Enrique quiere salir de las provincias

Hace poco un lector me envió el siguiente correo (pongo yo los enlaces y la negrita):

“Buenos Días, Adolfo:

Me llamo Enrique, y vivo en una ciudad española pequeña. Hace un tiempo que inicié mi colección de monedas (moneda española desde Reyes Católicos) muy modesta, comprando piezas machacadas (más baratas) y algunas que estaban bien.

Hace unas semanas me metí en el grupo de Facebook de moneda falsa española y me llevé un chasco pues, en un tema de columnarios, expuse mi «joya de la Corona» y el administrador del grupo no las tenía todas consigo de que fuese buena. Le propuse enviarle mis mejores piezas para que las verificase (que no certificar, que ya sé que es un lío) y se negó, alegando no ser profesional.

Así que rebuscando, he descubierto su blog (buscando información sobre columnarios falsos) y he navegado por él, pues me parece muy interesante. Por ello le pregunto si me haría una verificación de algunas de mis piezas (4 ó 5, las principales, de las otras no tiene sentido). Por supuesto, le pagaré por sus servicios. Agradecería un presupuesto.

El columnario que me trae por la calle de la amargura lo compré en una numistmática de donde vivía antes (al igual que casi todas las de mi colección). Ni me es cómodo volver ni tengo ganas, pues pagué 290 € hace unos siete años.

[…]

Gracias”

Columnario

Y tras responderle, me envió el siguiente:

“Buenos Días Adolfo

Me considero un entusiasta de las monedas. Baste decir que la penúltima vez que fui a Madrid me eché 2 horas y cuarto en el Museo de la Casa de la Moneda (que ya conocía), y eso porque me pesaba el abrigo que llevaba colgado y ya no lo aguantaba.

El problema que yo tuve es que en mi ciudad sólo hay una numismática, que es la que abastece a los anticuarios de la ciudad y controla el mercadillo (suena en plan mafioso, pero no es así, ni mucho menos). Una vez fui a un numismático de una ciudad cercana y fue fatal, me cayó mal, además que menospreció mi colección y el tipo de cliente que era (cierto que estaba acabando la Universidad y no tenía un duro) y no volví.
Luego las cosas me fueron bien, pude subir unos peldaños de categoría y empecé a comprar más fuerte al numismático, hasta que empecé a ver cosas que no me gustaban y ya no me fié (hará 8 años que no le compro más). Piqué alguna cosilla en E-bay (algo de oro filipino de Isabel II y poco más) hasta que me di cuenta de que iba a acabar mal. Así que no me quedó de otra que aparcar mi afición y ponerme con otra cosa.
Luego me cambié de ciudad, donde no hay numismática y punto final.
Es un problema que no he visto en tu blog. Si vives en Madrid o en Barcelona, es fácil coleccionar monedas. Si vives en una ciudad pequeña, aviado vas.

Otro problema que tampoco vi en tu blog es qué hacer con las monedas falsas que te cuelan. Yo lo tengo claro, tengo un tío orfebre y se las daré para que aproveche la plata en lo que quiera. Voy a destruirlas y me siento orgulloso de cortar la cadena de engaños. Pero bueno, yo porque mi tío trabaja en eso, si no, ¿qué hago?. Reclamar no voy a reclamar, pues ni tengo facturas (no me las dio) ni me parece normal ir ahora a reclamar.

En fin, lo bueno de todo esto es que gracias al grupo de Facebook de monedas falsas, a que subí las fotos del columnario y empezaron las sospechas, se me ha vuelto a despertar el gusanillo y creo que empezaré a ampliar mi colección, que llevaba mucho tiempo estancada.

Un Saludo”

Jose I

En un tercer correo me envió las fotos del columnario en cuestión y de otras monedas que sospechaba. Son las que ilustran esta entrada.

