
Periodo: Edad Moderna
País: Colombia (Imperio Español)
Ceca: Santa Fe de Nuevo Reino
Reinado: Felipe IV
Denominación: 2 escudos
Calidad: MBC-
Peso: 3.24 g.
Casa de subastas: Tauler & Fau
Fecha: 22 de septiembre de 2020
Precio de salida: 400 euros
La ceca de Santa Fe en época en el siglo XVII
Cuando pensamos en escándalos numismáticos en época de Felipe IV siempre nos viene a la cabeza el Gran Escándalo de Potosí (lo traté brevemente aquí pero prometo más tinta sobre este asunto). Sin embargo no fue el único. En la ceca de Santa Fe de Nuevo Reino (actual Bogotá) también ocurrió un largo y prolongado escándalo, si bien no tuvo ni la magnitud ni las consecuencias del de Potosí. Os relato brevemente el tema.
Alonso Turrillo de Yerba fundó la ceca de Santa Fe en 1621 con una ordenanza real de Felipe III que le permitía abrir la primera ceca del Nuevo Reino de Granada (si bien para cuando llegó la ordenanza Felipe III había muerto y quien reinaba era Felipe IV). Pronto se volvería a cerrar la ceca para no abrirse hasta 1627. Ya en 1623 llegó a Santa Fe Antonio de Vergara y Azcárate y Dávila, un joven capitán y caballero de la Orden de Santiago. Vergara estuvo relacionado con la ceca desde que llegó y su parentesco con Alonso Turrillo hizo que en 1647 pudiera acceder a ser el tesorero de la misma. Vergara tenía el cargo en propiedad, lo que significa que tenía derecho al usufructo de las ganancias por la amonedación de manera vitalicia y también la potestad de designar un sucesor (en esa época era muy normal comprar los cargos a la Corona). Por parte de sus obligaciones, se debían pagar varios impuestos: el quinto real, lo que suponía que el 20% de los metales preciosos se debían entregar a la Corona antes de entrar en la ceca; y el señoreaje, que era un impuesto a la acuñación de moneda (un real por cada marco de plata acuñado y un peso por cada marco de oro). No obstante, durante los 15 primeros años de funcionamiento la ceca de Santa Fe estuvo exenta del pago de señoreaje para favorecer que se invirtiese en maquinaria y que se pagase adecuadamente a los empleados.
En este contexto se dieron todos los ingredientes para que hubiese una enorme corrupción en la Casa de Moneda de Santa Fe. Hay que entender que Santa Fe estaba en un lugar muy remoto de América a mediados del siglo XVII. La Península estaba lejísimos y los centros de poder y comercio en América también. Por allí no pasaban muchos comerciantes de metales preciosos, así que era el propio Vergara quien traía los metales preciosos y distribuía las monedas acuñadas, además de llevar las cuentas de la ceca y controlar totalmente la misma. Hoy diríamos que Vergara «controlaba toda la cadena de valor» de la producción monetaria en Santa Fe. Además, Vergara tenía un cargo vitalicio, era listo como un conejo, conocía muy bien tanto la producción de monedas como la legislación y la Justicia Española, y actuaba sin ningún tipo de control ni fiscalización de su trabajo. Estaba muy lejos de todas partes y se había montado un chiringuito que ya lo quisiéramos muchos. Así que Vergara acuñaba lo que quería y daba a la Corona lo que consideraba.
Todo esto siguió así hasta la visita de Juan Cornejo, enviado a Santa Fe para averiguar posibles fraudes en los derechos reales. Esta visita tuvo lugar en 1657 y se prolongó hasta 1662 (fijaros que la ceca de Santa Fe funcionó sin apenas fiscalización durante 26 años, tiempo más que suficiente para establecer una red de corrupción con raíces muy profundas). Cornejo acusó a Vergara ante el Consejo de Indias y éste, dada la gravedad del tema, remitió el tema directamente a la Corona. Cornejo decía que Vergara debía unos 120.000 pesos a la Real Hacienda por derechos de señoreaje, más todo el quinto real que había dejado de pagar. Lo que Vergara decía era que el quinto real no debía pagarlo porque el oro provenía de Panamá o de otros lugares donde ya se había pagado ese impuesto en origen. En cuanto al señoreaje, Vergara argumentaba que a los operarios de Santa Fe había que pagarles mucho más que en Madrid porque la vida en Nueva Granada era mucho más cara y porque trabajaban de manera intermitente al no haber metal para acuñar de manera continua.
