Pepe Botella no recibió las monedas que compró

El cabreo de Pepe Botella

Cualquiera que participe en los grupos numismáticos de Facebook conocerá a Pepe Botella. El no lleva mucho tiempo coleccionando pero es muy activo en redes sociales. Es una persona que irradia buen humor y es un hacha gestionando redes sociales, una tarea que es bastante más complicada de lo que parece

Pepe es el fundador del grupo de Facebook “La Taberna de la Numismática y la Notafilia, que últimamente es de los más activos y divertidos de esta red social. Allí se suelen dar todo tipo de discusiones metodológicas y se suelen debatir noticias. Más que entrar en los aspectos técnicos de las monedas y los billetes los taberneros comparten sus experiencias y opiniones sobre el coleccionismo. Su virtud está, justamente, en el debate y la diversidad de opiniones. Una virtud que para mí es condición sine qua non para participar en una comunidad online; cuando todos los que participan en una comunidad piensan igual en todo, eso no es una comunidad sino una secta.

El caso es que Pepe escribió un amargo hilo hace ya un par de meses. Os reproduzco parte de él:

[…] El día 8 de Junio de este año, contacto con el perfil de wallapop llamado xxxx, el cual tenía y tiene en venta numerosos billetes locales de la Guerra Civil Española. […]

Ese mismo día cerramos que le compraba 260 € en billetes locales y que me mandaría en breve el número de seguimiento vía correos. Vende en grupos de face, tiene buenas opiniones en wallapop ¿Que puede ir mal?

El día 14 de Junio (ya habían pasado días) , me manda un simple ticket de correos de carta ORDINARIA. Lógicamente le recriminé esa acción y me contesta que se había equivocado pero que los de correos son buena gente y todo llega.

Pues bien a fecha de hoy que ha pasado 1 mes no he recibido la carta; pero es que sus excusas son increíbles. “A ver si el cartero está de vacaciones” “A ver si tú cartero se confundió de casa y lo puso en el buzón del vecino”. 

Por último y cito textual: “El problema es que los envié y si devuelvo el dinero me quedo sin billetes y sin dinero, ¿Cómo sé si los has recibido y me estás diciendo que es mentira?

En todo este tiempo él no se ha interesado si me han llegado los billetes o no. Ha mostrado una actitud pasiva.

CONCLUSIÓN 

Que no quiere devolverme el dinero y me va tocar presentar una denuncia policial por lo que yo considero un delito de estafa.

¿Quien se confunde enviando un envío ordinario en vez de certificado? Algo no cuadra pero mi sospecha es que nunca se envío. Por supuesto me siento ESTAFADO.

Además tengo de testigo al único cartero del pueblo que en esa fecha hasta hoy NO he recibido ningún ordinario. Somos un pueblo súper pequeño y todo lo que me llega es certificado. El no tiene problemas en declarar en sede policial y judicial.

Lógicamente si yo denuncio algo que es falso ante la policía cometería un delito de simulación de delito (mucho más grave que lo otro). Pero como es cierto que yo NO he recibido los billetes y él presuntamente NO lo ha enviado o si lo has enviado ha cometido una negligencia que yo no voy asumir yo, pues que se resuelva en el juzgado.

[…]

El hecho de hacer pública esta presunta estafa es para evitar más posibles afectados. De momento yo he perdido 260€ , el cabreo de la parienta y la pérdida de tiempo, pero la historia continuará….

El debate surgido

Es obvio que Pepe no buscaba solo evitar nuevos estafados. El vendedor en cuestión se encontraba en la Taberna y, por supuesto, leyó el comentario de Pepe. Lo que buscaba Pepe era la participación de una comunidad que le apoyaba contra un vendedor. Ante el escarnio recibido quizá ese vendedor accediese a devolver el dinero a Pepe. Además, si el vendedor admitía los hechos conseguiría más pruebas para su denuncia.

Esa estrategia no es mala, aunque yo antes hubiera intentado resolver el conflicto de otra forma: hubiera intentado buscar un mediador que conociese a ambos y que hubiese podido interceder para que la situación se resuelva de la mejor forma posible para todos. Pero parte del problema reside, justamente, en que Pepe no conocía a nadie que pudiera mediar entre ambos.

Llegados a este punto, la comunidad simpatizó con Pepe en todo momento y le dio la razón de manera unánime. Si todos creyeron a Pepe es por la buenísima fama que le precede. Además, el vendedor participó en la conversación escribiendo lo siguiente:

Eso es mentira yo he enviado los billetes y le envié el tiquet de correos hasta le enviará uno de más que es muy caro y al decírselo me dijo que no estaba en el lote los de correos me permitieron sacarlo y lo envié y tengo los testigos de la oficina de correos, mi error fue no enviarlo certificado porque él pudo recibirlos y ¿Cómo sé que me quiere engañar para tener los billetes y el dinero?. Saludos y buenos días

Le estaba enviando aún por encima un billete de más de 95 euros que me costó a mi

Yo los he enviado llamen a la oficina de correos de Lalín y pregunten al director que se recuerda que tuve que regresar a recoger la carta para sacar un billete, pero la culpa es de correos y también es mi culpa por mi confianza que tenía en correos que no se pierdan las cartas.

