Objetivo a corto plazo al comenzar una colección de Carlos III

En Estonia no somos muchos los españoles ni tampoco son muchos los latinoamericanos. Yo como soy una persona muy social, y como los estonios son culturalmente introvertidos hasta casi el extremo (hay veces que he dudado si algún comportamiento es normal en el país o si esa persona tiene algo de autismo, lo digo en serio) al final me conozco a casi todos los españoles y latinos que están por aquí. Casualidades de la vida, un chico colombiano tiene interés en la numismática puesto que su padre es coleccionista y a él le pica la curiosidad. Estamos ante un caso más de alguien que hereda la afición.

La joya de la colección de su padre es un escudito de Popayán de 1788. Es una moneda a la que tiene especial cariño porque se la regalaron, porque está acuñada en su país y porque fue el último año del reinado de Carlos III. Así que mi colega quiere utilizarla como piedra angular y construir sobre ella una colección de monedas interesante y divertida pero sin meterse en piezas de gran nivel.

Hablando con él me comentaba que le gustan los objetivos a corto plazo. Por eso quería seleccionar un conjunto pequeño de monedas con las que hacerse en los próximos meses y luego ya se vería cómo ir ampliándolo. Justamente esto es lo que me sorprendió y lo que me hizo escribir la presente entrada. Esta actitud no la había visto porque los coleccionistas generalmente buscamos objetivos para el muy largo plazo, como puede ser «completar la colección de platas de Carlos III», y los coleccionistas que empiezan generalmente buscan objetivos que supongan adquirir una gran cantidad de monedas de muy bajo coste, como pueden ser pesetas o euros. Pero aquí tenía a alguien que quería entrar en la numismática de Carlos III pero a la vez sentirse cómodo y seguro centrándose en un conjunto de monedas pequeño que pueda completar en poco tiempo.

Me comentó los dos posibles objetivos que se estaba planteando para que le diese mi opinión sobre en cuál de los dos centrarse. El primero de ellos era hacerse con todos los escudos de Carlos III de Popayán. El segundo era hacerse con una moneda de cada módulo de los que hubieran sido emitidos en 1788, adquiriendo las de Popayán en los casos en los que en dicha ceca se hubiese emitido monedas. Rápidamente lo tuve claro, más o menos le dije lo siguiente.

El primer objetivo supondría hacerse con 18 escudos de Carlos III con el mismo busto, la misma ceca y los mismos ensayadores más otros 4 con busto de Fernando VI (si es que entrasen también en la colección). Los escudos de Popayán con busto de Carlos III son bastante sencillos y pueden rondar los 250 euros cada uno si no se exige mucha calidad, como es el caso. Pero sería una colección aburrida donde las haya, creo yo. 18 monedas todas iguales en las que nada más cambia la fecha. Alguien que empiece quizá no vea ese aburrimiento como tal porque no ha visto una gran cantidad de monedas y todo es nuevo, por eso hemos pasado todos, pero es probable que si dentro de dos meses ve un 8 reales de busto o un cobre bonito también le llame la atención. Además, centrarse en unas monedas tan concretas hará que llegue un momento que faltan unas pocas en la colección y como se buscan justamente ésas es fácil que no se encuentre y que si se encuentra sea caro.

El segundo objetivo impone hacerse con dos monedas concretas: 2 escudos y 8 escudos de Popayán de 1778, que fueron las únicas monedas acuñadas en 1778 en Popayán junto con el módulo de un escudo. La ventaja es que en calidades medias ambas son piezas muy corrientes que salen en casi todas las subastas y se encuentran muy fácilmente en muchas convenciones. Después habría que hacerse con un ejemplar de los otros dos módulos de oro (medio y 4 escudos) de cualquier ceca, más un ejemplar de los cinco módulos de platas y otro de los tres módulos de cobres (2, 4 y 8 maravedís). De todas estas quizá la única que pueda costar un poco encontrar si no se quiere pagar cara sea la de 4 reales, pero uno de Madrid o de México tampoco tendría que ser algo dramático. Si se quiere añadir un maravedí de otra fecha, ya que en 1778 no se hicieron, también podría ser posible y sencillo.

