Subasta de Áureo & Calicó 24 y 25 de mayo de 2017

En esta entrada repaso la subasta que realizará Áureo & Calicó el 24 y 25 de mayo de 2017. Se trata de una triple subasta: en sala, por correo (ambas el 24 de mayo) y la subasta especial del VII volumen de la Isabel de Trastámara (el 25 de mayo) dedicado esta vez a la numismática de Felipe IV. A pesar de que ocurrirá un día más tarde comentaré antes la subasta de la Isabel de Trastámara por que es más interesante.

El volumen de la Isabel de Trastámara que se presenta ahora es el que más me ha gustado hasta la fecha. La numismática de Felipe IV es muy amplia e interesante en cuanto a los cobres, por lo que da mucho juego para una colección que se centra en los cobres y las platas, como es la Isabel de Trastámara. Pero, además, los oros de esta colección aunque no son muchos son realmente tremendos. Es lo que más me ha gustado del volumen. Como el resto de volúmenes dedicados a los Austrias, la Isabel de Trastámara se organiza según cecas. Vamos a darlas un repaso.

Las cecas peninsulares de la Corona de Aragón tienen bastantes cosas interesantes. Barcelona tiene una representación bastante amplia donde destacan algunos croats bonitos (ejemplo) y dos macuquinas de 2 escudos realmente sublimes (una y dos). A Zaragoza y Mallorca les ocurre lo mismo que a Pamplona; dan todo lo que pueden dar estas cecas: unos ejemplares bonitos de plata que son de por sí son bastante raros. No ocurre lo mismo con Valencia, pues en esta ceca se incluyen bastantes variantes de divuités raras pero que no presentan gran calidad.

8 escudos Madrid 1631

Castilla da bastante más juego y casi todas las cecas traen cositas dignas de las mejores colecciones. En el caso de Burgos aparece la rarísima prueba de 8 maravedís de 1660 y un 8 reales que yo ni siquiera conocía. En Valladolid son de nuevo las platas las que destacan, pues está un real único de 1622 y un rarísimo duro de 1651. Tampoco conocía la existencia del medio maravedí de 1631 de Segovia. En esa ceca hay muchas platas tremendamente interesantes por lo raras y bonitas que son, si bien no se busca la excelencia en cuanto a calidad. De la Casa de Moneda Vieja de Segovia hay auténticas rarezas, entre las que destacan tres 8 reales: el de 1623 y los dos de 1624 (uno y dos), ¡que son los dos únicos ejemplares conocidos! Por parte del Real Ingenio de Segovia, destaca otro duro: el ejemplar único de 1621. Lamentablemente no hay ningún oro segoviano, ni tampoco cincuentines, pero estoy seguro que los amantes de esta ceca quedarán más que satisfechos con la colección que se presenta.

Siguiendo hacia el sur encontramos a Madrid, que es la ceca peninsular con una mayor representación y probablemente también la más interesante. Hay una gran cantidad de monedas rarísimas de todos los módulos. No es plan de citarlas todas, así que me centro solo en los oros puesto que, aunque no son muchos, son realmente extraordinarios. Entre los 2 escudos destacan los ejemplares únicos de 1621 y 1661, así como los rarísimos y preciosos de 1622 y 1627. Los dos ejemplares de 4 escudos (uno y dos) son realmente espectaculares, habiendo pertenecido ambos a la Colección Caballero de la Yndias. Esto se remata con cuatro onzas madrileñas únicas (1631, 1635, 1662 y 1663/2), que ilustran la entrada.  Yo no me siento especialmente atraído por las acuñaciones macuquinas pero creo que estos oros de Madrid es lo que más me ha gustado de todos los volúmenes de la Colección Isabel de Trastámara.

En el resto de cecas peninsulares castellanas realmente solo da juego Sevilla. Aquí aparece otra rara prueba a martillo de los 8 maravedís de 1660. Además, al igual que ocurriese con Madrid, vuelven a destacar los oros. Entre los 2 escudos están los rarísimos de 1623 y 1625 pero son las 3 medias onzas y las 7 onzas las que se llevan la palma. Entre ellas destacan dos preciosas y rarísimas: la de 1624 y la de 1634, acompañadas de otras 5 que merecen un buen vistazo también. Para cerrar la Península hay que citar también al rarísimo duro de Granada.

8 escudos Madrid 1635

Las acuñaciones americanas también traen una gran cantidad de monedas muy interesantes. La ceca con mayor representación es Potosí, como no podía ser de otra manera. Entre las 166 platas potosinas hay multitud de variantes de leyendas y cosas así; creo que son piezas que disfrutarán mucho los aficionados a las macuquinas aunque personalmente no me atraigan tanto, pues hay que estar muy especializado para apreciar esas variantes. Tampoco faltan las monedas para la admiración «de todos los públicos», como el redondo de 1650 y los dos duros de 1652 (uno y dos). México es una ceca que luce menos en época de Felipe IV puesto que las acuñaciones son más toscas. De nuevo, los muchos coleccionistas interesados en la moneda mexicana seguro que disfrutarán las 41 rarezas plateadas que componen la colección.

El resto de cecas americanas también están representadas. Santa Fe de Nuevo Reino trae 11 ejemplares, incluyendo tres platas rarísimas. Entre ellas destaca un tremendo duro de 1652. De Cartagena de Indias hay 5 ejemplares de plata y 3 de oro, todos ellos rarísimos. Es difícil destacar uno pero quizá lo haga con el dos escudos de 1634 por ser inédito y único. América se cierra con tres ejemplares de Lima tremendamente raros. No me cabe ninguna duda de que va a haber mucho coleccionista allende los mares pescando en esta colección.

Como ocurría en otros volúmenes de la Isabel de Trastámara, las cecas europeas no tienen una representación tan buena como las peninsulares o americanas. En este caso hay más monedas de las que han sido habituales en otros volúmenes, pero es obvio que no son platos tan fuertes como los citados anteriormente. Hay 71 ejemplares acuñados en Italia que quizá sean los que menos me llamen la atención de toda la colección. Prácticamente todas las monedas son de plata y, aunque hay algunos escudos realmente bonitos (que seguramente gusten a un amigo mío) y alguna rareza, no hay ejemplares que logren combinar estos dos aspectos como sí ocurría en las cecas peninsulares o americanas.

En los Países Bajos incluyen 207 monedas. En términos generales podría decir lo mismo que con las monedas italianas, pero ciertamente aquí hay monedas que destacan por sí mismas. Los dos dobles patagones de Bruselas (uno y dos) son muy interesantes. Luego hay bastantes platas bastante raras, muy bonitas y con un precio de salida más que atractivo. Un ejemplo es este patagón de Luxemburgo. Lo mismo pasa con prácticamente todos los oros de esta sección. Son raros y muy bonitos a la vez que salen baratos, creo yo.

El último comentario se extiende también a las 25 platas del Franco-Condado, que son las que cierran la colección de los Austrias de la Isabel de Trastámara. El patagón de Dôle me parece una preciosidad. Viene acompañado de un montón de monedas bonitas de unas cecas que ya de por sí son raras. Supongo que sus clientes naturales sean los mismos que la moneda de los Países Bajos.

En global, creo que el volumen de Felipe IV de la Isabel de Trastámara es un subastón. Encantará a todos los aficionados a la moneda de los Austrias y no me cabe duda de que muchas monedas subirán de precio muy significativamente. Se presenta una oportunidad casi única para muchos coleccionistas. Basta con decir que hay 46 piezas únicas. También hay muchísimos cobres a los que apenas he prestado atención en este repaso pero que no por ello dejan de ser interesantes. Incluso los aficionados a las cosas raras tendrán su oportunidad, pues hay lotes tan extraños como una prueba de punzón de resello. El resto de coleccionistas, aunque no pujemos, podemos aprender un montón de esta subasta.

8 escudos Madrid 1662

La subasta en sala me vais a permitir que la comente más rápido. Los motivos son dos: no es una subasta que me llame mucho la atención en comparación con otras subastas de Áureo; y llevo ya tres horas y media escribiendo esta entrada. Como comentario general bastará decir que es una subasta muy comercial que no se centra en ningún tema concreto salvo en El Centenario de la Peseta, y que trae muchos ejemplares que ya han sido vistos en subastas recientes de esta empresa.

Como siempre, la subasta en sala presenta una colección que repasa la historia de la numismática. En la Edad Antigua destaca la breve, pero bonita, colección de moneda griega. Tiene el mismo toque que suele tener este apartado en las últimas subastas de Áureo & Calicó: no muchas monedas, no muy raras pero sí bastante bonitas y apetecibles para un coleccionista de griegas que no busque la excelencia. Roma se repasa con 41 lotes entre la República, el Imperio y Bizancio entre los que no hay prácticamente nada que destacar. Sin embargo, las 21 piezas íberas traen el mismo toque que las griegas, pues son ejemplares muy bonitos e interesantes. Bien es cierto que entre las íberas hay varias rarezas, como las dos platas de Rosas (una y dos).

En la Edad Media no hay gran cosa que destacar. Ni los oros visigodos ni el oro andalusí me llaman la atención. Entre los reinos cristianos creo que la única moneda a subrayar es el medio castellano de Burgos. El ejemplar que apareció en la Subasta Selección no se vendió y  ahora sale este otro. Es curioso que hayan aparecido tantos en el mercado (yo tengo constancia de otro, además de los dos citados) en el último año siendo una moneda tan rara.

8 escudos Madrid 1663

Dentro de la Monarquía Española no hay ningún periodo que destaque por encima del resto. En cuanto a monedas individuales, es la típica subasta en la que todas las piezas razonablemente importantes tienen algún defecto que no las hacen aptas para las colecciones exquisitas. Esto es normal porque estas monedas también tienen su público y hay que darlas salida; no todo va a ser subastar ejemplares únicos en EBC+. Lo que pasa es que ese público es cada vez más reducido e incluso a Áureo hay veces que le cuesta venderlas.

