Entrevista a Gregorio Toulemonde

He tenido el privilegio de entrevistar a uno de los coleccionistas numismáticos más importantes de Colombia. Se trata de Gregorio Toulemonde, residente en Bogotá, y lleva más de 40 años coleccionando moneda de su país. Lo conocí a través de este blog, donde alguna vez ha comentado. A mí me sigue pareciendo irreal que coleccionistas de esa talla y con tanta experiencia puedan encontrar útil esta bitácora.

Sin más, os dejo la entrevista. Creo que es muy interesante porque recoge algunas de las conclusiones que se extraen tras décadas coleccionando. Además, es la primera vez  que entrevisto a un coleccionista de moneda latinoamericana y afincado en América (otros coleccionistas entrevistados fueron José María Marín, Caballero, un coleccionista de billete clásico y un coleccionista de moneda griega), de manera que no solo se habla de las monedas colombianas, sino también del coleccionismo latinoamericano (que difiere del Europeo). Espero que la entrevista os guste tanto como a mí. Añado yo mismo los enlaces y el texto entre paréntesis.

Adolfo (A): ¿Cómo definirías tu colección? ¿Cuál es su ámbito?

Gregorio Toulemonde (GT): Colecciono desde hace más de 45 años. Mi colección está enfocada a las monedas de mi país, Colombia. Va desde 1.755, fecha en que se acuñó la primera moneda de cordoncillo de la ceca de Santa Fé (Nuevo Reino), en adelante pero sin tocar las macuquinas. Colecciono en el mejor estado posible moneda en oro y plata por fecha, denominación, tipo y ceca, estas últimas siendo esencialmente Bogotá (Santa Fé), Popayán y Medellín (en la época republicana). Cubro tanto la parte colonial (tipos españoles) que van hasta 1.822 como la parte republicana.

A: ¿Cuáles son tus principales guías para la colección?

GT: Afortunadamente en Colombia los coleccionistas contamos con un catálogo excepcional titulado «Coins of Colombia 1619-2.012» en su última versión en inglés. Este extraordinario trabajo hecho por el Dr. Jorge Emilio Restrepo es la guía imprescindible para mi colección. Además mantengo una relación muy activa tanto con coleccionistas locales como con aquellos que  del exterior, personas que a lo largo de los años se han convertido en colegas y amigos cercanos [más]. De ellos aprendí mucho y continúo haciéndolo. Creo que he aprendido más de ellos que de los comerciantes.

También he generado un círculo grande de comerciantes de confianza; a medida que mi colección se desarrolla, cada vez cuento con casas de subastas desperdigadas por el mundo, principalmente en España y Estados Unidos. En cierto modo, son ellos que me mantienen al tanto de los desarrollos, descubrimientos y tendencias del mercado.

En nuestro pequeño mundillo es necesario tener un buen catálogo, un círculo de amigos conocedores, así como una relación comercial y de amistad con el mundo externo, llámese el mercado.

Medio real de 1.775 de Nuevo Reino
Medio real de 1.775 de Nuevo Reino
1 Real de 1.775 de Nuevo Reino
1 Real de 1.775 de Nuevo Reino

A: ¿Qué tiene de especial la moneda colombiana con respecto a la moneda de otros países latinoamericanos?

GT: La moneda colombiana ocupa un lugar muy especial en América Latina. Es muy extensa en el tiempo comenzando con las primeras acuñaciones en 1.619 (4 siglos) tanto en oro como en plata (siendo éstas últimas en el periodo colonial unas 10 veces más raras que las de oro). Existen varias cecas, y entrando al siglo XIX se vuelve muy variada al vaivén de los eventos políticos: cambios de nombre del país, modificaciones en su denominación, variaciones en la ley y finalmente muchas guerras. La numismática colombiana es muy heterogénea, cargada de historia y muy interesante para el coleccionista. A todo esto debemos añadir que generalmente las emisiones eran pequeñas y circularon extensamente por lo que es un reto obtener ejemplares en buenos estados de conservación.

Coleccionar monedas colombianas es un reto atractivo de largo alcance.

A: ¿Cuál es el ejemplar predilecto de tu colección?

GT: Más que mencionar una moneda en especial, me interesa principalmente un periodo, el de la moneda colonial de cordoncillo en plata. Son pocas -unas 115 sin contar las variedades de cuño-, muy apetecidas, difíciles de conseguir, y en ciertos casos (como los columnarios), extremadamente raras. A estas monedas les he dedicado un esfuerzo especial cazándolas en el mundo entero. Son mi serie predilecta y constituyen un enorme reto conseguirlas en buen estado. Por ejemplo, después de 45 años de colección aún sigo buscando un medio real de 1.775 de Nuevo Reino en estado aceptable y sin perforar, lo mismo que su compañera de 1 real… [dos primeras imágenes].

