Bélgica, billetes de ocupación durante la Primera Guerra Mundial

Por todos es sabido que los primeros compases de la Primera Guerra Mundial fueron la anexión de Luxemburgo y Bélgica por parte del Imperio Alemán. Alemania declaró la guerra a Bélgica el 4 de agosto de 1914 y poco pudo hacer el pequeño país, que acabó totalmente ocupado en pocos meses. A partir de entonces Bélgica fue sometida hasta 1918 al Gobierno General, un organismo de ocupación presidido por un general alemán.

Bélgica. Ocupación Alemana de la Primera Guerra Mundial. 1 franco, 1916.

Se desató un caos monetario nada más comenzar la ocupación. En primer lugar porque los días antes de la invasión hubo una enorme corrida bancaria en Bélgica: los accionistas, los tenedores de deuda y los propietarios de billetes intentaron liquidar todas sus posesiones y convertirlas en oro. Eso hizo que las bolsas de Bruselas y de Amberes tuvieran que cerrar el 27 de julio de 1914, incapaces de atender a la demanda. Por otro lado, la doctrina alemana imponía que los territorios ocupados debían financiar el coste de la guerra, lo que exigió en los primeros días que el Banco Nacional de Bélgica imprimiese más billetes para financiar al ejército alemán.

Bélgica. Ocupación Alemana de la Primera Guerra Mundial. 2 francos, 1915.

Pero esto ya había sido previsto por el gobierno belga en retirada. A los directores de las sucursales locales del Banco Nacional se les pidió que destruyeran tantos billetes como hubiera en el banco. A su vez, las monedas, los billetes (emitidos o no), el oro y las planchas para fabricar billetes se trasladaron de Bruselas a Amberes, de ahí a Ostende y finalmente a Londres, donde llegaron a finales de septiembre. Con todo esto quedó el Banco Nacional como una entidad incapaz de aumentar la masa monetaria del país ni de financiar al ejército invasor. De hecho, el Banco Nacional no era ni siquiera capaz de adelantar a la Administración Pública el dinero que el ejército alemán le requería para sostener los costes de ocupación.

Bélgica. Ocupación Alemana de la Primera Guerra Mundial. 5 francos, 1915.

A partir de entonces comenzaron a aparecer distintas soluciones para solventar la escasez de numerario. La primera fue hacer circular los marcos alemanes con una tasa de cambio de 1 marco por 1.25 francos belgas. Los belgas no aceptaron estos marcos, tanto por motivos políticos como por el abuso en la tasa de cambio. También empezaron a florecer de manera espontánea billetes y vales emitidos por municipios o entidades privadas; llegaron a haber 800 entidades emisoras de moneda, de manera semejante a lo que 20 años más tarde experimentaría España durante la Guerra Civil. 

Pero los problemas económicos y sociales por falta de moneda seguían en aumento. Había un gran descontento social y los alemanes encontraban un enorme freno para que Bélgica contribuyera al esfuerzo bélico. Intentaron mil cábalas para solventar la situación. Entre ellas un infructuoso intento de convencer al gobierno belga en el exilio de que mandase de vuelta el oro y los billetes del Banco Nacional. También plantearon que el Reichsbank abriese una sucursal en Bélgica y tomase el control de la situación, pero consideraron que eso se entendería como el principio de una anexión de Bélgica por parte de Alemania. Finalmente, se coordinaron los principales banqueros del país y propusieron al gobierno belga en el exilio que fuese una entidad privada -la Société Générale de Belgique– la que emitiese nuevos billetes sin contar con el oro ni con las planchas del Banco Nacional. También emitió sellos.  

Bélgica. Ocupación Alemana de la Primera Guerra Mundial. 20 francos, 1915.

La Société Générale de Belgique emitió billetes con valores de 1 franco, 2 francos, 5 francos, 20 francos, 100 francos y 1.000 francos (todos representados en esta entrada, salvo el de 1.000 francos que es muchísimo más raro que el resto). En los de 20 y 1.000 francos se representó a Rubens, mientras que en el resto de valores se representó a Luisa María de Orleans.

Las emisiones de la Société Générale de Belgique buscaban proporcionar numerario a la población y, sobre todo, dotar de un medio de cobro al ejército alemán. Por ello se emitieron en gran cantidad lo que hizo que el circulante belga pasase de 1.218 millones de francos en 1914 a 2.651 millones de francos en 1918. A mayores se estima que al finalizar la guerra había otros 4 millones de marcos alemanes circulando por Bélgica (5 millones de francos, al cambio estipulado). No hay que ser un economista para entender que multiplicar por 6,28 la masa monetaria de un país en tan solo 4 años provoca una enorme inflación que los belgas tuvieron que asumir en la posguerra.

Bélgica. Ocupación Alemana de la Primera Guerra Mundial. 100 francos, 1916.

La próxima subasta de Gadoury

Gadoury ha publicado una subasta para el día 31 de agosto de 2023, que servirá de buen aperitivo para la subasta mucho más grande que tendrá lugar el 14 de octubre. Esta subasta de agosto consta de 258 lotes de billetes y 91 lotes de libros numismáticos, la mayoría en francés.

Buena parte de los billetes ofrecidos son europeos o chinos. Entre los europeos hay muchos billetes franceses, como el de 500 francos de 1959 o el de 25 céntimos de 1920, e italianos, incluyendo las 25 liras de 1923. También hay billetes de Mónaco muy interesantes, incluyendo algunas pruebas y otros emitidos durante la Revolución Francesa

Hay algunos otros billetes que representan una amalgama de países variados: Libia, Japón, Israel… incluso hay varios billetes de la Revolución Mexicana

Gadoury ha patrocinado este artículo. Podéis seguir a Gadoury en su web, en Numisbids, en Instagram, en Twitter, en Tiktok o en Facebook.

En podcast

Os dejo un contenido semejante al de esta entrada en formato podcast:

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