Seleccionar vendedores en un mercadillo

Aquí voy a presentar una guía para seleccionar vendedores cuando se tiene un trato presencial con ellos (tiendas físicas, mercadillos y convenciones) que se basa en mi propia experiencia y en lo que yo hago al respecto. La guía va dirigida a aquellos compradores que presentan las siguientes características:

 

No buscan chollos, sino comprar monedas en una calidad adecuada a su bolsillo y pagar por ellas un precio razonable.

No son expertos en las monedas que están comprando. Es decir, que aunque no sean ignorantes, necesitan confiar en el criterio del vendedor para saber qué monedas comprar.

Tienen ciertos conocimientos de numismática. Es decir, que al menos han entrado en este blog xD.

Este perfil de comprador no es capaz de distinguir por sí mismo si la moneda que está comprando es falsa o no puede tasar adecuadamente lo que compra. Hay quienes consideran que quien no sea capaz de tasar una pieza no debería comprarla (y en cierta manera creo que tienen razón), pero la realidad es que la mayoría de los compradores necesitan confiar en el vendedor. Es como si yo me pusiera a comprar denarios: me gustan y algo sé, pero me la pueden meter doblada. Así que necesitaría caer con un vendedor que me asesore adecuadamente y me venda una pieza que me convenga a un precio razonable. Para eso quiero que el vendedor sea una persona honrada y con amplios conocimientos de numismática, para que a su vez a él no se la hayan colado.

Lo difícil es saber filtrar qué vendedores son así. He aquí algunas pistas para ver en qué fijarnos. No quisiera que se viesen como características que deban cumplir los vendedores, sino como «puntos a favor» que nos pueden hacer confiar más o menos en quien nos va a vender monedas.

 

1.- Es un vendedor profesional.  Los vendedores profesionales necesitan vivir de su negocio, por lo que necesitan tener una fama adecuada. Si timan a uno, en cuanto éste se dé cuenta al menos han perdido un cliente. Si se dedican a timar al personal a diestro y siniestro, lo normal es que a medio plazo tengan que cerrar el negocio. En cambio, un mercachifle después de un timo es capaz de ir a fardar del timo en la barra de un bar con un palillo en la boca aunque sólo sea para dárselas de listo. Además, un profesional se dedica a la numismática y en principio va a saber más que un aficionado.

2.- Marca los precios. En los mercadillos es muy normal encontrar a gente que no marca los precios de las monedas. En esos casos lo normal es que el precio de una moneda varíe dependiendo del interés que parezca tener quien pregunte por ella, como si fuese el bazar de Tetuán. Eso no es serio. Los precios de las monedas deben estar marcados, y si no lo están el vendedor debería decirte el precio al darte las monedas (esto más en las convenciones). Otra cosa es que luego se pueda negociar el precio dado, pero al menos hay que tener un punto fijo de partida.

3.- Trata bien a otros compradores.  En los mercadillos es fácil ver cómo un vendedor trata a un cliente. A poco que sepamos notaremos enseguida cuándo a otro cliente le está contando una milonga o si le está asesorando de forma adecuada. Ha habido vendedores a los que he visto ponerse a discutir a gritos con un supuesto cliente, llegando a un lenguaje totalmente agresivo, ofensivo y lleno de insultos. Evidentemente lo último que haría sería acercarme a ese vendedor.

4.- Es honrado con las monedas que controlamos. Yo creo que esta es la prueba de fuego. Si no controlamos una serie y queremos comprar alguna pieza, podemos fijarnos en la serie que conozcamos mejor y vemos qué monedas ofrece el vendedor. ¿Están limpiadas? ¿Hay alguna falsa? ¿La graduación es razonable? ¿El precio es razonable? Es de esperar que un vendedor que no busque engañar a nadie con la serie que nosotros manejamos tampoco vaya a engañar a nadie con la que nosotros no manejamos. Y viceversa.

5.- La graduación es razonable. Está claro que cada cual tiene su propia forma de graduar monedas, pero da muy mala espina cuando se ven monedas graduadas como EBC+ que a duras penas una casa de subastas las dejaría en MBC+. Otra cosa es que suban un poquillo la graduación y «conviertan» un MBC+ en un EBC-, eso es algo que hace la mayoría, y como la graduación es algo subjetivo, y cada uno tiene la suya propia, esas pequeñas diferencias son perdonables.

6.- Sabe de lo que está hablando.  Ya he comentado que se buscaba un vendedor que proporcione confianza en lo que está vendiendo, y para eso es necesario que sea un experto en ese producto. En otras palabras, si intercambiando una pequeña conversación con el vendedor  resulta que no tiene ni idea entonces no tiene sentido que le compremos nada porque quizá resulte que a él se la han colado. No es normal que esto ocurra, pero ha habido veces que me he quedado alucinado de la absoluta ignorancia de algunos vendedores sobre monedas españolas más que corrientes.   Estas sencillas reglas son las que sigo para separar el grano de la paja en este mundillo.

