Los follis de Maximiano

Maximiano es uno de los emperadores romanos más complejos y difíciles de clasificar. Fue un gran militar que vivió épocas muy convulsas y no siempre supo jugar adecuadamente sus cartas. Junto con Diocleciano fundó la Tetrarquía. Mas ese sistema de gobierno obligaba a los emperadores a retirarse tras permanecer 20 años en el cargo. Eso es lo que no supo hacer Maximiano. 

En esta entrada hago un breve repaso a la extensa producción monetaria de Maximiano, centrándome en sus follis (así las denominaré por ser la forma más común a día de hoy, aunque no conocemos su denominación histórica); dejaré de lado sus raros áureos y argentums, así como las monedas provinciales a su nombre (fundamentalmente tetradracmas de Alejandría).

La diarquía (285-293)

En el año 285 Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército oriental. Ese mismo año nombró César a Maximiano y, poco después, le nombró Augusto. Se formaba así la Diarquía, una forma de repartir el poder del Imperio con el objetivo de gobernarlo y defenderlo mejor. 

En el año 287 Maximiano tomó el título de Herculius. Por eso hay veces que nos referimos a él como Maximiano Hercúleo (es típico en los catálogos de monedas).

Durante este tiempo se acuñaron monedas a nombre de Diocleciano y de Maximiano. No fueron follis sino antoninianos, pues la Reforma de Diocleciano no concluyó hasta el 294. El Imperio Romano seguía acuñando antoninianos teniendo en cuenta las reformas de Aureliano del 274. 

Diocleciano. Antoniano. Ticinum, 292.

La primera Tetrarquía (293-305)

Cuando se conformó la primera Tetrarquía, en el año 293, Maximiano pasó a ser Augusto de occidente (más detalles). Él controlaba Italia, Hispania y África.

Durante este periodo se acuñaron una enorme cantidad de follis a nombre de Maximiano. Estos follis no solo se acuñaron en las cecas de Italia y África (Hispania no tenía cecas por aquel entonces), sino que las 14 cecas romanas de la época acuñaron monedas a nombre de Maximiano y de los otros tres tetrarcas.

En esta época la cantidad de monedas a nombre de Maximiano es enorme. Entre las distintas cecas, oficinas y emisiones bien podría alguien dedicar toda su vida a coleccionar las monedas de Maximiano de la Primera Tetrarquía; lo más probable es que no acabase nunca.

Os dejo dos ejemplos de entre los muchos que ahora ofrece Tauler & Fau:

Maximiano. Follis. Alejandría, cuarta oficina, 286-305.
Maximiano. Follis. Aquileia, primera oficina, 303.

Tras su primera abdicación (305-306)

El sistema de la Tetrarquía implicaba que tras 20 años de Augusto se debía abdicar para dejar paso a que los césares tomasen dicho título. Como Maximiano tomó la púrpura en el año 285, en el 305 tuvo que abdicar.

Los nuevos tetrarcas siguieron acuñando moneda, en menor cantidad, a nombre de los augustos jubilados: Maximiano y Diocleaciano. No es difícil reconocer esas monedas porque llevan el título “Felicissimo” o “Beatissimo” seguido de “SEN AVG” (Senior Augusto). Un ejemplo es el siguiente:

Maximiano. Follis. Antioquía, séptima oficina, 306.

La rebelión de Maximiano (306-310)

A Maximiano le costó dejar el poder. Tanto fue así que a finales del 306 se volvió a proclamar Augusto y apoyó la rebelión de su hijo Majencio. Poco después intentó deponer a Majencio, algo que no consiguió. En el 308 se dio por finalizada la rebelión con el Concilio de Carnuntum, en el que definitivamente se desposeía a Maximiano de cualquier poder gubernamental.

Maximiano no debió quedar contento con el resultado del Concilio y en 310 intentó una nueva rebelión infructuosa. Como consecuencia le obligaron a suicidarse. 

