La inversión en monedas históricas como refugio de valor

Este artículo lo he escrito para el blog de Value School. Aquí lo reproduzco.

Si preguntase a los lectores de Value School qué tipos de activos adquieren para invertir, estoy seguro de que la inmensa mayoría tiene la mayor parte de su patrimonio en bienes inmobiliarios, acciones, fondos, bonos o planes de pensiones. Es un abanico aparentemente amplio con el que se pueden construir carteras de inversión muy bien diversificadas. No obstante, todos estos tipos de bienes tienen algo en común: no los podemos poseer sin registrar nuestra propiedad sobre los mismos. Seremos propietarios, pero otros sabrán lo que poseemos. Sabiéndolo, se aprovecharán de ello.

El Estado lo tiene fácil: como sabe quién tiene qué bienes, en caso de necesitar dinero solo tiene que buscar la manera de hacerse con ellos. En condiciones normales, esto se consigue sangrando a los propietarios a impuestos por poseer, explotar o heredar estos bienes. Esos impuestos pueden ir aumentando o disminuyendo según la necesidad de liquidez que tenga el Estado. En condiciones más graves se pueden aprobar impuestos extraordinarios o directamente confiscatorios. En la última década los hemos visto en países tan cercanos como Grecia o Polonia. Llegando a situaciones extremas, como puede ser una guerra o una gran crisis, muchos de estos bienes serán simplemente confiscados.

Afortunadamente también existen opciones legales para tener parte de nuestro patrimonio en bienes que no necesitan ser registrados pero que en cualquier momento pueden ser vendidos. Generalmente son bienes físicos que conjugan ser escasos, ser demandados y ser perdurables en el tiempo. Ejemplos de este tipo de bienes son lingotes de oro, piedras preciosas, cuadros de autores relevantes, monedas históricas, relojes de marcas importantes, botellas de vino o whiskey de colección, piezas arqueológicas, libros antiguos… Todos ellos son bienes que se pueden comprar, vender y poseer legalmente, pero en ninguna parte existe un registro de propietarios. Eso imposibilita que nadie pueda reclamar nada a su dueño por el hecho de poseerlos.

Como cualquier otro tipo de inversión, la inversión en bienes físicos tiene sus ventajas a inconvenientes. Ahora los comentaré centrándome fundamentalmente en las inversiones numismáticas; es decir, invertir en monedas históricas. La razón es que, con mucho, las inversiones numismáticas son las que mejor conozco y tienen algunas ventajas con respecto a invertir en otros bienes físicos, como indicaré.

Como inversión, el mayor problema que tienen las monedas es que no producen nada. No generan nada. Quien tenga un paquete de acciones será el propietario de una empresa. Si mantiene dicha posesión durante 30 años es de esperar que acabe teniendo ese mismo porcentaje de la empresa más la parte proporcional de todo lo que dicha empresa haya generado en 30 años. En cambio, si alguien tiene un conjunto de monedas, 30 años más tarde solo tendrá un conjunto de monedas. Por eso considero que una inversión en monedas, o en bienes físicos, puede ser una forma interesante de refugiar un patrimonio, pero quizá no sea la mejor para ganar dinero (aunque, obviamente, es posible).

Ahora bien, como inversión las monedas tienen una gran ventaja con respecto a las empresas: es absolutamente imposible replicar una moneda histórica. Hay las que hay y no se pueden hacer más porque si se hacen ahora ya no serían históricas. Por lo tanto, un aumento en la demanda de una moneda se traslada necesariamente a un aumento de su precio. Esto es algo que en las empresas no tiene por qué ocurrir. Por ejemplo, si aumenta la demanda del pan en mi barrio en principio las panaderías ganarán más dinero. Pero ese aumento de la demanda también supondrá un aliciente para que nuevos empresarios monten panaderías en mi barrio, lo que hará que en el medio plazo los beneficios de las empresas vuelvan a decrecer. En cambio, como no se pueden hacer nuevas monedas históricas, entonces no aparecerá esa nueva competencia por mucho que aumente la demanda.