La criba suele ser importante en los mercadillos; por ejemplo, cuando voy a la Plaza Mayor de Madrid no me paro más que en media docena de puestos, pero a esos les suelo comprar. Si tenéis algún otro truco o algo en lo que os fijáis ya sabéis: para eso están los comentarios.

Las imágenes que ilustran la entrada son dos preciosos y raros tetradragmas sicilianos que se va a subastar Baldwin’s dentro de la colección Prospero. Su estimación de precio es de 20.000 y 30.000 dólares respectivamente. No son piezas que estén al alcance de casi nadie, pero todos podemos ver el catálogo y degustar una colección estupenda.

17 comentarios en “Seleccionar vendedores en un mercadillo”

  1. Buena entrada.

    Creo que también es importante fijarse en qué vende y cómo lo organiza.

    -Si además de monedas vende sellos, llaveros, zippos, cómics viejos… buf, ya bajo bastante el listón sobre lo que espero encontrarme.

    -Álbumes de plástico (especialmente los arrugados y amarillentos, y a veces con grapas por ahí) o monedas amontonadas en cajas, mal síntoma.
    En cambio, los cartoncillos con datos escritos me transmiten confianza.

    -Si el vendedor tiene sin orden, y vemos cosas casi absurdas (como por ejemplo, en una misma fila de un álbum, una blanca de los RRCC, una peseta de 1982, 5 francos suizos y una ficha de tlf) es evidente que no sabe de lo que vende.
    En cambio, monedas organizadas por paises, valores, épocas… (tipo una página de Isabel II, otras de Centenario, otra de Franco, otra de portuguesas…) indica que algo de idea tiene.

    Y un truco que me mola. Se le preguntas al vendedor «¿y cómo deberia limpiar unas monedas que tengo en casa?»

    Si contesta: -mejor no las toque, o muéstremelas la semana que viene a ver si le puedo ayudar.- Confianza alta.

    Si contesta: -bueno, no es muy recomendable limpiar, pero podria probar a darle con algodón mágico, amoniaco si son de plata, etc.- Confianza normal.

    Si contesta: -le voy a decir un truco que sabe muy poca gente, usted prepare un vaso con aguarrás, un poco de bicarbonato, lejia…, las remoja y le quedarán como nuevas.- Huir

  2. Por mi propia experiencia, yo añadiría que cuando un vendedor insiste demasiado en que le compremos una pieza o se pone agresivo es porque quiere vender esa pieza a un precio excesivo, o porque es falsa.

    1. Agresivo no debe ponerse nunca un vendedor en ninguna circunstancia.
      Insistente pues ¿qué quereis que os diga?, un vendedor vive de lo que vende, sino vende no come, por lo que creo que es comprensible que sea un poco insistente a la hora de vender sin que la moneda en cuestión tenga que ser necesariamente falsa o excesivamente cara.

      1. Creo que el comentario de Cneo iba más por el lado agresivo que por la insistencia educada. Hay vendedores que si ellos se hacen a la idea de que te tienen colocada cierta moneda no te dejan ir sin ella. En el plan de: «si no la compras es que no entiendes porque bla bla bla».
        Claramente un comerciante debe persuadir a sus potenciales clientes a que le compren su género. Al fin y al cabo ese es su trabajo. Pero a algunos les falta atarte a la mesa hasta que les compres lo que ellos te digan. Creo que esa es la actitud que critica Cneo.

