Vaultbox: ¿coleccionismo, ludopatía o especulación?

El 25 de enero de 2023 se lanzó la primera serie de Vaultbox, un producto que plantea una nueva forma de comprar monedas. Básicamente consiste en adquirir una caja Vaultbox por 595 $ que contiene tres monedas. ¡Pero el comprador no sabe qué monedas son!

Las Vaultboxes han generado mucho revuelo en Estados Unidos. Varios youtubers numismáticos han hablado de ellas (uno, dos, tres, cuatro, cinco…). También han aparecido entrevistas al director de la empresa y al director numismático de la empresa distribuidora. La prensa en castellano también ha hablado del tema; tanto Colemone como Dragon Oro y Plata lo consideran un producto pernicioso para nuestra afición

Hablamos el otro día al respecto en el Club Escudo. Queda claro que es un producto que no deja indiferente a nadie. Si dedico una entrada a este tema un mes después del lanzamiento es porque considero que tengo algo nuevo que aportar. 

Qué son las Vaultboxes

Vaultbox es un nuevo producto de una empresa que pertenece al mismo grupo que NGC. Este producto viene a ser como los sobres de cromos pero trasladado a las monedas. Y mucho más caro.

Una Vaultbox es una caja donde se encuentran tres monedas graduadas por NGC con unos slabs diseñados para la ocasión y que siguen la escala NGCX (pronto hablaré de ella). Estas cajas son temáticas, por lo que quien las adquiere sabe la serie de monedas que está adquiriendo pero no las monedas concretas. Por ejemplo, la primera -y hasta ahora única- serie se dedicó a los Modern American Eagles (moneda bullion estadounidense de los últimos años). Así que quien compró una Vaultbox de la primera serie sabrá que está adquiriendo tres American Eagles pero no sabe qué tres monedas en concreto. 

Lo normal es que el precio de las tres monedas incluídas no llegue al precio pagado por la Vaultbox. Pero el coleccionista puede tener suerte y encontrarse con una joya que vale miles de dólares. Es como trasladar a la numismática la idea de los sobres de cromos. Al menos eso es lo que dicen sus creadores. Pero yo encuentro varias diferencias:

  • Una Vaultbox cuesta 595 $ (al menos la primera serie), lo que supone un desembolso más que considerable.
  • La distribución de las monedas en las Vaultboxes hace que siempre se incluya algún ejemplar interesante, por lo que se acota la cantidad de dinero que se pierde.
  • Sin más que escanear el código de cada moneda se obtiene una oferta de compra por parte de NGC, de manera que la venta de las repetidas puede ser inmediata incluso para quienes no tienen ninguna relación con el mercado numismático.
  • Hay mucha más transparencia en las emisiones de las Vaultboxes que en los sobres de cromos o en los loot box de los videojuegos. 
  • Se ha generado escasez con las Vaultboxes. Estoy seguro de que lo han hecho a propósito.

Agotada la primera serie de Vaultbox

La primera serie de Vaultbox se ha dedicado a la serie más comercial en Estados Unidos, especialmente entre los coleccionistas noveles: los Modern American Eagles. En total se han creado 800 Vaultboxes de esta primera serie que incluyen 2.400 monedas de 250 tipos distintos. Aquí podéis ver la distribución completa de las monedas de toda la serie. Veréis que esas monedas están divididas entre comunes, poco comunes y raras. Cada caja contiene una de cada. 

Estas cajas se distribuyeron a través de PWCC Marketplace, un portal dedicado a la compra-venta de cromos. Se agotaron en 20 minutos a pesar de que solo permitían que cada usuario adquiriese dos Vaultbox. ¡Éxito total! Al menos desde el punto de vista comercial. Ya están preparando la segunda serie.

Es obvio que este éxito se debe a una escasez programada. NGC sabía perfectamente que vender 800 cajas sería pan comido. Por eso hizo una tirada tan corta y limitaron la cantidad de Vaultbox que podía adquirir cada coleccionista. De esta forma todos se quedan con ganas de más: los coleccionistas que no pudieron comprarlas y los que solo pudieron adquirir dos. Ahora están todos deseando que salga la segunda serie. Es una estrategia idéntica a la que hace Patek Philippe

Un producto especulativo

Las Vaultbox es un producto que cuesta mucho entender desde el otro lado del Atlántico. Nuestra concepción del coleccionismo es diferente. Subrayamos más los aspectos históricos y no tanto los temas de coleccionismo, inversión y especulación. También solemos hablar de otro tipo de precios: los sueldos en Estados Unidos pueden permitir que una familia haga un desembolso de 595 $ con mucha más alegría que en España.

