Antoniniano de Galieno

El Emperador Galieno

En el año 253 Valeriano marchó con sus tropas de Renania contra las legiones de Emiliano, quien a su vez habían usurpado el trono a Treboniano Galo. Así se hizo Valeriano con la púrpura.

El Imperio Romano vivía una época de auténtico caos por los continuos golpes de estado y por el acecho de sus enemigos tradicionales: las tribus germánicas y los persas. Por eso Valeriano tomó la inteligente decisión de dividir el poder imperial: Valeriano marcharía a Oriente, donde los persas acababan de invadir Antioquía y Armenia; mientras que su hijo Galieno se quedó en Occidente tras haber sido nombrado co-emperador.

Tras años guerreando con los persas, Valeriano cayó prisionero en el año 260. Era la primera vez que un emperador romano era hecho prisionero por unos “bárbaros”. Según algunas fuentes, le ultrajaron antes de ejecutarlo. No se sabe mucho a ciencia cierta de lo que hicieron con él, pero queda muy claro que el rey persa Sapor I estaba tan orgulloso de su trofeo que le dedicó un impresionante relieve en la necrópolis de Naqsh-e Rustam. Yo mismo lo pude visitar. 

Una vez que Valeriano falleció, Galieno se quedó como Emperador de todo el Imperio Romano. ¡Menudo papelón!

El aspecto más llamativo de su reinado fue la independencia de facto del Imperio Galo-romano, del que Ulises Gardoni nos habló hace un par de semanas. Por el otro lado del Imperio también hubo una independencia de facto. El Imperio de Palmira, dirigido por la ínclita Zenobia, también se fue por su cuenta. De este efímero imperio apenas se acuñaron unos pocos antoninianos en Antioquía, que a día de hoy son muy caros.  

Hay autores que entienden a este momento en el que el Imperio Romano se resquebraja como el punto más profundo de la crisis del siglo III. Otros lo ven como la única solución que había en ese momento para poder defenderse: distribuir el poder y que cada cual guarde una frontera. De hecho, mal que bien Galieno pudo repeler a los godos y alamanes que se adentraron en su territorio. 

Galieno fue finalmente asesinado en el año 268, cuando sus legiones estaban sitiando Milán para poner cerco al usurpador Aureolo.

Tenéis una buena introducción a este periodo en la segunda temporada del podcast El Ocaso de Roma (podcast más que recomendado).

Precio de un antoniniano de Galieno

Galieno es un emperador que acuñó muchísimos antoninianos, tanto cuando era co-emperador con Valeriano como cuando gobernó él solo. Por eso hay quienes desprecian los antoninianos de Galieno solo por serlo. Pero los coleccionistas que profundizan más saben que los antoninianos cuesta encontrarlos en alta calidad.

Tal es el caso del ejemplar que ilustra la entrada. Es una moneda de muy alta calidad. Cuesta ver un antoniniano así por común que sea (y este tipo no es especialmente común). 

En 2019 se subastó otro buen ejemplar de este tipo de antoniniano, rematándose en 190 euros. Ese ejemplar tiene más desgaste que el que ahora se ofrece, pero no presenta la pequeña grieta que tiene el que ilustra la entrada. Es difícil valorar cuánta “penalización de precio” supondrá esa grieta. Pero probablemente sean antoninianos con un precio de mercado semejante.

La próxima subasta de Nomisma

Nomisma arranca el año con una subasta online los días 29 y 30 de enero. Es una subasta de 1338 lotes muy variados y aptos para todos los bolsillos.

De la Edad Antigua se pueden destacar algunas monedas romanas imperiales. Por ejemplo, este denario de Galba o el áureo de Faustina. La Edad Media se pasa rápido, pero se dejan algunas monedas bizantinas muy curiosas, tanto en cobre como en oro.

Lo mejor de la subasta es, sin duda, la moneda italiana. Entre ellas hay muy buenas piezas bajo el reinado de monarcas españoles. Por ejemplo, de Milán me ha gustado este Felipe de 1707, con un magnífico reverso; de Mesina el escudo de Felipe III y el raro 2 taris de Carlos II; en Nápoles hay mucho donde elegir, pero yo destaco el ducado de Fernando de Aragón y el precioso medio carlino de 1755. 

También merece la pena echar un vistazo a las monedas internacionales, donde aparecen unos 4 reales de Córdoba (Argentina) de 1852 o unos estupendos 10 céntimos parisinos de 1808, entre otras muchas piezas.

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Descripción Nomisma

Gallieno (253-268) Antoniniano – Busto radiato a d. – R/ La Felicità seduta a s. – RIC 192 MI (g 2,92) Un bellissimo esemplare di grande qualità e con argentatura completa. Grading/Stato: qFDC

Fuente.