A: ¿Y uno que te gustaría conseguir?

GT: Aún me faltan muchas monedas para conseguir y mejorar. Sólo para hablar de la parte colonial me encantaría completar los columnarios de la ceca de Santa Fé que son sueños imposibles de realizar [más y más]. ¿Cómo conseguir un columnario de 8 reales de 1.760? ¿Cómo mejorar la serie de 2 reales de Carlos IV [tercera imagen]? o ¿Dónde ubicar un medio real sin perforar de 1.793? En las series en oro se me hacen imposibles los “caras de rata» de 1 escudo o inclusive una buena parte de las monedas de 1 escudo de Santa Fe (que no Popayán) de Carlos III en buen estado.

Esos retos mantienen vivo mi interés después de tantos, aunque las compras sean a menudo muy esporádicas [más].

A: ¿Qué criterios sigues para incorporar una moneda a tu colección?

GT: Mi objetivo es lograr una colección lo más completa posible y en el mejor estado posible. Con esto en mente, en general, si consigo una moneda que no tenía, la incorporo a la colección sin importar el estado. Luego me dedico a mejorar los estados de conservación para llegar al estado óptimo. Es así que en ciertos casos a lo largo de los años he mejorado hasta 5 veces un ejemplar [más]. Puede parecer extraño, pero de esta manera puedo seguir comprando monedas. La desventaja es que puede llegar a ser más costoso, aunque yo siempre vendo mis duplicados. Soy cuidadoso de evitar a toda costa las monedas lavadas, limpiadas o reparadas inclusive si éstas me permiten mejorar la calidad de las mías. Prefiero una moneda en VG [MBC] a una XF [EBC] reparada o lavada. También por decisión propia (aunque entiendo que esto puede ser un error financiero) “desencapsulo” todas las monedas que compro.

Soy cauteloso en los precios, aunque acostumbro pagar precios ligeramente por encima de mercado. En el largo plazo, es decir a más de 10 o 15 años, estos pequeños costes extra tienden a borrarse. Las monedas en los últimos 20 o más años han subido tremendamente de precio.

Mención aparte merecen los ejemplares verdaderamente excepcionales; es decir, aquellas monedas muy raras en estado espléndido. Siempre tendrán un precio que, a primera vista, lucen increíblemente altos al momento de su compra, pero son los ejemplares que tienen más potencial de subida de precios. Además, creo que le dan un “caché” y engalanan la colección, lo que redundará en mejores precios [más]. Nunca me he arrepentido de compras así.

2 Reales de Carlos IV
2 Reales de Carlos IV

A: Cuando he viajado por Chile o Uruguay he visto que el mercado numismático en estos países es muy pequeño y, desde el punto de vista económico, muy ineficiente. Cuesta encontrar monedas de calidad y, las que se encuentran, se tienen que pagar muy caras. De hecho, me da la sensación de que hay más moneda latinoamericana en EEUU o en Europa. ¿Ocurre lo mismo en Colombia? En tal caso, ¿dónde compras tus monedas?

GT: Es importante partir del hecho que, en el mayoral de los países las emisiones monetarias fueron por lo general chicas. Esto es el caso en la mayoría de los países hasta el siglo XX. Por otro lado, las monedas cumplieron su cometido; es decir circularon extensamente. Esto hace que, en contraste con lo que puede ocurrir en EEUU, Inglaterra, Francia Alemania y posiblemente España, las monedas latinoamericanas sean raras y difíciles de conseguir en estados aceptables. El comercio numismático tiende a reflejar esta situación: las monedas están feas y son costosas. De otra parte, hay un comercio activo en mi país donde los comerciantes venden muy rápidamente sus mejores ejemplares a los coleccionistas, con lo cual escasamente aparecen en sus aparadores.

Es verdad que las casas americanas, y en menor medida las españolas, reciben las mejores colecciones de monedas de la región para su venta. La razón es, a mi modo de ver, que no existen grandes casas de subastas y que las casas extranjeras hacen un buen trabajo. Por eso ópticamente podría parecer que hay más monedas fuera de los países. Pero por lo general éstas monedas regresan a sus países originales.

