
Los táleros de María Teresa
El tálero de María Teresa es una moneda que se comenzó a acuñar en Austria en 1741. Desde 1780 se ha acuñado sin cambiar la fecha. Se han producido centenares de millones de ejemplares en 13 cecas europeas, más la ceca de Goa (India). Su uso fue extensísimo en cualquier puerto del mundo desde finales del siglo XVIII hasta la Segunda Guerra Mundial, e incluso después. Tanto es así que la ceca de Viena los sigue fabricando.
Se ha escrito muchísimo sobre los táleros de María Teresa, tanto de sus implicaciones económicas, su circulación, su uso cultural o su coleccionismo. En lo que respecta a este artículo, bastará con decir que es una moneda de 28,067 gramos de plata con una pureza de 833 milésimas (23,386 gramos de plata pura). Su diámetro ronda los 40 milímetros. En cuanto a su diseño, se muestra el busto de María Teresa de Austria en el anverso y el escudo imperial en el reverso. La leyenda indica «M. THERESIA D. G. R. IMP. HU. BO. REG.» y «ARCHID. AVST. DUX BURG. CO. TYR. 1780 X», que en latín abreviado significa “María Teresa, Emperatriz de los Romanos, Reina de Hungría y Bohemia, Archiduquesa de Austria, Duquesa de Borgoña y Condesa de Tirol por la Gracia de Dios. 1780”. En el canto se indica “Justitia et Clementia” (Justicia y Clemencia).
También hay pequeñas variaciones a lo largo de los años y de las cecas. Por ejemplo, la ceca de Roma acuñó los táleros con un fino de 835 milésimas, por lo que pesan levemente menos que los de otras cecas. Un ejemplo se muestra en la imagen de arriba.
El tálero de Umberto I

A finales del siglo XIX los italianos colonizaron el cuerno de África. Su primera colonia fue Eritrea, que se estableció oficialmente en 1890 aunque los italianos ya habían tomado Massawa en 1885. Poco sabían estos italianos sobre el circulante de la región y los problemas económicos y políticos que les iba a suponer.
Algunos viajeros que se habían internado en la zona indicaban que la moneda más aceptada eran los táleros de María Teresa. Esto ya lo había puesto por escrito en 1857 un misionero llamado Giuseppe Sapeto. Sapeto aconsejaba a los que “tengan la alocada idea de internarse por estos territorios” que llevasen táleros de María Teresa como dinero en efectivo. Pero advertía que, para ser aceptados, esos táleros debían tener ocho puntos en la corona de la emperatriz, que debía tener un broche con los contornos debidamente marcados y que las iniciales “S” y “F” fuesen legibles bajo su busto. De otra forma el tálero no iba a ser aceptado.
En cualquier caso, los táleros eran monedas muy aceptadas para el comercio por el Mar Rojo y el Índico. Además de ellos circulaban rupias indias y piastras egipcias. Pero los italianos tenían interés en introducir una nueva moneda como circulante en Eritrea. Sus motivos eran que facilitarían el comercio entre Eritrea e Italia; reducirían los costes transaccionales en la colonia al utilizar una sola moneda; tendrían el control sobre la masa monetaria de la colonia; y promocionarían la ideología imperial en la zona.

Descartaron introducir la lira italiana en Eritrea ya que se entendería como un ejercicio de poder que difícilmente iba a ser aceptado por los indígenas. Se planteó la opción de acuñar táleros de María Teresa, aprovechando que tanto las cecas de Venecia como las de Milán (anteriormente parte del Imperio) los habían acuñado y todavía estaban allí los cuños. Pero el gobierno Austro-Húngaro no lo permitió alegando que acuñar esas monedas era un ejercicio de soberanía que no estaban dispuestos a ceder.
Finalmente tiraron por la calle del medio: crearon el tálero de Eritrea, que se comenzó a acuñar en 1890. Se trataba de una moneda de 800 milésimas de plata basada en los táleros de María Teresa, por lo que pesaba 28 gramos. El busto de María Teresa se reemplazó por el de Umberto I y el escudo austriaco por el italiano. Pero es explícito que se trataba de un tálero, como indica en la leyenda del reverso (véase la segunda imagen). Eso sí, también tenía un valor oficial de 5 liras.
También acuñaron monedas de 2 liras, 1 lira y 50 céntimos, pero estos con una pureza de 835 milésimas y sin hacer ninguna referencia al tálero. Lo que sí tenían era su valor escrito en caracteres latinos, en árabe y en amhárico.

Nos podemos dar cuenta de que estas monedas se encuentran en un punto intermedio entre los táleros que eran usados en Eritrea y el sistema de la Unión Monetaria Latina, que era utilizado en Italia. La intención italiana es que los comerciantes eritreos se acostumbrasen a usar estas monedas definidas en liras como paso previo a utilizar la lira italiana o una moneda equivalente. Pero no consiguieron que se aceptasen.
La razón es que los táleros de María Teresa se entendían como un lingote cuyo valor fluctuaba de acuerdo al precio de la plata, mientras que los táleros de Eritrea tenían un valor fijo de 5 liras. El valor intrínseco de estos táleros era sensiblemente inferior a 5 liras, por lo que eran monedas fiduciarias, lo cual ni se entendía ni se aceptaba en Eritrea. En otras palabras: los eritreos preferían los táleros de María Teresa porque por el mismo dinero se obtenía una mayor cantidad de plata. Por eso los táleros de Umberto I no tuvieron aceptación y dejaron de fabricarse en 1898.
El tálero de Italia