En cuanto al mercado, un problema importante es que no existe un mercado continuo para la compra-venta de monedas. No tiene sentido que exista una “bolsa de valores” de monedas. Simplemente se compra al precio que acuerden el comprador y el vendedor. En este sentido el mercado se ha vuelto mucho más transparente en los últimos años porque existen bases de datos con los precios de venta de millones de monedas que han salido a subasta. El mercado toma como referencia estos precios y, así, en la mayoría de los casos resulta muy sencillo estimar un precio razonable para una moneda en particular.

Este último punto es importante y en buena medida diferencia a las monedas de otros bienes físicos en los que se puede invertir. Las monedas son objetos que se produjeron en grandes cantidades. Por eso, casi siempre es sencillo encontrar precios de venta de otros ejemplares similares y que tengan una calidad de conservación semejante. En cambio, otros objetos históricos o artísticos, como la pintura o la arqueología, suelen ser piezas únicas. Esto hace que sean más difíciles de tasar, puesto que entran en juego criterios subjetivos sobre la belleza estética de ese ejemplar o la trascendencia histórica del mismo. En las monedas no es así. Por ejemplo, podríamos entrar a debatir sobre la belleza de los 8 escudos de Santiago de 1751 que muestra la primera imagen, pero si vemos 10 ejemplares en una calidad semejante que se han vendido en subastas entre 3.000 y 3.500 euros, el precio razonable estará fijado independientemente del resultado de nuestra discusión.

«no todas las monedas históricas tienen la misma liquidez ni la misma volatilidad en cuanto a su precio»

Otra consecuencia de que no exista esa “bolsa de valores” de monedas es que la compra-venta de ejemplares es más compleja y costosa. Comprar o vender monedas muchas veces requiere acudir a un profesional o una casa de subastas, quienes cobran por su trabajo un porcentaje mucho más alto de lo que cobra un bróker de bolsa. Afortunadamente, el mercado numismático permite la compra-venta entre particulares de manera sencilla. Pero para eso hay que cultivar una red de contactos importante. En este sentido, las monedas históricas se posicionan en un punto intermedio con respecto a otros bienes físicos. Los márgenes de compra-venta son mayores que en el caso de lingotes de metales preciosos, pero son menores que en el caso de libros, piezas arqueológicas u obras de arte.

Hay otra característica de las monedas que es un arma de doble filo con respecto a las inversiones numismáticas: son bienes que se pueden transportar muy fácilmente. En una pequeña cartera se pueden llevar varias piezas de un enorme valor. Así pues, el propietario podrá esconder fácilmente (mucho más fácilmente que si fuesen cuadros o esculturas, por ejemplo) estos bienes en caso de ser necesario. Sin ir más lejos, la mayor colección de monedas de oro españolas pertenecía a una familia residente en Cuba. Esa familia se las ingenió para sacarlas del país cuando estalló la Revolución Cubana, mientras que tuvo que dejar allí prácticamente el resto de sus posesiones (aquí tenéis la única entrevista que dio el coleccionista). Pero, desgraciadamente, hay veces que las monedas las “transportan” los amigos de lo ajeno. Por eso es necesario tener sistemas de seguridad para proteger nuestra colección. Hoy en día los coleccionistas suelen optar por tener una caja fuerte en un banco, por su reducido coste (unos 200 euros al año) y su alta seguridad.

Otro aspecto importante es la liquidez de la inversión. Cualquier bien físico va a tener menos liquidez que las acciones de empresas grandes cotizadas. Por ejemplo, si alguien tiene 10 millones de euros en acciones de Coca-Cola, podrá vender toda su participación en dicha empresa de un día para otro. Eso no puede hacerse con una inversión numismática, puesto que la venta requiere un proceso que puede tardar varios meses.

Ahora bien, éste es justamente el punto fuerte de las inversiones numismáticas: las monedas históricas son muy líquidas en comparación con cualquier otro tipo de bien físico. El altísimo número de coleccionistas a nivel mundial y la facilidad a la hora de mover o exportar las monedas hace que siempre haya una alta demanda de buenos ejemplares. Yo he visto varios casos de herencias donde hay joyas, cuadros, monedas, inmuebles, libros antiguos… lo más fácil de vender a precio de mercado y lo que menos quebraderos de cabeza supone siempre son las monedas.