Creo que hay bastantes cuestiones tratadas en estos correos que han ido saliendo en el blog de una manera u otra. Voy por partes:

Macuquina Sevilla
Macuquina Sevilla

En primer lugar, la negativa que hemos dado (tanto el administrador del grupo de Facebook como yo) para valorar una moneda. La “excusa” es que no somos profesionales y por lo tanto no podemos autenticar las monedas, no siendo lícito que cobremos por algo que en principio no estamos capacitados a hacer. Y eso es cierto. Para eso están los peritos, que hacen tasaciones profesionales de increíble calidad. Por lo demás, que cada cual autentique sus propias monedas o que le exija dicha autenticación a quien se las compre. Es mejor no intentar involucrar a un tercero en ello, al no ser que sea una autoridad como puede ser una empresa de autenticación (e.g., ICG o PGCS).

La razón real es que autenticar una moneda de terceros no puede traer más que quebraderos de cabeza (ya vimos un buen ejemplo). Puede parecer razonable si yo cobrase, digamos, 50 euros por autenticar las seis monedas que ilustran la entrada e incluso puede que haya quien diga que ese trabajo es un chollazo puesto que no me llevaría más de 10 minutos hacerlo. Ahora bien, ese beneficio no compensa los problemas inherentes que potencialmente ello podría acarrearme. Si resulta que el coleccionista se dirige a quien le vendió las monedas para pedir la devolución de su dinero puesto que yo le he dicho que es falsa, lo más seguro que me haya ganado es un enemigo y una batalla campal. Así que prefiero no hacerlo. Y como yo, la inmensa mayoría de los que saben un poquillo de este asunto, sean profesionales o no. Ahora bien, en plan colegas y de buen rollo, puedo soltar que el columnario y la de Juana y Carlos no las veo del todo claras con esas fotos. Pero eso poco me compromete.

Otra cuestión es el problema de coleccionar monedas en las provincias. Desde hace 20 años yo he entendido todas mis aficiones como algo intrínsecamente relacionado con la Web. Por eso me sorprende que todavía haya gente que necesite un contacto físico con las personas de las que puede aprender. Hoy en día hay una ingente cantidad de información sobre numismática en la Web, tanto histórica como relacionada con el coleccionismo. Los foros y Facebook están llenos de coleccionistas de quienes se puede aprender mucho. Y sin más que pasarse por Sixbid o VCoins podemos ver cientos de monedas diariamente. Por no decir que seguramente todos los coleccionistas puedan asistir a un par de convenciones todos los años, pues se organizan a lo largo y ancho del territorio español.

Juana y Carlos
Juana y Carlos

Claro está que un coleccionista que sólo pueda acceder a la tienda «de toda la vida» de su ciudad y encuentre en eBay su única alternativa, se dará cuenta pronto que está andando sobre un campo de minas. Más pronto que tarde alguna mina explotará. Por eso es necesario adquirir un conocimiento y un gusto propios. La Web es una gran herramienta para ello y este blog pretende ser una buena puerta de entrada.

Jose I

Macuquina Perú

Zacatecas
Zacatecas

Sobre qué hacer con las monedas falsas que te cuelan, lo más obvio es responder que se deben devolver de inmediato. No obstante, pasados 8 años y sin tener una factura devolver las monedas es realmente complicado. El comerciante dirá que esa moneda no la vendió él o que la garantía no dura tanto. Aunque no la considero lícita, su actitud es comprensible, pues es un cliente que ya tiene perdido y al que no tiene mucho sentido dedicar esfuerzos. Ya vimos un ejemplo así de alguien que intentó devolver una moneda al poco de comprarla.

Por lo tanto quizá la solución más cabal sea entenderlo como un error del que se puede aprender, no pasar mal rato por ello y guardar la falsa para su posterior análisis. Muchos coleccionistas y profesionales guardan en un cajón las monedas falsas que en algún momento compraron (más sobre el tema). Las tienen simplemente para compararlas con otras posibles falsas.

