Coleccionar 4 escudos y 4 reales

Hace años hablábamos de lo mucho que suelen gustar los duros del mundo. Eso de tener una moneda grande, que ocupa toda la mano es algo que atrae a muchos coleccionistas. Tanto a los más nóveles -quienes además se sorprenden de que se pueden comprar baratas si no se busca calidad- como a los más experimentados. Ocurre en prácticamente todas las épocas que las monedas más grandes de oro y de plata son las que más gustan a los coleccionistas y las más demandadas por el mercado. Son las que llamo «monedas reinas».

La inmensa mayoría de los coleccionistas de moneda griega (en España van creciendo en número) buscan más los tetradracmas que los didracmas o los dracmas. Es simple y llanamente una cuestión de tamaño: los 17 gramos de plata que suele rondar un tetradracma lucen muchísimo y hacen que luzca una barbaridad su precioso diseño. Bien es cierto que los aficionados más interesados en la numismática clásica quizá busquen más la relevancia histórica que el gusto estético y vean una infinidad de dracmas que les llamen la atención. Pero ese perfil de coleccionista es bastante minoritario. Por el contrario, todos aquellos que no conocemos la numismática clásica en profundidad pero a los que nos gustaría hacernos con una moneda representativa de la Grecia Clásica, inmendiatamente pensaríamos en un tetradracma y no en módulos más pequeños. Es lo que llama la atención.

Lo mismo puede decirse de la moneda romana. En este caso la reina de los cobres son los sestercios. A cualquiera nos llama más la atención un sestercio imperial que un as del mismo emperador, por poner un ejemplo. En cambio, en las platas es curioso que la reina es el denario, una moneda comercial donde las haya (nos lo cuentan un comerciante y otro más) a pesar de que son relativamente pequeñas. Esto se debe, entre otras cosas, a que los romanos no hicieron monedas de plata de mayor módulo que eclipsaran a los denarios.

4 escudos Sevilla 1729

Si entramos en la numismática española, está claro que los duros y las onzas son las monedas reinas. El tamaño es lo que importa y la transcendencia histórica también. Tuvo mucha más repercusión internacional los 8 reales y los 8 escudos que el resto de módulos porque se acuñaban pensando en el comercio internacional y porque se acuñaban en mucha mayor cantidad. La razón es que el coste de acuñación de una moneda de 8 escudos es prácticamente el mismo que el de una moneda de 1 escudo, mientras que la ceca y la Corona ganaba dinero por la cantidad de metal acuñado. Por lo tanto, convenía acuñar la moneda en módulos grandes y por eso acuñaron muchas onzas y duros que eran utilizados para el comercio internacional y como reserva de valor. En cambio, los módulos pequeños se usaban principalmente para circular. Por eso es muy normal que sea más sencillo encontrarse duros en altas calidad que, por ejemplo, ejemplares de 2 reales.

Especialmente notorio es el caso de los medios duros (4 reales) o las medias onzas (4 escudos). Vaya por delante que son unos módulos que nunca me han gustado. No sé por qué pero los tengo manía. Son unas monedas muy grandes para que su circulación fuese cómoda, a la vez que no tenía mucho sentido acuñar metal en medios duros o medias onzas pudiendo acuñar ese metal en duros u onzas (y hacerlo en la mitad de tiempo y con la mitad de coste). Por eso mismo en general son módulos raros de los que no hay muchos ejemplares. Tampoco hay mucho coleccionista. Yo conozco a algunos aficionados que tienen medias onzas o medios duros en sus colecciones, pero no conozco a nadie que centre su colección en ellos. En cambio, sí que conozco a coleccionistas de duros, de onzas, de 2 escudos, de medio escudo, de 2 reales…

Es normal. Coleccionar monedas de 4 reales o de 4 escudos tiene muchas desventajas: hay pocas, hay muchas rarezas caras, son poco líquidas porque no hay muchos coleccionistas interesados, es complicadísimo encontrar ejemplares en altas calidades, no lucen tanto como las monedas reinas… Claro está que tienen la ventaja de que el coleccionista avispado pueda encontrar ejemplares con un descuento importante si el que lo pretende vender no encuentra a nadie más que lo quiera comprar. Pero yo no recomendaría a ningún novicio que intente algo así.