Al igual que pasa con las acciones, no todas las monedas históricas tienen la misma liquidez ni la misma volatilidad en cuanto a su precio. En este aspecto los españoles somos muy afortunados por motivos históricos: las enormes cantidades de moneda de oro y plata acuñadas en América circularon por todo el mundo, llegando a ser el real de a 8 español (ejemplos en la segunda y tercera imagen) la primera divisa mundialmente aceptada. Esto hace que coleccionistas de muchos países consideren a la moneda española como una moneda que forma parte de su historia y, por tanto, se interesan por ella y la coleccionan. El caso más claro es Estados Unidos, el país con diferencia donde más coleccionismo numismático hay y donde más dinero se invierte en monedas. Allí la moneda española fue divisa legal hasta 1857. Dentro de la historia numismática española hay otras series mucho menos líquidas puesto que tienen una demanda más local y cuyos precios oscilarán dependiendo de los gustos y la situación económica de España. Ejemplos de estas series serían la moneda íbera, la visigoda o la medieval.

Mi recomendación para quien quiera refugiar un capital en inversiones numismáticas es que adquiera piezas muy líquidas para garantizarse que cuando las quiera vender siempre le sea sencillo obtener un precio razonable de mercado en cualquier parte del mundo. Dentro de la numismática española las monedas de 8 escudos o las de 8 reales en alta conservación (es decir, con muy poco desgaste y sin haber sido limpiadas ni manipuladas de manera agresiva) serán siempre monedas sencillísimas de vender. Entrando en la numismática antigua, los denarios, los áureos y los sestercios de los dos primeros siglos de nuestra era en buena conservación son muy demandados a nivel internacional (la cuarta imagen muestra un áureo de Adriano con una representación de Hispania y la quinta un sestercio de Nerón). Otros coleccionistas más expertos y con una amplia red de contactos quizá busquen series menos líquidas que les permitan aprovechar sus fluctuaciones de precio.

La última ventaja de invertir en monedas es que quien lo haga poseerá un trozo de historia que le trasportará a épocas pretéritas. Son auténticas obras de arte que los coleccionistas no nos cansamos de mirar y admirar una y otra vez. Estudiándolas y estudiando el contexto en el que fueron acuñadas aprendemos muchísima historia. Esa cultura adquirida también la considero un valor importante aunque no pueda ser fácilmente monetizado.

Volviendo a mi comentario inicial, creo que es buena idea tener un porcentaje del patrimonio familiar en “bienes ocultos”. Ante una catástrofe quizá acaben siendo los únicos bienes que nos queden. Esta catástrofe puede ser colectiva (e.g. como una guerra o una crisis enorme); algo que esperemos que no espero ver en Europa en toda mi vida. Pero también puede ser una catástrofe individual (e.g. un divorcio o una quiebra financiera), de la que desgraciadamente nadie estamos libres. Aquí conté un caso claro en forma de cuento. Indicar cuánto porcentaje invertir en este tipo de bienes es siempre muy delicado. Personalmente creo que un 10% del patrimonio familiar sería razonable, pero eso depende de la situación en la que se encuentre cada uno.

Las monedas que ilustran la entrada fueron subastadas por Áureo & Calicó. Sus remates fueron 3.100 euros (en 2018), 2.500 euros (en 2018), 7.000 euros (en 2018), 20.000 euros (en 2009) y 6.500 euros (en 2012). Podéis encontrar mucha más información sobre inversiones numismáticas en el Blog Numismático.

