Las monedas de las hijas y los yernos de los Reyes Católicos

Este texto, de mi autoría, fue publicado originalmente en la revista Detección & Monedas.

Al repasar la historia de España es obligatorio detenerse en los Reyes Católicos. No en vano fueron quienes unieron bajo un mismo mando el territorio que hoy en día se conoce como España e iniciaron una transición muy rápida, desde el punto de vista histórico, hacia la modernidad. Los Reyes Católicos fueron también cruciales en la historia numismática. La famosa Pragmática de Medina del Campo de 1497 tuvo una repercusión enorme, suponiendo el tránsito en Castilla de la moneda medieval a la moderna.

Hay muchísimo escrito sobre las acuñaciones de los Reyes Católicos, tanto en Castilla como en Aragón. Y mucho más queda por escribir. En este texto tan solo quisiera citar una moneda de estos reyes: el cuarto de real de Burgos que se muestra en la Imagen 1. La leyenda de esta pequeña moneda indica en el anverso: “QUOS DEUS CONEUNGI” y en el reverso: “NO ME ON SEPARAT”. Es una clara referencia a las palabras de Cristo recogidas por Marcos 10:9 “lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe”. Se muestra de manera clara cómo los Reyes Católicos dieron un carácter divino a la unión entre Castilla y Aragón, para la cual era conveniente su matrimonio.

Imagen 1. Cuarto de real de Burgos
Imagen 1. Cuarto de real de Burgos
Imagen 2. Cruzado de Manuel I
Imagen 2. 10 cruzados de Manuel I

Acostumbrados a los matrimonios de conveniencia, Dios mediante, Isabel y Fernando vieron en sus hijos una forma de generar alianzas con otros reinos europeos. La estrategia estaba muy clara: aprovechar la potencia política en la que se estaban convirtiendo Castilla y Aragón para aliarse con otras potencias europeas y aislar a Francia. Así que tenían que pensar mucho con quién casaban a cada uno de sus hijos. Por eso mismo ver las monedas acuñadas a nombre de sus descendientes y sus cónyuges supone repasar la numismática europea del siglo XVI.

Fernando el Católico tuvo varios hijos ilegítimos (que acabaron siendo abadesas, condesas o arzobispos) y un niño con su segunda mujer que murió nada más nacer. Pero esos no los contaremos. Solo nos centramos en los hijos del matrimonio con Isabel la Católica, quien dio a luz a cuatro mujeres y a un varón. Se entiende que eran todos hijos de Fernando.

La primera hija de los Reyes Católicos se llamó Isabel. Buscando la alianza ibérica no tardaron en prometerla al Infante Alfonso, pretendiente al trono de Portugal. Con Alfonso se casó pero al poco tiempo el infante se cayó de su caballo y no hubo nada que hacer para salvarle la vida. Isabel volvió a Castilla, pero a los cuatro años se casó con Manuel I de Portugal, reestableciendo así esa alianza entre los reinos peninsulares. Isabel murió en el parto de su primer hijo, Miguel de Paz; y luego éste murió a los dos años siendo heredero al trono de Castilla, Aragón y Portugal.

Imagen 3. Tostao de Manuel I
Imagen 3. Tostao de Manuel I
Imagen 4. Ceitil de Manuel I
Imagen 4. Ceitil de Manuel I
Imagen 5. Cruzado de la ceca de Goa
Imagen 5. Cruzado de la ceca de Goa
Imagen 6. Malacca acuñada en estaño
Imagen 6. Malacca
Imagen 7. Toisón de Brujas
Imagen 7. Toisón de Brujas

Con la muerte de la infanta Isabel y de su hijo la alianza con Portugal volvía a quedar en el aire. Por eso los Reyes Católicos no tardaron en casar a su cuarta hija, María, con Manuel I. Fue un matrimonio que duró 17 años y que les permitió tener 10 hijos.

Manuel I es uno de los reyes más importantes en la historia de Portugal. Durante su reinado el Reino de Portugal se extendió más allá de los mares: Vasco de Gama descubrió una ruta marítima a la India, y Pedro Alvares Cabral descubrió Brasil. Por parte de la numismática, Manuel I promulgó una importante ley en 1517 en la que se define el real como unidad de cuenta en Portugal (no se debe confundir el real portugués con el castellano, pues no son equivalentes) y se fija su relación con las monedas acuñadas en el reino. Esta ley tuvo mucha trascendencia, ya que sirvió como base para las monedas que se acuñarán en Portugal en los siglos venideros.

Debido a su importancia como monarca y a los cambios que ocurrieron durante su reinado a nadie le extrañará que las acuñaciones de Manuel I hayan sido muy amplias. Manuel I acuñó mucho, tanto en oro (v.g. el cruzado de la Imagen 2) como en plata (v.g. el tostao de la Imagen 3) y en vellón (v.g. el ceitil de la Imagen 4). Como no podía ser de otra manera, la ceca principal de Manuel I fue la de Lisboa, acompañada como siempre por la de Oporto. No obstante, sus colonias pronto comenzaron a generar sus propias monedas y ya bajo este reinado se encuentran ejemplares acuñados en lugares tan distantes como la India (a partir de 1510) o Malasia (a partir de 1511). La Imagen 5 muestra un extraordinario ejemplar de un cruzado de la ceca de Goa. En la Imagen 6 aparece una moneda de Malacca acuñada en estaño, pues era un material empleado con frecuencia en esta ceca para forjar monedas.

Volviendo a los hijos de los Reyes Católicos tenemos a Juan, su segundo hijo y el único varón. Juan se las prometía felices y se casó con Margarita de Austria, hija de Maximiliano I de Habsburgo, quien fuese Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (SIRG). Pero Juan murió de tuberculosis a los seis meses de casarse, dejando a su mujer embarazada de un bebé que nació muerto. Los Reyes Católicos quedarían muy tristes por la muerte de su único hijo varón, pero la alianza con el SIRG  estaba muy bien afianzada puesto que su tercera hija, Juana, también se había casado con el primogénito de Maximiliano I, que no era otro que Felipe de Habsburgo. La diferencia radicaba en que con la muerte de Juan, su hermana Juana pasaba a ser la heredera al trono de Castilla y de Aragón (y posteriormente también de Navarra). Se dio así fin a la casa de los Trastámara y comenzó la dinastía de los Habsburgo.  Juana fue reina de Castilla a partir de 1504 y, nominalmente, de Aragón y Navarra a partir de 1516. Pero debido a una supuesta enfermedad mental vivió apartada y sin ningún poder efectivo a partir de 1506.

Antes de la muerte de Isabel la Católica, Felipe I “el hermoso” ya era soberano del Ducado de Borgoña (como Felipe IV) y de varios territorios en los Países Bajos. La tradición numismática en estos territorios nada tiene que ver con las monedas de Aragón o Castilla y el reinado de Felipe I fue muy continuista con la tradición legada. Quizá por eso son monedas bastante desconocidas a día de hoy entre los coleccionistas. Obviamente tampoco ayuda que las tiradas no fuesen abundantes y que hoy en día sean monedas bastante raras de encontrar. Un ejemplo es el toisón de Brujas que se muestra en la Imagen 7.

Las acuñaciones del breve reinado de Juana I y Felipe I en Castilla fueron muy continuistas con las de los Reyes Católicos. Tanto es así que hay muy pocas monedas españolas que se puede saber a ciencia cierta que fueron acuñadas durante dicho reinado. Curiosamente éstas se dan en cecas de los territorios europeos que están fuera del territorio peninsular, puesto que en ellas ya entonces se indicaba explícitamente la fecha de acuñación. Un ejemplo es el precioso real de 1505 de Amberes que se muestra en la Imagen 8.

Imagen 8. Real de 1505 de Amberes
Imagen 8. Real de 1505 de Amberes

Mucho más abundantes e interesantes son las monedas del periodo donde reinaba nominalmente Juana I pero efectivamente su hijo Carlos I. La política numismática siguió siendo continuista con el reinado de los Reyes Católicos pero en muchos casos se cita de manera explícita a la reina Juana. Se pueden encontrar esas citas en monedas de oro (v.g. el escudo segoviano de la Imagen 9), de plata (v.g. el rarísimo ejemplar de un real toledano de la Imagen 10) y vellón (v.g. el dinero zaragozano de la Imagen 11). Aparece además el nombre de Juana en acuñaciones de los Países Bajos, como el real de Amberes de la Imagen 12. E incluso se la cita en las primeras acuñaciones castellanas de ultra mar, pues fue durante su reinado nominal cuando se comenzó a acuñar plata en México. Un precioso ejemplo son los 4 reales de la Imagen 13.

