Comentario a «El Poder en la Butxaca» de Rafael Company

PortadaEn 2017 el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad organizó un ciclo sobre el Poder y la Propaganda. En ese ciclo hubo varias exposiciones, como una dedicada a las imágenes del poder y otra dedicada a la cartelística cubana revolucionaria. Como parte de este ciclo ha habido una publicación, escrita por el director del museo Rafael Company, (no os perdáis su comentario en esta misma entrada) titulada «El poder en la butxaca. Imatges del governants en les monedes d’espagya (s. XVIII – XXI)«.

Tras una pequeña reseña al ciclo de exposiciones y una introducción por parte de José María de Francisco Olmos, el libro contiene una amplia reflexión de 350 páginas sobre la representación del poder en las monedas españolas a partir del siglo XVIII. Creo que es una obra muy interesante porque ofrece una perspectiva distinta a la historia numismática. No se me ocurre ningún otro trabajo de esta longitud sobre el tema ni que llegue a este nivel de profundidad.

El trabajo va pasando por cada uno de los reinados y se va describiendo cómo y por qué se representaba el poder. Esto incluye tanto la representación de los monarcas como la heráldica y otros símbolos que contienen las monedas. Incluso se reflexiona sobre resellos subversivos (como aquí). El texto es muy divulgativo. Está al alcance de cualquier persona interesada, aunque sus conocimientos numismáticos sean totalmente nulos (pero no por ello deja de ser interesante a quienes quieran profundizar). Además, el texto se ilustra con una buena cantidad de monedas, cuadros, documentos históricos, blasones y otros objetos que relacionan a las monedas con otras representaciones del poder en cada época. Al final del libro se incluyen unos apéndices donde también se reflexiona sobre las representaciones en otros objetos (e.g. sellos), en otros países, en otras épocas e incluso en los cantos de las monedas. Todo ello sirve para ofrecer a todo el mundo una buena comprensión sobre el tema. Creo que es tremendamente didáctico.

Páginas El Poder en la Butxaca

Siendo un libro publicado por la Diputación de Valencia, a nadie le podrá extrañar que esté escrito y publicado en valenciano (no quisiera entrar en la polémica de si el valenciano es o no un idioma, ni si el texto original debería estar o no en valenciano). Ahora bien, el tomo incluye dos apéndices donde se incluye todo el texto en castellano y en inglés. Esto supone otras 300 páginas (150 para el castellano y otras tantas para el inglés) que garantizan que todo el que quiera leer esta obra pueda hacerlo.

Además de lo dicho, lo mejor del texto es su precio: 20 euros. Creo que es un precio casi simbólico para un tomo de 655 páginas de las que 380 son a todo color (las traducciones no lo son) y contienen unas imágenes exquisitas. Lo recomiendo especialmente a quienes estén comenzando a coleccionar monedas y les interese el tema pero todavía se abrumen con publicaciones más especializadas. Si les interesan las monedas de los Borbones y el Centenario de la Peseta (la mayoría de los coleccionistas empieza por ahí) creo que este libro les vendrá muy bien para contextualizar las monedas que tienen en las manos. Los coleccionistas más experimentados podrán disfrutar de una lectura sencilla y entretenida por un precio muy módico.

Páginas El Poder en la Butxaca

Finalmente, he de agradecer que Rafael Company citase explícitamente varios blogs consultados; otros los consultan pero se olvidan de cirtarlos en sus obras por ser literatura gris. Entre los citados se encuentra éste, así como Fuenterebollo, Historia de la Peseta, Isabel II Reina de las Españas y Obsidional.

EDITO (18/12/2020):

He realizado una entrevista a Rafael Company donde hablamos de estos temas. Además, se ha publicado el libro online para su descarga gratuita. Aquí podéis acceder a su versión original en valenciano y aquí a las traducciones al castellano y al inglés.

