador, Esteban, también puso la marca de su padre (que se convirtió en la suya) en estas monedas de cobre…una vez se dieron cuenta del error, dejaron de acuñar la moneda con marca de ensaye.
    Así que sí fue un error de Concepción, que no de acuñación.
    Saludos

  9. Esto era, athalbert lo que conocía yo sobre esta pieza, desconocía por completo la teoría que expones tu. Muchas gracias.
    ¿Se supone, entonces, que dentro de esta decisión de considerar estas monedas con tres granos…como de plata, sólo atañía a las de 1617?

  10. Adolfo Ruiz Calleja

    Han salido un montón de cosas interesantes aquí.

    @Ignacio, gracias por los enlaces. Claramente relacionados con la entrada

    @Lanzarote, efectivamente con el tiempo hemos ido acercando posturas. Viendo tus últimas compras está claro que te estás acostumbrando a la calidad y cada vez eres más exigente.
    Lo de saber ver lo «atractivo» en lo «feo» demuestra que tienes un gusto propio muy forjado. Eso tampoco pasa solo en las monedas ;)

    @DRINFEAL y @Novelder, la gente coleccionaría lo que le reporte un disfrute o una felicidad si fuésemos seres plenamente racionales. Por suerte o por desgracia la naturaleza humana no es así y muchas veces tomamos decisiones que no son racionales. En el ámbito del coleccionismo, en más de una ocasión he visto coleccionistas frustrados por no poder adquirir lo que ellos desean; habría que pregutarse entonces si esos deseos reportan disfrute o no. No he dedicado una entrada a este tema, pero habría que hacerlo creo yo (tengo una lista ENORME de entradas por escribir).

    @Juan Luis, buen texto de Heidegger. Gracias por compartirlo, no lo conocía. El cuadro se puede ver aquí.

    @Jesús, por parte de las taras estoy muy de acuerdo contigo: acepto mucho más un fallo de acuñación que una manipulación posterior de la pieza.
    Otro punto muy interesante es lo de tener algo que otros no tengan. No sé si es tanto eso (obviamente relacionado con el ego, algo que los coleccionistas tenemos y mucho) sino intentar hacerse con piezas difíciles. Es decir, que la colección suponga cierta dificultad a la hora de completarla. En otro caso no tiene gracia. Pero esa dificultad no tiene por qué estar asociada a hacerse con piezas raras. Unas 5 pesetas de 1881 es una pieza muy corriente; ahora bien: ¿conoces a alguien que al tenga en SC?

    @Julián, se ve que te gusta la historia :)

    @Óscar, extraordinario comentario. Muchas gracias por él. No añado nada más porque todo lo he dicho en la entrada.
    Una cuestión sobre la fundición y laminación. Las hojas suelen ocurrir por una mala fundición. La pasta de plata quedaría bastante bien en el molde tras la fundición, pero es en el proceso de laminación (donde se ejerce mucha presión a la lámina de plata para hacerla más fina) cuando esas impurezas hacen que aparezcan las hojas. Por eso las hojas son tan comunes en la ceca de Segovia: buena parte de la plata provenía de vajilla y tenía muchas más impurezas que la plata proveniente de las minas, propia de las cecas americanas.

    @Athalbert, ¿Un rey español timando a las Cortes Castellanas? ¡No me lo puedo creer! ;)
    Buena historia, no la conocía y me dan muchas ganas de profundizar en ella.

  11. Juan Bautista Bajo Miguélez

    ERRORES HISTÓRICOS
    Adolfo: estarás contento. Envidiable la altura de tu blog con referencias tan acertadísimas como la cita del emblemático filósofo existencialista M. Heidegger…En este sentido no me resisto a citar a José Luis Borges que. en su obra El zahir dice: «Una moneda simboliza nuestro libre albedrío»
    Entrando en harina: cito a la prensa económica de hace unos días: Los operarios de la fábrica de la Moneda de Estados Unidos…» en 1943 acuñaron centavos de bronce que tenían que ser de acero y zinc, dado que el bronce y el cobre se reservaba para fabricar armas de guerra». Una de esas monedas de «one cent» de 1943, acuñada en bronce, está alcanzado en una subasta on line el precio de 130.000 dólares… el periodista dice que puede rematar en 170.000 dólares.
    Puestos a priorizar en el coleccionismo numismático, y teniendo presente su valor como inversión, yo me quedo con la RAREZA frente a la conservación y la estética…Allá cada cual… Y esta RAREZA, muchas veces viene determinada por un ERROR, que puede ser histórico…. En el caso de la moneda que he citado, efectivamente, se trata de un ERROR HISTÓRICO… Es un error debido al estallido de la II Guerra Mundial… se necesitaba el cobre para fabricar armamento. Y, citando debates pasados, «los ERRORES NUMISMÁTICOS provocados en la FNMT en la década de 1980» son una prueba irrefutable de la extensión de la corrupción de aquellos años: Casa de la Moneda, BOE, Banco de España, Dirección de la Guardia Civil… De acuerdo con mi limitada experiencia las MONEDAS CON ERRORES , a veces, son históricas. siempre RARAS o MUY RARAS y con un gran valor económico… nada menos que los alcanzados 130.000 dólares por el One cent de 1943 en la subasta on line que, creo, aun está abierta.
    Cordiales saludos.- Juan Bautista

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Yo estoy más orgulloso de los comentaristas de este blog que de mis propios escritos. Yo creo que cualquier blog solo puede tener éxito si es capaz de atraer (¡y mantener!) una comunidad de afines que compartan reflexiones y mantengan debates. Ese debate es importantísimo en entradas como la actual, donde no hay una «verdad», sino más bien un conjunto de opiniones.

      Sobre el centavo de 1943, dediqué una entrada a esa moneda hace ya bastante tiempo: https://blognumismatico.com/2010/07/05/el-centavo-de-1943/

      Esa entrada fue la más visitada del blog durante años. Tenía cientos de comentarios de gente que quería saber cuánto valía su centavo. Lo peor es que me llegaban mails diarios preguntándome sobre el tema. Una vez se posicionó la entrada muy bien en el Google de Haití y entraron tantas visitas que me llegaron a generar problemas con el servicio de hosting (tenía un hosting bastante peor que el que tengo ahora). Así que, al final, hice que no se publicasen comentarios en la entrada y la desindexé. Al final, no vale de nada recibir 200 visitas diarias si son visitas que no aportan.

      Saludos,
      Adolfo

    2. De hecho los culpables fueron los alemanes que inventaron la mina magnética. Esta arma estalla por la influencia magnética originada por el casco de buque.
      Para luchar contra ella existe el «Degaussing» que son unas bobinas gigantescas que recorren todo el buque de proa a popa y por las que se hace circular una corriente continua para generar otro campo magnético que anule el del casco.
      La pega es que un buque de guerra medio puede requerir entre 10 y 20 toneladas de cobre; los acorazados y portaaviones requerían mucho más.
      Los aliados necesitaban proteger a unos 1.500 buques de guerra y muchos más mercantes por lo que de golpe precisaban unas 15.000 toneladas extra de cobre (aparte de otros usos militares) y la producción minera no podía expandirse con la suficiente rapidez.
      Lo de los centavos fue una de las soluciones que usaron los EE.UU. pero no fue la única moneda afectada…
      Los famosos «nickels» de 5 centavos vieron como el cobre de su aleación era sustituida por ¡plata!; dichas emisiones fueron distinguidas con la letra de la ceca de mucho mayor tamaño de lo habitual, con idea de retirarlas de la circulación cuando acabase la guerra…

  12. Ay los centavos de Lincoln, algo tan atractivo para tantos y tan poco interesante para mí.

    Bueno, lo dicho, acabo de recoger de correos la moneda de 12 euritos que es, aparentemente feeea, por eso me ha salido tan barata, pero que la encuentro muy atractiva por lo que nos enseña sobre su proceso de factura:
    https://siemprenosquedaralan.wixsite.com/home/moderna-felipeiv-16mvdoble

    A ver si hablo con Murray y me explica cómo es posible que la doble acuñación en una moneda a rodillo no sea coincidente en la alineación… puesto que el grabado superpuesto está girado 90 grados con respecto al anterior, debería estar a 0º ó a 180º.

