Los insolentes

Hace ya unos meses Luis hizo un comentario muy bueno en el blog (como es costumbre en él). Os reproduzco parte del comentario:

«Cuidado con la insolencia, pues es, de las cuatro faltas expuestas arriba, la menos identificable como práctica tóxica por parte del coleccionista. Preguntar al vendedor de dónde saca las monedas no es buena idea si quieres crear un buen ambiente con él, tampoco requerir información sobre sus clientes o intentar averiguar sus márgenes (ya sea preguntándole directamente o queriendo averiguar sus precios de compra). Entre la gente joven (hasta los 45 años, que no hablo exclusivamente de mocitos) es muy habitual que pregunten cosas de este tipo, muchas veces casi exigiendo la información. Con los mayores no pasa casi nunca. Y que conste que yo soy “joven” también pero lo que es, es.»

Aquí se toca un tema delicado porque muchos coleccionistas jóvenes somos, o al menos hemos sido, insolentes. Yo el primero que lo he sido cuando estaba empezando en esta afición. Y no porque vaya de listo por la vida ni porque quiera caer mal a nadie o ser maleducado. Simplemente porque no me daba cuenta de que mis preguntas estaban totalmente fuera de lugar.

100 reales Isabel II

«…Preguntar al vendedor de dónde saca las monedas no es buena idea si quieres crear un buen ambiente con él, tampoco requerir información sobre sus clientes o intentar averiguar sus márgenes…»

La raíz de la insolencia

La cuestión de fondo es bastante sencilla de entender: aquel conocimiento que los profesionales monetizan no van a proporcionárselo a los coleccionistas. Así que se considerarán insolentes preguntas como «¿dónde encuentras estas monedas?» «¿quiénes son tus clientes?» «¿y tú esta moneda por cuánto la has comprado?» «¿dónde puedo encontrar yo estas monedas?». Todas estas son preguntas que el comerciante no va a contestar nunca. Mejor dicho, dará una respuesta para quedar bien y no perder la posible venta, pero no dirá la verdad. Es normal. Cualquier otro profesional haría lo mismo. Yo no he visto a nadie preguntando al frutero de la esquina a cuánto compra los tomates o dónde los ha comprado.

Continuando, otra de las cosas que me sorprende de lo que dice Luis es que sólo los jóvenes entran en ese tipo de preguntas. Una posible razón es que somos los jóvenes quienes estamos acostumbrados a compartir en la Web mucha información sin ninguna restricción. No hay más que entrar en los foros y ver a un montón de gente opinando sobre márgenes de precios o dónde compran las monedas. Pero claro, se nos olvida que quienes dan ese tipo de información son los novicios, pues a poco que se sepa en este mundillo se es consciente de que la información sensible no se comparte con el primero que llega. Un profesional no lo hará, además de todo porque atenta contra su propio negocio.

1 real Zaragoza

Una alternativa a la insolencia

En contraposición a la insolencia, podremos hacer otro tipo de preguntas sobre temas que los comerciantes no monetizan directamente. Además, son cuestionamientos mucho más interesantes para los coleccionistas y que los buenos comerciantes contestarán con gusto siempre y cuando les seamos relativamente fieles con las compras. Ejemplos de estas preguntas son:

Está claro que a la hora de responder a esas preguntas el comerciante intentará persuadirnos y encauzarnos para que compremos el tipo de monedas que él suele manejar (ejemplo, un comerciante de moneda antigua no nos va a convencer de que coleccionemos moneda de los Reyes Católicos). Es lo normal porque para eso es un comerciante y vive de las monedas que vende. Pero un buen comerciante nos asesorará con este tipo de preguntas para que disfrutemos coleccionando, que es de lo que se trata.

Más de uno se estará preguntando que si no puede preguntar esas espinosas cuestiones «básicas» sobre mercado numismático ni siquiera a los comerciantes a quienes compra, entonces ¿cuál es la manera de adquirir ese tipo de conocimiento?. La respuesta es que todo aquel que desee obtener dicha información se verá obligado a «buscarse la vida». Esto es: recorrer convenciones nacionales e internacionales, ir a subastas, hablar con unos y con otros, comprar monedas, vender monedas… y que miles de monedas pasen por delante de sus ojos. El coleccionista que vaya por ese camino llegará al punto de hacerse una composición del mercado escuchando mil medias verdades escondidas entre cien mil medias mentiras. Espero que este blog también le ayude en el proceso, pues es su intención fundamental.

lote de blancas de los Reyes Católicos

¿Y entonces?

