Ganasso, el billete con el que Salvador Gumà se ganó el mote

Periodo: Edad Contemporánea

País: España

Municipio: Alcover (Tarragona)

Denominación: 1 peseta

Periodo: Segunda República

Calidad: MBC-

Casa de subastas: Áureo & Calicó

Fecha: 20 de enero de 2022

Precio de salida:  90 euros

Salvador Gumà Clavel y los billetes de Alcover

Lo que más me gusta de los billetes de la Guerra Civil es que permiten acceder a la historia más local, detallista y casi íntima del conflicto. Estos billetes muchas veces me llevan a leer biografías de personajes casi anónimos de los que nunca hubiera oído hablar si no hubiesen estampado su firma en un billete (véase el vale de 5 pesetas de Cieza). Tal es el caso de Salvador Gumà Clavel, un anarquista y esperantista oriundo de Alcover (Tarragona)

Salvador Gumà nació en Alcover en 1901 (fuente y fuente). A los 15 años fue a Barcelona para trabajar como electricista y allí entró en contacto con los dos aspectos que marcaron su vida: el esperanto y el sindicalismo anarquista (ambos aspectos estaban muy relacionados en aquel momento). Años después emigró a París para evitar que le mandasen el frente de Marruecos, para regresar en 1933 e instalarse en su Alcover natal. 

Ganasso, 1965

Salvador Gumà era cooperativista (ya vimos que el anarquismo no era -ni es- ideológicamente homogéneo) y sostenía la secretaría del Sindicato Agrícola de Alcover, de la CNT, en 1936. Además, enseñaba esperanto y era pianista en una orquesta local.

Tras el estallido de la Guerra Civil en Alcover se emitió papel moneda. La primera emisión fue acordada el 12 de enero de 1937, compuesta por billetes de 50 céntimos (lote 57) y una peseta (lote 56) con fecha de marzo de 1937. Según Turró se emitieron 2.000 ejemplares de cada tipo. 

Hubo otra segunda emisión aprobada el 10 de junio de 1937 (lote 58). Se componía de billetes de 50 céntimos y una peseta con fecha de 11 de junio de 1937. Se emitieron 5.000 ejemplares de cada uno. 

Finalmente, hubo otra emisión de 25 céntimos (lote 59), si bien no lleva fecha y no hay constancia documental de dicha emisión. Turró estima que se emitieron 6.000 ejemplares de esos billetes. 

Todos estos billetes, salvo los de 25 céntimos, deberían estar firmados. Pero no he visto ningún ejemplar firmado más que los de 1 peseta de la primera emisión. Entiendo, entonces, que la práctica totalidad de los ejemplares que han llegado a nuestros días son los que no llegaron a circular.

Estos ejemplares de una peseta firmados llevan la rúbrica de Salvador Gumà Clavel, por ser entonces el secretario del sindicato. Fueron unos billetes que debieron caer en gracia entre los alcoverences, pues pronto los llamaron “ganassos”. Al llevar la firma del bueno de Salvador, sus paisanos le empezaron a llamar a él “ganasso”, un mote con el que se quedó el resto de su vida. Tenemos así el único caso que conozco en el que una persona adopta el mote de las monedas o billetes que emite y no al revés.

Como tantos otros, tras la guerra Ganasso fue a la cárcel y al salir vivió una vida sin ningún tipo de protagonismo político. Dejó totalmente la actividad sindical pero no el activismo esperantista. Organizó varios congresos de esperanto en España, fue profesor de este idioma, jurado en concursos, autor de cuentos y libros editados en varios países… bien se puede decir que Ganasso fue uno de los principales esperantistas españoles hasta que abandonó este mundo en 2003, con 102 años.

Ganasso, 1970

Precio de 1 peseta de Alcover, 1937

Es relativamente sencillo y barato hacerse con los billetes de Alcover de la segunda emisión (lote 58), pero no es el caso con los “ganassos” de la primera emisión. Esos “ganassos” son los firmados por Salvador Gumà y son raros de ver.

De hecho, el único ejemplar que he encontrado como referencia es éste, que se remató junto con uno de 50 céntimos (también muy raro) por 650 euros. Ambos billetes estaban taladrados, no como el ejemplar que ahora se presenta que tiene una conservación realmente buena. Por lo tanto, y extrapolando de manera ruda, yo diría que un remate razonable serían unos 400-500 euros.

La Colección Martí Cot

Áureo & Calicó va a subastar una impresionante colección de billetes y vales locales de la Guerra Civil Española que lleva el nombre de su autor: Martí Cot. Se trata de una colección forjada durante la segunda mitad del siglo XX que integra unos 10.000 ejemplares. El día 20 de enero de 2022 se subasta el primer volumen, que incluye los municipios catalanes de la A a la J.

Estamos ante una de las principales colecciones de billetes de la Guerra Civil Española jamás forjadas. El pedigree de la colección es muy importante, ya que Martí Cot fue uno de los principales coleccionistas y estudiosos barceloneses del siglo XX, además de ser fundador y presidente de la ANE desde 1983 y 1996. En el preámbulo a este primer volumen Áureo & Calicó ofrece información sobre su biografía. 

En el Grupo de Discord del Blog Numismático hubo un “llamamiento popular” a que Vicenç nos diese una charla sobre los billetes de la Guerra Civil a partir de la Colección Martí Cot. Vicenç, tan dispuesto como siempre, nos dio una auténtica clase magistral de la que salimos todos encantados. En ella nos explica conceptos fundamentales para entender los billetes catalanes de la Guerra Civil, ejemplificándolos con los billetes de la Martí Cot. Además, destaca algunos de los mejores ejemplares de la colección.

Sin que sirva de precedente, ese vídeo lo he publicado en el Canal de Youtube. Creo que es magnífico:

Podéis seguir a Áureo & Calicó en Facebook y en Twitter.

2 comentarios en “Ganasso, el billete con el que Salvador Gumà se ganó el mote”

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      No me cabe duda de que Ganasso, como militante de la CNT, estaría en contra del poder estatal dominante en toda Europa por aquel entonces (y también en la actualidad, con mucho más poder por parte del Estado). Pero no sé hasta qué punto sería alguien «peligroso».
      A los anarquistas siempre se les ha pintado como violentos porque hubo grupos terroristas afines al anarquismo que fueron muy activos a principios del siglo XX. Pero hubo (y hay) intelectuales anarquistas muy cabales y pacifistas. De hecho, en sus bases filosóficas las corrientes anarquistas no promueves la violencia; no necesitan de un poder opresor para llegar a su «mundo ideal». Esto se contrapone a otros movimientos obreros de la época (socialismo/comunismo), que sí requieren de un brazo armado que obligue al resto a acatar sus postulados (dictadura del proletariado y demás).
      Por último, hay que pensar que el anarquismo en Europa -y especialmente en España, y más especialmente en Cataluña- era un movimiento con muchísimos adeptos en el primer tercio del siglo XX. Supongo que solo una minoría fuesen violentos.

      Saludos,
      Adolfo

      P.D.: no me puedo resistir a contar una pequeña anécdota. La última vez que estuve dando clase de cultura española en Afganistán, me sobraron unos minutos de la clase y pregunté si alguien tenía alguna pregunta sobre la cultura o la historia de España. Habíamos estado hablando durante casi una hora sobre cómo eran las bodas en España. Entonces un chico levantó la mano y me preguntó: «¿Nos puedes explicar el movimiento anarquista en España, antes y durante la Guerra Civil?». ¡Casi me caigo de la silla!

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