Trishekel de Cartagonova

Periodo: Edad Antigua

País: Hispania Cartaginesa

Ceca: Cartagonova

Denominación: trishekel

Metal: plata

Calidad: MBC+

Peso: 18.95 g.

Casa de subastas:  Ibercoin

Fecha: 15 de junio de 2021

Precio de salida: 20.000 euros

Los rarísimos trishekel de Cartagonova


En este caso, me limito a dar visibilidad al texto que adjunta Ibercoin a la descripción del trishekel que ilustra esta entrada. Creo que es un ensayo muy interesante que merece ser leído.


Plata en la Hispania Cartaginesa

La presencia de los cartagineses en la Península Ibérica y su enfrentamiento con Roma hace necesario un numerario abundante por lo que se acuña moneda en diferentes cecas de la Península, unas establecidas en ciudades partidarias de los Bárquidas que ya acuñaban moneda como Ebusus y Gadir, y otras en cecas no totalmente precisadas hasta el momento o incluso móviles. Se ha sugerido que las emisiones con plata hispana quizás no deban atribuirse a ciudades determinadas y sean emisiones militares (E. Collantes, Historia de las cecas de Hispania Antigua, Madrid 1997). Lo que ha quedado claro, desde Zobel y Vives Escudero, es que estas monedas son atribuibles a la Península Ibérica dado que sólo se encuentran en ella.

La abundancia de galena argentífera de las minas hispanas hizo de la plata un excelente sustrato con alta ley sobre el que acuñar. El contenido en plata de esas monedas es del 96% (Sejas del Viñal, 1993) y las acuñadas por Gadir mantienen en su composición una pequeña cantidad de cobre como característica diferencial (Kurz, 2010). Las minas de Baebulo (¿Palazuelos, en la zona de Cástulo?) rendían 300 libras de ese material al día (Plinio, XXXIII, 97), lo que supondría una cantidad de unos 50.000 kg de plata al año. Según Villaronga (1995), los cartagineses acuñaron 37.989 kg de plata entre 237 y 231 a.C. El esfuerzo bélico en ese momento eleva los costes militares del ejército cartaginés a más de 38.000 kg de plata al año (Ferrer Maestro, 2001-2002). Los romanos, al tomar Cartagonova en 209 a.C., capturaron más de 6 toneladas de plata y, de ellas, 18.300 libras de plata acuñada (T. Livio, XXIV, 49). Este botín supuso el equivalente a 1,5 millones de denarios teniendo en cuenta el contravalor de dichas monedas (Collantes, 1997). La moneda hispano-cartaginesa no circuló después del 206 a.C.

La amonedación en plata sigue una métrica hispano-cartaginesa con un shekel de 7,20 g, un doble shekel y un triple shekel de 22 g. La estatera de oro de 7,60 g equivaldría a 8 shekels si siguiera el uso de la época, pero esa proporción podría ser de 1 a 10 o hasta de 1 a 11,33 como propone Villaronga, por la infravaloración de la plata debida a su abundancia. Evidentemente, se debieron acuñar más monedas de módulo pequeño que grandes trishekels por razones operativas obvias. La limitada circulación de esas grandes piezas motiva que sus hallazgos sean excepcionales.

Estilo del trishekel

Las primeras emisiones son del mejor estilo sículo. En su anverso figuran bellos retratos helenísticos que se cree representan a divinidades, aunque autores como Beltrán, Robinson, Cassola, Picard o J.L. Aledo (2020), han apuntado que sean retratos de los jefes Bárquidas y que, tal como se recoge en el Diccionario de cecas y pueblos hispánicos, de Mª Paz García-Bellido y Cruces Blázquez (CSIC, 2001), la cabeza varonil del anverso de las monedas de la proa corresponda a Asdrúbal, triarca de la flota cartaginesa bajo el mando de Amílcar en los años inmediatos al desembarco en Gadir, entre el 237 y el 232 a.C., que es cuando Villaronga data esas monedas. Sin embargo, además de no haber argumentos en pro de ello, hay que tener en cuenta que la representación de personajes humanos se sale de la tradición cartaginesa, y más si esa representación explicita, en este caso mediante la ταινία que porta la figura en cuestión al estilo de
los soberanos helenísticos, un estatus que excede de largo los patrones jerárquicos admitidos por Cartago y que sólo se explicaría en el caso de que los Barca hubiesen decidido instaurar una monarquía personal en la Península. Es cierto que la base del poder de los Barca fue su ejército, lo que es una característica de los Βασιλείος helenísticos, aunque en este caso no pueda hablarse propiamente de una Βασιλεία helenística, debiendo recalcar que tanto Amílcar primero como Asdrúbal después, tras la muerte de aquel y tras su aclamación como comandante en jefe por sus tropas, fueron ratificados en ese puesto, cada uno en su momento, por la Asamblea Popular y el Senado de Cartago (Ferrer Albelda, 2011). No hay que olvidar tampoco que en los años de datación de estas monedas es Amílcar el que ostenta el mando supremo, por encima de su yerno Asdrúbal, por lo que hubiera sido más lógico que le precediera en esa supuesta atribución real y no quedar relegado a ser representado ulteriormente, por más que heroizado como Heracles-Melqart, tras su muerte en 229 a.C., en los anversos de las monedas de la clase III, tal como proponen los autores citados.

Más adecuado parece pues pensar, junto a autores como Vives, Gómez Moreno, Villaronga, Mora (2003), Alfaro (2004), Kurz (2010), Ferrer Albelda (2011) y Martínez Chico (2014) entre otros, que esa cabeza diademada corresponda a un dios de profunda implantación fenicio-púnica, muy venerado en su templo de Gadir desde tiempos antiguos, protector de los Barca y de los navegantes, tal como era el Melqart tirio. Esto explicaría la ausencia iconográfica de los atributos clásicos del sincrético Melqart-Heracles griego, barba, clava y leonté, en las monedas de la proa, lo que también se observa en algunas monedas griegas y sicilianas de Agyrium, en las que la leonté caída sobre la espalda deja ver la cabeza de Heracles desnuda diademada. Collantes, por el contrario, atribuye dicha cabeza diademada a Eshmun (Ashmon en el texto) sin dar más argumentos, aunque en las imágenes que adjunta de un dishekel de la proa apunta a que la figura del anverso sea la de Baal-Hammon. En la Península está acreditada la existencia de un templo de Eshmun en Cartagonova. Como puede verse, la polémica de largo recorrido y difícil solución está servida desde hace tiempo.

La proa de la nave de guerra, con varias filas de remos y escudos en la borda, habla bien a las claras del poderío militar naval cartaginés. Naves que los fenicios representaban completas en el reverso de algunas de sus monedas.

medio shekel
Medio shekel sidonio ca. 435-425 a.C.
trishekel
Trishekel sidonio 401-366 a.C.

Desde el s. IV a.C. hay una serie de poleis griegas como Quíos, Phaselis y Lindos que colocan sólo la proa del barco en el reverso de sus monedas, siguiendo las monedas hispano-cartaginesas de la serie de la proa ese modelo helenístico que va a encontrarse también en monedas romanas desde el 225-217 a.C.

estátera de Phaselis
Estátera (plata) de Phaselis (Licia) ca. 250-220 a.C.
aes grave
Aes Grave. As Roma 225-247 a.C.
denario Lutatio
Denario Q. LUTATIO 109-108 a.C.

El delfín bajo la nave debe de ser una marca de valor del trishekel y del shekel en el caso de esta serie, siendo un hipocampo la marca en el dishekel. El número de escudos en la borda es también una marca de valor con correspondencia numeral directa.

Contexto de acuñación

Gadir fue la base de la flota cartaginesa en esa primera época y centro de reclutamiento de mercenarios que formarían en gran parte el ejército bárquida. El numerario necesario para pagar esas tropas motivó el acuñamiento de enormes cantidades de monedas, aunque, como ya se ha dicho, mayoritariamente debían de ser de valor menor que el trishekel. Extrapolando a partir del salario de los mercenarios griegos en ese tiempo, marineros y hoplitas recibían diariamente entre 1/2 y 1 dracma, y los oficiales de infantería y jinetes 1 dracma, costando un caballo entre 300 y 1000 dracmas (M.P. García-Bellido y Cruces Blázquez. Diccionario de cecas y pueblos hispánicos. CSIC, 2001). Alfaro (2000) estima, de manera tanteada y al alza, en 15 shekels hispano-cartagineses el salario mensual de un soldado del ejército cartaginés en esa época. Hay que tener en cuenta que el ejército cartaginés en la Península al inicio de la II Guerra Púnica reunía más de 100.000 infantes, unos 13.000 jinetes y 58 elefantes. La flota disponía de 57 navíos de guerra, 50 quinquerremes, 2 cuatrirremes y 5 trirremes (Ferrer Maestro, 2001-2002).

La clase II se asocia pues al desembarco del 237 a. C. y a la zona de Gadir, aunque García-Bellido (2001) se decanta por Cartagonova como lugar de acuñación y Martínez Chico (2014) se inclina por la suma de ambas opciones. La cabeza del anverso tiene un paralelo próximo en las piezas siracusanas de Hierón II (276-215 a.C.), lo que podría involucrar a artífices siracusanos en la confección de los cuños hispanos.

trishekel

Ejemplares conocidos

Son pues, en especial el trishekel, piezas de alto valor, tanto artístico, como propagandístico, como adquisitivo, representando el culmen de la numismática cartaginesa en Hispania. Los hallazgos son excepcionales, sea por su escasa producción y por su circulación restringida, o por su transformación en plata romana tras la derrota cartaginesa. Villaronga en su obra Las Monedas Cartaginesas, de 1973, censa un trishekel de la proa agujereado en una colección particular.

rishekel de Cartagonova. Perteneciente a la Colección Cores.

En su revisión del tema, Diez Años de Novedades en la Numismática Hispano-Cartaginesa 1973-1983, publicada en 1983 en la Rivista di Studi Fenici, publica un segundo trishekel de la proa, procedente del tesoro de Cuenca, con un peso de 22,27 g. Según el autor, se trata del mismo cuño de anverso que el anteriormente conocido y un cuño distinto, de cuatrirreme, en reverso.

Estos dos ejemplares y el nuestro (3) se instalan frente al total de 341 monedas hispano-cartaginesas de otros módulos halladas en contextos arqueológicos y 317 procedentes de tesoros, según el censo de Villaronga (Necesidades financieras en La Península Ibérica durante la Segunda Guerra Púnica. Nummus 1981-1983). Entre todas ellas, se han hallado 18 monedas de la proa de la clase II de Villaronga, en las que se utilizaron 10 cuños de anverso y 15 de reverso. La estimación del número de cuños empleados en la acuñación de estas monedas es de 15 de anverso y 56 de reverso según el método de cálculo de LyonCarter, 13 de anverso y 45 de reverso según el método de Carcassone, y 12 de anverso y 45 de reverso según el método de Mora Mas. Villaronga determinó como media 20.000 monedas hispano-cartaginesas las acuñadas por cada cuño, lo que corresponde bien con el importante numerario necesario para las acciones de los Bárquidas en Hispania.

Precio de un trishekel de Cartagonova

Se conocen tres ejemplares de estos trishekels:

Con estos pocos datos es muy difícil estimar un rango de precios razonables para el trishekel que ahora se ofrece. Tomando como referencia el remate de 2003, y habiendo pasado ya 18 años, es razonable considerar que la moneda pueda valer ahora al menos es doble. Es decir, unos 30.000 euros de remate serían razonables, a mi entender. En mi opinión eso es lo máximo que razonablemente se puede pagar por un trishekel hispanocartaginés (salvo que represente un elefante; en tal caso puede ser todavía más caro).

La Colección Turiaso en Ibercoin

Ibercoin ofrece para el 15 de junio la Colección Turiaso, una interesantísima colección de moneda antigua centrada en la moneda Hispana. Esta colección se compone de 840 lotes en total, así que hay mucho donde elegir.

Hay algunas monedas griegas y más de 100 ejemplares romanos. Muchos de estos últimos son denarios, tanto republicanos como imperiales. Por lo general, son monedas bonitas con una calidad media-alta que se mantiene constante a lo largo de toda la colección. Si bien hay algunos ejemplares que destacan y son apropiados para los bolsillos más pudientes; vayan de ejemplo este denario de Augusto, este otro de Tiberio, este de Otón o este de Nerón.

Creo que este comentario es generalizable a la colección de la Hispania Antigua, que es el núcleo de la Colección Turiaso. Hay más de 700 lotes con una calidad media bastante alta a lo largo de toda la colección. Es obvio que el cedente tiene un buen gusto estético y ha forjado esta colección a lo largo de mucho tiempo, buscando ejemplares bonitos pero no «exclusivamente la excelencia» (eso es inteligente por su parte). Esto le ha hecho forjar una buena representación de las acuñaciones de la Hispania Antigua, que incluyen tanto monedas hispanorromanas, hispanocartaginesas, íberas y griegas.

Yo recomendaría a cualquier interesado en la moneda de la Hispania Antigua que echase un vistazo con calma a esta colección. Hay monedas para todos los bolsillos y una enorme variedad de cecas. Los ejemplares más espectaculares son los hispanocartagineses de la ceca de Cartago. Además del que ilustra la entrada se puede citar el dishekel con la proa del barco, o el 1 1/2 shekel con el elefante. También hay que citar a los divisores de Emporitón (uno, dos, tres) pues son ejemplares rarísimos. En otro tipo de cecas, me han llamado la atención el denario de Osca, el dracma de Sagunto y muchos otros.

En Imperio Numismático también están comentando esta subasta.

Descripción ofrecida por Ibercoin

CARTAGONOVA (Cartagena, Murcia). Trishekel. (Ar. 18,95g/30mm). 235-220 a.C. (FAB-480). Anv: Cabeza masculina diademada a izquierda. Rev: Proa de nave con tres escudos, debajo delfín. MBC+. Rarísimo ejemplar, tenemos referencia de dos ejemplares ofrecidos en subastas públicas, uno de ellos (perforado) procedente de la Colección Cores subastada el 27/10/2016 por Jesús Vico, la otra subastada en la «Selección de 500 de Monedas, Medallas y Billetes» del 05/03/2003 por Aureo & Calicó.

Fuente

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