Yo compro mis monedas en el mundo entero. Lógicamente la preferencia es la de comprar localmente, pues así me puedo llevar la moneda a casa de inmediato. Pero el mercado se ha volcado mucho hacia afuera y esto me ha forzado a irme también allí. Además, veo que el mercado ha sido implacable con los comerciantes tradicionales en los últimos tiempos [más]. Las casas de subasta los están dejando relegados a vender lo más barato a los novatos. El material de buena calidad, donde podía hacer sus mejores márgenes, se les está escapando en beneficio de las casas de subasta. No es casual que ahora muchos vendedores tradicionales estén dedicados a “asesorar” a sus grandes clientes [más].

Resumiendo: compro más y más en subastas internacionales y menos a comerciantes. Mi experiencia ha sido en general muy buena, pero es importante ser cauteloso. No compro en casas pequeñas o de dudosa reputación (esas por ejemplo que siempre te adjudican todo al máximo de tu puja o sobrevaloran los estados conservación abusivamente). También exijo buenas fotos y no todas las proveen. Me gusta hablar con ellos si voy a pujar por primera vez para presentarnos mutuamente [más].

Mis compras diría son un 40% en España (Áureo & Calicó, Cayón, Martí Hervera y Soler & Llach, José Herrero) y 40% en los USA (Sedwick Coins, Heritage, Stack’s Bowers, Goldberg’s) y el restante 20% de manera más esporádica en otras partes (Suiza, Inglaterra, Alemania y Francia esencialmente).

A: ¿Supone un problema enviar las monedas de EEUU o Europa a Colombia? ¿Hay problemas en las aduanas o con Patrimonio?

GT: El tema más delicado es el de los envíos. Como el correo en Colombia no es confiable y, además, me pueden aplicar impuestos altos caprichosamente. Por eso me vi en la obligación de buscar alternativas. Lo he resuelto mandando mis compras en el exterior a una persona en Miami. Esta persona, a quien pago una retribución mensual, las guarda en su casa y yo las recojo cada vez que, un familiar o amigo o yo mismo, viajamos allí. Esto ocurre dos veces al año aproximadamente. Es una solución bastante barata y eficiente a pesar de que no recibo las monedas rápidamente.

Trato de averiguar todos los costes escondidos, que pueden ser muchos. El coste de la transferencia bancaria, coste del envío (éstos suelen ser razonables), el seguro (hay saber que para envíos de un gran importe puede ser un problema) y, finalmente, los costes de autorizaciones de Patrimonio. Estos pueden llegar a ser muy altos, en particular en el caso de las casas de Madrid suelen ser de más del 5% del importe total y pueden demorar más de tres meses.

En los EEUU es igualmente importante conocer el tema del Sales Tax (tasa de carácter estatal), que generalmente aplica cuando uno hace compras y envíos en un mismo estado. Es importante consultar este tema para evitar sorpresas desagradables.

A: Este mes de enero la casa Stack’s Bowers ha subastado la colección El Dorado (de donde están sacadas las imágenes de la entrada). Una vez me comentaste que ibas a personarte en EEUU para asistir a la subasta. ¿Qué te hace ir desde Bogotá hasta Nueva York por una subasta? Con los medios técnicos que tenemos hoy en día y la posibilidad de realizar pujas on-line ¿Qué obtienes estando personalmente en el lugar donde acontece?

GT: Son dos las razones en este caso particular. La primera es lagrimear parte de la venta más importante de moneda colombiana que haya jamás ocurrido. Es en esa medida un evento extraordinario y quiero estar allí para ver las monedas y para medir la temperatura. Esto no es tan sencillo sentirlo cuando pujas por internet. En segundo lugar, el NY Coin Show es posiblemente la convención más importante de monedas no americanas del mundo. Hay centenares de casas y comerciantes allí juntos y siempre tienes oportunidad de ver cosas nuevas y conseguir algo. Finalmente es un buen lugar para reunirme con mis amigos coleccionistas alrededor de un trago y compartir. Como dije anteriormente, el círculo de amigos es muy importante.

A: ¿Qué consejos darías a quien quiera forjar una colección en Latinoamérica?

GT: No creo que sea la persona adecuada para dar consejos. Lo que diría es que lo importante en la numismática es construir una colección. En otras palabras: tener claro, aunque sea a grandes rasgos, qué vas a coleccionar y de qué medios dispones (financieros, pero también técnicos como serían catálogos etc. [más]). También diría que debes armarte de paciencia. Las cosas aparecen a su debido tiempo, aunque pueden tardar y en ocasiones mucho. El desánimo siempre ronda a la vuelta de la esquina y por eso es importante tener amigos y colegas con quienes departir y que te mantengan vigente.