        saludos,
        Adolfo

  3. Interesante entrada.
    Los consejos que da el autor del blog son bastante de sentido común lo que no les resta valor ya que como se suele decir, a veces «el sentido común es el menos común de los sentidos». Tal vez el de priorizar los puestos con el precio puesto en papel (me suena que lo comenté en alguna intervención anterior) sea el menos intuitivo a priori. También me han parecido muy válidos los del comentario de tx94.
    En otro orden de cosas, me está gustando mucho la progresión (tal vez sería mejor denominarla evolución) del autor de este blog como coleccionista numismático. Quien le ha seguido desde el principio, como yo, recuerda la «candidez» que adornaba sus primeros pasos, no exentos de conocimiento numismático pero sí «con poco mundo». Su tendencia a ensalzar al coleccionista en detrimento del vendedor o aquella obsesión que le entró por las bondades de las casas de subastas que a más de uno, yo me cuento entre ellos, le llevó a pensar sino trabajaba de algún modo pero dichas entidades con tanto ánimo de lucro como cualquier otra.
    Pues bien, hoy en día el señor Calleja me parece un coleccionista bastante más centrado y, desde luego, fogueado. Ya tiene asumido y de hecho lo combate, que muchos coleccionistas están muy lejos de ser corderitos y que pululan por los mercadillos a la caza del chollo. Ya empieza a darse cuenta que un porcentaje altísimo del negocio de las falsificaciones se nutre de todos esos cazadores de gangas que quieren piezas bonitas, raras o las dos cosas pero sin el «pequeño» inconveniente de tener que pagarlas en su precio justo. Llevo mucho tiempo en esto y he conocido pocos casos de coleccionistas engañados a pesar de poner en práctica las precauciones básicas de todo coleccionista; sin embargo he conocido infinidad de casos de listillos engañados que luego son los que más jaleo arman en esos foros de Dios. Es más, en la mayoría de los foros se montan unos barullos de narices cuando de falsas o de abusos de vendedores se habla pero mencione usted al personaje del chollero y verá que poquita gente interviene en el hilo en cuestión.
    Por otra parte, parece ser que, al fin, el señor Ruiz Calleja se ha animado a describir que hay vida más allá de las casas de subastas, y vida sana y dinámica, no enferma o apática. Y menos mal que la hay pues en caso contrario apañados estábamos todos, tanto compradores como vendedores. Y es que un regimen de oligopolio por parte de unas cuantas casas de subastas no puede sini traer graves distorsiones a nuestro mercado, evidentemente en beneficio de unos cuantos señores y en perjuicio de la inmensa mayoría.
    Quede claro que todo esto, aunque pudiera sonar peyorativo, es todo lo contrario. Tan justo es criticar lo que a uno le parece malo como reconocer lo bueno.
    Saludos

    1. No dudo de la sabiduría y el calado de sus consejos, amigo Luis.
      Sin embargo,para una persona como yo que empieza en esto,puede llegar a ocupar excesivo tiempo (y dinero) conocer a vendedores de confianza.
      Tengo muy en cuenta los consejos de Adolfo, y me encantaría seguir leyendo sus comentarios. Vuestra experiencia no tiene precio. Un saludo.

      1. En efecto, los consejos de Adolfo a mí me parecen de lo más útil para vendedores novatos pues son mensurados y proporcionados. Evitan malas experiencias sin convertir al coleccionista en chollero.
        Cuidado sin embargo con consejos más generalistas como el aportado por cneo_bathico. Imaginemos que mañana me viene alguien que lo ha leido y como ve que soy algo insistente en la venta (como buen comercial que soy aparte de numismático) entiende que estoy intentando engañarlo y se va. Pues no. Sólo intento venderle, pues de eso vivo, no engañarlo.

  4. Buena entrada, me viene de perlas ya que encajo con la descripción que das al principio de la entrada, igual que otras tantas del estilo. Ojalá pudiera aportar algo más pero la verdad es que no tengo experiecia en el tema, puede que algún día no muy lejano… En fin fuera bromas, se aprecia que tanto tú como los demás que comentais compartan su conocimiento con los que no lo tenemos, de forma desinteresada me atrevería a decir. Muchas gracias y un saludo a todos.

  5. tx94, genial comentario!!

    Sí, esos consejos también son muy buenos, pero quizá la mayoría de ellos sean «previos» a los míos. Los tres primeros son para detectar a chatarreros ( https://blognumismatico.com/2010/05/09/fauna-y-flora-de-mercadillos-los-profesionales/ ), pero no está de más hacerlos explícitos. Muchas gracias.
    El punto de picar al vendedor con una pregunta es muy bueno. Yo también suelo ir de poco entendido muchas veces hasta ver cómo se comporta el vendedor.

    Luis, estoy plenamente de acuerdo en lo que dices. Este blog no lo escribo para enseñar a nadie (¿quién soy yo para dar lecciones?), sino como medio de reflexión que me sirve para aprender a mí. Si además lo que he ido aprendiendo puede servir a otros, pues el beneficio es doble. Y si se genera un debate, entonces aprendemos todos :)
    Creo que ese espíritu es totalmente compartido con los comentaristas habituales, y eso creo que es excelente.

    saludos,
    Adolfo

  6. Felicidades por el Blog y muy buenos consejos, a tener en cuenta.

    Me he convertido en un seguidor habitual del blog, me gusta como se tratan y debaten los temas y eso que yo me dedico a los billetes, pero en general se pueden extender muchos de los consejos, informaciones y practicas aquí explicadas.

  7. Buendos días y gracias por este blog que continua día a día siendo más interesante. Soy un modesto aficionado a la numismática que aprovecho los domingos para pasearme por el pequeño mercadillo de mi ciudad (Girona). Hago esta entrada aquí para comentar las diferencias de precios que encontré este verano, durante una escapada, con el mercadillo de la Plaza Mayor de Madrid. Tenía muchas ganas de visitar este mercadillo de la capital para encontrar nuevas piezas y hacer disfrutar a mis ojos con todas las paradas de este mercado treinta o cuarenta veces mayor que el de mi modesta ciudad y con la esperanza de encontar, por la lógica de mercado de «a más oferta mejores precios». Cual fué mi sorpresa al constatar que los precios, en general, eran bastante o mucho más caros que en mi pequeña ciudad. Me fijé, por poneros un ejemplo, en los Reales de a 8 del reinado de Carlos IV de años comunes, que en estado de MBC se pedían cifras casi siempre superiores a 200 €. No sé si fué coincidencia de que en las paradas que pregunté el precio eran las más caras o, tal vez, me veian cara de primo. El caso es que estos precios, como bastantes otras monedas, casi duplicaban el precio que puedo encontrar en el pequeño mercadillo de Girona. Otro aspecto que también me sorprendió es que la inmensa mayoría de estos reales estaban limpiados, o dicho de otra manera, casi no ví piezas con pátina oscura. Desearía si podeis confirmarme si habeis apreciado estas diferencias y cuál es el motivo, y si podeis indicarme cuales son, a vuestro parecer, los mercadillos más interesantes de España. Gracias.

    1. ya he dicho varias veces que cuando voy a la Plaza Mayor de Madrid me paro en muy pocos puestos. Uno que hay veces que tiene libros interesantes y otros tres que tienen monedas con la calidad ofertada y precios razonables. En el resto de sitios ni paro.

      saludos y bienvenido al blog :)

  8. Muy buena entrada, felicidades. Alguna de las sugerencias las tengo que poner en practica.
    Me dedico a vender monedas y billetes con temática militar en mercados temáticos. Hay algunos comentarios que no son del todo correctos , al menos en mi mundo, yo no vendo en rastro.
    Creo que lego varios años tarde a este blog. Para empezar mi clientela es bastante culta, es más, siempre aprendo algo de ellos,
    La originalidad de la moneda nos la debemos trabajar lo vendedores, procedencia y con la lupa un pequeño trabajo de investigación y como no, mi fiel imán.
    Ha hablado un señor que hacía mención al desorden de las monedas, mira,en un mercado el ayuntamiento nos cobra por metros unos 80€ metro (llevo 3). Debo aprovechar el espacio al máximo, siguiendo unos parámetros de imagen, por ejemplo asociar la imagen del che a sus monedas y eso ocupa mucho espacio, con lo cual no tengo ningún reparo a mezclar plata de kennedy con che.
    El tema de los precios marcados es muy buena práctica.
    No obstante me interesa mucho la opinión de los aficionados a este mundo para mejorar.
    Gracias a todos

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Hola Hugo.

      Bienvenido al blog. Me alegra de que los comentarios de los aficionados te sean de utilidad para mejorar, eso habla muy bien de ti como profesional. El blog sigue activo y en él tienes centenares de comentarios de aficionados hablando sobre buenas y malas experiencias con profesionales, de seguro te serán de utilidad.

      Saludos,
      Adolfo

  9. Adolfo Ruiz Calleja

    He enlazado esta entrada en Facebook y ha habido algunos buenos comentarios: https://www.facebook.com/aruizcalleja/posts/3507729462612429

    José Jiménez:
    El prestigio de un buen vendedor necesita mucho tiempo y trabajo. Yo hace tiempo que desconfío de las ventas por eBay, todocoleccion y demás, hay verdaderas estafas consentidas por esas plataformas, ya que lo único que les importa es la comisión.

    Néstor Herrera:
    Hace bastante tiempo que no me paso por un mercadillo. Un par de duros y alguna medalla compré en su momento, los cuales ya no están en mi colección, por lo de ir mejorando el estado de conservación de las piezas. Creo que en los inicios todos pasamos por mercadillos y entre conocer vendedores y aprender algo de ellos (lo bueno y lo malo), comprar alguna que otra pieza que nos interese y luego la cañita del medio día, es una fenomenal manera de pasar el domingo. En su momento conocía a un señor que tenía su tienda de antigüedades y luego en el mercadillo de los domingos, sólo montaba el puesto con monedas, medallas y billetes únicamente. A él le compré mis primeras piezas. Y se llamaba Domingo 😄. Honesto y conocedor de la moneda española. Luego también se veían chafallos, chamizos y traperos de todo pelaje. En cualquier caso es una experiencia que todo coleccionista tiene que experimentar, en mi opinión.

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