Al final todo tiene una feliz conclusión: parece que Enrique se anima a seguir coleccionando y está decidido a salir de las provincias.

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15 comentarios en “Enrique quiere salir de las provincias”

  1. Hola Adolfo.
    Hace mucho que no escribo, aunque te sigo leyendo. En esta ocasión yo escribo, pues en algunas cosas me veo identificado con el amigo que te escribió, y es muy complicado en pueblos y lugares alejados de grandes ciudades, adquirir monedas, e internet pues tu lo has dicho, un campo de minas…. Sólo las subastas, y poco más (lo cual no te garantiza la autenticidad de las monedas, que vas a comprar, aunque tienes bastante más seguridad que en Ebay). Y yo puedo decir, que llevo más de 10 años coleccionando monedas, y me cuesta muchísimo llegar a saber si la moneda es falsa o verdadera…. quizás no sea muy hábil, pues con el tiempo que llevo coleccionando debería diferenciar….. pero esta es la verdad. Y ¿qué hacer con las monedas falsas? pues creo que es una buena solución, hacerse llaveros, colgantes y cosas así…. Por lo demás…. Feliz Navidad, y enhorabuena por la web, cada vez esta mejor. Un saludo.

  2. Yago Abilleira Crespo

    Buenas Adolfo
    Una vez que entras en el mundillo de la numismática, sí que es fácil seguir la colección. Pero siendo novicio, y viviendo en provincias, la cosa ya es otro cantar. Si aún por encima, te meten algún palo, apaga y vámonos, pues ya no te fías de nada ni de nadie. Comprendo al bueno de Enrique… ni siquiera pidió factura, seguro que ni sabía que tenía derecho a ella.
    Lo de autentificar monedas… ahí hay un posible negocio…
    Y en cuanto a qué hacer con las falsas, yo coincido: Destrucción.

  3. Hola ,
    Yo diría que la mejor opción para inexpertos, y expertos también, sería comprar en subastas Españolas ,que tenemos una cantidad de estas donde elegir , sin ningún compromiso tienes una garantía prácticamente a vida , y no solo eso ,recibes tu factura sin tener que pedirla , y seguramente sale más bien en el sentido económico.
    La mayor parte de los comerciantes compran sus monedas en subastas , donde sino ?
    Claro que un coleccionista no puede hacer cada mes una inversión de 10—15.000.-€ , pero un comerciante si ,
    y de ahí viene el rencaro,compra-venta , el comerciante lógicamente tiene que sacarle su ganancia que la pagas tú .
    Lo de la factura ? la mayor parte de los comerciantes la evitan .
    Algo más , mostrar vuestras monedas , tipo foros , redes sociales , facebook, tenemos tantos expertos por estos sitos que los pueden identificar sin ningún compromiso. un saludo y suerte a Enrique

  4. Muy buenas Adolfo. Como siempre cada día aprendo algo nuevo cada vez que accedo al blog.

    Viendo este post me viene que ni pintado preguntar una duda que me surgió este mismo domingo al visitar un mercadillo:
    Uno de los puestos (de dudosa fiabilidad a mi parecer, por lo menos) exponía varios columnarios. Cual fue mi sorpresa que al comparar 2 de las piezas, vi que tenían un diámetro y grosor diferentes (Soy bastante novicio, pero era la primera vez que veía 2 monedas idénticas con medidas diferentes)
    Mi pregunta es si esto puede ser posible, ya que ese tipo de piezas se fabricaban de una manera más «primitiva» y quizá sea comprensible que una pieza sea más grande pero más fina; y otra más pequeña pero más gruesa, dando un peso similar en ambas. Que al fin y al cabo era lo que importaba

  5. Pienso que debemos quitarnos de encima algunas reticencias a la hora de comprar. Por piezas de más de 80 o 100 euros pedir factura siempre, no solo por tener la posibilidad de devolución si se demuestra falsa si no también por si algún día la queremos vender. Si el comerciante no quiere, puerta, será por falta de vendedores. Y si hay algún problema, primero intentar resolverlo cara a cara y si no funciona dejar en internet nuestra experiencia. Cualquier comerciante vive de su reputación y no puede permitirse perderla para colar alguna pieza falsa a un principiante. Este es el motivo que muchos estafadores de eBay cambian más de cuenta que de chaqueta. Y por supuesto no tener miedo a comprar por internet en tiendas y subastas de prestigio. En las más conocidas yo siempre he comprado muy tranquilo.