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37 comentarios en “Comentario a «El Poder en la Butxaca» de Rafael Company”

  1. Conmigo pierden un cliente…
    Está claro que al editarlo en Valenciano, quieren venderlo en esa zona… Es absurdo, sabiendo castellano, que el idioma principal no sea el propio de toda la nación…es una cuestión de sentido común…ya que, generalizando, limita las compras a aquellos que sólo saben valenciano.
    Otro cantar sería si el libro se hubiera editado en inglaterra…en inglés, o en Alemania, o en china…entonces lo hubiera comprado…
    Me da igual que lo traduzcan al castellano, penalizo este planteamiento con mi abstención en la compra de este libro. No puedo con los localismos estúpidos. Ellos mismos tiran piedras a su propio tejado.
    Por otro lado, que hagan los que les venga en gana, pues es su libro y sus ideas…pero desde aquí les digo, que no soy el único que piensa así.
    Por cierto, un libro editado en valenciano con el dinero de todos los españoles…sigan perjudicando al país y favoreciendo al hambre nacionalista de «cuatro lelos» (definición: pasmado, simple, bobo) que desean ante todo la ruptura de España…porque, no nos confundamos, estos localismos no benefician a nadie, ni a los propios que lo generan ni a nosotros.
    Si fuera el catálogo de monedas valencianas lo entendería perfectamente, pero un libro en el que tratan la historia de la moneda española… No, no…que se lo coman con patatas.

    ¿Os imaginas un catálogo de medallas inglesas de vernon publicado en inglaterra y en chino mandarín?… Lógicamente hay más chinos que valencianos… Tal vez este no sea el mejor ejemplo, porque venderían bastante más con este planteamiento.
    Me parece correcto que no desees opinar Adolfo sobre estas lindes menos numismáticas, pero entiende que otros sí lo hagamos.

    Desde aquí mi repulsa completa a este tipo de iniciativas localistas y a los políticos de turno que las inician…

  2. Debería haber una ley que imponga la escritura en castellano en primer orden, en todos aquellos trabajos financiados con dinero público…dinero que abonamos todos los españoles. Es así de simple. Si alguien no entiende este principio tan simple… Sería absurdo seguir discutiendo.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Date cuenta de que la adminsitración que edita el libro es la Diputación de Valencia. Yo veo normal que fomenten los idiomas locales porque de otra forma desaparecerían en muy poco tiempo. En este caso, además, el castellanoparlante no se ve perjudicado porque en el mismo volumen tiene una traducción íntegra del texto.

      Por cierto, que otras instituciones públicas también fomentan el idioma local de manera todavía más absurda: yo tuve que adjuntar a mi tesis una traducción al castellano de ciertas partes del texto porque la Universidad de Valladolid así me lo obligaba.

      Saludos desde Jaipur,
      Adolfo

  3. Puedo dar fe de la calidad de este trabajo y de la profesionalidad y del buen criterio de quien lo ha coordinado y redactado en parte, Rafael Company. Creo que el precio es un regalo y quien quiera tener un estudio sobre la representación del poder en la numismàtica (y no sólo en la numismàtica) hecho con un criterio excelente e incluso diría que hasta atrevido teniendo en cuenta el país en el que vivimos, con una mentalidad conservadora tan extendida, no debe perdérselo.

    No sé por qué me sigue sorprendiendo que todavía haya quien se escandalice y se coja rabietas porque se publique un libro, no íntegramente en el catalán de Valencia (yo tampoco voy a discutir con nadie si es catalán o valenciano), sino con esa lengua como preferente pero con espacio para el castellano. !Y yo que pensaba que aquella lengua era también española! Las lindezas que algunos todavía sueltan me recuerdan a tiempos pasados, a una mentalidad que se resiste a desaparecer y a un supremacismo rancio que luego atribuyen a otros pero no a sí mismos; luego se extrañan que los haya que quieran construirse una historia propia por su cuenta. Por cierto, los gastos de la Diputación de Valencia sólo las pagan los valencianos, quienes además contribuyen, y mucho, a la sostenibilidad de otras comunidades autónomas españolas.

    Cada uno es libre de comprar y de leer lo que le interese, pero cerrarse al conocimiento únicamente por prejuicios lingüísticos e incluso diría que étnicos es algo que me parece detestable y monstruoso.

    Mi más sincera enhorabuena a Rafael Company y al Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat por esta iniciativa. Y, Adolfo, lamento tener que alimentar este debate, pero no me podía quedar callado ante comentarios de esa calaña. Lo siento.

  4. Adolfo Ruiz Calleja

    Dejamos el tema de antes ya cerrado.

    En el grupo de Facebook We Are Numismatics han hecho algunos apuntes interesantes: https://www.facebook.com/groups/wearenumismatics/permalink/1929451713765744/?comment_id=1929966310380951

    Por un lado, se indica que la maquetación no es muy buena. Puede ser. Es típico en estas publicaciones dar prioridad a que el coste sea bajo a que la presentación esa la ideal. Por eso, muchas veces la maquetación la hace el mismo autor, de forma que se ahorra el coste de un diseñador profesional y eso se reduce del precio al consumidor del libro. Probablemente haya sido el caso aquí.

    También me preguntan dónde comprar el libro. He visto que lo tienen en varias librerías online. Creo recordar (pero no estoy seguro) de que también lo distribuye la ANE.

    Un saludo,
    Adolfo

    1. Lo del gusto por la maquetación es algo absolutamente personal. A mí me gusta por lo visual que es. Prioriza que se vean bien los detalles de las monedas con fotografías de gran tamaño y buena resolución, lo cual se agradece. Y además en color. No le veo el más mínimo problema.

  5. Lo del gusto por la maquetación es algo absolutamente personal. A mí me gusta por lo visual que es. Prioriza que se vean bien los detalles de las monedas con fotografías de gran tamaño y buena resolución, lo cual se agradece. Y además en color. No le veo el más mínimo problema.

  6. Si tuviera que ponerle una pega sería la de no incluir en los créditos los datos de contacto de la entidad editora. Ello facilitaría el contacto para hacer pedidos o pedir información.

  7. Adolfo Ruiz Calleja

    Me confirman desde la ANE que tienen el libro a la venta. Así que quizá la forma más sencilla sea hablar con ellos.

    Saludos,
    Adolfo

  8. Buenas noches. Soy Rafael Company, el autor de «El poder en la butxaca» y la persona que contactó con José Mª de Francisco Olmos (de la Universidad Complutense de Madrid) para que realizase una -magnífica- aportación al libro.

    Digo esto lo primero para que -con un propósito radicalmente alejado de los «atronadores» comentarios de «Óscar»- poner de relieve que hay gente que cree en la coexistencia de las culturas peninsulares desde el respeto. Negar la posibilidad de que un libro que hable de todas las monedas españolas esté escrito, originalmente, en una de las «lenguas españolas» -de acuerdo con la expresión utilizada en la Constitución de 1978- retrata al así opinante como a uno de aquellos «separadores» a los que, hace varias décadas, hacía referencia el escritor José Mª Pemán. Haberlos, haylos.

    Lo segundo que quiero poner de relieve es que nunca agradeceremos bastante a personas como Adolfo Ruiz Calleja su labor: creo que los blogs numismáticos en castellano tienen, en atención a su esfuerzo, una de las expresiones más interesantes y útiles, y opino además que el talante modesto y pedagógico de Adolfo permite el acercamiento al mundo de las monedas de gentes muy diversas.

    En tercer lugar debo agradecer tanto a Adolfo como a «Mallorca» sus referencias y comentarios al libro. La obra se redactó -y se ha editado cuidadosamente- para que los públicos lectores en inglés, en castellano y en la lengua común a Valencia, Baleares y Cataluña pudiesen acceder a una cantidad manejable de contenidos sobre emisiones numismáticas españolas (incluyendo América), concretamente las comprendidas entre el columnario de los dos mundos y los euros de Felipe VI. La redacción del libro no hubiera sido posible, en todo caso, sin las aportaciones de muchísimos autores de artículos y libros (que quedan reflejados en las referencias bibliográficas) y de blogs (también reseñados en «El poder en la butxaca», como ha dicho Adolfo): todas estas personas contribuyen con sus ideas y reflexiones a que personas como yo puedan atreverse con un proyecto así. Y a que otras puedan abordar en el futuro retos parecidos o, incluso, mayores.

    También quisiera hablar de la maquetación: los autores de la misma cuentan con importantes premios de diseño a sus espaldas, y tuvieron muy presente el hecho de que, en bastantes ocasiones, los contenidos gráficos de los libros de numismática no están a la altura de la importancia de los textos. También aquí quisimos seguir los buenos caminos surcados por otras gentes y, en la medida posible, aportar novedades.

    El libro, para todos aquellos que puedan «soportar» el hecho de que esté en castellano en segundo lugar, se encuentra disponible en la librería y tienda del museo que ha realizado la edición: http://www.libreriadada.com

    Y casi un último apunte: el coleccionismo numismático, o la pulsión por adentrarse en el mundo de las monedas, acostumbra a forjar personalidades cuanto menos tolerantes. Lo digo porque, al fin y al cabo, no es nada raro encontrar coleccionistas de derechas que se dejan seducir por las creaciones de -por ejemplo- los primeros años de la Unión Soviética, o gentes de izquierda que recopilan pacientemente los duros de plata de un buen puñado de monarcas nada demócratas. O partícipes de los nacionalismos periféricos de España o de Francia interesándose por las acuñaciones del nacionalismo unitarista español o francés. Es lo maravilloso de entender las emisiones monetarias como lo que también son, amén de ser poseedoras de una dimensión socio-económica: un trozo imperecedero de la sociedad que las acuñó, donde se recogen buena serie de los valores impulsados por el poder en un contexto ideológico, y artístico, determinado.

    Voy concluyendo: si se siente pasión por la historia, por conocer las razones que están detrás de los retratos y símbolos de los gobernantes, todo lapso de tiempo de la producción monetaria, y todo régimen, son susceptibles de ser analizados con rigor y sin sectarismo. «Sine ira et studio», se acostumbraba a decir. Y así se ha querido hacer desde el MuVIM, el Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat.

    Y una confesión final que viene a validar lo que se acaba de decir: no participo de ninguna manera de la reverencia hacia el franquismo; la dictadura de Franco, pues, no merece ninguna «laudatio» por mi parte. Dicho esto, creo que el tratamiento que reciben en «El poder en la butxaca» las monedas de dicho régimen es de todo menos sectario. Como decía Joan Fuster, uno de los grandes escritores valencianos en lengua catalana, «No hay cosa moralmente más saludable que poner en claro la parte de razón que nunca podremos arrebatar a nuestros enemigos» («No hi ha cosa moralment més saludable que posar en clar la part de raó que mai no podrem arrabassar als nostres enemics»). Pues eso.

    Muchas gracias por vuestra paciencia.
    Rafael Company

  9. Gracias por informar donde adquirirlo. Encantado de poder leerlo en mi lengua materna pues no abundan este tipo de obras en valenciano. Gracias al autor y sobretodo gracias a Adolfo por la gran labor que realizas con este magnífico blog. Salut.

  10. Muchas gracias a las personas que, con sus comentarios, ubican el debate sobre este libro donde debe estar.
    Se me olvidó decir que el volumen incluye algunas páginas, de contenido fundamentalmente visual y situadas al final de cada capítulo, donde se tratan temáticas que «se desvían» del discurso cronológico. Estas páginas funcionan como una especie de pequeños apéndices parciales.
    De nuevo, muchas gracias.
    Rafael Company

  11. Respeto enormemente la diversidad de lenguas, no entendamos las «cosas» de una forma exclusiva. Los dialectos y lenguas de la península son parte de la riqueza española…el problema surge cuando estas lenguas se posicionan de una manera que perjudica a la lengua que se habla en todo el territorio español (es decir, el castellano) por culpa de unos ideales políticos determinados.

    Es de cajón que si en una Diputación, se lleva a cabo la edición de un catálogo, y esa diputación recibe dinero de todos los españoles, es mejor deferencia hacia los mismos, publicar un libro en castellano, más si cabe, porque la traducción física al castellano del mismo habrá supuesto mayor desembolso, y mas si cabe cuando la temática del mismo versa sobre la historia de las monedas españolas (ésto también es de sentido común)
    Vivimos en España y la lengua oficial es el castellano. La traducción del libro no debiera ser en castellano y en inglés, si no en valenciano y en inglés..y así se contribuiría también al enriquecimiento del Valenciano con este tipo de iniciativas y por supuesto también, valga la redundancia al enriquecimiento de la cultura española. Y si no entendemos ésto, mal vamos…
    Así empezó Cataluña, con estas prácticas que en princupio parece que no perjudican y ahora te denuncian por poner el título de tu negocio en castellano. Todas las demas interpretaciones a mis comentarios están fuera de lugar.

    Los comentarios «atronadores» que dices expongo, son comentarios simplemente objetivos y en defensa de mi país… una nación, que poco a poco, por culpa de las embajadas catalanas, las televisiones independentistas, y el maltrato hacia la lengua castellana y hacia todo lo que «sea español» se va cada vez mas al «carajo».
    Dicho ésto, y distingamos las cosas, defiendo este tipo de iniciativas ajenas a los intereses partidistas de 4 » jefazos».

    Cuando hablamos de respeto tenemos que cundir con ejemplo. Estoy completamente de acuerdo contigo, en que el amor por la historia no tiene nada que ver con la posición «política» de cada uno. Hay coleccionistas de medallas y monedas del Reich y no por ello tienen que ser nazis…El propio Napoleón fue un dictador en su época y a nadie se le ocurre quitar estatuas del mismo como hacen aquí con Franco y los que estaban en el bando nacional. Sin embargo, con lo referente al comunismo…eso es intocable.
    En esta misma estúpida dinámica ejercida por los partidos menos conservadores, podríamos también cargarnos el centenario de la peseta, y borrar de la faz de la tierra el busto de Franco de todas las monedas.
    El arte es una cosa y la historia y las conductas otras.
    Para que no se vuelva a repetir la historia, debemos saber de ella, y la mejor forma es no olvidarla. Eliminando las historia y los elementos que la representan no es el mejor camino.
    La guerra civil español se forjo por el choque de dos bandos e ideales… En ambos bandos se realizaron actos atroces. Así que tan malos fueron unos como otros…así que dejemos a los muertos en paz…
    Yo tampoco comparto los ideales franquistas, pero mucho menos los comunistas…y sé que España está compuesta por muchos colores…y también sé que llevar la defensa de tu bandera o de tu lengua se cofunde con ser facha.
    Solo pido respeto a la historia, respeto a mi país y respeto a mi lengua…

  12. Buenos días, Óscar. Agradezco el tono más sosegado de su último comentario. En cualquier caso creo que debo puntualizar algunas cosas.

    En primer lugar, usted tiene una visión tan ideológica, tan subjetiva, tan sesgada sobre la realidad española como podamos tenerla los demás. Su “angustia” sobre el castellano es propia de un nacionalista español unitarista y, lógicamente, merece mi respeto desde la discrepancia; pero, por favor, no califique de posiciones “ideológicas”, o faltas de objetividad, solamente las de los otros. Por cierto: ya hay lingüistas de la zona castellanohablante de España que discrepan, muy mucho, de la manera en que usted lo ve… Fíjese como son las cosas: hay otros mundos.

    En segundo lugar, como yo también soy contribuyente al erario estatal y vivo en uno de los territorios oficialmente bilingües, exijo que mi dinero contribuya -también- a la difusión de una de las lenguas españolas: en este caso la que se conoce como catalán o valenciano. Y, como español de la “periferia”, tengo derecho a que un libro sobre todas las monedas españolas esté publicado, amén de en inglés y castellano, en mi idioma.

    Un lector mínimamente avezado se habrá hecho un retrato ideológico de usted, tanto como de mí. Sus referencias a Franco, sea como fuere, merecen una acotación desde el campo de la numismática y desde la perspectiva cívica: las monedas de Franco fueron, finalmente, retiradas de la circulación y nadie se rasgó las vestiduras (quizá usted sí). Le recuerdo que la retirada de piezas no solamente obedece a la alternancia de monarcas o regímenes, y que se ha realizado muchísimas veces a lo largo de la historia española y universal. Y le afirmo que los símbolos del franquismo deben ser quitados del espacio público y llevados a los museos y a los libros, los lugares donde se guarda la historia. Con su punto de vista como rector, los cambios de régimen no podrían expresarse públicamente, no podrían visibilizarse. Otra cosa es que, a veces, se peque de falta de sensibilidad artística y se destruyan cosas que deberían guardarse en salas expositivas.

    Nunca he pensado que ser ultraespañolista sea sinónimo de ser facha: los hay que provienen de la tradición jacobina y eso no los hace ser menos lejanos a mí. Y sobre su anticomunismo, qué quiere que le diga: que el “duo” Stalin y Mao ostente el récord de muertos a seus espaldas no me hace olvidar que las víctimas del “triunvirato” Hitler, Mussolini y Franco también se cuentan por millones.

    Es agosto, hace mucho calor y, evidentemente, discrepamos en multitud de cuestiones. Como supongo que nunca leerá mi libro, me despido proponiéndole un juego: en “El poder en la butxaca” se pone de relieve que Cataluña participó del nacionalismo español durante la mayor parte del siglo XIX… Intente responderse por qué razones ahora las cosas son como son (intente, incluso, interrogarse por las maneras “imperialistas” del poder central, no fuera el caso que tuvieran algo que ver). Y, por favor, en el intento de comprensión no se limite a Federico Jiménez Losantos y sumérjase en buenos libros de historia: suelen decirnos aquello que no queremos escuchar.

    Muy atentamente, Rafael Company

  13. ¡Qué buen libro! Acabo de escuchar la charla que tuvieron Rafael y Adolfo por youtube y quedé con muchas ganas de adquirirlo. Espero poder hacerlo algún día. Mientras tanto, tengo el pdf que nos pasó Adolfo durante la charla.

  14. Me quedé con ganas de decirles algo más a Óscar y a Rafael. España no es el Imperio austrohúngaro, donde el alemán no tenía nada que ve con el húngaro, ni el croata con el rumano, ni el italiano con el polaco. Yo soy argentino, nunca escuché hablar valenciano ni tampoco lo sé hablar, pero leyéndolo voy entendiéndolo bastante. Me pasa hasta con el portugués. No quiero ofender a nadie, pero es todo más o menos lo mismo, son idiomas hermanos, muy hermanos. No sé por qué se disgustan tanto entre ustedes. No dejen que las pequeñas diferencias se conviertan en una guerra porque (lo digo sin ánimo de ofender) son prácticamente lo mismo.

    1. Hay que entender que España es el país romántico por excelencia. Somos muy proclives a subrayar nuestras diferencias y a centrarnos en lo que nos hace diferentes de los de alrededor. En buena forma, todos los hispanos somos así: un español, un argentino y un mexicano son mucho más parecidos que un noruego, un danés y un estonio. Pero ellos se llaman «nórdicos» y a nosotros nos cuesta llamarnos «hispanoamericanos».

      Es parte de nuestra idiosincrasia y eso no es ni bueno ni malo. Lo malo es cuando estas diferencias se hacen excluyentes y, mucho peor, cuando se usan de manera política.

      Saludos,
      Adolfo

      P.D.: he editado la entrada para añadir el vídeo y los enlaces para descargar el libro.

      1. Coincido con vos, Adolfo. Lamentablemente esas diferencias se exacerban con motivos políticos con toda intención. Habría que reconocer que los hablantes de valenciano están en todo su derecho de escribir y comunicarse en su idioma. Y habría que reconocer que el idioma oficial de España es el castellano, porque eso también es cierto.

  15. Hola. Soy Rafael Company. Los nacionalismos siempre tienen doble filo. A ellos les debemos las grandes afirmaciones de derechos de la soberanía de los pueblos, y a ellos también les podemos deber la sacralización de pulsiones excluyentes. La historia ha hecho que ahora parezca irrealizable el sueño de la unión de los pueblos hispanos de América, y también en América hemos visto guerras entre repúblicas que podrían haber formado un solo país. En la península ibérica hay tradiciones literarias e historias particulares que marcan mucho. También ha sido muy determinante cómo se ha ejercido el poder. Desde América, cuando lo de España se ve «raro», pueden preguntarse por qué proclamaron la independencia respecto a España (a menudo violentamente)… y por qué no forman un solo país lo que ahora son repúblicas vecinas. En la respuesta que se den a sí mismos está buena parte de la solución al «enigma» español. Un abrazo muy fraterno.

    1. Es cierto, Rafael. Yo, sinceramente, creo que las independencias americanas fueron llevadas adelante por personajes que tenían toda la intención de terminar con lo que había sido un gran imperio, al servicio de otro imperio, el británico. Y a la suerte de Gran Bretaña nos ataron siguiendo el modelo estadounidense, cosa de la que todavía no nos recuperamos, y dudo que algún día podamos hacerlo.
      Para colmo, en la época de las independencias, el rey de España era un canalla, así que tampoco había mucha sensación de pertenencia. España, de un tiempo a esta parte, tampoco ha tenido suerte con sus reyes.

