Lo que se puede aprender de las subastas temáticas

Cuando una casa de subastas se hace con una colección, la estudia con profundidad y la presenta a los coleccionistas describiendo, en detalle y por orden, las monedas que la componen. Cómo se hace esta presentación es parte del estilo de la casa de subastas. Por ejemplo, Áureo & Calicó realiza subastas monográficas mientras que Martí Hervera y Soler & Llach suelen incluir esas colecciones dentro de sus subastas ordinarias, de manera que ciertas series se ven muy bien representadas con respecto al resto. En cualquiera de estos casos, estas colecciones suponen la publicación del “trabajo” realizado por un coleccionista durante décadas. Para nosotros como coleccionistas, suponen oportunidades magníficas para aprender (más todavía que las subastas ordinarias), al igual que un músico aprende con la música compuesta por sus colegas de profesión. Es por ese motivo que me fijo particularmente en estas subastas especiales a la hora de describir subastas.

Para aprender de estas subastas temáticas lo primero que hay que hacer es entender al coleccionista y la colección. ¿Cuál es la temática de la colección? ¿Bajo qué criterios ha incluido monedas en la colección (busca la máxima calidad, completar series…)? ¿Cuál es el volumen económico de toda la colección? Este tipo de preguntas nos permitirán situar la colección y entender el “estilo del coleccionista”, algo que es necesario para poder interpretar adecuadamente su “obra”. Una vez que lo hayamos hecho, la colección pasará a ser una obra de consulta de la que podemos obtener mucha información. A saber:

  • Estas colecciones nos permiten descubrir nuevas series de manera ordenada. Viendo colecciones como Égara o la Ramón Llul he podido ver la belleza de unas monedas de las que no conozco a nadie que las coleccione ni ningún museo que las posea. Sería tanto como ver el inventario de un museo especializado.
  • Si la colección profundiza en una serie (e.g. moneda de Isabel II) o tema (e.g. ceca de Toledo) concreto, tendremos una descripción muy detallada de esa serie. Lo normal es que este tipo de colecciones sean completistas y que traigan monedas o variantes que generalmente no aparecen en los catálogos comerciales. También nos haremos una idea de la rareza extrema de las monedas que falten en esa colección. Un buen ejemplo de lo que digo es la Colección Permanyer o la Navarra.
  • Si la colección destaca por la calidad de sus monedas podemos hacernos una idea de la calidad máxima que es razonable pedir a ciertas series. Otra cosa es que nosotros vayamos a poder adquirir esa máxima calidad, pero siempre nos servirá de comparación a la hora de juzgar otras monedas o de interpretar otras colecciones. Por ejemplo, en la Colección Caballero podemos ver que el estado de conservación de los florines de la Corona de Aragón no es tan alto como el de las onzas de los Borbones. Igualmente, en la Colección Trastámara volumen I vimos que las platas de Felipe V están mejor conservadas que los cobres (es relevante aunque esta colección no siempre busca la máxima calidad de sus monedas ya que la mayoría de los coleccionistas no nos podemos permitir mejores calidades).
10 euros serie Europa Barroco
10 euros de plata, Serie Europa, dedicada al arte barroco y rococó
  • Aprenderemos del estilo del coleccionista. Quizá al ver unas cuentas colecciones temáticas descubrimos que lo que nos gusta son las “variantes ocultas” y los pequeños detalles que pasan desapercibidos a los ojos de la mayoría y que diferencian unas monedas y otras. O quizá sea todo lo contrario y lo que nos gusten sean colecciones amplias que presenten módulos, tipos y motivos diferentes. O quizá nos llame la atención colecciones que solo se centran en la belleza estética de sus monedas.
  • Una vez que la subasta ha acabado, tenemos una buenísima referencia de precios. Eso no significa que si se volviese a subastar la misma colección los precios fuesen a ser los mismos, pero al menos será una referencia basada en precios pagados por monedas y no es la opinión del editor de un catálogo. Opinión que a veces es interesada.

Un último apunte es que las subastas temáticas muchas veces tienen una contribución muy significativa de la casa de subastas. Más allá de lo que se esperaría puramente de su trabajo (ordenar la colección, describir las monedas adecuadamente, hacer buenas fotos, una presentación bonita…); la casa de subastas también contribuye en la colección en sí. Y lo hace de dos maneras: quitando y añadiendo monedas. Me explico:

  • Hay veces que la casa de subastas quita monedas para hacer la colección más comercial, eliminando variantes que la mayoría de los coleccionistas no tienen en cuenta. Por ejemplo, imaginémonos que en una colección de moneda castellana hay piezas de oro, de plata y de vellón, lo que hace que la variedad de precios sea muy grande. El coleccionista quizá tenga piezas raras y preciosas que valgan 25.000 euros junto con un montón de variantes de monedas de vellón que no valgan casi nada (e.g. puede tener 15 variantes de las blancas de rombo de Sevilla). No tiene mucho sentido montar una subasta de 3.000 monedas, de las cuales 2.600 no tienen apenas valor ni aportan gran cosa a la mayoría de los coleccionistas, puesto que no son más que variantes de cuño de monedas corrientes. Por eso, es preferible hacer un filtrado, quedarse con una colección de 500 piezas significativas, de calidad y fácilmente vendibles. Las otras ya irán apareciendo en subastas posteriores de esa misma casa.
  • Hay veces que la casa de subastas añade monedas para enriquecer la colección. Imaginémonos que esa misma colección de moneda castellana les llega poco después de que un coleccionista les haya mandado para subastar un bonito y rarísimo enrique de la silla de Jaén. En ese caso tiene sentido añadir ese enrique de la silla a la colección especial de moneda castellana. De esa forma la colección se ve enriquecida con una nueva joya y el enrique de la silla se ve contextualizado. Ambos propietarios salen beneficiados (y, obviamente, la casa de subastas también) porque habrá más atención hacia sus monedas.
10 euros Universidad de Salamanca
10 euros de plata,Conmemoración a los 800 años Universidad de Salamanca

Con todo, os invito a estudiar y a guardar ficheros en pdf de las subastas temáticas que os llamen la atención. Incluso si nunca vais a coleccionar las monedas que ahí se representan. Os servirán como objetos de estudio en un principio y como obra de consulta después.

Las imágenes que ilustran la entrada son dos monedas de 10 euros de plata, de las últimas novedades de la FNMT. La primera se trata de la Serie Europa, dedicada al arte barroco y rococó; la segunda conmemora los 800 años que cumple la Universidad de Salamanca. ¿Quién sabe si estas monedas aparecerán en futuras colecciones que se centren en la numismática española del siglo XXI?

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16 comentarios en “Lo que se puede aprender de las subastas temáticas”

  1. Adolfo Ruiz Calleja

    Gracias.

    Esta entrada parece que ha gustado bastante y hay algunos comentarios positivos en Facebook, pero la verdad es que no ha generado el debate que esperaba. Pero bueno, mientras sirva para informar, todos contentos :)

    Saludos,
    Adolfo

  2. jejejej es que no veo debate posible Adolfo. Tienes más razón que un santo.

    Hay catálogos temáticos que deberían ser de lectura obligatoria para los coleccionistas de ciertos periodos, al mismo nivel que la bibliografía especializada, como el de la colección Hispania para los del Centenario o del de la colección Leunda o este último de Cayón para los de los duros…

    Incluso catálogos de series que ni entiendo, ni hago, ni me planteo hacer son libros con los que cualquier coleccionista disfrutaría echándoles un buen ojo, por poner un ejemplo, los de moneda catalana o los de romana.

    Aprovecho para preguntar… sabéis si existen los catálogos antiguos de Aureo con fotos? He llegado hace poco a este hobby, y por ejemplo me he perdido Caballero de Yndias, tengo el catálogo, pero en el modo sólo texto, con lo cual no mola

    Saludos!

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Las fotos se llevan usando desde los años 90, si bien la calidad de antes no es la de ahora.

      En el caso de la Colección Caballero se imprimieron cuatro catálogos a color y luego se hizo un tomo que los recopilaba todos a modo de libro de consulta, con buenas fotos. Áureo creo que lo sigue teniendo en venta, por si te interesa.

      Saludos,
      Adolfo

  3. Creo que @Jesús ha hecho un buen aporte al referirse a la literatura numismática en los catálogos que, o bien son un compendio de lo ya publicado o (y) realizan contribuciones significativas al conocimiento monetario.
    Pero bueno si lo que quieres es discutir… habrá que empezar a hablar de los coleccionistas que ponen su colección a la venta. Evidentemente no me refiero a los deudos sino a los coleccionistas verdaderos.
    Suponiendo que yo tuviera una colección digna de ese honor, y superado el impacto, ya me veo discutiendo con el de la casa de subastas:
    – ¿Cómo que esa variante es más importante que la otra?
    – ¿Cómo que se van a vender al revés de cómo yo la tengo ordenada en el álbum?
    – ¿Cómo que tienes dudas sobre esta pieza?
    – Como que…
    – Como que…
    – Como que…
    Ya te digo yo que a Comoque le iban a silbar los oídos.

  4. Adolfo Ruiz Calleja

    Y eso que relatas ocurre cuando el coleccionista vende las monedas en vida (al ego lo calla la tumba y los herederos no suelen tener tantos «comoques»). Pero también es cierto que vender una colección con una casa de subastas requiere implícitamente que el coleccionista confía en la casa de subastas y en su criterio, por lo que se dejará guiar por la empresa.

    1. La lógica y la mente fría invitan a pensar como tú Adolfo… pero habría que verse en la situación. Si yo estuviese en esa posición, creo que iban a terminar literalmente hasta las narices de mí, y creo que de casi todo el que se haya pasado 40 años trabajando en una obra de arte para que llegue un «cualquiera» y te discuta cosas que consideras totalmente obvias jejej.

  5. Pesetasfranquistas

    Yo tengo claro que las colecciones temáticas aníman el sector, hacen afición, seguro. Pero me saltan dudas, por ejemplo, sí los remates son mejores que repartiendo las piezas en varias subastas generalístas; quizás nos falten datos para valorar este aspecto…

    Otro tema, es que, y tal y como dices, las colecciones temáticas/especializdas, y por el hecho de que pasan el filtro de la puesta en escena comercial de la casa que las organiza, pueden perder el reflejo original del coleccionista que las hizo; y asumirlas como obra original puede no ser cierto (en todo caso seria la obra -artística- del subastador, claro… que puede acabar decidiendo qué entra y que no). Ahí estará la sensibilidad de la casa de subastas en respetar o no el criterio original del coleccionista.

    No obstante, ojalá hubieran más colecciones temáticas, por supuesto

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Las casas de subastas suelen decir que las subastas temáticas atraen más la atención a los coleccionistas. Yo creo que depende de la colección: si es una colección que puede traer al mercado internacional, en el que la disposición de dinero sea «casi ilimitado» entonces probablemente se venda mejor como colección temática; si es una colección para un mercado muy específico y el importe económico es muy alto, quizá sea mejor venderla poquito a poco para no sobresaturar a los compradores.

      Por parte a lo del filtro comercial de la casa de subastas, creo que lo de la obra de un único autor es algo muy del siglo XIX. La música, el cine, el teatro, las novelas… pasan por el filtro de los editores o los productores que los modifican tremendamente. Quizá el ejemplo más conocido sea la mano que tuvo George Martin en los Beatles, pero la misma idea aparece en cualquier artista medianamente conocido (y, por tanto, comercial).

      Saludos,
      Adolfo

    2. He registrado los resultados de alguna temática y diría que lo bueno sube más, a veces escandalosamente, y lo común puede que se venda barato, con todas las excepciones que se quieran y según los precios de salida. En conjunto diría que al vendedor le sale claramente mejor en global aunque algún lote pueda chocar por barato.

      Mi experiencia de comprador es que en esas subastas me he gastado más de lo habitual y que he renunciado, con todo el dolor de mi corazón, a piezas de mi máximo interés para priorizar otras que todavía lo eran más. En mi balance con el vendedor, él ha ganado, aunque a mí me hubiera venido mejor esparcir esas compras en un lapso de tiempo mayor.

      Con todo, hay que decir que ese “a mí me hubiera venido mejor” es fantasioso, porque esas ventas hubieran competido con las series que se venden de normal, por lo tanto, en cualquiera de los casos debería tener controlado mi presupuesto de gasto y en las temáticas el calentón es más fácil. En esto cada uno es cada cual, pero es mi visión.

  6. Para la mí las subastas temáticas más interesantes son las que profundizan en rarezas más que en la calidad y si la casa de subastas hace su trabajo y contextualiza la pieza miel sobre hojuelas. Personalmente una subasta de Isabel II o Carlos III llena de piezas habituales en EBC+ o SC pues me gustará claro, pero no será para recordar. Ahora, una Crusafont, una Cores, una Lluis Companys o una Javier Verdejo, con las piezas más habituales de quizás una calidad del montón pero lleno de monedas desconocidas me encantan. Y eso a pesar de que seguramente ni sean del período que colecciono. Tan es así que a veces le tiro a una pieza baratita solo para tenerla de testimonio.

    También la pena es que no sé cual es el precio que tiene que tener la colección para que te monten una subasta temática pero sería muy interesante que colecciones no tan importantes se vendieran también en una subasta aparte; pero ahí ya entramos en razones comerciales lógicas. Otro tema es que si a una colección de un particular se le añaden piezas de otros propietarios, estas se señalaran en el catálogo. He visto casas de subastas extranjeras que así lo hacen y me parece una buena idea.