Todo esto llegó a oídos de la reina regente Mariana de Austria, quien en 1667 expidió una Real Cédula por la que obligaba que los operarios de la ceca de Santa Fe recibiesen el mismo sueldo que en la metrópoli. Al llegar está cédula a Nueva Granada, los operarios entendieron que con lo que les pagarían no podrían mantener a sus familias, así que dejaron sus puestos, cerraron las puertas de la ceca y se fueron a sus casa. Aconteció así la primera huelga que hubo en América. Huelga que ganaron los obreros porque al poco tiempo el comercio de Nueva Granada se resintió por la falta de circulante y tuvieron que pagarles lo que pedían, contradiciendo lo firmado por la mismísima reina.
Por parte de Vergara, tuvo que enfrentarse al Consejo de Indias, pues las acusaciones de Cornejo hicieron que se le pidiera un informe sobre las cuentas de la Casa de la Moneda de Santa Fe entre 1642 y 1664. Unas cuentas en las que cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia. Vergara salió bien parado de ese juicio y también de otro que le abrieron en 1677. Vergara tenía de su lado al poder local, a todos los operarios de la ceca, a los mineros e incluso a la Iglesia; pudo presentar decenas de testigos que apoyaban su inocencia y su buen nombre; tenía la contabilidad que le daba la gana; y la Real Hacienda de Nueva Granada había estado más de 22 años sin pedirle ningún tipo de cuentas. Todo esto, aunque no se pudo probar en su día, ni lo pueden probar hoy los historiadores, me hace pensar que Vergara había montado una enorme red de corrupción y que toda Nueva Granada estaba en la pomada.
Apunte de mercado de un 2 escudos macuquino de Santa Fe
Las monedas macuquinas de oro son, casi todas ellas, bastante raras y queridas. Su precio varía según su conservación y también según los datos que se aprecien en la moneda: cuantos más datos visibles mayor precio. Quien quiera oros macuquinos con todos sus datos visibles va a requerir paciencia y buena cartera.
En este caso, las siglas «N» y «R» que identifican la ceca son claramente visibles a la derecha del escudo y el peso de la moneda nos indica que son 2 escudos aunque no se vea el numeral «II». La moneda es del tipo de Felipe IV, pero no se puede identificar ni la fecha, ni el ensayador, ni se ve el nombre del monarca en la leyenda. Por lo tanto, no podemos determinar qué tipo de moneda es ésta de las muchísimas fechas, ensayadores y variantes que presentan los 2 escudos de Santa Fe en el siglo XVII (podéis consultar el catálogo de Rafael Tauler al respecto). En cuanto a referencias de precios, tenemos este ejemplar rematado en 2018 por 800 euros y este otro rematado en 750 ese mismo año. Así que ya veis por dónde pueden andar los tiros de un 2 escudos de Nuevo Reino de Felipe IV en el que no se aprecien muchos datos.
Por cierto, nos indica Tauler en su catálogo que hay una grandísima cantidad de variantes y de ensayadores en las monedas de 2 escudos de Nuevo Reino a nombre de Felipe IV y de Carlos II. Ahora que sabemos lo que se traía entre manos Vergara y el sindiós en el que se había convertido la ceca de Santa Fe, parece sencillo entender que cada cuño fuese distinto al anterior.
La próxima subasta de Tauler & Fau
Tauler & Fau ofrecen una primera subasta para arrancar su curso numismático el día 22 de septiembre. Se trata de una subasta online que repasa la moneda española desde la Edad Media hasta nuestros días en 590 lotes. Es una subasta muy comercial, llena de monedas en calidades medias y a unos precios de salida muy atractivos. Yo diría que cualquier coleccionista medio de moneda española va a encontrar ejemplares que le van a llamar la atención. Hay monedas tanto de oro, como de plata, vellón y cobre; de todos los reinados y de multitud de cecas. Esto mismo hace imposible que yo haga una síntesis en pocas líneas sobre la misma, así que os invito a inspeccionarla por vuestra cuenta.
Una cuestión que quiero resaltar es que, de nuevo, Tauler & Fau incluyen vídeos de muchas de las monedas más interesantes. Son vídeos que os gustarán porque se pueden apreciar muy bien las monedas, incluyendo su canto. En total hay 32 ejemplares que se acompañan de vídeos, así que podéis pasar un buen rato viéndolos. Pero lo que más me ha sorprendido es que, para el caso de los 2 escudos neogranadinos que ilustran esta entrada el vídeo incluye una locución en inglés, con subtítulos en castellano, que explica la moneda (lo tenéis más abajo). Viniendo de Tauler & Fau no me cabe duda de que esto supone una nueva innovación que extenderán a más lotes en posteriores subastas. El que la voz esté en inglés es también una muestra clara de la vocación internacional de esta empresa, algo que se ve reforzado con el hecho de que prácticamente todos los lotes tienen sus descripciones traducidas al inglés (en la versión en inglés de su web, se entiende).