18 comentarios en “La inversión en monedas históricas como refugio de valor”

  1. Muy buen artículo. Únicamente un pero, a mi modesto parecer, dices que las monedas no producen nada.
    Entiendo por qué lo dices y, es obvio, desde un punto de vista económico. Pero sí que producen, conocimiento histórico y grandes ratos de entretenimiento y satisfacción.
    Saludos

  2. Me ha gustado mucho la entrada y como has enfocado la comparativa con otro tipo de activos. En cualquier caso creo que deberías haber mencionado que invertir en numismática requiere hilar muy fino y es bastante mas complicado que simplemente coleccionar monedas. Hago este comentario porque para el 99% de los lectores de Valueschool habrá un sinfin de detalles escurridizos si no están familiarizados con el mundillo. De todos modos entiendo que el fin último de la entrada es dar a conocer el sector y mostrar una forma alternativa de asegurar patrimonio.

    Por cierto, hace unas semanas Valueschool ha colgado en su canal de Youtube una pequeña conferencia/coloquio sobre inversión en arte. No la he visto, pero lo menciono por si algún lector esta interesado.

  3. Adolfo Ruiz Calleja

    Este artículo no está escrito para los lectores habituales del blog, sino para una comunidad financiera en la que muchos miembros no han tenido ningún contacto con la numismática pero conocen bien el lenguaje financiero.

    @Gerardo, efectivamente esa es una gran ventaja. La he incluido en cierta forma con la última ventaja de invertir en monedas. No he querido subrayar mucho ese tema porque dentro de las comunidades financieras hay mucha gente que pasa de la historia pero disfruta muchísimo analizando empresas. Vamos, que la mayoría de los lectores para quienes está escrito este artículo prefieren dedicar sus horas aprendiendo sobre el mercado de productores de jamón que dedicarlas a aprender sobre los sistemas de producción numismática en época de Carlos II.

    @Daniel, esa charla estuvo muy bien. La vi en directo y me pareció muy buena, aunque no estoy plenamente de acuerdo en todo lo que dice (no sé nada de inversiones de arte, pero hay cosas que se pueden extender de las inversiones numismáticas). Aquí está la charla para quien quiera: https://www.youtube.com/watch?v=Ub4646aLZhE
    Sobre los detalles escurridizos, efectivamente hay muchos. Esto no es más que una pequeña introducción al tema, así que no da más que para presentarlo. Los lectores de Value School tienen el enlace a este blog donde pueden seguir leyendo si quieren. Si me dan más oportunidades, en el futuro escribiré otras entradas con más información e iré desgranando esos detalles con un vocabulario más propio de los inversores que de los aficionados a la numismática.

    Un saludo,
    Adolfo

  4. Adolfo. Una consideración. Mis bisabuelos tenían sus monedas de oro y joyas en una caja de un banco. Llegó la guerra civil y la Generalitat les confisco el oro. De los ahorros de mis tatarabuelos y bisabuelos solo han llegado 4 medias onzas de oro… Del resto ni idea… Estuvimos buscando si aparecía el recibo para reclamar… Pero no apareció…

  5. El único refugio de los bienes cuando vienen mal dadas, es el oro físico, siempre vale y siempre es liquido, lo demás , fantasias, por ccierto huir de las cajas de los bancos, un agujero en el monte, es lo mas seguro lo peor que puede ocurrir, es que generemos un tesorillo para el futuro… y entonces es que nos ha ido muy mal.

  6. LOS BIENES inmobiliarios, patrimoniales son pan para el ESTADO. LOS BIENES REGISTRABLES : La trampa de tener una escritura y pagar durante 60 años impuestos .
    No !!! prefiero no ser Propietario – Los bancos te prestan 500.000 euros , con una garntia de una propiedad valuada en 5.000.000 de euros , asi no arriesgan nada . Seamos Libres , asi no sabran lo que poseemos, recuerden que la voracidad fiscal no tiene limites.. BIEN DICHO :

    El Estado lo tiene fácil: como sabe quién tiene qué bienes, en caso de necesitar dinero solo tiene que buscar la manera de hacerse con ellos. En condiciones normales, esto se consigue sangrando a los propietarios a impuestos por poseer, explotar o heredar estos bienes. Esos impuestos pueden ir aumentando o disminuyendo según la necesidad de liquidez que tenga el Estado. En condiciones más graves se pueden aprobar impuestos extraordinarios o directamente confiscatorios. Coincido con JESUS SANZ: HUID de las cajas de los bancos, un agujero en el monte, (Y NADA DE DD.JJ.) , es lo mas seguro. PREFIERO PAGAR una casa de subastas, UNA VEZ CADA 30 AÑOS Y NO ANUALMENTE AL FISCO POR UN BIEN REGISTRABLE. SALUDOS a todos.