No es fácil. Por eso mismo creo que, como aficionados, deberíamos mantenernos al margen de todo, ser prudentes y simplemente buscar comprar monedas a precios razonables de mercado disfrutando con la colección. Exactamente igual que cuando compramos cualquier otro tipo de bienes ¿O es que andamos preocupados del margen de beneficio de los tomates que compramos en el supermercado?

El último apunte es que no sólo he detectado la insolencia en aficionados sino también en comerciantes. Algún comerciante me ha preguntado directamente el precio que había pagado por una moneda que tenía. Obviamente la respuesta que le di estaba empapada de un «cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia».

Las imágenes de esta entrada corresponden a tres monedas que están siendo subastadas en Catawiki esta semana dentro de su subasta de moneda española. Son 100 reales madrileños de 1860, un real zaragozano de 1611 y un lote de blancas de los Reyes Católicos respectivamente a su orden de aparición .

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13 comentarios en “Los insolentes”

  1. Insolentes, entrometidos, descarados, maleducados e insensatos…

    Yo les llamo de diferentes formas. Trabajo en el mercado de segunda mano y lo que abunda en Castilla también abunda en Aragón.

    Un abrazo y felicidades. A seguir…

  2. Francisco Javier Sánchez

    El real aragonés de la imagen, acuñado en Zaragoza en el año 1611, presenta la curiosidad de que pusieron en la leyenda el ordinal del rey de Aragón, Felipe II, y no Felipe III ( ordinal como rey de Castilla). No se olvide que Felipe I «el Hermoso» sólo fue rey de la Corona de Castilla, y no de la de Aragón donde el rey era Fernando el Católico.

  3. Yo he llegado a ver cómo le preguntaban a un comerciante que de qué yacimiento habían sacado las monedas que vendía y, aún encima, el insolente enfadarse y recriminarle por no conseguir la respuesta que esperaba. A veces, la insolencia y la ignorancia van de la mano. Lo peor de todo es que quién muestra esa actitud nunca tiene intención de comprar nada. Intenta que le den clases a coste cero. Seguro que él si cobra por trabajar.

  4. Adolfo Ruiz Calleja

    @Jorge, mucho me temo que esto pasa en todas partes, no solo en Castilla y en Aragón.

    @Mir, lo de decir 45 años es para mostrar que al hablar de «jóvenes» no se está refiriendo a chavales de 20 sino a personas en su madurez intelectual. Pero sí, nuestra afición está tan envejecida que quien no llega a los 50 se puede considerar joven. Lo cual muchas veces no es un piropo: más de un comerciante me ha ninguneado al verme de veintitantos (ahora ya tengo «treintaipocos») y preguntar por monedas de 200 euros.

    @Javier, eso ocurre con los felipes en todas las monedas de la Corona de Aragón y de Portugal. Es normal puesto que eran reinos diferentes aunque tuvieran el mismo rey.

    @Gustavo, yo a esa persona le llamaría algo bastante más fuerte que insolente. ¡Está acusando a un profesional de cometer un delito!
    Sería el equivalente de ir al frutero y preguntarle que de qué huerta han robado los tomates que está vendiendo. Y sí, esa gente rara vez suele comprar nada.

    Yo creo que esto es puro sentido común. Hace unas semanas estuve hablando con un amigo mío que es panadero y le pregunté que cómo afectaba a su negocio y a su sector el auge de la panadería industrial. Estuvimos hablando un rato del tema y la conversación fue muy interesante. ¡Pero en ningún momento se me ocurriría preguntarle a cuánto paga la tonelada de harina o cuánto les paga a sus obreros por hora trabajada!
    Pues en la numismática lo mismo.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Me corrige Lanzarote: las monedas del Reino de Aragón llevan el ordinal de los reyes según la tradición aragonesa. Sin embargo, en ciertos reinos de la Corona de Aragón (como Sicilia o Nápoles) usaban el ordinal castellano.