Por último, según indican en su lista de correo, Tauler & Fau ha actualizado su blog con un nuevo diseño. Además, han abierto la participación de en su blog a otros autores. Por ejemplo, acaban de publicar un artículo de Jesús Orejas (un coleccionista madrileño con quien siempre es un placer compartir una conversación) titulado «La moneda provincial«. Este mismo artículo lo han publicado en inglés e incluso han hecho un vídeo al respecto.
Podéis seguir a Tauler & Fau en su página web, en Facebook, en Instagram o en Youtube.
En Imperio Numismático también están comentando esta subasta.
Descripción del real de Sevilla de Juana y Carlos por Tauler & Fau
Felipe IV (1621-1665). 2 escudos. (1628-1663). Santa Fe de Nuevo Reino. (Cal-tipo 386). (Tauler-138 similar). Au. 6,63 g. Fecha y ensayador no visibles. Rara. MBC-. Est…600,00.
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Se le acusa de fraude a la Real Hacienda, pero no en las monedas. Debían de ser acordes a la ley, y por eso no lo pudieron encausar, ya que el papeleo estaba amañado y era la prueba básica. Con el Potosí lo tuvieron muy fácil, pues bastaba con ensayar las monedas.
Interesante asunto, no lo conocía. Gracias Adolfo.
Muchas gracias por esta entrada. Yo llevo años tratando de identificar con precisión una de estas monedas y no hay manera. Cada pocos meses le vuelvo a mirar con la lupa y comparo con los catalogos foto por foto y nada. Tenía la sensación de que las monedas de esta ceca son más «dificiles» y faltan más datos de lo habitual. Ahora lo entiendo. Gracias por tu blog.
Me alegro mucho de que os haya gustado esta historia. Es muy poco conocida. Yo tengo que admitir que la descubrí la semana pasada y, cuando me puse a leer sobre ella, me metí como quien lee una novela. Estuve buscando información hasta las 2 de la mañana.
Otra cosa que me pregunto es sobre la primera ceca de Cuzco. En Cuzco querían abrir una ceca de oro al estilo de la de Santa Fe. Yo no sé si lo harían con buena intención o si eran conscientes de las posibilidades de corrupción que les daría controlar su propia ceca. Claro que Cuzco estaba mucho más cerca de los principales puertos y ciudades del Virreinato de Perú, por lo que sería mucho más fácil de mantener controlado.
Me escribe Jorge Proctor en Facebook lo siguiente:
«Interesante historia. Pero muchos errores en las fechas (ejemplo, la Casa de Moneda de Santa Fe no fue establecida sino hasta 1622, siendo cerrada ese mismo año y re-abierta en 1627, en 1623 Turrillo de Yebra se encontraba de regreso en España y para este año todas las instalaciones en Nuevo Reino se encontraban cerradas). La oficina de Cartagena fue la que abrio en 1621 (año en que hizo una pequeña acuñación), pero dejo de operar ese mismo año y no comenzó a acuñar monedas nuevamente sino hasta 1625 (año en que regresó Turrillo de Yebra al Nuevo Reino).»
https://www.facebook.com/aruizcalleja/posts/3445083188877057
He añadido la segunda frase del segundo párrafo para dejar claro que la ceca se inauguró en 1621 pero se cerró pronto y no volvió a abrir hasta 1627.
Saludos,
Adolfo
Gran trabajo Adolfo. Cuentas muchas cosas interesantes que desconocía. Parece que está ceca en sus comienzos estuvo rodeada de muchas circunstancias poco aclaradas. También es algo confuso cuándo realmente se iniciaron las acuñaciones, algunos creen que incluso Trujillo acuñó antes de recibir la Real Cédula de Felipe lll que se lo permitía, que no llegó a su destino posiblemente hasta finales de 1622. Sin embargo, parece que los doblones catalogados bajo ésta ceca de 1619 y 1622 son dudosos, por no llevar marca de ensaye (incluso es posible que el primero ni siquiera exista) y que realmente pertenezcan a la ceca de Sevilla, ensayador F.
Otro problema es la distinción de las acuñaciones entre Santa Fe y la oficina de ésta, Cartagena de Indias, en los primeros años de funcionamiento.
En fin mucho material para los investigadores.