Ante esta respuesta, que básicamente viene a admitir que lo dicho por Pepe es cierto, la comunidad en bloque solicitó al vendedor que asuma su error devolviendo el dinero. Se negó a hacerlo por supuesta desconfianza en Pepe y éste puso una denuncia. 

Entre los más de 200 comentarios salieron algunas cuestiones interesantes. Entre ellas quisiera destacar el vídeo que publicó José Antonio Castellanos. En él explica los fundamentos legales en España de los envíos. En el vídeo resume el Real Decreto 1/2007, que básicamente indica que el vendedor es el responsable hasta que el producto se entrega al comprador. Aquí os dejo el vídeo:  

Mi opinión al respecto

Lo del vendedor no son más que excusas de mal pagador. Suponiendo que realmente haya enviado la carta con los billetes, él se equivocó en el envío mandando como carta ordinaria un sobre que debería haber sido certificado. Simplemente debería asumir las consecuencias de su error. No hay más.

En cuanto a Pepe, una vez pasado el cabreo debería entender esta experiencia como un aprendizaje. Especialmente por sus últimas palabras en el texto que escribió: “yo he perdido 260€, el cabreo de la parienta y la pérdida de tiempo”. Una compra que se supone que iba a ser placentera se ha convertido en una forma de perder tiempo y dinero, además de tener una discusión familiar. Todo fue fatal.

Cuando compramos a gente que no conocemos y que no son profesionales tenemos que asumir este tipo de situaciones como algo normal. Gajes del oficio. Quien se meta “en lo profundo” a comprar monedas corre el riesgo de encontrarse con timadores o con personas que, sin buscar un timo, cometen errores que luego no quieren asumir. Quizá se confundan con el envío; quizá le vendan una moneda falsa, quizá manden la moneda que no era, quizá tarden semanas en enviar la pieza… 

A estos vendedores no se les puede exigir una ética profesional, simplemente porque no son profesionales. Tampoco tienen seguros que les cubran. Así que muchas veces sus errores los acaba pagando el comprador. 

Como consecuencia, quien se ponga a comprar por portales web a quienes no son profesionales debe asumir que las compras saldrán bien casi siempre, pero en un porcentaje de las veces saldrán mal. Ese porcentaje será menor cuando hay referencias del comprador o cuando se hayan hecho compras previas, pero el riesgo seguirá existiendo. 

El coleccionista debe juzgar si el riesgo asumido y el tiempo empleado en esas compras compensará la (supuesta) diferencia de precio con respecto a comprar a un profesional. Si decide que le compensa, que tire adelante con la compra. Eso sí, debe ser consciente que está asumiendo un riesgo para que, en caso de que el riesgo se materialice, no le suponga un enfado consigo mismo ni mucho menos con su pareja. Hay que entenderlo como lo que son: problemas que se dan de cuando en cuando como consecuencia de esa forma de comprar monedas.

Comentarios en: Pepe Botella no recibió las monedas que compró

    1. Si tienes que pleitear por 260 e. , ni para pagar abogado ni procurador

      Aparte de que según creo recordar sino superan los 400e no es delito es una falta admva. Pero seguro no estoy en todo caso …

      Menudo business…

        1. Al final és una experiencia, no exenta de dolor, donde no sólo Pepe ha aprendido mucho, todos al final hemos recibido una clase acelerada y magistral con mucha información de quién tiene la responsabilidad legal en los envíos. Estos casos nos ponen a prueba nuestra gestión e inteligencia emocional, templanza y buen hacer. Felicitar a Pepe por como lo ha llevado. La verdad que me impactó mucho lo sucedido a todos nos podía haber pasado 😞

  1. No sabía que un vez entregada una carta o sobre en correos se pudiera recuperar para modificar su interior.

    Dicho esto , muy raro alguien que esté acostumbrado a enviar por correo no lo haga certificado con esa cantidad de valor. Raro raro. A las malas pasas el valor del seguro al comprador que es lo que siempre me ha pasado a mí en compras entre particulares.

  2. Acabo de leer el post de Facebook, caso resuelto, le llegó el sobre pero con la falta de 4 billetes, un listillo pues se descubrió que esos 4 billetes los intento vender otra vez. Al final recupero el dinero de esos 4 billetes

      1. leí hasta el final… bueno es hacer una lista con las personas que no cumplen, para evitar que hagan artimañas en las cuales caigan otros coleccionistas bien intencionados y crédulos…

        1. Adolfo Ruiz Calleja

          Estas listas negras suelen generar muchísimos problemas.

          Si alguien reputado en una comunidad genera esa lista negra, por cada persona que meta en esa lista se creará al menos un enemigo. Al final no le quedarán más que enemigos y dejará de ser una persona con reputación.
          Si la lista se genera por parte de toda una comunidad, al final son los piques personales los que hacen que muchos acaben o no en esa lista. Tampoco funciona.

          La solución que yo siempre he llevado es la de comentar actitudes y prácticas, no personas. Luego que cada cual actúe como considere, que ya somos todos mayorcitos.

          Saludos,
          Adolfo

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