  13. Lanzarote, ¿Podríamos ver de alguna manera esa moneda? me ha picado la curiosidad. A mí me ha llegado una falsa de época de Isabel II, de 100 reales con residuos del baño de oro. Es increíble el nivel de falsificación de los falsarios en época isabelina.
    Gracias por la explicación de las «hojas» producto del proceso de fundición, Adolfo.

  14. Vaya pieza rara, Lanzarote. Enhorabuena.
    Lo único que se me ocurre es que la metieran de nuevo entre los rodillos, una vez hubiese sido acuñada…eso, o también podría ser, que en un momento dado, los rodillos se juntasen más de la cuenta, y se produjera un choque de cuños, grabándose el anverso en el reverso y viceversa…pero en este caso, los «repinte» tendrían que se en negativo.

  15. En caso de choque de cuños, tan habitual en los volantes, el resultado en la moneda es una acuñación incusa, que en el sistema de acuñación a rodillo se hace muy difícil de imaginar, sin embargo conocemos casos de monedas a rodillo con esta acuñación en negativo que no somos capaces de explicar… pues los rodillos no chocan, y si lo hicieran por un golpe fortuito en el montaje, tampoco sería un golpe tan fuerte como para deformarlos así.

    No es el caso de esta moneda, en ella no hay acuñación incusa.

  16. .
    Adolfo: »En el ámbito del coleccionismo, en más de una ocasión he visto coleccionistas frustrados por no poder adquirir lo que ellos desean; habría que pregutarse entonces si esos deseos reportan disfrute o no. No he dedicado una entrada a este tema, pero habría que hacerlo creo yo».
    .
    Sería una entrada más que interesante, toda reflexión sobre coleccionismo nos es necesaria.
    .
    No hace mucho, en un foro, planteé la siguiente cuestión… ¿Recomendarías coleccionar a cualquiera?:

    http://www.imperio-numismatico.com/t130164-recomendarias-coleccionar-a-cualquiera
    .

    1. No quería contestar pero me animo… Hace un par de meses le comenté a Adolfo mi impresión de porqué las mujeres no solían ser numismáticas… Dará para otra entrada…
      El impulso de coleccionar, acaparar, es innato a muchas especies de animales, desde recoger bellotas para el invierno. Los niños son especialmente obsesivos y acaparadores, son más animales y menos racionales, motivo por el que los cromos triunfan.
      Para que te guste coleccionar debes seguir teniendo impulso de «reunir», ya con un cierto toque racional estético … El tema es que la «belleza» para algunos es puramente física y se fijan en lo bonito de una moneda, y para otros está en la psicología o historia , peculiaridad de las piezas. Es como que te gusten las guapas, las listas o las interesantes….
      El tema del coleccionismo numismático es más complejo, puesto que las monedas atraen de otra manera al tener valor facial. Una moneda es algo coleccionable, como una chapa, pero en el subconsciente de todos es algo con valor intrínseco…. Por eso, en muchos se da la dificultad de separar el coleccionismo a la inversión.

    2. Adolfo Ruiz Calleja

      @DRINFEAL, acabo de publicar esto en el hilo que citas:

      «Yo recomendaría coleccionar a cualquier niño. Es una actividad que, bien guiada, puede ser tremendamente educativa. Se puede aprender muchísimo, tanto de lo que se coleccione como de valores relacionados con el ahorro, el estudio etc.