Dicho esto, creo que merece la pena echar un vistazo a los oros de los Reyes Católicos y por supuesto al cincuentín de 1617. También hay varios jetones muy curiosos y varias monedas de Isabel II corrientes pero muy bonitas. Sin embargo, la moneda que más me llama la atención de esta subasta es el ducatón de Amberes de Felipe V.

El Centenario de la Peseta es, sin ningún tipo de dudas, el apartado de esta subastas que más llamará la atención a los aficionados españoles. Presenta una colección «humana» de El Centenario. Es el tipo de colección que un aficionado sin un gran poder adquisitivo haría a lo largo de unas décadas. Están prácticamente todas las piezas que no son raras y algunas de las no tan comunes, como los 20 céntimos de 1869. La colección  se extiende a Franco e incluso a Juan Carlos I, subastándose algunos lotes de monedas conmemorativas. Son ejemplares muy bonitos pero que no buscan la excelencia. Digamos que son los ejemplares a los que los coleccionistas de a pie podemos aspirar. Por eso mismo recomendaría a todos los aficionados a este periodo -que son muchísimos- a que echen un vistazo con calma.

En cuanto a la colección de moneda extranjera, es de destacar unas pocas platas románticas inglesas y unos ejemplares medievales italianos. La subasta por correo trae mucha moneda de los siglos XIX y XX. Fernando VII e Isabel II están bastante bien representados. Después se continua con la colección de El Centenario de la Peseta, incluyendo bastantes monedas «menores» de esa colección. Se subastan también bastantes monedas conmemorativas de la FNMT. Como curiosidad, creo que es la primera vez que aparecen dos monedas de Felipe VI en una subasta (una y dos).

9 comentarios en “Subasta de Áureo & Calicó 24 y 25 de mayo de 2017”

  1. De la Trastamara lo que más me ha gustado es la cantidad y calidad de patagones y ducatones, que además son piezas accesibles para coleccionistas medios. Por soñar, soñaría con el patagón de luxemburgo, aureo nos presenta uno bellísimo, pero ese no es para coleccionistas con un presupuesto medio.

    Para ser el reinado que, numismáticamente, más me interesa, no ha sido la Trastamara que más me ha gustado.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      El Patagón de Luxemburgo es una pasada. Quitando los oros es la moneda que más me ha sorprendido. Supongo que andará por los 2.000 euros de precio final (contando comisiones), al no ser que se pique el personal, que todo puede ser. Es un desembolso para la clase media, sin duda.

  2. Será interesante ver los precios de adjudicación de la numerosa colección de monedas conmemorativas de la FNMT. Echando números podremos ver la rentabilidad negativa que ha supuesto la inversión.
    Es de las pocas ocasiones en que el precio de adquisición es conocido. Podemos saber también el año de la misma.
    Al precio de venta, se le resta la comisión y es fácil obtener la TAE.
    Saludos.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Ya lo he dicho mil y una veces: las monedas de la FNMT no son objetos de inversión sino de colección. Lo normal es que el largo plazo esas monedas conmemorativas no valgan más que su peso en oro o plata. Es posible que alguna, por el motivo que sea, acabe costando más e incluso que sea una buena inversión. Pero eso será la excepción y no la norma. Cuando compramos una moneda de la FNMT hay que echarse la cuenta de que en 20 años no se venderán por más de lo que cueste su oro o plata.

  3. Sí Adolfo, pero hay otras cecas del mundo que por el mismo metal, y con buenos diseños, han revalorizado su producto no solo haciéndolo de colección sino tambien de inversión. Es una pena que nuestro pais no haya sabido buscar un nicho que podía devolver a sus coleccionistas buenos ingresos y un producto más atractivo y reconocido mundialmente.
    Desgraciadamente, lo que dices es lo que hay…

  4. Bueno pues todas las «series completas» que se subastaban en Aureo de las monedas conmemorativas han quedado desiertas. Ni una sola se ha adjudicado. A la espera de que alguien se las quede por el peso de salida cabe decir que no ha habido sorpresa alguna.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      No hace falta ser un lince para saber que una subasta no es el mejor lugar para vender este tipo de monedas. El vendedor querrá el precio del metal precioso, como es normal (en caso contrario las tira a fundir). Si a eso le sumamos el 20% de comisión al vendedor y el 18% al comprador, tenemos un 38% por encima del peso en metal precioso. Esas monedas no valen tanto a día de hoy, así que es normal que no se vendan.

      Por lo que ha ocurrido ahora, en las que de repente están todas vendidas. Puede que haya habido alguien que las haya comprado todas del tirón o haya hecho una oferta por todo el conjunto. También puede ser que sea la manera en la que la casa de subastas las «retire» porque creo que no pueden «retirar» un lote tras una subasta, así que sería la manera en la que evitan que nadie las compre.

      Saludos,
      Adolfo

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