  7. Antes de nada, felicitarte por tu trabajo y conocimiento de la numismatica. Tengo referencias tuyas y te sigo en otros foros hace años y si bien no comparto todas tus opiniones, tus razonamientos me parecen fundados en la experiecia y conocimiento disponible. Pero creo que es hora de discutir algunos puntos que citas. (hay mas, pero hoy me ceñire a estos)

    1. No existe registro de los bienes de este tipo. Cuidado, con matices, Si se adquiere (sin intencion, evidentemente) una moneda robada o reclamada por cualquier motivo, nos quedamos sin ella. No tiene por que ser una moneda robada por un ladron en una subasta, hay multiples casos de saqueos que se produjeron en la guerra civil (como el de los comunistas a la casa de la moneda) o el de los nazis en colecciones privadas, o en las incautaciones de aureos en el 39 para el patrimonio nacional (no se si fueron volubntarias o forzosas, creo que forzosas) que pueden muy bien ser reclamadas en cualquier momento y ni vendedor ni comprador sabian de ningun problema con dicha moneda.

    2. Es imposible falsificar monedas historicas, hay las que hay. Bueno, eso no es del todo cierto. Primero las tiradas de monedas historicas no se contabilizaban mayoritariamente (cuantos drachmas de cartago se emitiron?) luego el precio esta sujeto a la aparicion de nuevos restos arqueologicos. Casos como la aparicion de galeones hundidos como el atocha, santa margarita y otros tantos, de pronto salen al mercado )no que se vendan, si no que existen) toneladas de oro de determinada epoca que previamente no habia.

    Falsificacion: La gran desconocida. Es FALSO totalmente que se pueda detectar una falsificacion excepto en 3 supuestos:

    1. Que sea evidente,…. a ver los denarios eran de plata, si aparece uno de plastico ……
    2. Que se tengan los cuños originales, en tal caso se pueden verificar las acuñaciones, las orientaciones, etc,
    3. Que existan clones identicos

    Nunca participo en foros, lo considero una perdida de tiempo (hablo de fakenumistatics, y todos esos foros dedicados a deteccion de falsificaciones por web), es inutil hablar con miembros (no todos, por supuesto) que clasifica una moneda como falsa por su pais de origen y acto seguido hace un comentario soez sobre un espectaculo de un prostibulo (hablo del que se reia de un vendedor de thailandia y hacia referencia a fumar con una vagina), otros que no saben practicamente construir una frase que tenga sentido, etc….

    recuerdo uno en particular que se reia de un denario romano que vendian desde asia, laos o vietnam. Señores, el comercio con los romanos llego hasta asia y mas alla. Hay restos arqueologicos que lo confirman, luego es perfectamente factible que se haya encontrado alli uno o que lo pueda haber adquirido desde asia.

    Desde hace milenios se lleva haciendo la generacion de cuños por transferencia de cuños, y siendo medallista desde hace 30 años , veo que gran cantidad del conocimiento acumulado es falso basado en falsas premisas.

    Voy a poner varios ejemplos. Existe un documento considerado el santo grial de la deteccion de monedas hechas por maquinas (CNC) por unos patrones de lineas en su morfologia. Eso es una estupidez de alguno que una vez hizo una toolpath en paralelo y puso la moneda en venta. Existen multitud de toolpaths que no dejan ese rastro y mas a dia de hoy. Por supuesto no voy a hablar de los repasos de los cuños a mano.