Bien es cierto que a los amantes de las rarezas puede suponer un gran aliciente coleccionar los módulos de 4 reales y 4 escudos. Hay veces que se venden monedas de 4 reales de las que se conocen un número de ejemplares que se cuentan con los dedos de una mano y aun así los precios no pasan de unos pocos miles de euros. Es un rango de precios a los que muchos no podemos aspirar, pero claramente es mucho menor que lo que costaría un 8 reales de la misma rareza. Lo mismo se podría decir de las monedas de 4 escudos, lo que pasa es que si se entran en grandes rarezas hablamos de decenas de miles de euros por cada ejemplar; pero seguiría siendo bastante menos de lo que se pagaría por un 8 escudos de la misma rareza.

4 escudos Sevilla 1784

El último apunte es que, si bien no son módulos que me llamen la atención, sí que valoro el esfuerzo de un coleccionista que se adentrase en ellos. Forjar una colección de medios duros digna probablemente esté al alcance económico de la clase media española, pero se tendrá que hacer un gran esfuerzo como coleccionista para llevarla a cabo. Mucho más que si se coleccionase duros. Justamente por eso me llamaría a mí más la atención una colección de medios duros curiosos que una de duros de semejante calidad. Lo mismo digo de quien pretenda realizar una colección de medias onzas. Lo que pasa es que en ese caso hay que preparar 5.000 euros por cada rareza «no demasiado rara», así que son colecciones al alcance de muy pocos.

Las dos monedas de 4 escudos sevillanos que ilustran la entrada fueron subastadas por Martí Hervera y Soler y LLach en su última subasta. Sus remates fueron 4300 y 4250 euros respectivamente.

14 comentarios en “Coleccionar 4 escudos y 4 reales”

  1. Ya que citas al denario, su sucesor es el que llamamos «radiado» o «Antoniniano». Pese a tener en un principio más tamaño y peso que el denario con el que convivió, es una moneda que despierta cierta «tirria» entre los coleccionistas.
    Probablemente porque solo unos pocos emperadores lo acuñaron con plata de una cierta calidad y con Galieno se rebajó en fino y talla hasta convertirse en una moneda bastante despreciable de cobre…
    Lo pongo como ejemplo de que a veces «el tamaño no importa»…

    ;D ;D ;D

    1. Fuera de España el antoniniano se colecciona bastante, no al nivel del denario (sobre todo del denario hasta Marco Aurelio) pero sin que falten coleccionistas. En España sí que hay, en proporción, menos coleccionistas.

      1. De hecho, al respecto de mi mensaje anterior y el de Athalbert, me gustaría comentaros una reflexión que me he hecho muchas veces a ver qué podemos averiguar.

        Se trata del hecho de que en España, en proporción, hay pocos coleccionistas del tipo que yo llamo «aventureros», esto es que se meten en series poco conocidas o poco coleccionadas que ni que decir tiene coinciden en el 95% de los casos. Yo, como coleccionista no como profesional, soy aventurero 100%. Y lo soy por varias razones:
        1.- Son series en las que un coleccionista promedio, si se lo curra, puede llegar a aportar algo nuevo, cosa que no pasa en las series más comerciales donde está todo estudiado. Para mí ésta es la razón más importante de todas.
        2.- Suelen ser bastante más baratas a igual grado de rareza/conservación debido a su menor demanda.
        3.- Resulta apasionante desde el punto de vista del coleccionista romántico ir cazando nuevas adquisiciones aquí y allá: en convenciones, mercadillos, subastas, internet, etc. Esto no sucede en la misma medida en las monedas más comerciales cuya oferta suele estar más circunscrita a subastas y profesionales fuertes.

        En Antigua, que es lo que yo vendo y colecciono, se nota muchísimo esa tendencia en España a coleccionar mayoritariamente sestercios, denarios altoimperiales, ibérico y un poco de bajo imperio. Fuera de España la tendencia es similar pero mucho menos acusada. Por ejemplo hay muchos coleccionistas de antoninianos, de denarios de los Severos, de follis tetrárquicos, de griega, de coloniales romanas tanto europeas como africanas y asiáticas, etc.

        ¿Estais de acuerdo conmigo? Y si es así ¿Porqué creéis que ocurre?

        1. Muy buena cuestión, que bien daría para una entrada y un debate en sí mismo.

          Yo creo que tú mismo has dado la respuesta, o parte de ella: como coleccionista eres aventurero, pero como comerciante no (lo cual es lógico). Y como tú, todos los comerciantes. Pocos son los comerciantes en España con la suficiente especialización como para poder orientar a un coleccionista que quiera profundizar en monedas sasánidas, o en las acuñaciones almohades, o en pellofas, o en cobres de los Austrias. Los comerciantes lo que hacen es empujar a los coleccionistas a meterse en lo de siempre, pues es lo que ellos tienen en sus mesas.

          Es simplemente mi opinión, ya digo que sería muy interesante volver sobre ello con calma.

          Saludos desde San Pedro de Atacama,
          Adolfo

          1. Pues en este caso no estoy muy de acuerdo contigo, Adolfo. Yo, precisamente, tengo siempre mucho material llamémoslo «no convencional» en mis bandejas, en absoluto me guío exclusivamente por las series más comerciales. Y llevo bastante tiempo intentando «introducirlo» en España, esto es describiéndolo bien a los coleccionistas, indicándoles lo que tiene de especial, cuál es su atractivo, todo eso. Sin embargo mi éxito hasta la fecha no se puede calificar más que de discreto. Lo que pasa es que en el extranjero lo vendo bastante bien, razón por la que sigo trabajándolo; pero si solo vendiera en España desde luego no me saldría a cuenta invertir dinero en esa clase de material. Ya te digo que es el coleccionista el que no lo acepta a nivel de España. Y ya te digo que es un tema en el que me gustaría profundizar.

  2. A mí me atraen también de forma especial los grandes bronces Ptoloneicos, son las monedas de este material más grandes del mundo antiguo y aunque la temática no es ni con mucho tan variada como otras monedas de la época son espectaculares y las más corrientes son asequibles. Los Ducatones son monedas de gran formato que a cualquiera llaman la atención. Pero no siempre lo más grande es lo que mejor funciona :-)

  3. Burro grande, ande o no ande! Las monedas grandes suelen ser más espectaculares, tanto por la mayor superfície como por el detalle. Además al circular menos, se encuentran maravillas. También pasa con las más pequeñas que acaban en cualquier caja, pero ahí hay que afinar la vista. Lo que queda claro es que para tener una colección de 8 reales decente, nos hemos de dejar de algunos lujos, ya que hay piezas de cecas poco corrientes y horribles resellos.

  4. Igual los medios duros y medias onzas se convierte en el futuro en los más rentables, puesto que ahora, por la baja demanda (comparado con el módulo grande) tienen precios muy por debajo de monedas igual de escasas pero con más tirón. Lo mismo pasa con otras series.

    A algunos coleccionistas les sorprendería la relación de monedas acuñadas de 8 reales-4 R-2 R-R y 1/2 R, las gráficas de producción de cecas como Lima y Potosí que aporta el Dr. Murray en facebook son llamativas. Parezca que la acuñación de este módulo intermedio sea casi testimonial. Y se comprueba todos los meses en las subastas, apenas aparecen en las mismas.