    De las piezas que se exponen, aunque juzgar por fotografías es muy difícil, creo que las de José I y Fernando VII son buenas, en las macuquinas no hay nada que a primera vista hagan parecer falsas, la de Juana y Carlos me abstengo de decir nada pero el columnario sí que no lo daría por bueno, peso excesivamente bajo, arte extraño (como ese 9 o las olas del mar) y desgaste muy irregular.

  6. Alfredo Chàvez Macìas

    Bueno! Pues yo no compro una pieza que no tenga en la mano, de preferencia antes de la subasta o en mis tiendas de confianza, con la lupa de 10 aumentos en la mano; además puedo llegar a mi casa y pesarla, observarla con el microscopio estereoscópico y en casos muy raros con mi balanzahidrostática.
    Mentiría si dijera que núnca he comprado piezas por internet, pero muy pocas y a numismáticos honrados.

  7. Hola a todos.

    Este es un tema de los que tocan fibras sensibles, de ahí que haya tantos comentarios. En general estoy de acuerdo con lo dicho, pero apunto algunas cosillas:

    Yo sigo pensando que con las falsas lo mejor es guardarlas y tenerlas como muestras con las que comparar. Llegado el momento pueden ser útiles.

    Coleccionar en las provincias es más complicado que en las grandes ciudades, pero hoy en día esa brecha se ha estrechado muchísimo. Yo he vivido en Palencia (pocas ciudades pueden considerarse como una “España más profunda”) y luego fuera de España. Así que no lo he tenido fácil para relacionarme físicamente con otros coleccionistas y comerciantes. Sin embargo, gracias a la Web he podido desarrollar mucho mi afición y pretendo seguir haciéndolo.

    @Emiliano, los comerciantes que se dedican a comprar en subastas y vender por el doble ya pueden pensar en ir cerrando porque los coleccionistas no son tontos y cada vez están mejor informados. Un comerciante compra, fundamentalmente, de manera privada. O al menos un buen comerciante.
    …pocos pretenderán comprar en Áureo o en Hervera y vender con un buen margen de beneficio…
    Por otro lado, no todas las casas de subastas dan factura sin pedirla. A alguna hay que insistir mucho.

    @Fran, yo diría que una de las dos monedas es falsa. Los columnarios se realizaban con la suficiente tecnología como para que todos los cospeles fuesen iguales.

    @Curial, antes de ir a Internet a intentar manchar la reputación de un comerciante yo recomendaría siempre intentar encontrar un mediador. Así se resolverá más fácil el problema.

    @Alfredo, de nuevo, lo de limitarse a comprar solo piezas que se tengan en la mano limita mucho a quienes no vivimos en ciudades grandes.

    @tricky, me alegro de volver a leerte. De acuerdo contigo.

    @Yago, de acuerdo también aparte de lo dicho antes.

    Saludos desde Sucre,
    Adolfo

  8. Aprovecho para una nota publicitaria:

    Me dicen que esta semana se celebra la Feria Internacional de Maastricht sobre numismática. Catawiki participa en ella como patrocinador y su equipo de subastadores nimismáticos estará al completo ofreciendo charlas durante el fin de semana.

