Hacer la gallina

Los americanos llaman «cherrypicking« lo que nuestro compañero José María Tavera lleva llamando toda la vida «hacer la gallina«. Básicamente son dos metáforas diferentes: en una eres un horticultor que con cuidado va seleccionando las mejores cerezas de cada árbol, o bien eres una gallina que rebusca entre la mierda del corral el mejor bocado. En cualquier caso, lo que ambas metáforas representan es el acto de buscar entre un montón de monedas que no tienen apenas valor numismático, aquéllas que sí que lo tienen.

Creo sinceramente que hacer la gallina (será como lo llame a partir de ahora, que es más castizo) es una de las pocas cosas en las que un coleccionista normal, y sin demasiados conocimientos puede conseguir monedas por mucho menos de lo que valen. Lo malo es que las monedas que se consigan así no valdrán demasiado y es muy raro que superen los 20 euros. No os penséis que esto de la gallina es un chollo, sino más bien se podría ver como una forma barata de hacerse con monedas no muy caras. En el resto de la entrada voy a comentar las tres formas que conozco de hacer la gallina y ya veréis como así no se hace millonario nadie, aunque se puede pasar un buen rato.

Básicamente, el acto de escarbar es común entre todas las formas de hacer la gallina. Simplemente consiste en tener un montón de monedas baratas delante e irlas mirando una a una con detenimiento por si acaso alguna tiene alguna característica que la haga especial. La diferencia está en dónde sacar las monedas para escarbar. En otras palabras, la gallina es la misma, pero la podemos cambiar de corral. Veamos tres corrales.

CORRAL 1: MONEDAS DEL BANCO

Esta es una forma sencillísima de hacer la gallina, y además nos aseguramos que en ningún momento perderemos dinero. Simplemente vamos al banco o caja habitual y pedimos que nos den unos cuantos cartuchos de monedas sin circular. Es posible que no las tengan en ese momento, pero si somos clientes habituales les podemos decir que nos lo guarden cuando lo tengan. Por cierto, antes se podían pedir estas monedas en el Banco de España, pero ya no entregan más de 100 monedas a ningún particular.

Bueno, pues una vez que tengamos las bolsas de monedas, toca abrirlas, coger una lupa y armarse de paciencia para encontrar todas las variantes y errores que se puedan: roturas de cuño, excesos de metal, algún giro… no son monedas por las que nos vayan a pagar mucho (de hecho, lo normal es que no nos paguen nada) pero podemos hacernos con una colección de monedas curiosas sin más que pagar su valor facial. Ya vimos hace poco a un auténtico maestro de este tipo de errores.

También es cierto que hay monedas con error que son más buscadas, como los 2 euros conmemorativos de EMU de España 2009, que su variante de estrellas grandes es bastante querida. El que pidió al banco unos cartuchos y sacó unas cuantas variantes pudo hacer buen negocio. Pero está claro que estos son casos raros; hay pocos aficionados al coleccionismo de errores y no suelen estar dispuestos a pagar mucho dinero por una pieza.

CORRAL 2: COMPRAR MONEDAS A KILOS

La desventaja principal de la aproximación anterior es que está limitado a euros. Si queremos monedas anteriores o de otros países no se puede ir al banco y pedirlas. Pero hay quienes venden monedas por kilos, sobre todo de las de Franco y las de El Rey que ya no recogen en el Banco de España, y también monedas extranjeras. Si alguien no sabe dónde encontrar esos kilos de monedas que me mande un correo, que se lo puedo indicar.

En un kilo de monedas vienen unas 200 piezas y viene a costar entre 8 y 12 euros (según épocas y cantidades) . Ya os daréis cuenta de que el precio por moneda es ridículo. Lo que pasa es que de esas 200 monedas muy pocas valdrán algo, pero con que un 5% se puedan revender por 1 euro, o con que una presente un error claro, ya se puede sacar lo puesto. ¡Malo será que se pierda dinero!