    A mí me pasa como a Adolfo, no es un módulo que me apasione, se queda en «tierra de nadie», prefiero los duros, por su significancia histórica, porque un grabado se disfruta más en superficies grandes, es más rico en matices, y porque no soy especialmente aficionado a rarezas por el hecho de serlas, por la exclusividad de su escasez. Hay muchas piezas escasas que me apasionan, y lo que me gustaría es que fueran vulgares, que hubieran tenido mucha tirada para comprarme alguna.

    1. Soy un coleccionista de Lima, y al igual que uds mi aficion va por los duros, debido a mi trabajo viaje mucho y esto me llevo a hacerme de una coleccion de duros/crowns del mundo, pero cuando se trata de mi coleccion de moneda peruana luego de estar muy avanzado en las denominaciones mas grandes (8 reales), continue con 4, 2, real y medios reales por anhos. En Lima cuando se trata de monedas de alto grado, siempre las de 4 reales han sido las mas caras, tanto en columnarias como en bustos reales, y ello debido a su escasez, tengo algunas bellezas de 4 reales en mi coleccion que costaron mas que un columnario de 8 reales del mismo grado. Felicitaciones por la entrada.

  5. Leo asiduamente el blog, pero este es mi segundo comentario. Aquí un coleccionista de medios duros, aunque básicamente del tamaño y desde el siglo XIX en adelante. Me parecen monedas hechas para circular, no monedas hechas para guardar (el caso de los duros), a veces complicadas de encontrar en buenas conservaciones, y que para mí guardan algunas de las monedas mas bellas acuñadas jamás, como el florín gótico, las medias coronas, los half dollar, toda la moneda inglesa de sus colonias (nueva zelanda, sudáfrica, australia, canadá, rodesia, la india -que preciosidades de rupias-, las dos coronas suecas, noruegas, danesas, los 400 reis portugueses, luego los 500, los 50 centavos y luego los 10 escudos, los thaler después de la reforma monetaria y sus sucesores los tres marcos, -que bellezas conmemoratvas de la república de weimar-, y asi podríamos seguir.
    Me encantan los medios duros, y me encantaría llegar a los cuatro escudos -me he quedado en algún doblón-; monedas hechas para gastarlas, para disfrutarlas, monedas que te cuentan cuando las tienes en la mano mil y una historias, de gente pudiente que las derrochaba, de gente humilde que vivía de ellas una temporada.
    Ah, y eso no quiere decir que cuando veo un duro segoviano, o de esos sevillanos que a veces enseña el amigo Lanzarote, no se me caiga la baba, pero me quedo con mis medios duros.

    1. ¡Una colección de medios duros del mundo! ¡Eso sí que es raro!
      Estoy de acuerdo contigo en que en el siglo XIX se acuñaron fundamentalmente para circular, tanto en la Unión Monetaria Latina (módulo de 2 Francos/Pesetas/Liras…) como en los otros sistemas que mencionas. En el siglo XIX no son tan raros, pero en siglos anteriores se acuñaron en pequeñas cantidades. Al menos por España y sus colonias, que es donde me medio-manejo.

      Saludos,
      Adolfo

    2. Los 400 reis son monedas muy atractivas, por su diseño y por su continuidad en el tiempo, que además no tiene módulo superior, no entran en colecciones de duros del mundo, siendo una de las monedas más interesantes y bonitas de fines s. XVII, XVIII y s. XIX.

  6. Y los de 10 reales de la época de Isabel, fueron muy utilizados o no. Algún día, se podría hacer un top 50 de las monedas más utilizadas en nuestro país.

  7. De donde es muy interesante formar una coleccion de medios duros seria e la amonedacion de Inglaterra (half crown) con emisiones anuales consecutivas, accequibles y gran variedad de diseños que se remontan a principios de la edad moderna, en contrapartida con su hermana mayor tamaño duro (Crown) de las cuales las acuñaciones son mas esporadicas y se repite demasiado el diseño de san Jorge contra el dragon a partir del siglo 19 en contrapartida con los detallados escudos de las primeras. Para España y sus colonias prefiero sin duda los 8 reales. Saludos

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