    La datacion de material inorganico (metal) no es fiable en un rango de miles de años, no lo digo yo, lo dicen varios expertos en varias disertaciones.Hay montones de documentos cientificos que demuestran que todos esos sistemas no son validos. Y es por esto que NGC y PCGS ponen que ellos no garantizan las monedas antiguas, que solamente dan su mejor opinion (leanse la letra pequeña por favor)

    Estadisticas: Una vez tuve una diatriba con un japones que se creia que por que habia escrito un libro, ya era una autoridad en la materia. Sostenia que ningun Penny anglosajon podia estar por encima de 1.8 gramos. Ni mostrandole mas de 50 ejemplos logre convencerle….el era una autoridad…..en fin.

    Yo soy medallista, y he acuñado en cientos de metales y aleaciones, y un mismo cuño puede producir muy diferentes monedas, el oro se desplaza y fluye muy facilmente, asi como la plata pura, y no es facil distinguir a veces un original.

    El mercado simplemente admite que si la moneda viene de una casa de subastas grande, es buena, simplemente. Pero si algun dia se descubrira algun sistema, yo creo que saldran a la luz millones de falsificaciones.

    En cuanto a que se junten 4 aficionados en un grupo, y por el origen, por una foto (para dar tu mejor opinion no creo que ver una foto sea lo mas adecuado) o por cualquier otro motivo decidan que una moneda es falsa, sin dar mas explicaciones….en fin…..

    Bueno, les valdra a ellos, afortunadamente no son los que compran las piezas caras, esos estan mejor asesorados.

    Y lo digo desde mi experencia…..si a Sothesby le cuelan cuadros de Rubens y de otros tantos, asi como a diversos museos del mundo…que no podran hacer con una moneda? Basta con hacerla exactamente con los sistemas de la epoca y con una plantilla de la misma. Hago replicas para museos en todo el mundo que las exponen para evitar riesgos, se de lo que hablo.

    Famoso es el caso de un donante de cuadros de pintores famosos a los museos de todo el mundo que estuvo donandolos durante años, cuando le pillaron al fin que eran falsos hechos por el mismo (despues de estar expuestos durante decenios), no le pudieron imputar por que los regalo, luego no hay lucro y por tanto no hay dolo.

    no es tan simple la cosa

    dicho lo cual, admiro tu conocimiento y es un placer leerte

    1. ¡Pues vaya! Si ya leyendo algunos artículos de Adolfo me quedé con la sensación de que sería bastante fácil de que me colaran una moneda falsa (soy un principiante), ahora ya, leyendo a Juan, me dan ganas de tirar la toalla.
      Al final, comprar una moneda para un principiante va ser un acto de fe, vas a tener que creer en la palabra del vendedor.
      Y si a algunas casas de subastas se les han colado monedas falsas, imagínate lo que se le puede llegar a colar a un principiante. En fin… me toca seguir aprendiendo y a adquirir experiencia.
      Felicito a Juan, y a otros lectores también, por supuesto, por las brillantes respuestas y comentarios que dejan en el blog. A su lado, yo me siento un completo “IGNORANTE”. En fin, no se puede saber de todo. Hago lo que puedo.

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        Hola David.

        Me alegro de que te guste el blog y de que te animes a comentar en él. ¡Cuento contigo como comentarista a partir de ahora!

        Sobre el tema de las falsas, creo que todos hemos pasado por tu fase de enfado e inseguridad. La receta para sobrellevar esta fase y seguir disfrutando de la afición es simple: adquiere monedas solo de comerciantes profesionales en los que confíes. Al igual que hacemos en otros temas que desconocemos, nos ponemos en manos de un profesional y confiamos en su criterio.
        Es verdad que a veces aparecen falsas en subastas. Ha habido casos muy sonados. Pero es una excepción. La tasa de falsas en subastas serias no creo que lleguen ni a una entre mil. Y en esos casos siempre devuelven el dinero.

        Echa también un vistazo a esta guía que escribí hace unos años: https://blognumismatico.com/guia-para-comprar-monedas/

        Saludos,
        Adolfo

        1. Muchas gracias por tus sabios consejos.
          Intentaré encontrar a algún vendedor de confianza para poder comprar sintiéndome tranquilo.
          Aunque cómo ya te comenté, tengo mis dudas de que hayan falsificado la gran mayoría de monedas que me puedo permitir comprar, normalmente monedas del mundo de poco valor. No creo que les valga mucho la pena invertir tiempo y dinero en falsificar este tipo de monedas.
          ¡Felicidades por tu espléndido trabajo!

