Entrevista a Antonio Doménech

Antonio Doménech es un catedrático de Química Analítica de la Universidad de Valencia. Junto con su equipo, lleva tiempo trabajando en una técnica basada en voltamperometría de micropartículas para la datación arqueológica directa. Por ahora han aplicado esta técnica a diferentes objetos de cobre y bronce y han publicado varios artículos al respecto (uno, dos y tres).

Seguramente al leer esta presentación muchos de vosotros ya estéis pensando en que quizá estas técnicas permitan abrir nuevos frentes con los que combatir las falsificaciones. Justamente por eso he pedido a Antonio Doménech realizarle una entrevista en la que nos pueda explicar el trabajo de su equipo de investigación. Yo le agradezco mucho su disponibilidad y espero que vosotros encontréis la entrevista tan interesante como la encuentro yo.

 

 

Adolfo (A): Al principio de las entrevistas suelo preguntar si los entrevistados coleccionan alguna serie de monedas o billetes. Doy por hecho que en tu caso no es así pero me gustaría saber si alguna vez has sentido curiosidad por algunas monedas y, en tal caso, por cuáles.

Antonio Doménech (AD): Mi abuelo tenía una modesta colección de monedas que mi padre y yo fuimos extendiendo pero simplemente con monedas de curso legal.

A: Antes de entrar en detalles quisiera hacer una pregunta que me hicieron en la defensa de mi tesis: imagínate que tienes delante a una niña de 15 años y tienes que explicarle vuestro trabajo de investigación. ¿Cómo se lo contarías?

AD: Nuestro trabajo de investigación se dirige a estudiar la composición de los objetos arqueológicos con el fin de extraer toda la información posible que pueda ser útil para su estudio histórico y su conservación. Las técnicas electroquímicas (entre otras ópticas, etc.) sirven a este propósito mediante el registro de los cambios en la corriente eléctrica que pasa a través de una pieza cuando se aplican distintas diferencias de potencial.

A: Leyendo vuestros artículos se puede ver que parte de la motivación de los mismos es la aparición de falsificaciones de objetos arqueológicos debido a la demanda de los mismos por parte del mercado. ¿Realmente eso es un problema para la comunidad científica y arqueológica o simplemente es la excusa que habéis encontrado «para hacer química»?

AD: Realmente es un problema, por ejemplo en el campo muy específico de las láminas de plomo ibéricas, los arqueólogos e historiadores han detectado un buen número de piezas falsificadas. Un problema también frecuente es la presencia de restauraciones no documentadas en objetos artísticos, en los que los criterios actuales de conservación/restauración exigen distinguir entre los materiales originales y las restauraciones.

A: Otra cuestión que parece importante es que vosotros diagnosticáis la autenticidad o no de un objeto arqueológico de plomo siguiendo tres criterios diferentes: el análisis de los elementos traza y su relación con la oxidación del metal; el análisis de la pátina; y el análisis del dióxido de plomo que se encuentra en el metal. Parece que todas las pistas sobre la autenticidad de una pieza arqueológica están en la oxidación del metal. ¿Qué tipo de información aporta cada uno de los criterios? En cuanto a la posibilidad de que un falsario intente imitar una pieza original, parece claro que podría utilizar piezas de plomo antiguo que tengan unos elementos traza semejantes a los objetos originales y podría generar también una pátina artificial. ¿Vuestro método sería capaz de detectarlo?

AD: Los elementos-traza proporcionan de entrada información sobre la autenticidad del material que forma la pieza pero, efectivamente, un falsificador podría re-utilizar metal arqueológico para preparar piezas falsificadas. En este caso, las ‘firmas’ electroquímicas de los productos de corrosión (la pátina de óxidos de plomo) pueden dar información sobre si el proceso de envejecimiento ha sido más o menos prolongado y si ha sido ‘artificial’ o ‘natural’.

A: Consideráis que estas técnicas que proponéis se deben ver como complementarias de otras técnicas existentes. ¿Qué otras técnicas? ¿Hay alguna técnica o combinación de técnicas que pueda asegurarnos al 100% que un objeto arqueológico es original?

AD: Naturalmente, y prolongando la respuesta a la pregunta anterior, nuestras técnicas deben considerarse como complementarias con las otras disponibles. Ninguna técnica, aisladamente considerada, podría en principio asegurarnos al 100% la originalidad de un objeto arqueológico. El empleo combinado de diferentes técnicas es siempre la mejor estrategia de autentificación y, en general, es difícil asegurar una certeza absoluta.

A: En otro de vuestros artículos datáis objetos arqueológicos de cobre y bronce. En ese método se imponen dos condiciones: debéis tener muestras de otros objetos con una composición semejante y que hayan sufrido un envejecimiento similar; y el proceso de corrosión debe haber sido uniforme en el tiempo. A la hora de aplicar este
método a la datación de monedas la primera condición me parece bastante fácil de cumplir porque siempre se pueden encontrar monedas de la misma ceca y época. Pero la segunda me parece bastante más restrictiva ya que, si lo he entendido bien, impone que la moneda haya estado enterrada (muchas monedas nunca lo han estado) y no haya
sufrido ningún proceso de limpieza o repatinación (algo muy común). ¿Crees que sería posible utilizar este tipo de métodos para autenticar monedas de cobre?

AD: Si, en principio nuestro método se aplicaría a monedas u objetos de cobre y bronce que hubieran estado sometidas a unas condiciones de envejecimiento/corrosión uniformes y poco agresivas (no necesariamente ‘protegidas’ bajo enterramiento ‘seco’). La idea es que bajo estas condiciones favorables, la pátina inicial de cuprita va dando lugar a una pátina secundaria en que progresivamente se va formando tenorita de forma que la relación tenorita/cuprita aumenta progresivamente con el tiempo.

La autenticación por vía electroquímica sería posible en principio, pero seguramente en este caso los criterios sean menos claros que en el caso del plomo. Desde luego, contando siempre con que nuestras técnicas deben complementarse con los otros métodos existentes.

A: En cuanto a su aplicación a otros metales, como pueden ser el oro y la plata ¿sería viable? ¿hay algo en el método que impida su aplicación en esos metales o es una fuente de trabajo futuro?

AD: Actualmente estamos trabajando precisamente en esta línea. El problema es la menor disponibilidad de piezas accesibles al estudio experimental.

A: Y ya pensando en una aplicación práctica que pueda ayudar a los comerciantes y coleccionistas. ¿Podría ser viable económicamente este método? ¿En cuánto podría estimarse el coste de analizar un objeto arqueológico?

AD: El equipamiento disponible no es particularmente caro, pero lógicamente requiere de un laboratorio profesional y personal cualificado. Por otra parte, es aconsejable acompañar el análisis electroquímico al menos por el de microscopía electrónica. Este último si exige utilizar equipos de gran formato por lo que el coste del análisis de una pieza individual podría situarse entre los 200 y 250 euros dependiendo de una serie de variables.

8 comentarios en “Entrevista a Antonio Doménech”

  1. lo que estaria genial es tener en casa un sistema para autentificar monedas,el dia que alguien lo consiga comerzializar a un precio razonable se forrara y adios a los timadores.un saludo tema muy interesante

  2. Interesante artículo como los otros y que despierta mi interés por el arte de la falsificación como hecho coetáneo. Lo de la falsificación como objeto de colección no está nada mal como parte de los acontecimientos ocurridos . Esto me recuerda las falsificaciones que se hacian en las casas, las iglesias..etc en artículos que leí sobre la queja de la casa de la moneda de la coruña por estos hechos (digo La Coruña por decir una casa pero ocurrió en muchos sitios como todos saben).
    Saludos

  3. Es una magnifica noticia que permitirá luchar contra los falsificadores y sus amigos y aliados, tan dañinos unos como otros; y permitirá desenmascararlos cuanto antes y de la mejor manera posible.

  4. Para mí este es uno de los temas más interesantes, pues mantener la buena salud de nuestra afición depende de conseguir avances en técticas que consigan revelarnos la antigüedad de nuestros objetos de colección.

    Cualquier avance, por lento que sea, será muy positivo y esperanzador.

  5. Hola a todos: sin duda, Adolfo nos trae la noticia de un gran avance en el campo arqueológico y numismático. La pena es que -me parece- no va a ser tan fácil su puesta en marcha a corto plazo, ni de manera generalizada.

  6. Pues yo ya regresé a Europa sano y salvo :)

    Todo genial por Tailandia y Camboya, si es la pregunta. He empezado a trabajar 8 horas más tarde de pisar suelo estonio y… sí, aquí hace un poquillo más de frío y ya tengo la agenda llena.

    Saludos,
    Adolfo

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