Así pues, es bastante típico comprar monedas a kilos y luego quedarse unas cuantas para hacerse una colección y con el resto hacer pequeños lotes de monedas que se pueden revender y sacar un dinerillo o cambiarlas por algunas que no se tengan. No es raro que, si se trabaja uno bien las monedas, se pueda sacar tres o cuatro veces lo puesto. Ahora bien, hay que meter una cantidad de horas exagerada, y si después nos ponemos a echar cuentas no sale ni a dos euros la hora. Es decir, que hay que hacerlo por gusto, no por dinero, y es por eso por lo que los profesionales generalmente no hacen la gallina. También es cierto que hay veces que sale alguna pieza rara, pero son ocasiones contadas.

CORRAL 3: MERCADILLOS

Es bastante típico que algunos vendedores de los mercadillos tengan una caja con monedas «a montones». De hecho, algunos tienen varias cajas, cada una con un precio. Lo importante es que la caja tenga un precio, es decir, que diga «3 euros cada una» o «1 euro cada una, 5 euros 6 monedas». Si no tiene precio, entonces cada moneda de la caja tendrá un precio diferente, y da igual cuál es la que selecciones: justamente esa es la más cara y la que más vale. No caigáis en esa trampa porque eso no es hacer la gallina, sino hacer el primo.

Bueno, pues las cajas que tienen precio suelen tener monedas que los comerciantes «desprecian» porque valen poco y no van a andar clasificando, encartonando, metiéndolas en un álbum… no, directamente las ponen en una caja y ya está. Recordemos que un comerciante profesional no está ahí por gusto y su tiempo vale más dinero del que va a sacar haciendo la gallina. Suelen ser restos de lotes y, en la mayoría de los casos, les han salido prácticamente regaladas. Vamos, que de un lote que compraron hicieron negocio con las buenas y esas son unas sobras con las que quizá se saquen algo de más.

En muchos casos las cajas tienen chatarra de moneda extranjera o de Franco que ellos compraron a kilo y que venden entre 20 céntimos y 2 euros cada pieza; quizá entre ellas se encuentre una peseta de 1947 que te falte o un duro que, aunque circulado, te sirve para tapar el hueco. En otros casos hay monedas de El Centenario que se venden por poco más de lo que vale su peso en plata.  Suelen estar en calidad BC o peor, pero de nuevo pueden estar bien para tapar un hueco y hay veces que nos llevamos gratas sorpresas al encontrar monedas que se pueden meter bien en un álbum.

Un último consejo, si os gusta esta forma de hacer la gallina, es que seáis respetuosos con el comerciante. Sé que no hace falta decirlo, pero es que en un mercadillo se ve de todo. Cuando lleguéis a su mesa  no está de más saludarle y hacerse notar para que el comerciante vea que vais de buenas y no queréis robarle nada en cuanto os quite el ojo de encima. Tampoco está bien visto tirarse tres cuartos de hora en la mesa para no comprar nada. Y, por supuesto, no os enfadéis si al hacer la gallina no encontráis nada de valor, al fin y al cabo las gallinas revuelven montones de mierda.

12 comentarios en “Hacer la gallina”

  1. Buen artículo. Una forma interesante de ahorrar si se tiene tiempo.
    Va bien sobre todo para esos domingos por la tarde que quieres pasar en casa descansando o esos fines de semana con tan mal tiempo que no apetece salir de casa.

    Un saludo a todos!

  2. Excelente, aquí hay mucha sensatez, claro y útil una vez más. Para mí este blog es una de las mayores alegrías del año en la web. El futuro de la numismática pasa también por internet.

  3. Saludos. Creo que te faltó una versión mas: escudriñar en la caja de monedas del abuelo. Creo recordar que ya hicicste un post sobre este caso, cambiando la caja por un caldero :-). Respecto a los resultados de estas estrategias, en mi opinión las únicas monedas de cierto valor que se suelen conseguir son variantes debidas a errores de acuñación.

  4. Estoy de acuerdo: rastrear la caja de monedas del abuelo es un buen método, lo que pasa es que no está al alcance de muchos porque no todos tenemos esa caja y queremos seguir haciendo la gallina. Y sí, lo que más se suelen encontrar son errores de acuñación.

  5. Hola lo de hacer la gallina en mi opinion hay que hacerlo con cuidado , yo he echo eso barias veces y en la ultima no sali muy bien parado , no lo aconsejo , a la larga puede traerle a la persona problemas con el comerciante , tengan mucho cuidado con las piezas que se seleccionen en algunos casos .Felices fiestas Adolfo y felicidades por tu blog , se aprende mucho.Saludos desde Almeria.

    1. Hombre, pues no sé qué problemas habrás tenido, pero en principio no tiene por qué suponer un problema.

      Un truco para que no haya problemas es hacerse notar al principio, para que el comerciante no crea que vas a agarrar un puñado de monedas y vas a salir corriendo. Luego es cuestión de mirar e ir seleccionando. Claro está que no queda bien si te tiras una hora en el puesto y no le compras nada… un poquito de sentido común por ambas partes y no tiene que haber problemas.
      Si quieres puedes contarnos tu experiencia, claro está.

      saludos y Feliz Navidad,
      Adolfo

  6. No sabía que se llamaba así al acto de «picotear entre la chatarra». La primera vez que lo hice me llevé una tremenda alegría, pues lo que me encontré fue un precioso dinero portugués bastante escaso pero que encima tenía una particularidad única, el dibujo acuñado demuestra una perfecta equivocación en el uso de los cuños por parte del oficial, de esta forma se observa una orla por encima de una cruz cuando lo normal es al revés.

    Haber hecho la gallina me supuso un tesoro que complementa perfectamente cualquier explicación sobre las técnicas de acuñación, y tú Adolfo, recuerdo que hace poco escribiste una entrada sobre la práctica inexistencia de troqueles medievales.

    Feliz Navidad

    Historia y Numismática

  7. Efectivamente, casi todo lo que se conoce de los troqueles medievales es analizando las monedas que acuñaron. Ejemplares de cuños castellanos se conserva uno y visigodos otro, según me han comentado. Dice Antonio Roma que franceses e ingleses hay alguno más, pero siguen siendo rarísimos.

  8. Hola Adolfo:
    Me ha hecho tanta gracia eso de «gallina» que me he bautizado como «supergallina», porque lo hago constantemente.
    Comentarte que otro método es «picar» (nunca mejor dicho) para que tus amigos te busquen monedas «raras».
    Como curiosidad decirte que en mis gallineos he conseguido 18 estrellas grandes EMU, una flechas invertidas a un precio irrisorio, decenas de 1 sobre J, 2 euros 2012 con 3 estrellas anepígrafas y lo último una moneda de 10 cts en cospel de 2 cts.
    Te mando un abrazo y enhorabuena por tu trabajo.

    1. jejejejeje

      Me alegro de que te sientas representado!!

      Efectivamente, se pueden encontrar bastantes errores haciendo la gallina, aunque para eso hay que meter bastante tiempo a la afición. Felicidades por tus adquisiciones de picoteo!!

      saludos,
      Adolfo

  9. Muy buen articulo si señor.
    Yo con el tema de la crisis he decidido dedicar este 2013 a «gallinear». Rebuscando una mañana en tu mercadillo amigo, se puede hacer uno por 5 o 6 euros una curiosa colección de fichas telefónicas antiguas de todos los continentes y como bien dices, encontrar variantes. Sigo con la ilusión de encontrar los 50 Ctm de Franco con las flechas invertidas. No es una pieza cara, pero no la querré en mi colección si no es por el método de la gallina XD.

  10. Hombre lo de «gallinear» te puede salir a veces bien y otras veces, no digo mal porque no se suele perder una gran fortuna, pero si gran parte de tu tiempo en buscar algo que en ese día no sale. En los «cubilotes» con monedas variadas de todo tipo, ya sean locales o extranjeras «gallineando» he conseguido en más de una ocasión coger buenas monedas como por ejemplo tres pesetas de 1947*56 el mismo día en un «cubilote» que ponía 8 monedas a 1 € o 12 céntimos de € cada pieza. O mi última adquisición si se entiende del tema, 10 fen de Manchukuo de 1943 (Ocupación japonesa sobre China, 2ª Guerra Mundial) por 2 euros, una moneda que ha llegado a ser subastada de 600 a 1000 €.

    Nunca está de más «gallinear» lo único que hay que estar es muy concentrado y tener «el catálogo por cabeza» e intentar que no se te pase ninguna pieza, piensa que cuando se «gallinea» no se va con el propósito de buscar una determinada pieza, sino lo que surja y estar al loro, yo a esto de buscar por «cubilote» dependiendo de cada persona lo llamo «improvisación de cada uno».

    Saludos, buen blog amigo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio