Menos mal que existen las monedas

El otro día vi en queen Alcalá Subastas sacaban a subastar dos tablas de Bartolomé de Castro que en su día adornó el retablo de la iglesia de Requena del Campos. Se trata de las dos magníficas obras que muestro a continuación.

Ni qué decir tiene que un palentino a quien le encanta el arte medieval, como yo, estaría más que encantado de hacerse con ellas. Pero hay un pequeño problema: 11.000 euros más comisiones por cada una para empezar a pujar. Todo mi gozo en un pozo. Siempre me pasa igual con el arte medieval: las pocas piezas que veo a la venta no me las puedo permitir. Ni tallas de madera, ni esculturas, ni pintura, ni espadas…

¡¡Menos mal que existen las monedas!!

Las monedas son una enorme suerte del destino. Un vestigio real, vivo y tangible de historia al que podemos acceder los ciudadanos de clase media como yo. Son piezas artísticas que podemos poseer y estudiar hasta sus más mínimos detalles. Auténticas piezas de arte, como las tres que muestro abajo: el coronat napolitano que subastó Áureo & Calicó, el real valenciano de Martí I que sacó Martí Hervera junto con Soler & Llach o el novén de Burgos que sacan Tauler & Fau por tan solo 20 euros

¡Estas sí que me las puedo permitir! ¡Auténticas obras de arte al alcance de mi bolsillo! ¡Y con una enorme carga histórica!.

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15 comentarios en “Menos mal que existen las monedas”

  1. Bueno no te preocupes Adolfo, seguro que con el tiempo alguna obra de arte medieval podrás adjudicarte.
    Pero de momento como dices las monedas no son mal consuelo. Seguro que con cada una de ellas aprendes cosas que desconocías y eso solo es motivo de satisfacción.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Hay veces que veo tablas en venta o libros y se me hace la boca agua. Pero cuestan un auténtico pastizal. Me quedo con poder comprar alguna monedilla de vez en cuando.

      1. Quien fuera un multimillonario americano en los años 10 del siglo pasado, que compraban directamente la iglesia entera.
        En Burgos hay una villa llamada Frías, toda ella es medieval, salvo la portada románica de su iglesia que la compro un amiguete de estos para su colección privada. En fin, perdón por desviarme del tema.

  2. Yago Abilleira Crespo

    Así tenemos objetos de la Guerra de Sucesión, de la Guerra de Independencia, de la emacipación americana…y ya los medievalistas ni te cuento.

  3. ¿Esto es un nuevo «post» o un anuncio subliminal de las casas de subasta? No obstante, gracias esfuerzo y enhorabuena. Todos seguimos aprendiendo con tu blog.

  4. Adolfo Ruiz Calleja

    ¡Cuánta maldad señor Gustavo! :-)

    En esta entrada lo que quiero hacer ver es que para muchos periodos históricos las monedas son las únicas representaciones artísticas que un ciudadano de clase media se puede permitir adquirir. Ni qué decir tiene que no tengo ninguna relación con Alcalá Subastas. Por parte de las subastas de monedas, he hecho lo que hago siempre: utilizar las imágenes de quienes patrocinan este blog (y citarles debidamente). Creo que es adecuado utilizar sus imágenes como ejemplos para apoyar mis argumentos; podría haber utilizado ejemplos de monedas en venta por parte de otros comerciantes, pero tengo el decoro de usar las de quienes patrocinan mi tiempo dedicado. Es normal.
    De hecho, en este caso 2 de las 3 monedas que cito son de subastas ya pasadas… así que poca publicidad les he podido hacer. Y la otra es una monedilla de 20 euros… que tampoco es que vaya a ganar mucho con la venta, vamos.

    Saludos,
    Adolfo

  5. Totalmente de acuerdo contigo Adolfo, creo que las monedas nos hacen sentir, palpar, e imaginar la historia, como si tuviéramos un pequeño museo en casa, y sin el como. Y al alcance de todos, ya que hay piezas muy humildes, pero no con menos carga histórica.

  6. Al comentario de Victor Manuel, corregir que Frias es Ciudad desde el siglo XV. El Pórtico Románico de la Iglesia de San Vicente (siglo XIII) se vendió al Museo de Claustros de Nueva York para poder financiar la reconstrucción de la torre almenada del templo que sufrió un hundimiento a principios del siglo XX. Por cierto en dicho Museo podremos contemplar también el ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña ( Segovia ) que fue desmontado piedra a piedra y también se puede contemplar la reja del coro de la catedral de Valladolid.
    Esperemos que los paises arabes no se encaprichen de nuestros tesoros ya que cualquier dia podríamos ver alguna joya del románico adornando el hall de cualquier Hotel de Lujo.
    Por cierto Frias merece una visita por sus calles, casas medievales, la iglesia ya citada y su bonito castillo cuya forja ha sido realizada por el joven maestro de forja artística Iñaki Canterla Abechuco.

    1. Gracias por la aclaración. Hace años estuve visitando la ciudad y me comentaron el asunto. Por cierto, se nos ha olvidado a todos citar el majestuoso puente. Para mi junto con el de Besalu los más bonitos de la península.

    2. La Reja del coro de la catedral de Valladolid está en el Metropolitan y no en el Museo de los Claustros de La misma ciudad, una simple precisión

  7. Si encontrásemos un clavo herrumbroso en un yacimiento arqueológico del s.I, tendría su valor arqueológico, histórico y por tanto económico, pero no podríamos llamarlo una obra de arte.
    El mismo metal (ya no metales nobles) si ha pasado por un proceso de diseño artístico, modelado de un bajo relieve, acuñación ‘artesanal’… Produce una moneda con valor económico, con interés artístico, fácil de datar normalmente sin necesidad de utilizar tecnología, con gran carga histórica puesto que los motivos representados tienden a variar en el tiempo y a contextualizarse en un periodo y lugar….
    Ni qué decir tiene que es única en sus imperfecciones hasta el punto que buscamos monedas hermanas, salidas del mismo cuño, detectadas por fallos correlativos. Al igual que se sabe si un grabado es posterior a otro si se analiza detenidamente.
    Algo pequeño, con relativo poco valor, pero definitivamente, una obra de arte.

  8. ¡Gran verdad! Las monedas son arqueología asequible. Es comprensible q los museos se reserven las piezas especiales pero los coleccionistas medios cuidamos piezas q por cantidad raramente serían expuestas. Es más, ¿no aprendemos más atesorando una colección e investigando símbolos,heráldica, personajes… que visitando fugazmente un museo? Es buena esa complementariedad.

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