Hablando específicamente de Latinoamérica, es importante viajar de cuando en cuando y en la medida de lo posible asistir a eventos, convenciones [más] o subastas [más] donde te enseñen, y no te dé miedo saltarte tu presupuesto de cuando en cuando. Las buenas compras en el largo plazo nunca son caras.

A: Puedes añadir cualquier otra cosa que desees.

GT: Estoy totalmente dispuesto a contestar preguntas que puedan tener los lectores del blog sobre la numismática colombiana.

Podéis ver los comentarios que ha suscitado esta entrada en Facebook.

32 comentarios en “Entrevista a Gregorio Toulemonde”

  1. Sensatez en todos los comentarios de D. Gregorio. Buena entrada Adolfo. Gracias por compartir con los demás. Me ha gustado y siempre aprendo.
    Una ultima reflexión: Y yo a veces quejándome en España de las dificultades para desarrollar la afición…

  2. Alfredo Chàvez Macìas

    Leer esta entrevista a Gregorio Toulemonde me hizo sentirme en el mejor de los mundos. México es un país maravilloso, somos con mucho y por muchas razones: El ombligo del mundo. Un poquito lejos de Dios y un mucho cerca del diablo, sin embargo nuestra numismática es maravillosa. Tenemos monedas de muy buena calidad, a más o menos buenos precios, más o menos en abundancia.
    Es frecuente en mi país encontrarme con monedas greco-romanas, españolas, colombianas, peruanas, chilenas, argentínas y con cierta frecuencia centroaméricanas. Nuestras subastas son pocas pero con buenas piezas con precios moderados.
    Dense una vuelta por aquí.

  3. Juan Manuel Rodríguez

    Muchas gracias Adolfo por acordarte de mi tierra y en especial agradecer al señor Gregorio por los comentarios, nos sirven como guía a los novicios para seguir alentando la afición desde nuestro país.

  4. Hola Gregorio,
    Yo si tengo unas preguntas, si no te importa.

    «Colecciono en el mejor estado posible moneda en oro y plata»

    Obviamente en series complicadas, la calidad no se puede escoger, pero por ejemplo, en series que sí se puede, un 8 escudos se puede ir perfectamente al doble o más si buscas una perfección digamos EBC+/SC- con respecto a un MBC/MBC+

    Imagino y entiendo que no compras pensando en vender, pero ahi van mis preguntas.
    -Que opinas de comprar un 8 Escudos común pagando un valor numismático importante por una altísima calidad? Disfrutas más realmente una pieza EBC+ que una pieza EBC? Aplicas el mismo criterio a una pieza 8R de Carlos IV?
    -Respetando la originalidad de cada coleccionista, crees que la colección Caballero marcó un punto de inflexión respecto a primar la calidad de las colecciones?
    -Actualmente, crees que hay mucho interés en la moneda colombiana fuera de Colombia? A veces pienso que los USA se las están llevanado todas, pero ultimamente veo mucho coleccionista sudamericano.

    Saludos,
    Ignacio

  5. Adolfo Ruiz Calleja

    @Lutiacei, estoy de acuerdo contigo: en la entrevista hay sensatez por los cuatro costados.

    En Europa siempre nos comparamos con USA a la hora de coleccionar, pero cuando he visto el coleccionismo en países como Sudamérica o Irán me doy cuenta de que somos unos afortunados.

    @Alfredo, a ver si en una de estas me acerco a México :-)

    @Juan, ¡qué bueno saber de ti! ¡Estaba seguro de que te iba a encantar la entrevista!
    Espero que todo vaya estupendo por Colombia, yo aquí sigo en un Tallinn nevado.

    @ignacio, unas preguntas estupendas. Esperemos que Gregorio se anime a contestarlas.

    Saludos,
    Adolfo

  6. Adolfo,
    Gracias a ti. Traer las opiniones de coleccionistas es un puntazo, pues me interesan mucho y da gusto conocer otros puntos de vista.
    Saludos

  7. Hola Ignacio.

    Trataré de responder las preguntas que me haces de la manera la más clara y como coleccionista

    1) siempre compró pensando en cuál es el precio razonable de la moneda y trato de mantenerme en ese rango. En las series más fáciles como serían las de 8 escudos y especialmente las colombianas los precios son muy estándar. En este caso estoy muy dispuesto a pagar más por mejor calidad. Generalmente en estas series busco hacer mejorías de al menos un grado ( de VF a XF por ejemplo). Disfruto en mejorar hasta el grado Sin Circular. Allí puedes llegar a la perfección y eso lo gozo mucho. Como esto es muy costoso voy muy lento y aún espero tener muchos años para seguir añadiendo piezas a mi colección así que no creas que compro todas las que aparecen en buen estado…..