      Eso no significa que solo recomiende coleccionar monedas. Están muy bien porque son objetos baratos y un niño puede aprender mucha geografía e historia con ellos. Pero también se pueden aprender muchas cosas con otro tipo de colecciones.

      A los adultos, que hagan lo que quieran. Nunca he recomendado explícitamente a nadie coleccionar nada.»

      @Victoria, el tema de la numismática y las mujeres es un tema muy delicado para tratar en una entrada. Hoy en día tachan a cualquiera de machista por menos de nada. En una entrada tiré de literatura para hablar del asunto, aunque no entré en el fondo de la cuestión (ni pretendo hacerlo en público): https://blognumismatico.com/2014/04/27/epistola-numismatico-matrimonial/

      Saludos,
      Adolfo

      1. Ya conocía la entrada, curiosamente en esa no sentí el impulso de contestar, se fue de contexto…
        La ventaja que tengo es que yo puedo «opinar lo que quiera»

  17. Adolfo Ruiz Calleja

    Sobre el tema de la moneda de Lanzarote, se está comentando en un grupo cerrado de Facebook llamado «Numismática Antigua»:

    https://www.facebook.com/groups/736300579861834/permalink/1239765449515342/

    La opinión de Glenn es que seguramente sea una falsa de época. Estos son sus comentarios:

    «En principio diria falsa de epoca. Si realmente da señales de acuñacion a rodillo (alabeo, señales de recortado posterior, etc.) no entiendo como se puede haber metido el riel a un ángulo (quizas si fuera muy corto). En algunos casos creo que los falsificadores usaban prensas taschenwerk, que segun la manera de usarla y cortar antes o después la moneda o cospel, podria dar resultados curiosos, pero en todo caso falsos.»

    «Hay que tener en cuenta que en muchos casos y especialmente con esta serie, se trabajaban muy de prisa, muchas veces por la noche con mala iluminacion, y para aninarles a trabajar así les daban vino.»

    «Un riel puede deslizarse, me imagino, entre los rodillos… y volver a ser metido por un segundo paso. En fin, a falta de encontrar un documento que habla especificamente sobre este tipo de problemas, solo podemos imaginar…»

  18. Muchas monedas sobre mi mesa,una lupa, catalogos, lapiz y goma para anotar en el cartoncillo los detalles que descubro sobre monedas de esas que supuestamente no tienen mucho valor.Los libros de mi pequeña biblioteca que hablan de lugares que conozco y que gracias a ellos conozco mejor, también de poco valor. Un largo rato, alejado de la inquietud del valor del objeto,donde puedo adentrarme en otras sensaciones escuchando a un músico que fantaseaba con lugares, personajes y gestas antiguos, en un ordenador de poco valor.Es cierto que ponemos en valor las cosas porque así están desde siempre y, sin embargo, cuantas cosas de poco valor llenan mi vida.
    Wagner: El ocaso de los dioses – Götterdämmerung.
    Un clásico del género es el ‘Götterdämmerung’ de Richard Wagner, inspirado en una ancestral leyenda nórdica en la que la lucha entre los dioses provoca el fin del mundo. La ópera narra la historia de cómo el anillo mágico, hecho con oro robado por el enano Alberich, provoca la muerte de Sigfrido, pero también la destrucción del Walhalla, el hogar de los dioses, donde reina Wotan.

  19. Victoria escribe…»en muchos se da la dificultad de separar el coleccionismo a la inversión»
    Mi pregunta , ¿Es posible separar el coleccionismo de la inversión? Teniendo en cuenta que la inversión puede ser ECONÓMICA, (la que antes, o después, suele aparecer), cultural, humana, social, … pienso que es casi imposible que no se busque, al coleccionar, alguna de estas inversiones.
    Cordiales saludos.-

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      En mi opinión el tema de la inversión económica siempre está presente de una manera u otra. A nadie le gusta comprar una moneda por 200 euros que luego no pueda vender más que por 30 euros.