    1. Estoy en parte de acuerdo contigo compañero… pero sólo en parte :). Al ser todos nosotros coleccionistas, tenemos la capacidad de saber más o menos cuánto trabajo (y dinero) ha costado al autor de la colección realizar su obra. E igual que he disfrutado viendo la Cores o la Crusafont… no te puedo decir que me hayan causado menos impresión la Hispania, la O’Callaghan o la Permanyer…

      Estamos de acuerdo que contribuyeron menos a la numismática en el sentido de investigación y catalogación, al fin y al cabo son ser series recientes de un periodo bien documentado, pocos «descubrimientos» se van a hacer a estas alturas del Centenario o de Isabel II. Tampoco se ajustan totalmente a mi forma de coleccionar… pero cuando vi los catálogos me dejaron con la boca abierta y un montón de envidia, no estoy seguro de que fuese de la sana.

      En cuanto al precio para una colección, no creo que sea un tema cerrado, y tendrá más que ver con el trabajo que tenga detrás que con la capacidad económica del coleccionista. Dudo mucho que tenga el mismo mérito haber reunido la colección Montoliú, que haber tirado de talonario (ilimitado) y haber reunido 450 piezas de una media de mil euros cada una, juntando tetradracmas griegos, aureos romanos, oros medievales, macuquinas y duros raros… Es decir, mucha pasta pero poca cohesión.

      Saludos!

    2. Adolfo Ruiz Calleja

      Para mí una subasta es interesante cuando aprendo de ella y «me cuenta algo nuevo». Por eso para mí lo más importante es que sea una temática que no haya sido muy explorada (que sean «coleccionistas valientes»: https://blognumismatico.com/2016/03/01/los-coleccionistas-valientes/ ).

      Yo disfrutaría mucho más una colección de moneda persa o de plata medieval europea que la enésima colección de Isabel II. Eso no quita que no me gusten las colecciones de Isabel II o que no se pueda aprender de ellas, pues por ejemplo la O’Callaghan la utilizo como referencia sobre la calidad máxima que se pueden pedir a ciertas piezas. Pero no he aprendido de ella tanto como de otras.

      El tema comercial es diferente. Probablemente lo mejor desde el punto de vista comercial es hacerse con monedas variadas en altísima conservación, comprándolas sin prisa y en el plan de «una al año». Si alguien monta una colección así y reune un millón de euros en 300 piezas os aseguro que cualquier casa de subastas le organiza una especial para él y le pone su cara en la portada y hasta le escribe una poesía si su ego lo requiere. Pero a mí me llamaría menos que una subasta más corriente centrada en una temática concreta.

      Saludos,
      Adolfo

    3. Si, estamos de acuerdo Adolfo… pero creo que no nos estamos entendiendo en los conceptos «aprender» y «disfrutar». Está muy claro que para aprender, lo que tú dices: un coleccionista valiente que haga monedas de las que yo no tengo ni idea, y cuanto menos idea tenga, más voy a aprender. También lo voy a disfrutar, está claro, soy curioso por naturaleza, disfruto aprendiendo cosas nuevas y no puedo negar que me gustan todas las monedas :).

      Pero no voy a disfrutar tanto de una colección de moneda persa, principalmente porque no tengo ni la más remota idea de esas monedas, no sé lo que cuesta conseguirlas, no sé cada cuanto tiempo sale un ejemplar que merezca la pena, no sé la competitividad que hay a la hora de pujarla… En cambio una de las colecciones que estamos diciendo de series más corrientes, no vas a aprender casi nada o nada directamente, pero al ser consciente de lo que cuesta conseguir una sola pieza en buena calidad, pues vas a saber apreciar mejor la dificultad al ver a un tío que ha conseguido reunir 500-700 y las puedes ver todas juntas. A ver si lo puedo ilustrar, me la juego… ¿me podrías negar que disfrutaste ojeando el catálogo cuando salió Hispania? ¿Aprendiste mucho?… no sé si me estoy reflejando bien cual es mi punto de vista xD, que tiendo a liarme yo solo

      Saludos!

  7. Hola Señor Ruiz, me parece uy interesante toodo lo que dice de la ciudad de Potosí, incluyendo lo del cárcamo que aún se aprecia en medio de tantas casas cerca de El Arco de Cobija y lo de la basura(que aunque me apene, es una horrible realidad en nuestras calles potosinas)pero no sé quién le dijo que Bolívar tuvo una casa en Potosí, si el Libertador jamás vivió aquí, solo vino de visita.

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