    2) La colección Caballero marcó un hito en España. Confieso que compré allí. Sin embargo siempre habrá otras colecciones de gran interés. Eliasberg, Norweb, Gebauer, Hammel, Lissner, Whittier, Emilio Ortíz o la reciente Eldorado por citar sólo unas pocas también fueron ventas estupendas de grandes colecciones hechas con amor, criterio y buen ojo. Todas ellas tenían un punto común : calidad media muy alta con algunas piezas simplemente extraordinarias que servían de iman para el conjunto de la colección.

    3). Veo qué hay un creciente interés en la moneda latinoamericana en los EEUU en particular. Esto pienso que se debe a dos fenómeno paralelos. Por un lado los inmigrantes latinos o sus descendientes quieren mantener vivas sus raíces y la numismatica es una manera de hacerlo. Por otro lado muchos coleccionistas americanos quieren tener las monedas que circularon en su país y las monedas coloniales y de las primeras republicas fueron de curso legal en su nación hasta los años 1840. Por lo tanto si veo un mayor coleccionismo pero también me parece que estos nuevos aficionados están trayendo sus hábitos a América Latina y veo mucho énfasis en cápsulas que puedan decir “ best known”.

    Espero que haya podido responder a tus preguntas.

    1. Muchas Gracias Gregorio,
      Me surge alguna más.

      -Como afronta un coleccionista (con posibles, es decir, que colecciona monedas que no son baratas) lo que yo llamo «la soledad del coleccionista»? Es decir, un coleccionista de piezas que no son baratas, no solamente es incomprendido por su entorno si no que además puede confiar información de su colección con muy poca gente de confianza… los coleccionistas no van alardeando de su colección de piezas de más de 1000 euros por decir una cifra…

      -Por mucha experiencia que se tenga, y con los vaivenes de mercado sigue siendo difícil tasar una moneda, pero se me hace incluso más difícil combinar subastas americanas y europeas. Volviendonos a fijar en los 8S, que diferencias ve en las subastas americanas con respecto a las europeas, y ya puestos, nos fijamos en las grandes españolas (para monedas de 8S)

      Muchas gracias otra vez

      1. Hola Ignacio

        Como traté de explicar en la entrevista el desánimo o lo que llamas “soledad del coleccionista” sólo se combate haciendo amigos, participando en foros ( como este) llendo a convenciones, discutiendo con otros coleccionistas, mostrando tu colección, en fin manteniendote activo y vigente. No es malo tampoco alardear un poco ( chicanear diríamos en Colombia) que es algo que todos los coleccionistas hacemos. Esto sin descuidar el aspecto de seguridad tuya y de tu colección y que es otro tema.

        Tasar monedas no es ciencia, es un arte. Ahora bien, algunas series tienen precios muy estándar como son los 8 Escudos colombianos que mencionas. Los precios son muy comparables a ambos lados del océano. El mercado numismático está cada vez más integrado y menos fraccionado. Los precios se ajustan y cada vez hay menos posibilidades de arbitraje o sea comprar en un mercado y vender en otro ganando en la operación. Esto puede ser comprar en subasta y vender en otra o en eBay o comprar en Suiza para vender en los EEUU por citar ejemplos reales. Lo veo hacer a menudo por muchos “comerciantes” o especuladores pero muchas veces no funciona. Es una técnica que no aconsejaría a nadie que no sea un gran especialista.

        1. Estoy muy ade acuerdo contigo.

          Pensaba que se manejaban otras cifras en el mercado americano, principalmente por la diferencia de las escalas de conservación, mucho más fina en las etapas altas (MS)

          Muchisimas gracias por tus palabras.

  8. Hola Gregorio.

    Llevo años intentando confirmar la existencia de varios ejemplares de Santa Fé.

    De a las “caras de rata” de 1 escudo, ¿existen ejemplares 1763, 1770 y 1771 confirmados? Esta es la información de la que dispongo:

    Se acuñaron 3.672 ejemplares de 1767, 1.564 ejemplares de 1770 y 1.224 ejemplares 1771. Del año 1763, 0 ejemplares, a pesar de aparecer en catálogos, no he localizado ningún ejemplar. Tampoco de 1770 y 1771.