  16. Domitilo Tristán Jover

    Mi familia es de la comunidad valenciana pero yo como he nacido y vivido mi vida entera en el extranjero no hablo el valenciano y por mi parte no seria consistente si critico a los catalanes de escribir en catalán y no a los valencianos de escribir en valenciano (aunque entre ambos dialectos no existe mucha diferencia).

    Que la administración que edita este libro es la Diputación de Valencia no presenta ningún impedimento para haber escrito este libro en primer plan en castellano, el lenguaje oficial de España desde hace siglos. Siempre me sorprendo sobre los insultos que caen a los que piensan que el primer lenguaje de un libro español debería ser el castellano. No tiene que ver nada en absoluto con nacionalismo español unitarista, todo lo contrario. Con todo respeto, los que escriben únicamente en esos dialectos son generalmente los que tienen un sentido de nacionalismo local y separatismo.

    Dicho esto, por lo menos el señor Rafael Company incluye el texto traducido al castellano e inglés que es de agradecer aunque sea en segundo y tercer plano y que quiera fomentar el valenciano me parece también estupendo.

    Por lo demás, solo quisiera decir que me gustó la entrevista.

    Un saludo,
    Tristán

    P.S. Esto es la opinión de un español que nació y vivió y todavía vive en Amsterdam, es decir en el extranjero. Y España como va en estos momentos va rumbo hacia una tercera guerra civil. No voy a responder a ningún comentario. Ya lo he hecho en varias ocasiones y no me voy a perder el tiempo. Como dice la canción de Doris Day «Que será, será.»

    1. Buenas,

      Actualmente a fecha de 02/01/2022, se puede adquirir el libro «El poder en la Butxaca»?

      Si es así, dónde se puede adquirir?
      Preferiblemente en castellano, dado que no entiendo el Valenciano.

      Gracias de antemano,

      Un saludo,

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        En formato papel creo que no quedan ejemplares.

        Todos los libros tienen su versión en valenciano y en castellano, así que no hay problema por eso.

        Saludos,
        Adolfo

  17. A Lucio: coincido con usted, y asumo que hemos tenido destinos aciagos de orilla a orilla. La monarquía borbónica de España ha sido muy poco edificante: Mª Cristina de Borbón, la madre de Isabel II, fue una corrupta de dimensiones gigantescas. Isabel tuvo a su lado a una gente, en muy buena parte, espantosa. Alfonso XII podría haber enderezado, de haber vivido más, muchos rumbos, pero su hijo cometió el gran pecado de no modernizar cuando debió haberlo hecho, y de caer en la tentación de perpetuar una suerte de mussolinismo descremado que le costaría la corona. Juan Carlos I, qué quiere que le diga: todo lo tuvo, y todo lo pierde. Buenas noches.
    A Domitilo: dado que no responde a comentarios, nos ahorramos la escritura, claro está. Buenas noches.