Personalmente una colección de cada uno de los módulos me parece un objetivo mucho más asequible, más divertido y que muestra una mayor trascendencia histórica. Este último punto creo que también es importante por lo que a la motivación del coleccionista se refiere. Para reflexionar sobre ello me parece un ejercicio estupendo ver la colección con los ojos de alguien que sea la primera vez que se acerca a la numismática. Si viene una visita y le enseñamos una flamante colección compuesta por 18 monedas, todas iguales en las que solo cambia la fecha y le explicamos que son las monedas de 1 escudo que se hicieron en Popayán en época de Carlos III, va a pensar que somos unos frikis: lo de Popayán está bien por ser la ceca colombiana pero ¿por qué Carlos III? ¿por qué módulo de 1 escudo?. Pues eso: por friki.  Ahora bien, si le enseñamos a esa misma visita una pequeña colección de diversos módulos y le decimos que ésos son los tipos de moneda que circulaban por el Imperio Español el año que murió Carlos III, pues si es un poco despierto podrá entender que es algo interesante.

Por supuesto que yo no tengo nada en contra de los frikismos. Cada uno tenemos nuestras manías y está muy bien que así sea. Coleccionar es un acto irracional que debe gustar sobre todo al coleccionista, pero si una colección solo interesa al coleccionista lo normal es que no sea una colección interesante.

Las monedas que ilustran la entrada me las ha regalado mi amigo colombiano de parte de su padre (yo le di unas monedas para él cuando iba a visitarlo en Navidades). Se tratan de 50, 100, 200, 500 y 1000 pesos con los nuevos diseños de flora y fauna autóctona de Colombia. Realmente bonitas.

18 comentarios en “Objetivo a corto plazo al comenzar una colección de Carlos III”

  1. Hola a todos: las motivaciones y los gustos de cada uno van cambiando…mezcla de la influencia de la familia, su nación, la historia que vamos estudiando, las conversaciones con otros aficionados, la disponibilidad de dinero, de tiempo…Se empieza por Carlos III, en Colombia y se sigue por…

  2. Si tuviera dinero compraría monedas de valor. Serían bonitas y hasta decorativas. Pero yo, sin monedas que me obligue a investigar(afición),como que me falta cubrir la motivación y la gran curiosidad que me produce sobre todo monedas que no estén clasificadas o tengan poca información. Pero como dice Pedro I suscribo todas las posibilidades que como personas hacen que las cosas puedan ir cambiando.
    Saludos

  3. Firmo tu recomendación. En la variedad está el gusto. Aunque respeto cualquier motivación que lleve a empezar en esta afición nuestra.
    Yo teóricamente soy de ibéricas e hispano-romanas… Pero pico por ahí de lo lindo…

  4. Buenas noches, me he quedado con lo de friki…Hace poco un amigo me soltó «me parecen todas iguales» al enseñarle una colección antigua con bustos de reyes y fechas distintas. Pero en cambio las monedas de la guerra civil, muchísimo mas baratas, le parecieron una pasada. A eso quiero decir que a veces no somos conscientes que lo que a nosotros nos parece algo espectacular a otra gente le parece una frikada. Le recomendaría a tu amigo colombiano que ya que su padre debe tener bastante moneda de Colombia hasta la serie actual que le has regalado, él se dedique a moneda Estonia que cuando se mude se llevará un pequeño album repleto de historias, seguro que consigue todas las monedas desde 1918 por menos de lo que vale un escudo!

  5. Vamos a ver:
    Yo tengo asumido que vivo de un sueldo como la mayoría, y como empleo mi tiempo libre en las monedas, soy un Friky.
    También asumo que si tuviese unos centenares de millones de euros en el banco y me dedicase a coleccionar «monedas de reyes europeos bizcos que hubiesen tenido una amante cuyo nombre empezase por Z», no sería friky sino simplemente «excéntrico».