Los táleros de María Teresa siguieron circulando por el Cuerno de África sin que aparentemente esto supusiera un problema hasta que estalló la Primera Guerra Mundial. Es fácil entender que, en el contexto de una guerra, Austria redujo enormemente la acuñación de táleros, lo que dejó a las colonias italianas de África sin circulante. Para paliar la situación, Italia fabricó nuevos táleros (más).
Esta vez Italia estaba mucho mejor informada de la situación. En primer lugar por su experiencia anterior. En segundo lugar porque, tras 25 años de colonialismo, comprendían mucho mejor la situación real del África Oriental. Además, las autoridades y los burócratas coloniales informaron debidamente a Roma, creando mucho material escrito que ha sido después analizado por historiadores y numismáticos en multitud de publicaciones.
En este caso la idea fue acuñar táleros italianos que pudieran circular exactamente igual que los de María Teresa. Su valor no sería más que la plata de la que estaban compuestos, por lo que fluctuaría según el precio del blanco metal. Sin embargo, cambiaron el diseño aunque se cuidaron mucho de que recordase al de los táleros originales:
En el anverso incluyeron una representación alegórica del Reino de Italia, ensalzando así la identidad nacional. En el reverso aparece un águila imperial monocéfala con el escudo de la Casa de Saboya. La leyenda indica “REGNUM ITALICUM 1918” y “AD NEGOT[iorum] ERYTHR[aeorum] COMMOD[itatem] ARG[entum] SIGN[atum]”, que significa “moneda de plata acuñada para la comodidad del comercio con Eritrea”. El grabador de los táleros italianos fue Attilio Silvio Motti, quien dejó su firma en algunas piezas debajo del busto (en otras no).

Los táleros italianos volvieron a fracasar. Los motivos fueron dos. El primero es que Italia no acuñó más de 500.000 ejemplares, los cuales resultaron totalmente insuficientes para satisfacer las demandas de circulante en el Mar Rojo. Lo segundo es que estos táleros tenían un poco más de plata que los de María Teresa (835 milésimas en vez de 833), por lo que a muchos comerciantes les compensaba fundirlos en vez de utilizarlos como moneda. Por ello, apenas se vieron estos táleros italianos circulando por Eritrea.
Lo que nadie puede negar es que son monedas bellísimas. Los coleccionistas pueden encontrar dos variantes principales: con firma del grabador y sin firma del grabador. Además, hay pruebas de las que tres se ofrecen en la subasta de Nomisma: una que indica “Prova”; otra que se acuñó cuando se estaba proyectando la moneda (se conocen dos ejemplares); y otra en conmemoración de la Primera Guerra Mundial. Sobre esta última Nomisma Aste ha publicado un vídeo donde la explica.
Para saber más sobre los táleros de Umberto I y los táleros italianos os recomiendo la tesis doctoral de Alessandro De Cola. Ha sido la fuente principal de este artículo.

La próxima subasta de Nomisma Aste
Nomisma Aste organiza una triple subasta para el mes de noviembre de 2023. Os enumero cada una de las sesiones:
- El día 11 de noviembre se organiza una subasta en sala. Es una subasta de casi 1.000 lotes con una calidad tan buena como Nomisma nos tiene acostumbrados. Hay muchas monedas italianas muy interesantes. También moneda internacional. Yo dediqué un vídeo a las monedas españolas que más me gustaron de esta subasta, os lo dejo más abajo.
- El día 12 de noviembre se subasta la colección “From ASSAB to AFIS”, dedicada a monedas y billetes de las colonias italianas, incluyendo Albania y África. Son 372 lotes con una calidad extraordinaria y llenos de rarezas, como los que se muestran en esta entrada. Es una subasta magnífica que merece una lectura tranquila para disfrutar y aprender.
- El día 13 de noviembre se organiza una subasta online. Es la subasta más extensa, con más de 1.100 lotes. Por lo general, son monedas curiosas con unos precios aptos para los coleccionistas medios.
Nomisma Aste está en Verona (Italia). Eso hace que las monedas griegas y romanas no las puedan exportar del país, por lo que no pueden mandarlas a España. Por parte del resto de las monedas (medievales, modernas y contemporáneas), podéis pujarlas sin ningún problema desde cualquier rincón del mundo. A España se envían sin ningún recargo de aduanas, aunque quizá se tarden unos cuantos días más en recibirlos por los trámites necesarios para obtener el permiso de exportación (todo esto lo comento porque he recibido varias consultas al respecto tras publicar el vídeo).
Este artículo lo ha patrocinado Nomisma Aste. Podéis seguir a Nomisma Aste en su web, en Facebook, en Instagram, en Youtube y en Bid Inside.
En podcast
Os dejo un podcast con un contenido semejante al de este artículo:
son unas monedas bellísimas, un detalle notable es la representación de Italia en el tercer tálero, muy poco común y si acaso, le noto un parecido a Fernando IV de Borbón , rey de Nápoles y Sicilia hasta 1825
Un saludo
Agradezco vuestras publicaciones e informes que de otro modo no pudiéramos acceder y menos disfrutar junto a los Alumnos de nuestro pequeño grupo escolar, en Chile
Hola, hace años me regalaron un talero de 1918 como el del artículo. Mi duda está en su autenticidad, todo indica que sería auténtico, pero el peso es de 26,86 g. y eso es lo que me hace dudar. Me podría indicar alguien si eso descarta su autenticidad o podría ser que pese algo menos. El diámetro es el que debe ser. Un saludo, muchas gracias y enhorabuena por el trabajo.