  18. He aquí los errores que, tras ver atentamente la entrevista, he detectado en mis respuestas. También incluyo algunas matizaciones que creo necesarias:
    1. Cuando afirmo que la Segunda República no utilizó jamás la corona mural, me faltó decir «sobre la representación femenina en las monedas».
    2. Los sellos de la Segunda República donde aparece el gorro frigio datan de 1938, no de 1937.
    3. Hay también un billete de 2 pesetas de la Segunda República, de tiempos de la Guerra Civil, con el gorro frigio. Y enteros postales con el mismo emblema en todo el período republicano.
    4. Debería haber dicho: «Rafael Feria, Director del Museo de la Casa de la Moneda».
    5. La idealización del retrato de Franco de 1966 no fue debida a su autor, Juan de Ávalos: la realizaron en la F.N.M.T. (lo descubrí hace poco en un reportaje de la extinta revista Crónica Numismática). Y las modificaciones efectuadas fueron muy, muy notables.
    6. El motivo escocés incorporado a una moneda británica en 1937 no es un escudo, sino la cimera de un escudo. En 1953 sí se incorporó un escudo coronado (que es el que aparece ilustrando en la entrevista).
    7. Las doce estrellas europeas sí que se utilizan en la cara general de los euros, pero, dado su tamaño minúsculo y la manera de ubicarlas (sin agruparlas en círculo), casi no se ven. Adolfo ya lo advirtió al espectador.
    8. Es verdad que la manera de incorporar el círculo de doce estrellas en la cara nacional de los euros constituye una manera ingeniosa, y políticamente significativa, de recordar el marco global de la Unión. Pero también es cierto que, al hacerlo así, el símbolo paneuropeo pierde necesariamente el protagonismo ante el motivo central grabado.
    9. Aunque, como digo en la entrevista, la primera moneda soviética dedicada a Lenin está datada en 1970 (conmemoraba el centenario del nacimiento), debería haber apuntado a continuación que en 1967 se pusieron en circulación dos piezas que incluyeron la representación del personaje: se trataba de las dos de mayor valor facial de la serie conmemorativa de los 50 años de la revolución de 1917.
    10. Las piezas «abominables» del franquismo que se mencionan en el alegato final son algunas de las acuñaciones locales de la Guerra Civil, emitidas en condiciones muy precarias y sin propósito propagandístico alguno. Hubiera sido mejor, desde luego, que las calificase de «muy deficientes desde la perspectiva simbólica y estética».

  19. Domitilo Tristán Jover

    Lamentablemente os tengo que comunicar que debido a mi comentario en este post Miquel Crusafont y Jaume Boada de Acta Numismàtica han decidido de no publicar mi artículo sobre las monedas de Euzkadi en la que he trabajado 6 años. Según ellos he menospreciado el valenciano y por ende el catalán. Si he ofendido a alguien no ha sido mi intención. Pero al parecer este asunto, sin duda político, para algunos es muy sensible. Para matizar algo mi comentario anterior, publicando en español se logra una mayor audiencia que en el valenciano por eso dije de escribir en primer plan en castellano y en segundo, si se quiere promover el propio lenguaje, en valenciano. Me parece lógico. Lo digo también como alguien que ha escrito artículos en neerlandés que también tiene una audiencia pequeña. Por lo tanto sé de que hablo. Lamentablemente siguen insistiendo que menosprecio ambos lenguajes.
    Cuando la numismática se mezcla con la política, mala cosa. Cuando rechazan de publicar un artículo, que anteriormente lo habían aceptado con mucho gusto, no por su contenido sino por lo que su autor ha o no ha dicho peor todavía.
    Así nos va en España. Cada vez aprendo más de como son la gente verdaderamente. Quedaré contento cuando ya no tenga que tener en cuenta las sensibilidades de los demás y pueda descansar eternamente.

    Un saludo desde Holanda, hijo de emigrantes y orgulloso de ser español,
    Tristán

  20. Domitilo Tristán Jover

    Por cierto, seguro que habéis escuchado que en los EEUU muchas editoriales rechazan de antemano cualquier trabajo de personas afiliadas con Trump. ¿Os suena de algo? Yo esto lo considero censura pura y dura. Nada más que comentar.

    Un saludo,
    Tristán

  21. Quien llama dialecto a la lengua de Ramón Llull, no puede escribir en una publicación de su academia. Como yo no me atreveria a pedir que me publicase la Real Acedemia de la Lengua Española si hubiese llamado dialecto a esa hermosa lengua, a no ser que quisiese mearme en sus esquinas.

  22. Adolfo Ruiz Calleja

    Jaume Boada ha contestado a Domitilo aquí: https://www.imperio-numismatico.com/t51898p50-las-monedas-de-euzkadi-de-1937-fueron-disenadas-por-armand-bonnetain-ab#1314358

    Creo que están sobre la mesa los argumentos de unos y otros.

    A nivel personal, muchas veces me han rechazado artículos en revistas dándome argumentos y siguiendo unos procedimientos que no he considerado adecuados. No pasa nada: se busca otra revista donde publicar y listo. El comité de una revista es quien decide qué se publica y qué no, no teniendo que dar demasiadas explicaciones de los motivos. Eso no es censura porque el autor puede publicar su trabajo en otro sitio. Yo invito a Domitilo a que lo haga.

    Con esto queda zanjado el tema.

    Saludos,
    Adolfo

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