Imagen 9. Escudo segoviano
Imagen 9. Escudo segoviano
Imagen 10. Real toledano
Imagen 10. Real toledano
Imagen 11. Dinero zaragozano
Imagen 11. Dinero zaragozano
Imagen 12. Real de Amberes
Imagen 12. Real de Amberes
Imagen 13. 4 reales México
Imagen 13. 4 reales México

Lo que es más sorprendente es que hay ciertas monedas en las que se representa el retrato de Juana junto con el de su hijo Carlos. Son todas monedas de oro muy raras. Las más comunes, dentro de su rareza extrema, son las acuñadas en Zaragoza. Un ejemplo es el doble ducado representado en la Imagen 14. Otro ejemplo es el doble principat de Barcelona que se muestra en la Imagen 15; es un ejemplar único. La Imagen 16 muestra un tercer ejemplo, en este caso un doble principat acuñado en Perpiñán.

Imagen 14. Doble ducado
Imagen 14. Doble ducado
Imagen 15. Doble principat de Barcelona
Imagen 15. Doble principat de Barcelona
Imagen 16. Doble principat acuñado en Perpiñán
Imagen 16. Doble principat acuñado en Perpiñán

Ya solo nos queda hablar de la hija pequeña de los Reyes Católicos, Catalina de Aragón. Es una mujer con una biografía muy interesante pero aquí nos limitaremos a decir que la casaron con Arturo de Gales, hijo de Enrique VII de Inglaterra y quien estaba llamado a ser el segundo soberano de la casa Tudor. De esta forma se unían en santo matrimonio los reinos de Castilla y Aragón con Inglaterra. Pero de nuevo la muerte hizo acto de presencia y el pobre Arturo falleció a los pocos meses de haberse casado. Como consecuencia, Catalina se casó con Enrique VIII, hermano de Arturo, al poco de que éste hubiera sido coronado rey.

La importancia del reinado de Enrique VIII es de sobra conocida. Fue un rey absolutista y poderoso que incluso rompió con el Papa y fundó la Iglesia Anglicana, siendo él mismo jefe supremo de su propia Iglesia. Se casó seis veces aunque solo tuvo tres descendientes legítimos: una niña (María Tudor, la esposa de Felipe II) con Catalina, otra niña (Isabel) con Ana Bolena y un niño (Eduardo VI) con Jane Seymour.

La numismática de Enrique VIII es muy amplia y relativamente compleja. Partió de un continuismo con la política monetaria de su padre para después ir realizando sucesivas reformas que, si bien nunca fueron rupturas con lo anterior, sí que modificaron el circulante en gran medida. Concretamente fue casi una constante la bajada de liga en los peniques, pues era una forma sencilla para el monarca de obtener dinero. Otra reforma muy importante fue el cierre de las cecas eclesiásticas de Canterbury, Durham and York. Este cierre se dio en la década de 1530, a la vez que se produjo la famosa disolución de los monasterios. A partir de entonces todas las cecas inglesas pasarían a estar controladas por la Corona.

Ya digo que las emisiones de Enrique VIII son muy abundantes y son muy difíciles de resumir. Valgan tres ejemplos bien dispares de sus monedas. El primero es un penique que se muestra en la Imagen 17. Fue emitido en la ceca eclesiástica de Durham por el Obispo Thomas Ruthall. Se trata, por tanto, de una moneda de la primera etapa del reinado de Enrique VIII, cuando éste estaba casado con Catalina. La Imagen 18 muestra un testón acuñado en la Torre de Londres. En él se representa un estupendo retrato renacentista del rey. Finalmente, la Imagen 19 muestra una corona “de las dos rosas”, también acuñada en la Torre de Londres. La carga simbólica de las dos rosas es muy importante pues muestra a la casa de los Tudor como la unión de las casas de York y de Lancaster tras 30 años luchando en la Guerra de las Dos Rosas.