      Por cierto, bienvenido como comentarista :)

      1. No comparto tu opinión, cuántos coleccionistas por ejemplo de extranjera , hablo de moneda actual, ni se plantea cuanto le darían por sus monedas y para mi son tan válidos como un coleccionista que coleccione moneda del imperio romano.

        1. Adolfo Ruiz Calleja

          Tienes razón. Me refería a monedas que cuesten «unos cuantos euros».

          Hay muchos coleccionistas que en vez de gastarse dos euros en un café, se gastan esos dos euros en unas monedas y son plenamente conscientes de que ni valen ni van a valer nunca nada (aunque me he encontrado a muchos que creen comprar un futuro tesoro con esos dos euros). Obviamente, esos coleccionistas tienen todos mis respetos. ¡Faltaría más!

          Saludos,
          Adolfo

    2. Tt, siempre tendrás la inversión en felicidad….
      Pero el que colecciona chapas de marcas de refrescos, cristales de colores, arena de los sitios donde ha estado…. El impulso inversor se da muchísimo más acusado en la numismática al tratarse directamente de un objeto con mayor valor que el del simple metal.

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        Yo me he encontrado a uno que me dijo que no puede coleccionar monedas. Me dijo que cuando él se pone a coleccionar cualquier cosa, se obsesiona de tal modo que no puede parar de adquirir los objetos de su colección. Sea lo que sea. Entonces no puede coleccionar monedas porque se arruinaría.

        Lo que hace es coleccionar cosas sin valor: azucarillos, servilletas de papel etc.

  20. No coincido en esta ocasión con Murray, puesto que, como bien se ve en la moneda que puso en facebook de ejemplo Rafael, que muestra la misma acuñación doble invertida, perfectamente se ve cómo asoma en la moneda el grabado de la siguiente moneda, único en la acuñación a rodillo, luego no podría estar acuñada con la prensa de taschenwerk. Además el arte de las falsificaciones de época que trata de imitar esta serie es muy burdo, no llegan nunca a imitar fidedignamente el original, y tanto en el caso de mi moneda como en la de Rafael el arte es correctísimo.
    Saludos.

  21. Juan Bautista Bajo Miguélez

    Ay, Victoria… el mercado de la felicidad..
    Experiencia: Plaza Mayor de Madrid… década de los 90…retirada de las pesetas de Franco… Y coleccionistas mayores, con su colección de pesetas de 1947 USADAS, preguntando: ¿ESTO VALE ALGO?…se habían pasado la vida coleccionando… y ahora querían un beneficio. Pero, como su PRIORIDAD no fue la inversión, su colección, como inversión, nula… Si alguien les hubiese dicho que, con el tiempo, esas mismas pesetas, SC, podían llegar a ser una buena INVERSIÓN… les hubiese dado un acertado, y rentable, consejo.
    Cordiales saludos

  22. Hay un apartado que no habéis mencionado y que me parece interesante.

    Una pieza con errores, oxidaciones, desperfectos, ect… es también una prueba de que la moneda no es una falsificación, tara que por desgracia padecemos mucho en esta afición. Para el que no es experto en una moneda en concreto o una época pero pone por encima de todo la autenticidad de la misma, personalmente veo como la mejor forma de asegurarse también.