  5. buenas
    me gusta mucho tus artículos Adolfo porque a traves de ellos te das cuenta de muchas cosas que en la vida diaría nadie te explica supongo porque se supone que todo el mundo debe saberlo.
    Lo que comentas me pasó a mi, siendo el insolente, no hace mucho en una convención. Por ignorancia y por curiosidad porque la medalla de plata era de una temática muy rara que no habia visto nunca. Pero en ningún momento me dí cuenta de estar metiendo la pata. Por supuesto el profesional simplemente me dijo que no me lo podía decir y solo ahora lo entiendo.
    Pues ya se sabe para la próxima……
    un saludo
    Alfonso

  6. Hola amigos de este blog , Adolfo te escribo para que usted y los demas amigos me ayuden y aclaren uns duda muy importante que tengo. Yo colecciono monedas de plata de todos los paises del mundo segun pueda ,pero poseo algunas repetidas y no se que hacer , recuerda que aqui no existen las subastas ni yo tengo adceso a ninguna de ella ni tampoco hay ferias ni mercadillos numismaticos , las monedas casi todas las consigo por compra a los joyeros que para no fundirlas me las venden y otras las compro a personas que en su dia coleccionaron y hoy venden sus monedas .Yo revise lo que pude de la coleccion Caballero y no se si tenia en su coleccion monedas repetidas pues no existen fotos de sus albunes antes que subastaran la coleccion , te cito esta coleccion pues es mi referente principal ,pues presisamente comenze a coleccionar monedas despues que ley sobre su maravillosa historia ,coleccion que se comenzo a forjar justo aqui en mi pais para orgullo mio. Espero puedas ayudarme ,pues no se si usted coloca monedas repetidas en su coleccion particular,Saludos.

  7. Buenos días Adolfo y lectores del blog
    Es cierto que hay mucha gente muy impertinente y que hace preguntas que no deberían, las motivaciones no las sé pero las intuyo, pero también creo que es cierto que hay ciertos vendedores que tienen el listón demasiado bajo para considerar una pregunta impertinente que en mi experiencia suele ser cuando preguntas el precio de la moneda. No soy un coleccionista digamos serio, no tengo tiempo ni muchas veces recursos, para la colección de monedas pero de siempre me han gustado y adquiero monedas sin casi ningún tipo de valor numismático ni de metal en si mismo pero que a mi me hace gracias tenerlas. Mi último caso, de esta misma semana, es cuando intente comprar en una tienda física la moneda de 2 euros del Vaticano del año pasado. No sé si no di el perfil de coleccionista serio o que simplemente no le gusté al dependiente, dueño en este caso de la tienda, pero al interesarme por el precio simplemente no me contestó, le repetí por dos veces más la pregunta y siguió ojeando un catalogo de sellos que estaba mirando. Me di la vuelta para irme cuando me dijo el precio, bastante exagerado a mi entender.
    Esto me ha pasado varias veces y sigo sin entender la razón ya que la venta de la moneda le dejo un beneficio bastante inmediato ya que yo no me voy con la moneda si no le pago.
    Sólo comentar este caso reciente
    Gracias

    1. Pues habría que ver la relación que tienes con el dueño. Esa actitud es casi «para echarte» y supongo que fuese porque entendió que simplemente eras un curioso que no estaba realmente interesado en comprar nada. Es un tema delicado ese, pues bien es cierto que hay compradores que se pasan de insolentes (o que no remuneran con compras el tiempo que los profesionales les dedican) pero también hay profesionales que tratan bastante mal a los coleccionistas.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Buenas de nuevo Adolfo

        Jajaja, casi «para echarte» no creo, fue para echarme, así me lo tome y así hice. Relación prácticamente ninguna. Compré un par de monedas hace un tiempo pero nada destacable en cuanto a la compra.
        Considero que cuando se tiene un negocio hay que ser vendedor y no despachador como algunas veces parece que se pretende. Obviamente tiene que haber unos limites, no puedes perder una tarde con alguien que no está interesado en hacer una compra, son recursos que malgastas, pero tampoco tiene que ser te atiendo si me compras algo, hombre no. A mi también me gustaría que todos mis presupuestos fueran confirmados y siguiera adelante con el trabajo pero sé que sólo un porcentaje de ellos va a seguir y en eso también consiste mi trabajo. Ahora cuando voy a comprar algo sistemáticamente me salto su tienda.
        Por curiosidad la moneda la compré justo en la tienda que da pared con pared con ésta. No tardé ni cinco minutos y la relación fue normal.

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