Un paseo numismático por Cuzco

Cuzco es una ciudad bellísima y la única ciudad de Perú que ha contado con tres cecas. Sin embargo, hay tantísimos atractivos turísticos en Cuzco y en sus alrededores que bien parece que todo el mundo se haya olvidado de las cecas. Tanto es así que no he visto ninguna mención a ellas en ninguna guía turística ni tampoco en las calles de la ciudad. Me he guiado fundamentalmente por el trabajo de Eduardo Dargent Chamot. Concretamente por este artículo sobre la primera ceca y este otro sobre las dos siguientes (cuidado porque la ubicación de las cecas que dan en estos textos no es correcta, lo que hizo que perdiera bastante tiempo para encontrarlas). También es de su autoría el libro online «Las casas de moneda españolas en América del Sur» que incluye este capítulo y este otro dedicados a Cuzco.

La primera vez que se planteó crear una ceca en Cuzco fue en 1682. La idea era crear una ceca de oro al estilo de la de Santa Fe de Nuevo Reino, en Bogotá, que ya llevaba décadas funcionando. Tras década y media de disputas sobre si abrir o no la ceca, sobre cómo se podría financiar y sobre cómo atraer a los comerciantes de oro, finalmente se instaló una fábrica. Lamentablemente en esa fábrica apenas se hicieron unas pocas pruebas. Muy bellas, aunque pocos ejemplares han llegado a nuestros días. Se tratan de los famosos 2 escudos de 1698. Pronto se dieron cuenta de que la ceca no era viable porque los comerciantes de oro iban directamente a Lima.

La ceca se instaló en la actual Plaza del Regocijo, que había sido la plaza de Auwkaipata, muy importante en época inca. Se trataba de un edificio muy grande que rápidamente pasó a tener usos privados hasta que en la década de 1950 lo derribaron para construir el Gran Hotel Colón. Desgraciadamente, a día de hoy ese hotel lleva muchos años cerrado debido a juicios interminables. Es una pena porque en una ciudad con tantísimo turismo como Cuzco es ridículo tener un enorme hotel en un lugar tan privilegiado (está a una cuadra de la Plaza de Armas) totalmente vacío. Eso sí, en sus bajos hay algunos restaurantes que sirven ricas alpacas. Aquí podéis leer sobre ese edificio, así como acceder a antiguas fotografías de lo que en su día fue la ceca.

La segunda ceca de Cuzco se instaló tras la huída de las tropas realistas de Lima en 1823. Los realistas se llevaron la maquinaria de la ceca y la instalaron en Cuzco, donde estaba operativa a finales de 1824. Pocos 8 reales pudieron acuñar (ejemplo) puesto que en diciembre de ese mismo año cayó la ciudad en manos de los insurgentes. Insurgentes que mantuvieron la ceca en funcionamiento hasta bien entrado el siglo XIX. En un primer momento acuñaron moneda nacional del Perú (ejemplo) y luego del Estado Sudperuano. Fue en ese momento tan convulso cuando la ceca de Cuzco acuñó verdaderas preciosidades tanto en plata como en oro. Cuando cayó el Estado Sud-Peruano la ceca se cerró, aunque hay monedas con fecha de hasta 1845, por lo que la ceca debió seguir funcionando unos años más.

Esta segunda ceca se instaló en el antiguo convento de San Juan de Dios, que hace esquina entre las calles Nueva Baja y Teatro. Cuando la ceca cerró se utilizó el local para instalar un colegio que sigue abierto hasta la fecha y es el más antiguo de la ciudad. Podéis ver aquí una imagen que se trabajó Glenn Murray de esta ceca, tirando de Photoshop para eliminar los elementos que «estropean» la foto, y algunas fotos de su interior. Yo os dejo una más realista.

La tercera y última ceca de Cuzco se debe a un ciudadano francés llamado Jean Marcés que vivía en Cuzco en la década de 1880. Se trataba de un joyero que había trabajado en la Casa de la Moneda de París, así que él mismo se quiso encargar de instalar la ceca y acuñar moneda. Tras los impedimentos propios de una empresa así, finalmente inició la labranza de monedas a mediados de 1885. Acuñó unas pocas monedas de 5 céntimos y 10 céntimos, pero acabó siendo un desastre y al año siguiente la ceca cerró sus puertas.

No está muy claro dónde se acuñaron las primeras piezas en 1885. Es probable que fuese en unos locales que Marcés tenía en la calle Tanda Pata, que a día de hoy es una calle preciosa llena de restaurantes muy agradables. Se sabe que en 1886 la ubicación de la ceca, que era la que se consideraba definitiva, era la Casa Silva. Se trata de un edificio en la calle Siete Cuartones, al lado del Convento de Santa Teresa. Actualmente parece ser un edificio de uso privado.

Aquí os dejo un vídeo que grabé en Cuzco enseñando las tres cecas. Ya veis lo cerca que están todas:

Por último, estoy de acuerdo con Glenn Murray (pag 29-36 de UNAN Numismática IV(23)) en que estas cecas pueden tener cierto potencial turístico y no se está aprovechando. Cierto es que Cuzco es una ciudad bellísima -de lo mejor que he visto en mi vida- y que tanto la ciudad como sus alrededores tienen muchísimos atractivos turísticos. No creo que el aspecto numismático vaya a atraer a muchos más «guiris» de los que ya hay. Ahora bien, creo que sería de agradecer que en alguno de los muchos museos de la ciudad haya algunas monedas acuñadas en Cuzco. Aunque sea de las baratas. O que se indique con alguna placa o letrero dónde estaban ubicadas las cecas, al igual que se hace con otros edificios históricos. Eso no cuesta mucho y puede ser un valor añadido para el visitante. Además, en la zona donde están las cecas se encuentra la calle Plateros, que desemboca en la Plaza de Armas. Personalmente, me hubiese gustado conocer la historia de esa calle pero no pude encontrar nada de información.