    En cuanto a los ejemplares de 1767, conozco solamente 4 ejemplares:

    – Jesus Vicó – lote: 2280 el 2016-06-02 (RC)
    – Cayón – lote: 1639 el 2007-12-13 (BC/MBC)
    – Aureo Calicó – lote: 755 el 1998-03-04 (MBC)
    – Catálogo de J.M. Restrepo (JER Pedraza) (EBC?)

    Por último ¿existen ejemplares de 1 escudo de Santa Fé de 1800 y 1801, J.M. Restrepo solamente confirma el de 1800.?

    Saludos.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Esta pregunta me interesa especialmente. En un artículo que he escrito para Detección y Monedas sobre caras de rata indico lo siguiente:

      «Los escudos cara de rata de Santa Fe de Nuevo Reino son tremendamente raros. Hay autores que citan las fechas de 1763 y 1767, ambas con ensayadores JV. Yo solo conozco un ejemplar de 1763 subastado por Áureo & Calicó en el año 1998. Desgraciadamente no tengo fotografías del mismo.»

      1. Hola Adolfo.

        En Áureo & Calicó en el año 1998 solamente he encontado el escudo de 1767, en la colección Iriarte 1998-03-04. He revisado las otras subastas del dicho año hace un momento y creo que no se me ha escapado. ¿estás seguro del ejemplar de 1763, cual es la fecha exacta de la subasta?

  9. J. David.

    Buen punto. Las “caras de rata” son probablemente las monedas coloniales en oro más raras de Colombia.
    He hablado a menudo con Restrepo para confirmar la existencia de las diferentes fechas. Sólo se han podido confirmar tres fechas: 1763, 1767 y 1771. De estas, la única que he visto es la de 1767, que es claramente la más común de todas y con creces. De hecho yo la tengo. La mía es la de Cayon que citas arriba. La de Restrepo está muy bonita y aparece fotografiada en el catálogo.

    La de 1763 está en la colección de Lía Meisner y saldrá en subasta, ojalá, prontamente.

    Yo tengo un registro de una de 1771 que se vendió en la colección de Eugenio Gebauer (Stack’s Diciembre 10 y 11 de 1986 Lote # 1324) pero no aparece fotografiada. Es posible que aparezca en la venta de Meisner.

    No conozco o sé de algun ejemplar fechado de 1770. Tampoco lo reporta Restrepo.

    En cuanto a los escudos de 1800 y 1801 te puedo confirmar que no existe el de 1801 y en Restrepo aparece como unconfirmed. El de 1800 a pesar de ser escaso no es extremadamente raro. De hecho yo tengo 6 registros de venta aunque yo no lo tenga.

    Aprovecho para aclararte que el catálogo de Jorge Emilio Restrepo es extremadamente exhaustivo y sólo ocasionalmente aparecen monedas no resgistradas en él. Por ejemplo en los últimos 5 años no han aparecido nuevas fechas, ensayadores o tipos. En este sentido puedes confiar mucho en lo que dice este catálogo.

    1. Muchas gracias por la información Gregorio. Acabo de hacerme con catálogo de Stack de 1986 que no conocía.

      Es un placer conocer a un coleccionista tan especializado y con tan exhaustivo seguimiento de los ejemplares conocidos.

      El catálogo de Jorge Emilio Restrepo lo tengo como referencia en todo momento y sus ‘Notas Numismáticas’ las recomiendo a todo el mundo.

  10. Muy buena la entrevista y las charlas de los comentarios.
    A mi se me ocurre una pregunta para Don Gregorio… Si en una de las muchas subastas a la que asiste, encuentra una moneda colonial que no es de Colombia y está esta en un excelente estado ¿usted puja por hacerla parte de su colección, o centra sus esfuerzos en las cecas colombianas aunque el estado sea inferior?
    Gracias de antemano.

    1. Víctor Manuel.

      Yo estoy enfocado en Colombia exclusivamente que es lo que conozco y colecciono. Por lo tanto no compro monedas coloniales de otros países.

    2. Víctor Manuel.

      Yo estoy enfocado en Colombia exclusivamente que es lo que conozco y colecciono. Por lo tanto no compro monedas coloniales de otros países.

  11. Muy buena y didáctica entrevista. Parece claro que don Gregorio está forjando una colección maravillosa que quizás algún día sea considerada un referente. Por mi parte, mi colección intenta concentrarse en la numismática durante el reinado de Fernando VII, pero no solo la acuñada en su nombre si no también en la de José Napoleón y por supuesto la de las primeras repúblicas americanas hasta 1833. México y Perú las empiezo a conocer pero confieso que Colombia sigue siendo terra incognita. Así, me gustaría saber su opinión sobre cual sería la moneda, digamos, más representativa acuñada tanto durante la época de las juntas como de la Gran Colombia. Es decir, si tuviera que escoger una sola moneda de cada período ¿cuál sería?. No hace falta que sea ni la más rara ni la más cara, por supuesto. Gracias

    1. Estimado Curial.

      Pregunta dificil de contestar. Escoger sólo una moneda del reinado de Fernando VII y otra de la Gran Colombia no es algo fácil.

      Diría que para Fernando VII podría ser un bonito 1 real. Suelen ocasionalmente verse en buenos estados y no son excesivamente costosos. Si se dispone de un presupuesto bastante más alto ¿que tal un 4 escudos? Hay solo 2 fechas 1818 y 1819.

      Para la Gran Colombia seria una “India” de 1821 las hay de 1/4, 1/2, 1, 2, y 8 reales y se consiguen en muchos atados de conservación desde muy accesibles (20€) hasta precios elevados para ejemplares sin circular.

  12. Me identifico bastante con las «bases metodologicas» de la manera de coleccionar de Don Gregorio, aunque sospecho que nuestros poderes adquisitivos difieran un tanto, y por ello de la misma teoria sacamos en la práctica dos colecciones distintas, ademas de la playa en la que rebuscamos.

    Adolfo, hace poco comentamos el tema de los completistas, yo creo que aquí tenemos un ejemplo admirable, sobretodo en lo que supone de conocimiento exhaustivo de la moneda que se colecciona.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      El tema de los completistas está todavía por seguir. Desde luego que Gregorio supone un buen ejemplo de alguien que busca tener un conocimiento muy profundo de una serie concreta, pero creo que el nivel de calidad que exige a sus monedas hace que no se le pueda denominar «completista». Él no busca completar una colección, sino hacerse con una buena colección de moneda colombiana.

      Saludos,
      Adolfo

  13. «GT: Mi objetivo es lograr una colección lo más completa posible y en el mejor estado posible. Con esto en mente, en general, si consigo una moneda que no tenía, la incorporo a la colección sin importar el estado.» Si esto no es ser un coleccionista completista, será que el término «completista» no existe.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Puede que tengás razón, César y Mir.

      Desde mi punto de vista, un completista «clásico», esos que forjaron «colecciones antiguas» (que fue lo que básicamente estuvimos discutiendo en diciembre) busca tapar huecos y en cuanto adquiere una moneda la da por adquirida, importándole poco la calidad de la misma.

      Pero ya digo que veo necesaria una reflexión más amplia por mi parte al respecto. A ver si lo hago pronto.

      Saludos,
      Adolfo

  14. Yo creo que el término completista debiera hacer mención, solo a aquellas personas que coleccionan piezas por el solo placer de acabar series marcadas por catálogos, sin fijarse en otras cuestiones ligadas al verdadero placer de aprender con ellas y ahondar en la historia y en las peculiaridades de cada moneda.
    Alguien que ama este tipo de piezas, que sabe de ellas, que conoce los pormenores históricos de por qué fueron creadas, bajo qué peculiaridades…saber qué trascendencia tuvieron en su circulación…y se dedica a comprarlas, a tener al menos una moneda de cada valor, ceca, variante…hasta completar el «catálogo», no debiera estar en ese grupo de completistas, que para mí, carece de todo esa sinergia de disciplinas tan diversas y tan complementarias a la vez. Yo a alguien así le llamaría erudito, historiador o numismático.

  15. Siempre desde un humilde punto de vista como lo es el mio, no considero que Don Gregorio sea completista. Aunque reconozco que su colección es impresionante y que me genera una envidia increíble ( siempre desde el respeto y admiración por los grandes coleccionistas ).
    Me explico, para mi un completista seria un coleccionista que intentase que su colección a parte de abarcar un territorio, abarcase toda la moneda colonial.
    Por esa misma razón ( seguramente locura transitoria) Adolfo comento hace poco que cada vez hay menos completistas.

  16. El simple hecho de que nos enredemos en distintas versiones del significado completista ya prueba que no tiene un significado claro.
    En términos semánticos el completista es “el que completa”, sea lo que sea lo que complete, una ceca, un periodo, un gobernante, un valor, un país, un metal… y lo haga como lo haga, por modelos representativos o por variantes de cuño (desde luego no será lo mismo ni tendrá el mismo aspecto quién complete una colección que quede cerrada con pocos ejemplares, como las 100 ptas de oro de España, 6 ejemplares, que quién quiera todos los 8 reales emitidos, ni los cuento, ambas pueden llevar una vida de dedicación).
    De la misma manera, da igual cual sea su intención (acumulativa, inversora o investigadora), el completista busca alcanzar el pleno. Cesar reproduce la frase mágica de don Gregorio que define el completista de raza; es el que, como dice el mismo Gregorio (creo que ya le voy a tutear), mejora cinco veces la misma pieza, él lo hará en términos de calidad absoluta y otro lo podrá hacer en términos más relativos, por ejemplo evitar vanos en la moneda medieval.
    Lo que probablemente si haya cambiado en pocos años es el acceso a un mercado inmenso que permite mejorar los ejemplares, hay piezas que yo solo había visto en bibliografía durante 20 años y que en los últimos 10 me las he encontrado 10 veces, incluso en ebay (y no eran falsas), eso si cambia al completista, por lo menos al económicamente modesto. Me gustaría un comentario de Gregorio sobre esto último, ¿Internet ha sido solo una mejora logística o también ha incrementado significativamente la oferta disponible en su serie?

    1. J. Mir

      No considero que termino completista sea, en sí, algo peyorativo. Es verdad que trato de reunir una colección bastante completa ( aunque esto sea una utopía) pero por el otro lado para mi es imprescindible también poder investigar, estudiar y en general compartir conocimientos o como traté de explicarlo mantenerme vigente.

      Ahora acerca de la pregunta concreta sobre el impacto que ha tenido el internet sobre mi modo de coleccionar pienso que ha sido muy importante pero tampoco tanto. El internet ha hecho que el mundillo numismatico se contraiga y se vuelva global. Se pueden comprar casi con la misma facilidad monedas en Japón o al comerciante de confianza de tu ciudad. Es un sólo un tema de logística que se puede manejar bien.

      Pero por otro lado el internet no ha incrementado la oferta de las monedas. Las que son raras siguen siendo raras y esto no cambiará. Lo que cambió es que ya no dependo de un comerciante para que me las consiga, traiga y venda al precio que éste decida sino que las puedo buscar desde la comodidad de mi casa con una idea mucho más precisa de su precio de mercado. El internet unificó el mercado, de algún modo lo “masificó” y acabó con los arbitrajes que en tiempos pasados eran usados favorablemente por los comerciantes.

    2. Estoy de acuerdo en todo:
      1.- El completismo no es malo, aunque el coleccionista completista si puede serlo o estar ajustado a un tipo de moneda mediocre que llame poco la atención. Así tan mala será una colección de la peseta en calidad media MBC- como una de países del mundo en calidad similar. I buena la de los pandas del Avi Miquel (que como a Adolfo me deja indiferente https://blognumismatico.com/2015/05/06/subastas-numismaticas-de-abril-mayo-y-junio-de-2015/).
      2.- Como muy bien dice Gregorio, tener que pasar por el tubo de tu comerciante de cabecera que fija los precios más en función del poder adquisitivo del cliente que del valor real de las piezas ha obligado a un coleccionismo menos exigente que ahora está variando por poder disponer de un sistema mejor informado y a realizar un coleccionismo con más opciones y eso repercute en poder ver buenas colecciones aunque no se manejen cantidades astronómicas de dinero.
      Como ejemplo, hace unos días compre por 20 euros una moneda que normalmente se vende por 250 o 300 (por su abundancia la considero cara, el doble comparada con otras equivalentes, pero tiene demanda), mi moneda vale todos y cada uno de los euros que pagué, pero ni uno más; o sea que ya podéis suponer su estado. Llevaba años intentando hacerme con una, pero o consideraba su precio excesivo para la conservación que me ofrecían o me la birlaban en subasta. Solución: he comprado un chapilla; evidentemente espero comprar una bonita de estas, pero si no lo consigo y mis herederos venden mi colección, pues no deja de ser una indecencia de moneda que podría llevar a una crítica mayor que llevar agujeros en los calcetines; bueno ¿qué le vamos a hacer? pero ahora el tipo de coleccionista que soy sufre menos o, por mejor decir, sufre por otras cosas.

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