Hay coleccionistas que relacionan las Vaultbox con la ludopatía, asemejándolas a las loot boxes de los videojuegos. Unas loot boxes que en España salieron al debate social hace unos meses y que el Ministerio de Consumo sigue queriendo limitar. En mi opinión no tienen absolutamente nada que ver.

El peligro de los casinos, de la lotería, de las máquinas tragaperras y de los loot boxes no es que se pueda ganar o perder dinero mediante el azar. Eso no deja de ser más que un juego. El peligro radica en que se fomenta la ludopatía utilizando técnicas psicológicas que inciden especialmente en la población más vulnerable.  Por ejemplo, ahí tenemos al Ministerio de Hacienda gastando 13,6 millones en anuncios para atraer a los jóvenes a la lotería y para aumentar la frecuencia de los actuales jugadores. Ese tipo de prácticas son perniciosas, no el azar de por sí.

Yo nunca he oído hablar de nadie que haya generado una ludopatía a los cromos de Panini o a los “sobres sorpresa” que venden en las ferias. Esto a pesar de que  son productos que se dirigen a un público infantil, que a priori es muy vulnerable. Con las Vaultboxes ocurrirá lo mismo.

En mi opinión, las Vaultboxes son un producto comercial que busca tres objetivos ninguno de los cuales tiene nada que ver con la ludopatía:

  • Fomentar el coleccionismo. Es obvio que, al menos esta primera serie, busca llegar a un público ajeno a la numismática. Proponen una forma divertida de adquirir monedas; las distribuyen en un lugar de compra-venta de cromos; buscan una serie atractiva, sencilla y comercial; y las gradúan con una escala mucho más habitual entre los coleccionistas de cromos o cómics que entre los numismáticos.
  • Fomentar la especulación numismática. Si muchos aficionados a la numismática se han hecho con una Vaultbox creo que es por pura especulación, algo que se ve con muchos mejores ojos en Estados Unidos que en Europa. Habrá quien haya adquirido las cajas para abrirlas y ver si ha tenido la suerte de adquirir una moneda verdaderamente cara. Pero muchos habrán sido quienes hayan guardado las cajas sin abrir esperando que en el futuro las Vaultbox sean un coleccionismo en sí mismo. Hay coleccionistas de variedades de slabs de NGC; hay coleccionistas de Red Books; ¿por qué no va a haber en el futuro coleccionistas de Vaulboxes? ¡En tal caso esta primera serie costará un auténtico dineral! 
  • Encontrar un nuevo canal de ventas. Esta primera serie está conformada de American Eagles, que son monedas tremendamente comerciales y fáciles de vender. Pero quizá en el futuro hagan Vaultboxes de otras monedas menos comerciales y encuentren en esta práctica una forma de dar salida a cierto género.

En cualquier caso, yo creo que los detractores de las Vaultboxes pueden dormir tranquilos. Dudo mucho que un producto así fuese a tener éxito en España o en cualquier otro país europeo o hispanoparlante. Simplemente no encaja en nuestra cultura.

9 comentarios en “Vaultbox: ¿coleccionismo, ludopatía o especulación?”

  1. Si las monedas cuestan más en la caja que individualmente, con la única expectativa de tener la suerte de que te toque la de mayor valor, no le veo sentido como coleccionista. Menos aún tratándose de monedas bullion, que aunque las hay bonitas, no me llaman la atención.
    Cualquier día te sacan una serie de 8 Reales y que te pueda tocar una de una ceca o año muy escaso o de 8 Escudos.

  2. Estos quieren hacer lo mismo que hacen las empresas con las cartas Magic o Pokémon, el problema esta en que las cartas tienen una función en un juego a parte de los que las coleccionan, las monedas pues nos son más que parte de un juego single player y eso resta interés ya que no las puedes sacar en medio de una partida y ganar gracias a esa carta que te ha costado 300$, es forzar el coleccionismo rozando el juego.

  3. Para mi este nuevo negocio (que de nuevo no tiene nada, pero llevado al mundo de la numismática hay que reconocer que si es bastante innovador), no es de colección, está más entre el juego (y lo sé por propia experiencia, trabajo en el sector de los videojuegos), y la especulación, que al final también de eso trata, apostar a que al comprar una caja vaya a sacar un beneficio inmediato o al cabo de un tiempo. No creo que un coleccionista de monedas americanas se haya comprado una caja de estas para intentar completar su colección de american eagles.

    Aquí como en los videojuegos, también se está jugando (y nunca mejor dicho) con dos factores de monetización muy potentes; la exclusividad y la urgencia. La única diferencia con los loot boxes es que aquí encima tienes ese aliciente extra, y para mí el más potente que es el de la escasez (tienes solo x cajas disponible y no habrá más… como nuestros linces ;)
    Y el negocio funciona igual de bien tanto si metemos monedas dentro de las cajas, como minerales, en las cuales nos podría tocar tanto un trozo de carbón, como una pepita de oro australiano. Porque el mecanismo es el mismo, lo que pasa es que al ser monedas y no otra cosa, nos ha tocado la patata.

    Pasándolo a nuestro país se podría decir que está más cerca de la rifa del lote de navidad de muchos bares, porque tienes unos números limitados, y tienes tu Jamón y botella de whisky bien visible.

    Que le auguro un futuro a esto… claro que sí. Desde el principio de los tiempos nos ha gustado jugar de una u otra forma, y jugar apostando. Pero hay que distinguir entre un juego y un hobby.

  4. Chicos no se pelien,… jajaja!!!, esas cajas «cerradas» nunca deben ser abiertas,. si lo son perderían el «valor». No se trata de un producto numismático pero si de coleccionismo, lo que «vale» es la caja cerrada y no su contenido. Ábrelo y te encontraras con el siguiente mensaje: «Sigue Participando»

  5. Gracias por la mención Adolfo y gracias a ColeMone por su artículo original.
    Creo que los aficionados tienen tres puntos de vista diferentes, que es al fin de lo que se trata, y así enriquecer la perspectiva. Es un tema lo suficientemente interesante y complejo para sacar artículos y vídeos. El esquema puede verse desde varios puntos de vista:
    Desde un punto de vista Numismático, pues no debería tener interés. Las monedas que se presentan no tienen ese contenido histórico que nos gusta. Son monedas sin enjundia.
    Desde un punto de vista inversor, meramente “especulador” podría tener sentido. Incluso cajas que no son abiertas con porcentaje de opciones de “ganancia” mínimo han resultado muy rentables en la reventa por eBay. Incluso ya abiertas, los slabs VaultBoxes cotizan con premium como puse en el vídeo.
    Desde un punto de vista inversor con gusto por la historia y hasta cierto punto coleccionista, que es mi perfil, no me es útil. Me gusta tener el control y escoger yo mismo las piezas. Espíritu de cazador supongo.
    Un saludo

  6. Ahora va resultar que todos los coleccionistas europeos son historiadores, venga ya. Quien diga que el coleccionismo americano está ligado a la especulación, es porque no tiene ni la menor idea de este negocio.
    Y finalmente, yo que conozco ambos mercados puedo asegurar que no es que las “vaultbox” no encajen en la “cultura” europea, no encaja, ni encajará con sus bolsillos. Las cosas como son.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Yo no lo veo así.

      Por las mismas podrías hacer en Europa vaultboxes más baratas. Se podría copiar el sistema con monedas de los Reyes Católicos que cuesten 200 euros la caja. Se asegura que hay un real en cada caja pudiéndote tocar uno anterior a la pragmática o un doble excelente. Y listo… si en Europa no podemos gastar 595 $ quizá las vaultboxes europeas costarán 195 $.
      Pero no creo que esto se dé en el corto plazo por motivos culturales. Primero tiene que extenderse su uso en Estados Unidos y después seguro que alguien lo intenta en Europa.

      Saludos,
      Adolfo

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