Imagen 17. Penique
Imagen 17. Penique
Imagen 18. Testón acuñado en la Torre de Londres
Imagen 18. Testón acuñado en la Torre de Londres
Imagen 19. Corona “de las dos rosas”, acuñada en la Torre de Londres
Imagen 19. Corona “de las dos rosas”, acuñada en la Torre de Londres

El último apunte de este texto es para animar a los coleccionistas numismáticos a que se atrevan a salirse de los caminos más trillados e intenten que su colección cuente una historia única. Todos hemos visto mil y una colecciones de El Centenario de la Peseta o de Isabel II. Por muy buenas que sean es complicado que una colección así nos llame la atención a día de hoy. Sin embargo, las colecciones pueden tener temáticas variadas con nexos que no sean evidentes. Una colección de monedas de los Reyes Católicos y las acuñaciones realizadas por sus hijas y yernos mostraría una estupenda panorámica del siglo XVI europeo, sería una colección tremendamente interesante y daría para coleccionar durante una vida entera.

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12 comentarios en “Las monedas de las hijas y los yernos de los Reyes Católicos”

  1. Francisco Javier Sánchez

    Enhorabuena por esta entrada muy metida en historia. Sólo un inciso: el nieto de Isabel y Fernando, hijo de Manuel I de Portugal y de la hija de los RR.CC. Isabel, que llegó a ser proclamado heredero de las coronas de Portugal, Castilla y Aragón, se llamaba Miguel y no Manuel.

  2. Francisco Javier Sánchez

    Respecto de la referencia de la leyenda del cuarto de real a las palabras de Cristo recogidas por Marcos, que » lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe», en alusión a la unión dinástica entre las Coronas de Aragón y de Castilla…, el mismo Fernando de Aragón, al casarse con Germana de Foix, se marcó como objetivo conseguir un heredero varón para la Corona de Aragón, sin contar con su hija Juana «la Loca», cuyo marido Felipe, mientras vivió, sólo fue rey de Castilla ( y no de Aragón, donde seguía como rey Fernando). Las dos Coronas estuvieron, pues, a punto de separarse si hubiera sobrevivido el hijo de Fernando y Germana. Un auténtico galimatías se vivió durante casi dos décadas, producto, a mi entender, de la política matrimonial que realizaron Isabel y Fernando para con sus hijos, que no consiguió los objetivos pretendidos por ellos ante tantos fallecimientos, salvo la llegada de Carlos de Gante en 1517 como rey de Castilla y de Aragón y la instauración de la Casa de Austria.

  3. Boa noite, a moeda da Imagem 2 não é um Cruzado, mas sim um «Português», moeda de 35,5 grs que equivalia a 10 Cruzados.
    Vocacionada para o comércio externo, foi cunhada também por D. João III.

  4. Excelente Adolfo, como siempre. Me encantan las entradas con esta sinergia entre numismática e historia, siempre son muy instructivas. Aunque en rasgos generales había leido sobre ello…. siempre se aprende algo nuevo, gracias :).

    PD: Ten cuidado por Bielorrusia… que tiene que hacer un frío de c***nes!!

  5. Adolfo Ruiz Calleja

    Ya he regresado de Bielorrusia y ya está la entrada actualizada. Muchas gracias por vuestros apuntes.

    Por cierto, Minsk es una ciudad estupenda aunque bastante fría.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Corregido.

      Al final esta entrada tuvo un montón de errores, mis disculpas por ello.

      La muchacha nació en Alcalá de Henares, pero pasó a la historia como Catalina de Aragón. ¡Menos mal que no dije Catalina de la Corona Catalanoaragonesa porque si no ya la tengo liada! :D
      Por cierto, hace un año o así escuché un podcast sobre este personaje: https://www.ivoox.com/30-catalina-aragon-audios-mp3_rf_16667321_1.html

      Saludos,
      Adolfo

  6. Pingback: Monedas a nombre de los Reyes Católicos – Relatos numismáticos

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