  8. Adolfo Ruiz Calleja

    @Jesús Sanz, estoy de acuerdo en que el oro físico es una inversión más líquida que las monedas históricas. Pero el oro no tiene por qué tener mejor rendimiento que monedas buenas en el largo plazo. De hecho, hay algunas colecciones muy potentes (sobre todo en EEUU) que comenzaron como una inversión en oro.

    Puedes echar un vistazo y ver cómo la onza de Luis I se ha revalorizado significativamente más que el oro en el largo plazo, mientras que otras monedas más baratas lo han hecho de manera semejante o mejor: https://blognumismatico.com/2015/07/26/las-monedas-en-venta-de-jose-barril-en-1892-2-de-2/

    …lo del agujero en el monte no sé si lo veo… yo casi que prefiero una caja fuerte en un banco.

    @silvano, divertido tu comentario. Se ve que tampoco te gusta la crujida a impuestos a la que nos tienen acostumbrados los Estados.
    Te comento lo mismo que a Jesús: yo prefiero una caja en un banco que un agujero en el monte.

    @Juan, extraordinario tu comentario. No te conozco, pero es obvio que eres un aficionado que lleva muchos años dedicados a este tema y que sabes de lo que estás hablando. Ya ves que en este blog hablamos muy poco de medallística. Puedes escribirme un correo si quieres hablarnos de la acuñación y coleccionismo de medallas un día de estos.

    Como dije antes, este artículo pretende ser introductorio y está escrito para una comunidad de inversores que muy probablemente no tengan ningún conocimiento sobre numismática. Por eso hay muchos matices que han quedado fuera del mismo.

    Lo que comentas sobre monedas robadas durante la Guerra Civil o la Segunda Guerra Mundial que puedan ser reclamadas, yo no conozco ningún caso aunque bien podría darse. Sí que se ha dado con cuadros importantes que en su día saquearon los nazis a familias judías. En este artículo hablan de 100.000 obras robadas, algunas de las cuales cuestan millones de euros: https://www.nytimes.com/2015/03/31/arts/design/the-story-behind-woman-in-gold-nazi-art-thieves-and-one-paintings-return.html

    Que no haya conocido el caso con monedas no significa que no se haya dado o que no podría darse. Creo que el coleccionista no tendría demasiados problemas si ha hecho las cosas bien: adquirir una pieza importante siempre con factura o con un documento de compra-venta que acredite su procedencia. En tal caso, siempre puede reclamar a quien le vendió la moneda (más aún si es un profesional) para que le devuelva el dinero.

    Un caso muy semejante a esto es lo que ocurrió con las estáteras de Koson: https://blognumismatico.com/2016/12/12/el-caso-de-las-estateras-de-koson/ Ahí vimos que fue la casa de subastas quien acabó pagando las monedas.

    En cuanto al tema de las falsificaciones, obviamente es un problema que habría que tratar con más detalle. Creo que a todos nos queda claro que el áura de una moneda no puede ser replicable ( https://blognumismatico.com/2010/07/02/no-se-puede-replicar-una-moneda/ ). El problema al que tú apuntas es si somos capaces de distinguir las réplicas de las auténticas. En ese aspecto estoy bastante de acuerdo contigo y habría que discutirlo en detalle. Unos detalles que no he querido meter en este artículo por ser introductorio, como decía antes.

    Lo que apuntaba en mi comentario es que uno de los principios económicos clásicos no se da en las inversiones numismáticas. Ese principio es que un aumento de la demanda implica un aumento inicial de precios, que se responde por parte de la oferta con un aumento de inversión, que a su vez tiene como consecuencia el incremento de la oferta y la moderación de precios. Es lo que ejemplifico con las panaderías de mi barrio. Sin embargo, esto no ocurre con las monedas: si aumenta el número de coleccionistas de denarios romanos, como éstos ya no pueden fabricarse (en ese caso no serían romanos), entonces por necesidad los ahora existentes deberán subir de precio. Estoy de acuerdo en que habría que hilar un poquito más fino con este argumento porque podría haber monedas falsas o podría haber nuevos hallazgos. En estas dos entradas intenté entrar en detalles que obvié en la que ahora estamos comentando:

    https://blognumismatico.com/2019/02/16/el-impacto-de-futuros-tesoros-en-las-inversiones-numismaticas-i/
    https://blognumismatico.com/2019/03/25/el-impacto-de-futuros-tesoros-en-las-inversiones-numismaticas-ii/

    El foro ese al que aludes es una pandilla de aburridos que se creen más listos que nadie pero que no aportan nada positivo a nuestra afición. Un estercolero que tiene un papel positivo: mientras los cerdos suelten ahí sus mierdas, atraerán allí a todas las moscas.
    En ese foro a mí me han insultado una y otra vez. Cosa suya. Tengo una opinión semejante de la que tenía de este otro tipo, del que hace mucho que no oigo hablar: https://blognumismatico.com/2014/09/20/pasarse-de-listos-ix/
    Realmente me sorprende mucho ese tipo de actitud en personas adultas. Me cuesta mucho entenderlo.

    Saludos,
    Adolfo

  9. Adolfo si lo tienes en la caja del banco, tu valor refugio lo tiene el banco, no tu, y cuando hablo del oro, hablo de valor refugio, no de inversión especulativa, por ultimo , cuando las cosas vienen muy mal dadas, insisto, solo vale el oro o la comida y esta ultima no se puede almacenar en cantidades significativas y mucho menos trasladar rápidamente.
    Por ultimo todo esta controlado y el Estado sabe quien tiene que y donde, pero el oro físico una vez en tu poder escapa totalmente a su control, por eso es lo primero que intentan requisar. Por lo demás tener una colección numismática, es un gran entretenimiento y un buen lugar donde gastarte el dinero. (que te sobre)
    Saludos a todos.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Como digo en la entrada, entiendo que esta inversión (sea en oro o en monedas) es más refugio contra «crisis personales» que contra «crisis colectivas». Es mucho más probable tener que vender o esconder mi colección tras una quiebra personal o tras un divorcio que porque haya estallado una guerra o porque la cosa esté tan jodida que el Estado nos nacionalice hasta los calzoncillos. Yo espero no ver nunca una situación como estas dos últimas que indico. Llegado el caso supongo que mi principal preocupación sea sobrevivir.

      Saludos,
      Adolfo

  10. Juan Bautista Bajo Miguélez

    Enhorabuena, Adolfo. Magistral. Gracias.
    MONEDAS HISTÓRICAS….dices… ¿SOLO TIENES EN CUENTA LA VARIABLE TIEMPO? Yo pienso que en el S. XX e incluso en el XXI, hay MONEDAS HISTÓRICAS…. que conmemoran, evocan, son prueba… de un hecho o acontecimiento histórico.
    Por otra parte :» Señores, el comercio con los romanos llegó hasta Asia y mas allá» nos dice Juan. Señores, el EURO es una monedad universal… casi tan universal como la moneda romana …y la tenemos en casa y al alcance de la mano… y hay monedas de euro que ya son historia…. Esos ERRORES…Tal vez, un buen refugio como inversión.

    UN FUERTE ABRAZO.- Juan Bautista Bajo Miguélez

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Me alegro de que te haya gustado la entrada.

      Puestos a invertir, yo no invertiría en moneda del siglo XX ni del siglo XXI. No niego que tengan valor histórico y numismático, pero se me hace muy complicado predecir cuál será el comportamiento de los coleccionistas con respecto a los euros dentro de unas décadas. Estoy plenamente seguro de que los coleccionistas seguirán apreciando denarios y onzas bonitas; ahora bien, ¿apreciarán la variante de 2 euros con estrellas grandes? No lo sé. No lo tengo claro. De hecho, la moneda del siglo XX (salvo la estadounidense) ha bajado de precio en los últimos años.

      Saludos,
      Adolfo

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