En estos tiempos tan convulsos también se acuñaron monedas a nombre de Maximiano. En esta época la cantidad y variedad de monedas es menor. No acuñaron todas las cecas, sino que solo acuñaron Aquileia, Londinium, Roma, Ticinum, Lugdunum y Treveris. Aquí tenéis un ejemplo:

Maximiano. Follis. Ticinum, segunda oficina, 307-308.

Acuñaciones póstumas con Majencio (310-312)

Tras la muerte de Maximiano, Constantino I (en el este) y Majencio (en el oeste) se vieron enfrentados. Constantino I decretó la damnatio memoriae a Maximiano, mientras que Majencio le rendía honores. Esos honores se vieron reflejados en unas pocas y escasas acuñaciones póstumas.

Las acuñaciones póstumas son fáciles de reconocer porque en la leyenda se le cita como “Divo Maximiano”.

Que yo sepa, en este periodo solo se acuñaron monedas a nombre de Maximiano en la ceca de Ostia. Os muestro un ejemplo:

Maximiano. Follis póstumo. Ostia, tercera oficina, 310.

Acuñaciones póstumas con Constantino I (317-318)

Contra todo pronóstico, una vez que Constantino I derrotó a Majencio perdonó de manera póstuma a Maximiano. Tanto fue así que retiró su damnatio memoriae e incluso le divinizó. Esto hizo que en los años 317 y 318 Constantino I mandase acuñar monedas en honor a Maximiano.

Estas monedas se acuñaron en Treveri, Tesalonica, Siscia y Roma. Aquí os dejo un ejemplar:

Maximiano. Medio follis póstumo. Siscia, 317-318.

Summer Sale de Tauler & Fau

Tauler & Fau ha organizado dos subastas para finales de este mes: la subasta Summer Sale, el día 28 de junio, y la subasta Tauler & Fau Selection, el día 29 de junio. La subasta Summer Sale se compone de 1.226 lotes, mientras que la Tauler & Fau Selection presenta 269 lotes de muy alta calidad. En esta entrada revisaré brevemente la primera subasta, dejando la segunda para dos entradas posteriores.

La Subasta Summer Sale da un amplio repaso a la historia de la numismática con monedas que abarcan un amplio rango de precios. En una subasta así es muy difícil hacer una síntesis por lo que os recomiendo que echéis un vistazo por vuestra cuenta, al menos a los apartados que coleccionáis.

La Edad Antigua tiene muy buena representación. Hay varias monedas griegas muy interesantes, capitaneadas por cinco tetradracmas de Atenas. Tras 50 monedas de la Hispania Antigua se da paso a la sección que más me ha llamado la atención de la subasta: la moneda romana. Tanto la República como el Imperio Romano están muy bien representados, con monedas interesantes y aptas para cualquier colección. Se da un muy buen repaso desde los primeros tiempos de la República hasta el final del Imperio, incluyendo monedas del calibre de este áureo de Tiberio o este denario de Claudio

La colección de Moneda Medieval presenta algunas monedas bonitas, que no tienen por qué ser demasiado caras. Un buen ejemplo es este quirate almorávide. También incluye algunas rarezas, como este cornado navarro de Francisco Febo

La moneda española es, sin duda, el apartado más comercial de la subasta. La gran cantidad de monedas de 8 reales atraerán la atención a muchos coleccionistas. Entre ellas tenemos este ejemplar macuquino de Madrid, el duro “María” de 1687, varios columnarios limeños… Pero no solo hay duros. Hay otras piezas tan interesantes como esta onza sevillana de 1701

En cuanto a la moneda extranjera, hay una buena colección de monedas alemanas de finales del siglo XIX y principios del XX. También quisiera llamaros la atención sobre las monedas de “VIGO”, relacionadas con la plata de la Batalla de Rande. Se presentan cuatro ejemplares (6 pence, 1 shilling, media corona y corona), que no son nada comunes de ver. 

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