Las TIC en la numismática I

Llevaba un tiempo dando vueltas a escribir una entrada dedicada a la adopción (o mejor, la falta de adopción) de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las empresas numismática, y el comentario de Pedro, junto con el siguiente debate en este hilo me ha animado a hacerlo pronto. Como va a dar para bastante, y para no cansar en exceso, lo dividiré en dos entradas. La de hoy la dedico a echar un vistazo a las características de la numismática y cómo algunos empresarios utilizan las TIC en este mundo. Evidentemente, mis comentarios hay que tomarlos con cuidado: esto no es más que una pequeña reflexión, no es un plan de empresa ni mucho menos. Un estudio serio sobre la materia supondrían meses de trabajo dedicado.

Lo primero que hay que decir, y en eso me imagino que estemos todos de acuerdo, es que la Web ha cambiado el mundo y lo seguirá cambiando en los próximos años. Miles de kilómetros, que hasta hace poco eran una distancia insalvable ahora están a distancia de un gesto con la mano; es posible comunicarse con millones de personas en todo el mundo; es posible acceder a tal cantidad de información que no podemos absorber ni la millonésima de la millonésima parte; es posible publicar información de forma gratuita y que te lean cientos de usuarios a diario…

Pero la Web no sólo ha supuesto un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural sin precedentes. Hay gente, como yo, que usamos los ordenadores para trabajar y para el ocio, de forma que entre una cosa y otra pasamos tanto tiempo delante de una pantalla como fuera de ella. Somos una generación para la que comunicarnos a través de Internet es tan natural como hacerlo cara a cara; sin ir más lejos, muchísimas veces mando un correo electrónico para dar un recado a gente que veo a diario.

Todos estos cambios tecnológicos y culturales dan lugar a cambios en los modelos de negocio que ya han conseguido transformar totalmente y de manera irreversible muchas industrias. El mejor ejemplo y el más cercano es la industria discográfica, y otra que se transformará radicalmente en los próximos años es la comercialización de libros, gracias a los libros electrónicos (por mucho que el Ministerio de Cultura se empeñe en poner puertas al campo). También han aparecido empresas radicalmente nuevas, que no eran imaginables hace pocas décadas y que han supuesto beneficios para unos y pérdidas para otros de auténticas millonadas: eBay, Facebook, Terra, Google, WordPress

Pero esto no significa que adoptar las TIC en una empresa sea una cuestión sencilla. No hace falta más que hacer una pequeña búsqueda para darse cuenta de la cantidad de barreras que hay para introducir las TIC en las PYMES. Como la inmensa mayoría de las empresas numismáticas son PYMES, o incluso microPYMES,  pues conseguir que se adapten a las TIC no se hace en una tarde.

Pero, a todo esto ¿Es realmente conveniente que las numismáticas utilicen las TIC? ¿tiene sentido un cambio en el modelo de negocio? ¿es más lo que se gana que lo que se pierde? Pues mi opinión es que sí, pero la opinión de otros es que no. A ver si entre esta entrada y la siguiente sacamos suficiente discusión como para llegar a alguna conclusión.

Lo primero que hay que hacer es diferenciar entre las numismáticas. A groso modo las dividiría en dos, dependiendo de los clientes en los que se centra: en el primer grupo estarían las numismáticas que venden moneda actual (euros, conmemorativas, países extranjeros) a precio de catálogo a pequeños coleccionistas; en el segundo grupo entrarían las que se dedican a la venta de moneda antigua a coleccionistas más avanzados. Evidentemente, el perfil de cliente al que acceden es totalmente diferente y eso hace que sus empresas difieran muchísimo.

Mi opinión es que las numismáticas que entran en el primer grupo van a desaparecer de las calles casi en su totalidad. Se dedican a vender a gente que no conoce el mercado, ni accede a la Web para conocerlo, y hacen pequeñas compras. También dan de vez en cuando el palo a algún cliente incauto. Este modelo de negocio está abocado a la extinción porque ¿qué ventaja tiene para el cliente comprar una moneda conmemorativa en la numismática del barrio en vez de comprarla a mitad de precio en una Web? Creo que esta cuestión está clara, pero lo interesante son aquéllos numismáticos que venden moneda antigua, la cual no es tan fácilmente comparable.

Los numismáticos que venden moneda antigua son gente que conoce muy bien el mercado y conoce muy bien a los clientes. Sabe qué quiere cada uno y sabe cuánto está dispuesto a pagar, así que sacará de cada uno lo máximo que pueda. La venta es totalmente personalizada, el trato también y el comportamiento también. No es lo mismo que les vaya un joven que cobra unos mil euros y está empezando una colección de duros de plata que si va un cliente de toda la vida que tiene bastante dinero y cuenta con una buena colección de sestercios. A cada uno habrá que hablarle y aconsejarle de una manera, y siempre en beneficio del numismático.