  23. Lanzarote, he visto monedas muy bien falsificadas de la Ceca de Madrid, pero creo que esta no es el caso. Coincido contigo…me parece original…tiene ese encanto de algunos jetones de Felipe IV.
    La moneda presenta claramente dos acuñaciones en reverso y en anverso, pero no son como vemos, anverso y anverso, si no, reverso y anverso en una misma cara y viceversa. Así que es obvio, que la moneda acabó siendo metida dos veces en el proceso de acuñación (el por qué…ahora se nos escapa) y que fue volteada la segunda vez, para coger los cuños a la inversa en la segunda acuñación.
    Lo que no me parece casualidad, es que el arte de la segunda acuñación coincida en centrado con la primera acuñación. El relieve podría haberse desviado mucho más en el riel, y ahora en tu moneda no se vería tan bien ese doble «repinte».
    Eso indica, que la pieza tuvo que ser metida con su riel y todo (sin todavía recortar) y que seguramente sería el riel entero el que se introduciría de nuevo en los rodillos, para conseguir ese acercamiento, esa precisión entre la primera y la segunda acuñación. Así que, por lógica, tiene que haber más monedas similares a la tuya…ya que estoy convencido de que metieron el riel entero de nuevo…de otra forma sería imposible, al no ser con volante.
    A mí se me ocurre una teoría simple, pero puede que efectiva.
    Introducen el riel que pasa por los dos rodillos con sus cuños pertinentes, acuñan la moneda y cuando cae el riel, ven que la acuñación es demasiado floja…ajustan los rodillos y vuelven a introducir el riel, para reacuñarlo de nuevo, porque saben que según la extensión del riel… Van a poder cuadra bien la segunda acuñación, pero se confunden y lo meten al revés, y de ahí las dos acuñaciones distintas en base caras de la moneda ..al final, debido a la premura del trabajo, dan la acuñaciòn por buena y la recortan…

  24. Hace algún tiempo que estoy dando un giro en mi interés coleccionista, o mejor dicho, me estoy dando cuenta de ello, me interesa más la abundancia que la escasez, el impacto económico sobre la exclusividad sin substancia (económica). La moneda es economía y, por decir algo que a todos pueda ser familiar, el duro de 1869 tuvo una gran trascendencia histórica, casi todos son de una gran belleza, pero, en sí mismo, impacto 0 sin coma en la economía.

    Como mi interés, también, es medieval y moderno me las tengo que ver poco con la moneda estrictamente industrial (si me interesara optaría sin duda por la calidad) sin embargo mi interés por la abundancia me hace pensar en las variantes como su manifestación más interesante y si me limitase a la calidad no avanzaría en lo que busco. Es más, a veces la baja calidad es el refugio donde se esconden las rareza de lo abundante. En fin, todavía estoy en ello. También me gusta tener alguna pieza bonita junto a mis variaciones.

    No critico nada ni a nadie, estoy explicando lo que me hace girar la cabeza que ya no es lo que me hacia girar la cabeza.

  25. Según pienso, la transcendencia de una pieza es algo bastante relativo. Si bien hay monedas escasísimas que solo por su historia tienen un status mítico -como el denario Eid Mar de Bruto o los dólares flowing hair- la mayoría de las piezas históricamente «importantes» lo son precisamente porque han tenida una amplia distribución y por tanto son relativamente fáciles de conseguir.

    Por ejemplo, una moneda que sabemos que no puede faltar en cualquier colección amplia de moneda española es una pieza del Gobierno Provisional de 1868, pongamos por ejemplo el duro que es el que luce más. Si queremos adquirir esta pieza aquí deberemos tomar la decisión de comprar un duro de 1869 o de 1870. El primero tiene muchísima más transcendencia histórica porque es el primer duro más o menos republicano de la historia de España, pero ¡alas! su tirada es escasísima y por tanto extremadamente caro, mientras que el duro de 1870 es prácticamente igual, salvo por una diminuta cifra dentro de una de las estrellitas, pero su tirada fue muchísimo más amplia por lo que por un precio sensiblemente muy inferior nos podemos hacer con un ejemplar majo. En casos parecidos, porque es evidente que nunca me podré comprar un 1869 por más achatarrado que esté, tiraré siempre por la pieza más bonita, el rigor histórico o la rareza no me obsesiona (al menos no tanto como para dejar temblando mi cuenta bancaria). Otro caso sería por ejemplo una moneda de 6 maravedís de Fernando VII de la ceca de Pamplona. Aquí sí no hay alternativa, una pieza en EBC sea del año que sea puede costar tanto como una onza así que o se paga lo que se pide cuando aparece una, o se deja pasar o tiremos sin demasiados remilgos por una MBC- o BC.

    También es obvio que la querencia por la calidad depende mucho de lo que se coleccione. Imagino que muchos coleccionistas del período antiguo o medieval, o colecciones de temática muy especializada, no pueden permitirse ser tan selectivos.

    PD: En cuanto a taras, el desgaste moderado no me molesta, incluso algunas son muy bonitas así. El descentrado o las acuñaciones flojas también le pueden dar a la moneda un toque de autenticidad. Pero lo que son perforaciones, ralladuras importantes o soldaduras me suponen un serio inconveniente.

  26. Buenas a todos.
    Interesante tema éste el de las acuñaciones difíciles de conseguir y a poder serlo muchas veces con alguna tara o desperfecto. Como se ha comentado anteriormente aquí, a todos nos gustaría tener las piezas que forman parte de nuestras colecciones en el más absoluto lujo (FDC, MS-66 etc..) pero creo que nos olvidamos de un factor importante que, bajo mi humilde opinión, nos pasa a todos los coleccionistas un poco expirementados en los diversos tiempos de historia de la moneda.
    Primero se empieza por abarcar todo lo que uno puede intentando completar como un niño su álbum de cromos, seguidamente se intenta mejorar en la medida de lo posible las piezas anteriormente conseguidas y por último (cada uno a su nivel de cuenta bancaria) te vas dando cuenta que siempre va a haber una pieza que tu creas que esta mejor que la tuya aún estando en SC+ por los motivos que a cada uno le parezcan (mejor acuñación de la barba en caso de los Alfonso XII, mejor presencia, ese brillo más potente y mejor lustre etc) así pues al final después de mucho romperte la cabeza a pensar, creo que el coleccionista rebaja un poco sus pretensiones y empieza a mirar con otros ojos esas piezas que estaban con hojas, doble acuñación, finales de riel, cospeles rotos, acuñaciones flojas etc..
    Solución: cada uno pasamos por estas etapas en mayor o menor medida y de cada una se debe sacar la conclusión de que se aprende, se disfruta y se enriquece mentalmente uno mismo.
    Así que ¿por que despreciar una moneda con algún fallo o tara? ¿Por el simple hecho de que es mejor tenerla en el mejor estado posible? Esas serían las preguntas a hacerse uno mismo antes de volverse loco buscando en subastas esas pieza en SC+ en vez de haber cogido aquella en MBC por culpa de la tara, pues al final el disfrutar de la pieza en sí es ya de Sin Circular + con pleno brillo original y rara en estas condiciones.

  27. Buenas noches Adolfo, primero que nada te quiero felicitar por este blog, es de mi interes.
    Y para pasar a lo siguiente megustaria hacerte una pregunta y me gustaria platicar hacerca de una moneda espeial del a;o 1809, esta en muy buen estadoes esespeial para mi y e investigado a cerca de ella, pero se que tu eres el experto y me gustaria saber tu opinion y tambien no estaria de mas que me orientaras sobre esto, como puedo tratar contigo este tema ?
    Espero tu respuesta
    Saludos cordiales
    Jorge Alberto Martin del Campo Jimenez

  28. MANUEL LUCHO BERGGRUN

    Hola Adolfo buenas tardes,te escribo desde Colombia para preguntarte si es posible me des un correo tuyo donde poder enviarte fotos de una moneda Española de 5 pesetas que consegui hace poco marcada con la fecha 1890 ,pero en las estrellas aparece 18 89 y las marcas mint son MS M que da la apariencia de ser original y en plata , pero se que los catalogos no colocan esta disposicion como correcta .El asunto es que no encuentro tampoco por ninguna parte referencia a estas combinaciones en el apartado de las falsas de la epoca.Agradezco tu paciencia.Recibe un saludo muy especial.Manuel

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