Representaciones numismáticas de los doce trabajos de Hércules

Uno de los personajes de la mitología griega más conocidos en nuestros días es Heracles. Se trata de un héroe hijo de Zeus y Alcmena, una reina mortal nieta de Perseo. Los griegos lo convirtieron en símbolo de fuerza, coraje y orgullo, llegando a divinizarlo y rendirle muchos cultos. Tanto es así que se fundaron al menos 15 ciudades en todo el Mediterráneo en su honor, llamándolas a todas ellas Heraclea.

El culto a Heracles traspasó culturas. Así, los etruscos lo convirtieron en Hercle, los fenicios lo relacionaron con su dios Melkart, los egipcios con Junso y los galos con Ogmios. Los romanos, tan receptivos a la mitología griega, lo convirtieron en Hércules, lo adoraron durante siglos y varios emperadores se vieron representado en su figura. Aunque no añadieron mucho a las historias mitológicas que de él se narraban, sí que relacionaron estas con la geografía del occidente del Mediterráneo.

Los doce trabajos de Hércules son, sin ningún tipo de dudas, los episodios mitológicos más conocidos de cuantos se le atribuyen. Se los debemos a un poema épico escrito por Peisandro en torno al año 600 a.c. A pesar de que no se conservó el poema, las historias se han recogido en distintos escritos, esculturas, relieves o monedas clásicas que han llegado hasta nuestros días. A partir del siglo XV los doce trabajos de Hércules siguieron inspirando a multitud de artistas en todo el mundo occidental que dedicaron al personaje multitud de cuadros, tapices, escritos, canciones o películas. De esa forma “ultra-procesada” ha llegado hasta nosotros las historias de este héroe griego y romano. Por eso os propongo un repaso de las representaciones numismáticas de los trabajos de Hércules. No pretendo citar todos los tipos de monedas clásicas que representan estos trabajos (eso sería larguísimo), pero sí dar un repaso a los distintos motivos que se representaron en la numismática en época clásica. De esa forma podremos tener una panorámica de estos trabajos de Hércules a través de unos documentos originales como son las monedas.

Se cuenta que Hércules, en un ataque de locura, mató a su mujer Mégara, a sus dos hijos y a dos sobrinos. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho partió de viaje y acabó visitando al oráculo de Delfos. Allí la sacerdotisa délfica le dijo que tenía que servir durante 12 años a su odiado primo el Rey Euristeo. El rey le mandó realizar 10 trabajos, aunque acabó haciendo 12 porque, como veremos, hubo dos que el rey no reconoció como méritos propios.

Arrancar la piel del león de Nemea

Nomos Lucania Heracleia
FIGURA 1. Nomos Lucania Heracleia
tetradracma Camarina
FIGURA 2. Tetradracma Camarina

El primer trabajo de Hércules consistió en matar y arrancar la piel del león de Nemea. Este era un león que aterrorizaba a la ciudad de Nemea y que tenía una piel tan gruesa que resultaba inmune a las armas. Por eso, Hércules le encerró en su propia cueva y allí le estranguló. Una vez muerto no sabía cómo desollarlo porque los cuchillos no podían penetrar su piel. Gracias al consejo de Atenea dio con que la mejor manera de arrancar su piel era usando las propias garras del león. Después, Hércules utilizó esta piel como una magnífica coraza y la cabeza del león como casco. La Figura 1 muestra un precioso nomos de Lucania Heracleia (en la actual Italia) en el que se representa a Atenea en el anverso y a Hércules estrangulando al león de Nemea en el reverso. La Figura 2 es un tetradracma de Camarina donde se incluye una de las muchísimas representaciones numismáticas en las que aparece la cabeza de Hércules cubierta por la cabeza del león de Nemea.

Matar a la Hidra de Lerna

El segundo trabajo al que Hércules fue encomendado consistió en matar a la Hidra de Lerna, hermana del león de Nemea. Se trataba de un monstruo marino de nueve cabezas, aliento tóxico y sangre venenosa que habitaba en el lago Lerna custodiando una entrada al inframundo. Su cuerpo no podía ser atacado porque estaba cubierto por láminas de bronce; en cuanto a sus cabezas, cada vez que perdía una regeneraba dos. Hércules pidió ayuda a su sobrino Yolao para matar a la hidra. Su estrategia fue que cada vez que Hércules cortaba una cabeza del monstruo Yolao pasaba una tela ardiendo por el muñón resultante, de manera que la cabeza no se pudiera regenerar. Pero esta ayuda de Yolao hizo que Euristeo no contabilizase la hazaña como realizada por Hércules. Las representaciones numismáticas de Hércules luchando con la hidra no son tan comunes, pero se encuentran varios ejemplos como la estátera de Festo que se muestra en la Figura 3.

estatera Festo
FIGURA 3. Estatera Festo

Capturar viva a la Cierva de Cerinea

Viendo que Hércules era capaz de matar a los monstruos más temibles, Euristeo le mandó capturar viva a la Cierva de Cerinea. Se trataba de una cierva consagrada a Artemisa con pezuñas de bronce, cornamenta de oro y una sangre tan venenosa que podría matar a un dios. Además, la cierva era tan veloz que ni las flechas podían alcanzarla. Hércules siguió al animal durante un año por Grecia, Tracia, Istria e Hiperbórea (un territorio mitológico al norte de Tracia). En Hiperbórea la cierva se detuvo a beber y Hércules le lanzó dos flechas con las que pudo inmovilizarla sin derramar su sangre, capturándola viva de esa manera. En la Figura 4 se muestra un áureo de Maximiano en cuyo motivo del anverso es Hércules capturando la Cierva de Cerinea.

aureo Maximiano
FIGURA 4. Aureo Maximiano

Capturar vivo al jabalí de Erimanto

El cuarto trabajo de Hércules fue capturar vivo al jabalí de Erimanto, un enorme monstruo que se alimentaba de hombres y que causaba estragos a la población. De camino al Monte Erimanto se acercó a la cueva donde vivía su amigo el Centauro Folo. Allí, a causa del vino, acabó peleándose con varios centauros y matando a algunos de ellos lanzándoles flechas untadas en la sangre de la hidra. Después llegó a Erimanto y persiguió durante horas al jabalí hasta que consiguió cansarle. Entonces saltó sobre su lomo, lo encadenó y se lo llevó cargado al hombro. En la numismática encontramos representaciones tanto de la captura del jabalí como de su pelea con los centauros. Por ejemplo, en el medallón de Septimio Severo acuñado en Perinto que aparece en la Figura 5 se muestra a Hércules cargando con el jabalí de Erimanto. Por otra parte, el contorniato de la Figura 6, acuñado en tiempos de Valentiniano III, muestra a Hércules peleando con un centauro.

medallonSeptimioSevero
FIGURA 5. Medallón Septimio Severo
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FIGURA 6. Contorniato Valentiniano III

Limpiar los establos de Augías

Viendo la enorme valía de Hércules, Euristeo le mandó una tarea humillante en la que su fuerza no le valdría de nada: limpiar en un solo día los establos de Augías. Estos eran los mayores establos de la antigüedad y nunca habían sido limpiados, así que en ellos se acumulaba una enorme cantidad de heces. Hércules tiró de su astucia y desvió el cauce de los ríos Alfeo y Peneo para así arrastrar todos los excrementos de los establos, pudiendo completar así su tarea en un solo día. No obstante, Euristeo consideró que esta tarea no contabilizaba, puesto que habían sido los ríos quienes limpiaron los establos. Ni qué decir tiene que esta denigrante tarea no ha sido tan representada en la numismática como otras. Aun así, se pueden encontrar algunas monedas, como el raro dracma de Alejandría acuñado a nombre de Antonino Pío que se encuentra en la Figura 7. En él se representa al astuto Hércules desviando el cauce de los ríos.

dracma Alejandría Hércules
FIGURA 7. Dracma Alejandría

Matar a los pájaros de Estínfalo

El siguiente trabajo de Hércules consistió en matar a los pájaros del Estínfalo. Se trataban de unos pájaros carnívoros con el pico, las garras y las alas de bronce. Estos pájaros atacaban al ganado y arruinaban las cosechas con sus excrementos venenosos. Hércules los intentó matar a flechazos, pero, a pesar de que pudo abatir unos cuantos, eran tan numerosos que no podía con todos. Atenea volvió a salir en su ayuda dándole un cascabel de bronce para que lo tocase encima de una montaña. Al tocar el cascabel los pájaros se asustaron y nunca más se les volvió a ver en los alrededores del lago Estínfalo. Hay varias representaciones de Hércules con un arco en la numismática clásica; una de ellas es el brutal hemidracma de la Isla de Tasos que se muestra en la Figura 8.

hemidracma Tasos
FIGURA 8. Hemidracma Isla De Tasos

Capturar el Toro de Creta

La séptima tarea que Euristeo ordenó a Hércules fue capturar el Toro de Creta, una bestia semental del rey Minos que enloqueció cuando la reina Pasífae se enamoró de él y concibió con él un minotauro. Hércules consiguió inmovilizar y capturar al enorme y bello toro sin más que saltar sobre su lomo. Victorioso, Hércules se lo llevó a Euristeo. A pesar de que hay muchas monedas en las que se representa a Hércules en el anverso y a un toro en el reverso (e.g. figuras 3 y 11), pocas son en las que la captura del Toro de Creta es explícita. Una de esas monedas se aprecia en la Figura 9, se trata de un didracma siciliano.

didracma Sicilia
FIGURA 9. Didracma Sicilia

Robar las yeguas de Diomedes

Tras capturar el toro a Hércules le encomendaron robar las yeguas de Diomedes, un rey tracio que alimentaba sus feroces yeguas con carne humana. Hércules fue con un grupo de voluntarios a robar las yeguas, pero cuando Diomedes se percató salió tras ellos con su ejército. En la batalla Hércules mató a Diomedes y utilizó su cadáver para alimentar las yeguas. Estas, al haberlo comido, se volvieron mansas por lo que Hércules no tuvo problemas para conducirlas hasta Euristeo. Esa conducción de la yegua se representa en el cobre de Gordiano III, acuñado en Heraclea Póntica (en la costa del Mar Negro de la actual Turquía), que se observa en la Figura 10.

Heraclea Pontica
FIGURA 10. Gordiano III Heraclea Pontica

Robar el cinturón de Hipólita

El noveno trabajo de Hércules consistió en robar el cinturón de la reina amazona Hipólita. Hay distintas versiones de cómo este trabajo se llevó a cabo. Una de ellas nos indica que Hércules secuestró a una hermana de Hipólita llamada Melanipa y pidió el cinturón como rescate. Posteriormente, las amazonas (azuzadas por Hera) atacaron a Hércules y los secuaces que le acompañaban. Finalmente, Hércules acaba ganando la batalla y matando a Hipólita. Esta lucha entre Hércules e Hipólita se encuentra en algunas monedas. Un ejemplo es la estátera de ceca incierta en la costa de Anatolia que se encuentra en la Figura 11.

estátera Cicilia
FIGURA 11. Estatera Cicilia

Robar el ganado de Gerión

La siguiente tarea encomendada a Hércules fue robar el ganado de Gerión, un gigante formado por tres cuerpos que vivía en Eriteia (actual Cádiz). Esta tarea le supuso una auténtica odisea al bueno de Hércules. Tras atravesar el desierto de Libia, llegó al norte de África, donde encontró el paso a Hispania cerrado. Allí separó las aguas abriendo el estrecho de Gibraltar y poniendo como límites dos columnas: el peñón de Gibraltar y el monte Hacho de Ceuta. Luego fue en busca del ganado, que estaba custodiado por el pastor Euritión y el perro Ortro (hermano de Cerbero). Los mató a los dos. Cuando se enteró Gerión fue a por su rebaño. Hércules también lo mató.

Ya con el rebaño, Hércules se dispuso a llevarlo a Euristeo. Lamentablemente, cerca de Roma el gigante Caco le robó parte del rebaño. Hércules tuvo que encontrar al gigante, lo mató y recuperó el rebaño. Al poco tiempo el rey siciliano Érice le retó a un duelo, apostando Hércules parte del rebaño contra el reino de Érice. A Érice también lo mató. Finalmente, la ninfa Equidna asaltó a Hércules y le robó parte del ganado, pidiendo tener relaciones sexuales con él como recompensa. Hércules tuvo sexo con la ninfa, recuperó el ganado y pudo entregárselo finalmente a Euristeo. El cobre de Galieno acuñado en Perinto que se muestra en la Figura 12 representa a Hércules conduciendo el ganado de Gerión.

FIGURA 12. Galieno Perinto

Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides

Con el anterior, Hércules ya había completado los diez trabajos prometidos, pero Euristeo no aceptó el segundo ni el quinto, de forma que tuvo que hacer dos trabajos a mayores. Uno de ellos, el undécimo de la lista, consistió en robar las manzanas del Jardín de las Hespérides, unas ninfas hijas de Atlas cuyos árboles daban manzanas de oro. Llegando al jardín Hércules convenció a Atlas para que recogiese las manzanas quedándose él sujetando la bóveda del cielo. Atlas recogió esas manzanas, pero a la vuelta no quiso volver a sujetar los cielos e indicó a Hércules que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo. Entonces Hércules le engañó aceptando su propuesta, pero pidiéndole que sujetase un momento el cielo para que Hércules pudiera colocarse mejor su capa. En cuanto Hércules se vio libre del peso simplemente agarró las manzanas y se marchó.

Hay varias monedas en las que se representa a Hércules con una o varias manzanas en la mano, en una clara alusión a su undécimo trabajo. Sin embargo, no hay muchos casos en los que se le represente en el propio jardín de las Hespérides. Uno de esos ejemplos es el antoniniano de Maximiliano acuñado en Ticinum (actual Pavía) que se muestra en la Figura 13.

FIGURA 13. Antoniniano Maximiano
FIGURA 14. Aureo Probo

Capturar a Cerbero

El duodécimo y último trabajo que Euristeo mandó a Hércules fue capturar a Cerbero -un perro de varias cabezas- y sacarlo del infierno. Tras una preparación personal y con el apoyo de Hermes y Atenea, Hércules pudo entrar en los infiernos. Sobre lo que ocurrió allí hay varias versiones. Una de ellas es que simplemente pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero. Hades accedió bajo la promesa de que el perro fuese tratado bien. Así lo hizo Hércules y consiguió que Cerbero le siguiese mansamente. El áureo de Probo que se observa en la Figura 14 representa a Hércules llevando a Cerbero.

Las representaciones de Hércules en la numismática clásica no acaban con las aquí mostradas. Hay más motivos relacionados con este héroe y también diferentes representaciones de estas mismas escenas. No obstante, las catorce monedas que ilustran este artículo demuestran que Hércules se ve representado en una gran diversidad de cecas, módulos y metales, además de haber sido representado durante muchos siglos. Por eso mismo coleccionar monedas relacionadas con Hércules puede ser muy interesante para quien quiera tener una representación de la moneda clásica con un leitmotiv temático. Pero quien lo intente debe estar dispuesto a pagar precios bastante altos si quiere adquirir monedas de calidad.

7 comentarios en “Representaciones numismáticas de los doce trabajos de Hércules”

  1. Muy buen artículo… alguno de los 12 trabajos tienen una clara alusión a la simbología utilizada en el zodíaco. Creo que se podría investigar un poco más sobre la formación del zodiaco también desde el punto de vista numismático.

  2. Yo solo tengo de Hércules el faro en La Coruña . Lo veo desde mi terraza todos los veranos. Con ese impresionante trabajo , iré buscando figuras similares en las monedas. Y te lo comunicaré. Enhorabuena Adolfo! Y Gracias claro!

  3. Andresito el Más Bonito

    Una serie muy popular entre los coleccionistas de moneda actual y bimetálicas son las monedas de 2 libras de Gibraltar dedicadas a los 12 trabajos. Hicieron una primera serie a finales de los 90, con cada moneda alcanzando los 300€ por moneda, y el año pasado hicieron una reedición tremendamente popular también, con cada moneda rozando ya los 120€.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Sabía de esa serie, pero no era consciente del coste de esas monedas.

      Me cuesta entender que haya quien prefiera gastarse 3600 euros en una colección de monedas de hace 20 años representando a Hércules, que gastarse ese mismo dinero (o menos) para una colección de moneda clásica con las 12 pruebas de Hércules.

      Saludos,
      Adolfo

  4. Gran trabajo, muy interesante todo el documento aunque a día de hoy todo ello desde el primer texto hasta el ultimo de este «Poema» de los 12 trabajos de Hércules no es muy políticamente correcto que digamos.

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