Hay algunos numismáticos de este estilo que directamente no quieren saber nada de la Web, y te dicen hasta con cierto orgullo que ellos no trabajan por Internet pero que van a muchas convenciones. Yo realmente me quedo sorprendido con este tipo de comentarios, es como si un general de la Segunda Guerra Mundial hubiera armado con mosquetes a sus tropas porque no le gustan las nuevas tecnologías. De hecho, visitar la web de la Asociación Española de Numismáticos Profesionales (AENP) es desolador, tanto por la web en sí como si se ve la lista de numismáticos y se descubre que muchos de ellos ni siquiera tienen correo electrónico. ¡Madre mía! En cualquier caso, todo hay que decirlo, hay muchos numismáticos que se han apuntado a vender por eBay, si bien suelen poner ahí sus piezas más baratas por motivos que ya se han comentado. También algunos tienen una página web, como ésta o ésta, pero se pasan meses sin actualizarlas por lo que supongo que mucha importancia no les darán.

En otras palabras, se puede ver que hoy en día hay numismáticos que no  hacen uso para nada de la Web en sus negocios y otros que, aunque sí lo hacen, no es algo nuclear en su empresa, sino un medio de comunicación más. Una más que digna excepción es Pulifil, donde se mantiene un blog que se actualiza cada poco y de esa forma se atrae a posibles compradores, digo yo.

Las imágenes que ilustran la entrada son todas macedonias y están tomadas de la subasta de Helios Numismatik del próximo 25 de junio. Se tratan de un estátero de oro de Philipo II,  un tetradragma de Philipo II, un tetradragma de Alejandro III y un estátero de oro de Alejandro III. Salen por 4500, 3000, 600 y 1500 euros respectivamente, por si alguien se anima…

10 comentarios en “Las TIC en la numismática I”

  1. Hola Adolfo ¿Que tal todo? Empezaré yo diciendo/añadiendo mi punto de vista según lo poco que conozco (ya que tan solo soy un pequeño coleccionista novato).

    Casi todos los numismáticos profesionales de mi ciudad (Granada), por no decir todos, son gente con una cierta edad, pongamos de 50 para arriba, gente que esto de la informática ya casi ni les va o son reacios a siquiera intentar aprenderla, con esto quiero decir que es muy dificil que adapten su negocio, en el cual llevan muchos años a las nuevas tecnologias. Según mi punto de vista un «Numismatico joven»- de unos 30 a 40 años (especie que creo aún algo alejada del estereotipo tipico de numismático profesional) será sin duda más receptivo y no digamos alguien por debajo de esa edad, pero claro, ahí está el problema, ¿¿cuántos numismáticos jovenes profesionales hay en España???

    Por otro lado está el tipo de negocio que es la numismática, un libro es lo mismo aqui que en barcelona, es decir, el mismo libro tendrá en ambas ciudades X numero de páginas, igual portada, editorial o precio, entonces da igual donde lo adquieras es decir por internet o en una tienda fisica, pero una moneda (y aqui entra mi punto de vista) presenta varios grados de conservacion, nivel de detalle… es decir características únicas del producto que se está comprando y que por tanto es preferible ver de cerca por muchas fotos que se hagan de la moneda. Además la compra por internet añade los gastos de envio al precio final de la moneda y si a este le sumamos las especulaciones y la ganancia que quiera sacarle el profesional…

  2. Hola Isidro,

    creo que has puesto el dedo en la llaga y que esas son dos enormes barreras para la adopción de la tecnología en la numismática.

    El tema de los numismáticos jóvenes es lo que se conoce como «obsolescenecia tecnológica». Pero el tema aquí es de más calado puesto que la numismática es un mundo donde se valora muchísimo la experiencia y nada la frescura de ideas. Si un chaval de 20 años se pusiera de numismático profesional, por mucho que entendiese mucha gente de avanzada edad le miraría por encima del hombro y no tomarían en serio su opinión porque «antes de que tú nacieras yo ya coleccionaba duros, ¿qué me vas a explicar tú?»

    En el otro asunto también estoy plenamente de acuerdo, y ya hemos comentado varias veces que es necesario ver la moneda en la mano para valorarla correctamente. No obstante, muchas veces se establece un nexo de confianza entre comprador y vendedor del que te acabas fiando. Yo compro muchas monedas en subastas y aunque al pujar no las vea más que en foto, ya sé cómo valoran las monedas cada una de las subastas y sé de cuáles me fío y de cuáles no. Lo mismo me pasa con algunos profesionales con los que sólo me comunico en la distancia.

    saludos,
    Adolfo

  3. Otra cosa en contra de la idea de «numismática online» es la desconfianza de la gente al tema de comprar por internet, casi la gran mayoría de aficionados que conozco es gente más mayor que yo (por no decir bastante más mayor) gente que al igual que comentaba antes sobre los numismáticos profesionales les cuesta adaptarse a las nuevas tecnologias y no digamos ya arriesgarse a comprar por internet.
    La solución que veo es que los «nuevos numismáticos» han de compaginar su negocio físico con el online…

  4. «Pero, a todo esto ¿Es realmente conveniente que las numismáticas utilicen las TIC? ¿tiene sentido un cambio en el modelo de negocio? ¿es más lo que se gana que lo que se pierde? Pues mi opinión es que sí, pero la opinión de otros, como Pedro, es que no.»
    Realmente yo no he dicho eso. Lo que decía es que el fenómeno internet no va a acabar con la numismática profesional, por razones ya explicadas.
    Sí admito que va a afectar (ya lo está haciendo) a los precios. Aunque nos podemos llevar sorpresas, lo que en un principio parece natural: que la numimática tradicional baje precios al haber más competividad, con el tiempo podría producirse que en internet se subiesen los precios, ofreciendo algún tipo de garantía, debido al abuso-engaño tan extendido.
    Es decir, en todo caso se producirán reajustes en los precios. Pero siempre habrá gente (de todas las edades) que seguirá prefiriendo el trato personalizado.
    Una cosa: conozco mucha gente que ha conocido la numismática a través de internet, para acabar en el mercado tradicional después.
    Un saludo

  5. Una ley de economía dice que a igual demanda, si sube la oferta, bajan los precios. Eso nos viene muy bien a los compradores. A las grandes numismáticas les está yendo bien así (no hay más que ver subastas como el caballero de indias). Pensar que las que usan las TIC van a subir los precios, salvando las distancias, creo que es como pensar que las tiendas de los chinos van a subir los precios porque las otras tiendas son más caras.

  6. Antes de nada tengo que pedir disculpas a Pedro por malinterpretar sus palabras, ya he quitado tu nombre de esa sentencia. Lo siento.

    Estoy plenamente de acuerdo en que la numismática profesional no va a acabarse con Internet. De hecho, desde mi punto de vista con Internet se eliminan ciertas barreras y se hace que el que se lleve el gato al agua sea quien realmente sepa de numismática y sepa jugar con márgenes pequeños. Para eso hay que ser muy profesional.

    También estoy de acuerdo en que el trato cara a cara no desaparecerá, como bien dice Isidro, pero será un porcentaje inferior de lo que es actualmente.

    Otra cuestión es que el trato a través de Internet también puede ser personalizado. Sin ir más lejos, yo mismo conozco bastante gente y cuando recibo un lote de monedas sé a quién ofrecérselas porque quizá les pueda interesar. Con los que más trato tengo incluso sé qué tipos de piezas buscas, en qué rango de precios se mueven e incluso qué piezas les faltan. Y yo no soy ningún profesional.

    Antonio, creo que lo que Pedro quería decir (a ver si esta vez te interpreto correctamente :p ) es que a través de Internet se puede bajar los precios, pero también hay unas desventajas como es el aumento de la desconfianza. Por eso puede generarse la oportunidad de cubrir esa carencia vendiendo «confianza» al cliente.
    Por ejemplo, podría haber alguien que venda monedas por Internet de forma que todas lleven un certificado de autenticidad firmado por él mismo. De esa forma se aumenta la confianza del comprador y habrá gente interesada en pagar más dinero a cambio de esa confianza. Al final se vende por Internet, pero el precio de la pieza ha subido.

    saludos,
    Adolfo

  7. Yo pienso que ya se da el hecho de que a mayor garantía, mayor precio. Por eso, en una subasta de eBay normalmente pagarás menos por una moneda que si pujaras, por ejemplo, en Cayón. Ese precio mayor no lo pagas por la moneda, sino por la garantía que te supone comprarla a alguien con prestigio o a un anónimo.

  8. Pingback: Otra subasta más a tener en cuenta « Blog numismático

  9. Pingback: Al comprar un libro « Blog numismático

  10. Pingback: Cómo participar en una subasta numismática « Blog numismático

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba