5 reales de la Guerra de los Segadores

La Revuelta Catalana de 1640, también llamada Guerra de los Segadores, supuso un conflicto político, social y militar en buena parte de Cataluña y que se extendió hasta 1652. Hay un enorme debate historiográfico sobre esta revuelta que se dificulta porque algunos grupos nacionalistas encuentran en ella un precedente a sus reivindicaciones (lo cual no afecta para nada a lo que se va a tratar en este artículo). Lo que parece claro es que supuso una respuesta violenta a la Unión de Armas de 1626 y a la creciente presión fiscal fruto de la  continua bancarrota de la Hacienda Real. De hecho, otros territorios controlados por los Austrias experimentaron revueltas semejantes: en la primavera de 1640 comienza la Revuelta Catalana, en diciembre de 1640 se independiza Portugal y en 1647 ocurre una importante revuelta fiscal en Nápoles.  

La Revuelta Catalana tuvo grandes consecuencias numismáticas en Cataluña. Son las monedas que típicamente se llaman “moneda de la Guerra de los Segadores” (o de la Guerra dels Segadors). En este artículo me voy a centrar en las monedas acuñadas en un primer momento del conflicto y, especialmente, en las monedas de 5 reales (5 rals). Estas son las piezas más grandes de plata que se acuñaron durante toda la Revuelta.

La moneda catalana en época de Felipe IV

Felipe IV. 1 croat 1636, Barcelona.

Para entender las primeras emisiones catalanas durante la Guerra de los Segadores lo más importante es comprender la moneda catalana de la primera mitad del siglo XVII. Y es que la Corona de Aragón tenía un sistema monetario propio diferenciado del castellano.

El sistema monetario catalán era de origen carolingio. Para la plata existía la libra como unidad de cuenta. Una libra equivalía a 10 croats, o reales catalanes, y cada croat equivalía a 2 sueldos (sous). Desde la Edad Media se acuñaban monedas de croats y también de medios croats (sous). El sou equivalía a 12 dineros (diners). Se acuñaban monedas de vellón con valor de 1 dinero, 2 dineros (dobler) y 6 dineros (seiseno o sisè). Aquí tenéis una tabla de equivalencias.

Otra característica importante de la moneda catalana en el siglo XVII es que había una gran cantidad de cecas de moneda local desde hacía siglos. Además, la ceca de Barcelona, que era la ceca principal, acuñaba a nombre del Rey pero dependía del poder local barcelonés, quien debía de autorizar la emisión. Tenemos, por tanto, una gran descentralización en la producción monetaria y en la responsabilidad de las emisiones.

Los 5 reales de Barcelona

Guerra de los Segadores. 5 sous 1641, Barcelona. A nombre de Felipe IV.

Cuando estalló la revuelta comenzaron a acuñar monedas de 5 reales con un peso aproximado de 12 gramos. Las primeras monedas fueron muy curiosas porque definieron una nueva tipología catalana pero continuaron con la leyenda a nombre del rey de España. Así, las monedas de 5 reales reproducen el diseño tradicional de los croats pero cambian el busto de Felipe IV por el escudo de armas de Cataluña coronado; a ambos lados del escudo se lee “V-R”, que significa “5 Reales”. Su reverso permanece igual y sus leyendas también: “Philippus Dei Gracia Rex Hispaniarum” y “Barcino Civitas” junto con la fecha. 

Este diseño puede resultar sorprendente pero es congruente debido a dos motivos. El primero es que se entendía España como un ámbito geográfico y, en ese sentido, tanto era España Castilla como Aragón. De hecho, en la moneda catalana la cita al rey de España se hacía sin ordinal del rey. El segundo es que en un primer momento las autoridades catalanas buscaban mantener su vínculos con el soberano del Principado de Cataluña, esto es, Felipe IV. 

Guerra de los Segadores. 5 sous 1641, Mataró. A nombre del Principado de Cataluña.

Ya en 1641 la Guerra de los Segadores entra en una nueva etapa en la que Cataluña rompe su fidelidad a Felipe IV. La consecuencia numismática es que la leyenda deja de aludir al rey de España para indicar, simplemente, “Principatus Cataloniae”.  Parece unánime considerar que estas monedas aluden al Principado de Cataluña como una unidad política independiente, ya que no hacen referencia a ningún soberano externo.
También es interesante que en el anverso se incluyó la cruz de Santa Eulalia tras el Escudo de Barras. Santa Eulalia es la patrona de Barcelona y su cruz solo se sacaba en procesión cuando la ciudad estaba en peligro.

Guerra de los Segadores. 5 sous 1642, Barcelona. A nombre de Luis XIII de Francia.

La tipología de los 5 reales barceloneses volvió a cambiar en 1642, cuando se nombró a Luis XIII de Francia nuevo soberano del Principado de Cataluña. Entonces se incluyó su busto en el anverso y la leyenda “Ludovicus XIII dei Gracia Rex Francorum et Comes Barcinonae”. Luis XIII falleció el 14 de mayo de 1643 por lo que la emisión de 5 reales de 1644 (última y muy breve) se hizo a nombre de Luis XIV.

Los 5 reales de otras cecas

Desde el inicio de la Revuelta Catalana se produce una descentralización de las acuñaciones. Si bien se llevaban siglos acuñando monedas en lugares muy dispares, ahora se da un salto cualitativo no solo se acuñan monedas para la circulación local sino también piezas de vellón (seisenos) y de plata (5 reales y 5 sous) con un valor importante. Estas acuñaciones sirvieron para financiar la guerra.

Guerra de los Segadores. 5 sous 1641, Vic. A nombre del Principado de Cataluña.

Según Áureo, hubo 21 municipios que acuñaron monedas de 5 reales, además de Barcelona. El análisis particular de cada uno de ellos está fuera del alcance de este artículo. Bastará con decir que en algunos casos la legalidad de las acuñaciones quedó en entredicho: como ya no había rey a quien solicitar autorización para las acuñaciones, ésta autorización debería ser otorgada por la Generalidad de Cataluña. Hubo municipios que así solicitaron la autorización; otros la solicitaron al municipio de Barcelona; otros alegaron una antigua concesión; otros acuñaron sin autorización ninguna… 

Tipológicamente, todos estos municipios imitaron la moneda de Barcelona. Solo cambiaron el nombre de la ciudad emisora. En cuanto a las fechas, estas monedas se comenzaron a acuñar en 1641 y se prohibieron en marzo de 1642 para, así, centralizar la producción de oro y plata en Barcelona. Por lo tanto, nos encontramos con monedas con dos fechas distintas (la de 1642 es bastante más rara) y monedas a nombre de Felipe IV y a nombre del Principado de Cataluña (las de Felipe IV son bastante más raras).

Guerra de los Segadores. 5 sous 1642, Terrassa. A nombre del Principado de Cataluña.

5 reales en vídeo

Aprovechando mi visita a las oficinas de Áureo & Calicó grabé varios ejemplares de las monedas de 5 reales que aparecen en la subasta Gal·la Placídia. Estoy seguro que os gustará verlos:

Las fuentes principales para escribir este artículo han sido “La moneda de les terres catalanes”, de Crusafont; “la moneda catalana de la Guerra dels Segadors (1640-1652). Documento de soberanía”, de de Francisco Olmos; y el catálogo de Áureo & Calicó

La colección Gal·la Placídia

Áureo & Calicó organiza dos subastas especiales para el mes de noviembre de 2023: la Colección Gal·la Placídia, dedicada a la moneda catalana en el sentido amplio del término, que se subasta el 15 de noviembre; y la Colección Belchite, dedicada a billetes de municipios no catalanes de la Guerra Civil, el 16 de noviembre. Ayer hice un comentario sobre la Colección Belchite, hoy describiré brevemente la Gal·la Placídia. 

La subasta Gal·la Placídia consta de 610 lotes que generan una colección muy personal. Esta colección se centra en la moneda catalana en el significado más amplio del término. Es bastante irregular. Me queda claro que el coleccionista ha adquirido las piezas que le han gustado dando prioridad a unos periodos frente a otros. En mi opinión, hay tres apartados que tienen especial relevancia:

También hay ejemplares que se pueden destacar fuera de estas tres series, como puede ser el tremis de Tarraco a nombre de Recesvinto o la corona valenciana de Carlos I

En el siguiente vídeo muestro las monedas antiguas de la colección Gal·la Placídia que más me han llamado la atención:

Este artículo está patrocinado por Áureo & Calicó. Podéis seguir a Áureo & Calicó en su web, en Facebook, Instagram y Twitter.

En podcast

Os dejo un podcast con un contenido semejante al de este artículo:

Comentarios en: 5 reales de la Guerra de los Segadores

  1. Como siempre, muy interesante.
    Solo un apunte, como dices, el sistema monetario catalán se basa en el sistema carolingio, este sistema es que 1 libra son 20 sous (sueldos) y 1 sou equivale a 12 dineros. Esto es una regla inalterable en el tiempo, no como el croat, que con el tiempo, va subiendo de valor.
    En un principio, desde su creación, el croat equivale tambien a 12 dineros, por lo tanto se puede decir que el croat tiene el mismo valor que un sou. A mediados del s. XV (1455) esto cambia, ya que el croat sube el valor a 18 dineros, por lo tanto ya no equivale a un sou. (Un sou siempre sigue valiendo 12 dineros).
    En tiempos de Fernado II i dursnte la edad moderna el croat augmenta el valor a 24 dineros, por lo tanto,a partir de ese momento, el croat equivale a 2 sous (1 sou =12 dineros) y como la libra equivale a 20 sous, es correcto, (tal como dice este articulo de Adolfo) que una libra vale 10 croats. Solo es por tener en cuenta, que esto no siempre fue así.

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