    Tras consultar a mi mujer, me ha aclarado que el término psicológico apropiado sería «excéntrico como una cabra»

    Visto lo visto, disfrutemos nuestras «Frikadas»

  6. Con la entrada pretendía mostrar un ejemplo a la hora de la toma de decisiones sobre la colección y la posibilidad de definir objetivos a corto plazo para motivarse a coleccionar.

    Cada cual tiene sus intereses y mientras a unos les llaman la atención las monedas que necesiten estudiar para entender otros buscan caminos más seguros donde tengan claro todos los datos de las piezas. Mientras algunos se quieren centrar en una serie muy concreta, otros buscan picar de aquí y de allá. Esto está muy bien porque la numismática es tan amplia que todos los coleccionistas pueden encontrar su sitio.

    Y coleccionar es un acto irracional, esto ya lo hemos comentado algunas veces. En este sentido, todos los coleccionistas somos un tanto frikis (sí, ya sé que ser friki es de pobres, pero es lo que nos toca ¡qué le vamos a hacer!). Pero creo que es un buen ejercicio ver nuestra colección con los ojos de alguien que no haya visto una moneda en su vida, eso nos dará una visión diferente que nos puede hacer reflexionar sobre si nuestra colección es en realidad interesante o si solo es un frikismo que nos gusta a nosotros.

    Las monedas y los billetes de la Guerra Civil suelen gustar mucho a quienes no tienen ni idea. Es normal, representan toda una lección de nuestra historia reciente. Además son monedas y billetes muy baratos por lo general, lo que les hace aptos para cualquier bolsillo: https://blognumismatico.com/2014/02/23/coleccionar-billetes-locales-de-la-guerra-civil-espanola/

    Saludos,
    Adolfo

  7. A cualquiera fuera del mundillo le enseñas una kookaburra bien brillante y le gusta mas que un 8R aunque sea del Yngenio de Segovia.

    Dentro de 100 años quizas la gente venda al peso las platas de los Borbones para completar su coleccion de koalas.

    A veces olvidamos que racionalizar algo que de entrada es irracional es como poner puertas al campo y muchas gente colecciona en base a dogmas de fe.

    Por eso pienso que hay que coleccionar cosas que te gusten y dejarse de si tu coleccion es coherente….solida…., he visto gente centrada en un rey o una ceca qiejarse de que le gusta tal otra cosa pero es que mo puede porque solo colecciona ese rey o esa ceca, como si alguien fuera a multarle si cambia o hace variada su coleccion.

    Un saludo.

    1. A cualquiera no. Que yo he visto a gente quedarse alucinado por poder tener en sus manos una moneda romana, de esas que cuestan 10 euros, o un velloncito medieval.

      No es cuestión de racionalizarlo todo pues, como dices, el coleccionismo es en sí algo irracional y como tal debe entenderse. Pero no está de más poner algunas reglas a la colección que definan sus directrices. De otra forma es fácil que la colección se convierta en un montón de monedas con ninguna coherencia y sobre las que el coleccionista sabe poco más que nada.

      Yo mismo me estoy centrando en un periodo determinado últimamente. No es que no me gusten las monedas de otros lugares y otras épocas, pues encuentro el encanto en todas ellas, pero no tengo dinero para todo. Así que mejor me centro en algo y las demás me gustan pero no las toco. Cierto es que tengo algunas en plan «representación» pero son monedas de muy poco valor.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Por supuesto que se pueden poner reglas…por ejemplo….que sean bonitas y baratas…o que sean redondas..jeje.

        Un saludo, Adolfo, excelente entrada.

  8. Hola a todos: me siento identificado con los comentarios anteriores…Pero, por aportar matices…¿coleccionar es irracional? los coleccionistas de arte clásico en el Renacimiento eran personas con buen gusto y bastante racionales. Los ilustrados que coleccionaban todo tipo de minerales, vegetales y animales y los clasificaron eran bastante racionales…

    Los que hojeen un manual de numismática encontraran un trabajo bastante racional…Lo que quizás suceda es que coleccionar tiene racionalismo, mezclado con dosis de sentimiento…algo de capricho y otro tanto de porque me da la «real gana» que puesto a mirarlo de algún modo más serio, tiene que ver con la libertad de cada uno de divertirse con algo bonito y bueno como la numismática.

    1. Lo de que coleccionar es algo intrínsecamente irracional lo digo sin ningún tipo de connotación peyorativa, pues yo mismo soy coleccionista. Fríamente tiene poco sentido acumular objetos muy semejantes para formar una colección. De los pocos sentidos que tiene es para facilitar su estudio o por cuestiones pedagógicas, que es lo que hacen los museos, pero mucho me temo que la mayoría de los coleccionistas lo hacen por diversión y nada más.

      Por otra parte, ¿por qué uno colecciona monedas de Fernando VI y otro la ceca de Malaca? Pues en última instancia porque les da la real gana, no hay razones que valgan. Eso es algo irracional donde lo haya.

      Saludos,
      Adolfo

  9. Fríamente tiene poco sentido acumular objetos muy semejantes para formar una colección.

    Claro pero es que el ser humano le echa emocion a todo :)
    No creo que seamos frikis (en el sentido que viene de monstruo), sino que a todos nos gusta ‘juntar’ cosas que nos gustan :)
    En cualquier caso una coleccion de monedas de ese tamaño, se me hace extraño que sea a corto plazo… auqnue quizas quiere decir en 5 años… todo depende del capital y la rareza…

  10. Como decía siempre Jack el destripador: «vayamos por partes»…
    1.- Desde la antigüedad se vienen coleccionando monedas, de hecho las monedas «restauradas» del Imperio Romano nos muestran ese deseo humano de preservar para la posteridad ciertas monedas que en su época gozaban de relevancia y popularidad; así, de los emperadores Vespasiano, Trajano, Adriano y otros se sospecha que coleccionaban monedas y se tiene la certeza de reyes como Fernando el católico que llevaba su colección siempre con él.
    2.- Coleccionar monedas siempre ha sido un pasatiempo de privilegiados, os aseguro que un gañán que se pasa trabajando en la era de sol a sol no le quedan ganas cuando llega a casa de ponerse a mirar monedas.

    Según esta óptica, vivimos en una época dorada en la que centenares de miles de personas disfrutan de tiempo y recursos para desarrollar sus aficiones aún inmersos en una crisis de grandes dimensiones.
    Por todo esto, del mismo modo que hay una «edad antigua», una «edad media», una «edad moderna»y una «edad comtemporánea», propongo denominar al período que se inició tras la segunda guerra mundial «edad del Friky»

  11. No sabía que en la Antigüedad se coleccionasen monedas, pero no me extraña nada. Cuando en la Edad Media se comienza a descubrir la antigüedad las monedas pasaron a ser objetos de coleccionistas, puesto que eran con mucha diferencia los objetos que se encontraban en mayor abundancia. Coleccionar monedas siempre se consideró una «afición culta» a la que solo podía acceder cierta élite, exactamente igual que cualquier cosa relacionada con la cultura o la filosofía.

    Hoy en día las cosas han cambiado. El populacho tenemos acceso a muchísima más información, cultura, saber, educación, sanidad, infraestructuras, justicia, seguridad… que cualquier rey de hace 200 años. Eso hace que la oferta de aficiones sea enorme y que cada cual pueda encontrar tiempo y recursos para desarrollar sus propios frikismos, rarezas, manías, aficiones, vicios o como queramos denominarlos. Para mí ése es uno de los grandes logros de la sociedad en la que vivimos: permite a cada cual desarrollarse como le dé la gana.

    Lo de la crisis de grandes dimensiones es curioso: seguramente estemos pasando por la mayor crisis que vamos a vivir en nuestra vida y en términos de dinero probablemente sea la mayor de la historia con mucha diferencia. Pero tenemos un nivel de vida que lo hubiera firmado cualquier ciudadano hace 30 años. Y si comparamos esta crisis con las que había hace relativamente poco (pongamos, 300 años) esto ni es crisis ni es ná. Antes aparecían tres años de malas cosechas seguidos y se generaba una hambruna que disparaba la tasa de mortalidad infantil y reducía 15 años la esperanza de vida. Si a eso le añadías que surgía una peste, entonces la población se quedaba en un 30% de la que era. Eso sí que eran crisis aunque no las denominasen como tales.

    Saludos,
    Adolfo

  12. Como ya te he dicho, de los emperadores citados solo hay fuertes sospechas; en cambio, a la muerte de Fernando el católico se hizo una valoración de las «medallas» (que era como llamaban en esa época a las monedas antiguas) del difunto rey, supongo que antes de fundirlas y convertirlas en moneda corriente…

  13. pues yo soy de los que hacen las cosas por años.
    los cobres de mis carolus,tocarlos,olerlos,pesarlos.
    mis platas,poner por años las mismas cecas,es todo un bellesón,sere raro
    adolfo,pero melo paso pipa cuando vuelvo del hospital y me abstraigo de mi trabajo
    para mi colecionar es estar en el limbo.

  14. Soy un lector muy novel de tu blog adolfo apenas 1 año y releyendo post tuyos me he encontrado este, curiosamente y desde mi experiencia te diré que en la fecha que escribiste esta entrada 22/04/2015, fué cuando yo comencé mi colección de Carlos III , nunca antes habia coleccionado monedas , sellos y otras cosas si pero nunca monedas, soy un amante de la historia y en particular del siglo XVIII, cuando ya no eramos la primera potencia pero todavía conseguiamos ponerle las pilas a los ingleses.

    Comencé mi colección buscándo monedas que me dijeran algo de ese periodo de la historia, su largo reinado me inclinó a elegir a Carlos III (1759-88) asi que me propuse tener una moneda de cada módulo, de cada metal y a ser posible tener de todas las cecas 7 americanas + 2 peninsulares , evidéntemente además de tener todos los módulos tener las variantes anteriores y posteriores a la pragmática de 1772.
    Empecé iluso de mi por las de oro, primero el durillo y el escudo (recuerdo todavía la desilusión cuando ví lo pequeñas que eran) pero no desfallecí y a finales de ese mismo año ya pujé por una onza (tambien recuerdo la intranquilidad porque tardó en llegar 1 mes y nunca antes habia hecho un desembolso de esa cuantía 1100 euros aunque justo es decirlo, el vendedor en ningún momento se escondió, simplemente estaba enfermo en el hospital o eso dijo) luego pasé al cobre y finalmente a la plata que me ha tenido más de 3 años enfrascado y aún hoy me falta alguna , de todas formas estoy orgullosos de como he ido dirigiendo mi colección tambien busco de su época italiana (Carlos VII rey de las dos sicílias 1734-59) y tambien incluyo monedas de Carlos IV con el busto de Carlos III, tampoco le haría ascos a alguna de Fernando VI póstuma americana de 1760 porque la moneda te cuenta que tuvieron que echar mano de esos cuños por falta de cuños de Carlos III.
    Un saludo Adolfo y espero que mi experiencia sirva para nuevos coleccionistas de este gran rey español.

    1. ¡¡Excelente!! ¡¡Muchas gracias por compartir tu experiencia!!

      Ponerse con Carlos III sin haber coleccionado nunca nada es una verdadera proeza. Hacerlo tan bien es algo extraordinario. Mis felicidades por ello.

      Cuento contigo como comentarista a partir de ahora :-)

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