    En motivo de la feria, se ha organizado una subasta exclusiva de monedas y billetes que terminará el mismo día que la feria (este domingo 10 de diciembre). Entre esas monedas destacan un denario de Vergincetorix y un dinar de Ali ibn Yusuf.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Ya lo comentamos en otro hilo. Catawiki vende muy pocos lotes con precio de reserva que supere los 1000 euros. Es lógico…
      *¿Quién se atreve a comprar una moneda de más de 1000 euros a un particular con solo haberla visto en unas fotos? Nadie sensato.
      *¿Qué plus aporta Catawiki en esa operación? Prácticamente inexistente. Solamente es una plataforma a la que acude mucha gente. Los subastadores deciden en base a unas fotos y nada más.
      *¿Qué garantías tiene el comprador? Muy pocas.
      Para que Catawiki pueda acceder a compadores de lotes algo potentes tendrá que hacerlo de otra forma. No es suficiente hacer más publicidad. Este tipo de comprador exige máximas garantías y con el sistema actual éstas no se dan en absoluto.

      1. No sé si estoy del todo de acuerdo, pues hay muchos vendedores en Catawiki que son profesionales. Ahora bien, no es explícito en ningún momento y eso hace que muchos crean que compran a particulares.

        Yo creo que el problema radica en que se están centrando en un público generalista o que se inicia en la numismatica. Creo que para ellos el valor con respecto a eBay o VCoins es claro. Ahora bien, el coleccionista más experto (que es quien se va a gastar 500 euros o más en una moneda, pues no es normal que eso lo haga alguien que acabe de empezar) no ve nada claro el valor añadido. Efectivamente, el juicio que pueden hacer los subastadores se basa en una foto, así que no sabrán de esa moneda mucho más de lo que sabrá un coleccionista experto al ver el anuncio.

        Una idea es que organizasen subastas “tradicionales” de vez en cuando aprovechando la infraestructura que ya tienen. Eso quizá fuese buena idea para la numismatica pero no sé si encaja con la política de Catawiki. Y ahí vamos a lo que yo considero uno de los problemas de fondo de Catawiki: es una plataforma generalista que busca un público amplio. Y claro, no es posible tratar igual al coleccionista de monedas que al de arte o al de coches. Son culturas distintas.

        Saludos,
        Adolfo

  9. Saludos ante todo.
    Pues yo creo que gracias a las redes sociales, el mundo se ha globalizado de tal manera que se dan muchas más posibilidades que antes de poder establecer una buena aficción y colección. Para ésto, hay que hacer un verdadero esfuerzo por querer aprender y ser consciente de las especificaciones propias de cada moneda, para salir exitoso con la compra de la misma. Por su puesto, que dependiendo del tipo de pieza que uno coleccione (moneda romana, medieval, moderna, cobres, macucas, contemporánea…) Las peculiaridades de la misma varían…pero para ello es sano y recomendable estar en contacto con foros y publicaciones en los que se aprende mucho y puedes intercambiar distintos puntos de vista. Ver mucha moneda y dialogar sobre ella en un proceso activo en el que todos sus elementos cobran significado, y favorece al entendimiento de la numismática y ayuda a tener una visión inmediata inconsciente de la veracidad de las piezas que uno va observando con el tiempo. A todos nos la han «colado» alguna vez…es importante, que cuando surja alguna duda sobre una pieza comprada, inmediatamente se ponga en conocimiento de aquellas personas de las cuales uno tenga mayor confianza, para intentar saber si es «buena» o no.
    En compras por internet (de las cuales personalmente estoy super encantado) siempre hay que intentar ver la trayectoria del vendedor…o ver si es es una tienda, o particular….e intentar en la medida de lo posible, pagar por medios seguros, como bien pudiera ser PayPal, que garantizan la devolución del dinero en caso de problemas. Hay muchas plataformas idóneas de compra,y como todo en la vida, hay que intentar «tener ojo» para que no te engañen…pero lo mismo pasa cuando compras de manera física. Sectores como eBay, todo colección, ma shops, subastas por correo (de las cuales hay muchas) vendedores privados…tiendas numismáticas online…En fin, muchas posibilidades.
    Por cierto, me alegro de que nuestro compañero retome la afición. Es importante hacerse con información buena (catálogos, nuevos estudios , foros…)sobre aquellos tipos de monedas que queremos coleccionar…ésto enriquece mucho y hace que la colección, no sea solo un ejercicio completista, si no una verdadera fuente de disfrute y aprendizaje donde se junten más disciplinas como la historia, la conservación…

  10. Entiendo a Enrique y me parece una postura prudente la suya.
    Personalmente, a la hora de comprar, lo primero que considero es la autenticidad de lo que compro, por mucho que sea la moneda que estoy buscando o por mucho que la moneda sea bonita, rara, bien parecida, etc..lo que me hace descartar de inicio más del 50% de las monedas que podría comprar. Porque ¿de qué sirve compar en calidad alta, sin un rasguño, o una «rareza» si la moneda es falsa?

    Para mi la diferencia entre comprar en provincias frente a ciudades grandes, es que en provincias te puedes encontrar menos monedas falsas (y auténticas) y en ciudades grandes te puedes encontrar más monedas falsas (y auténticas). Cuestión de proporción, estadística o llámalo como quieras. Y como siendo novato es dificil distinguir falsas de auténticas en ciertos tipos de moneda… pues la probabilidad de que te coloquen un mochuelo, desde mi punto de vista es parecida. Si acaso, en provincias, al estar la oferta en manos de uno o unos pocos comerciantes sin apenas competencia pueden marcar precios exagerados.

    Sobre qué hacer con las monedas falsas…bueno, yo las compradas en casas de subasta ya ni me lo cuestiono y las doy todas por buenas, aunque en su momento devolví alguna claramente falsa (con claramente quiero decir que ni la ley del material de la moneda se correspondía). Y no me lo cuestiono porque hay consenso de que apenas un 1 por 1000 son falsas. Supongo que páginas de consulta como acsearch también lo verán así.

    El resto compradas a particulares o en mercadillos (que alguna hay) si son dudosas se lo indico al futuro comprador, y si las veo falsas del todo las aparto y considero solo el valor del metal si es que lo tiene. Últimamente ya no suelo coleccionar.

  11. Ante todo y con todo mi respeto lo de provincias me suena fatal, un valdaraceteño (provincia de Madrid) ¿es de provincias? ¿Más o menos que un guadalajareño o un palentino? En mi opinión se trata de accesibilidad a los grandes centros metropolitanos de intercambio numismático. Es que desde “La escopeta nacional” y Paco Martínez Soria tengo alergias. Con papel de fumar, sin duda, pero “de pueblo” (que es el sentido último y simulado de la expresión) me suena mejor.
    Al grano, leyendo comentarios de novicios en los foros da la sensación de que superada la etapa clandestina de compras en mercadillos y ebay, hay que pasar a las casas de subastas como si fuera un rito iniciático para ingresar en la Logia Masónica del Gran Oriente, o peor. Bueno, yo no recuerdo esa emoción, si la primera vez que vi un catálogo numismático en una mesa de despacho en donde yo trabajo; se me apareció la Virgen, apunté a escondidas la dirección de la casa y les escribí, y desde entonces, allá por el 95.
    En mi opinión es como si tuviéramos miedo escénico a comprar en el Corte Inglés, no tiene mucho sentido ¿verdad? (pues también me acuerdo la primera vez que entré en uno y aquello me pareció “2001 odisea en el espacio”). Creo que no hay que descartar ninguna opción, comprar en la numismática local, en los mercadillos, intercambiar, en ebay, en las casas de subastas… ese es nuestro abanico de opciones que están a nuestra disposición y que es muy importante mantener saludable porque en la diversidad está el equilibrio, también de precios. Otra cosa es que hay que conocer las ventajas e inconvenientes de cada uno de esos ámbitos, y por encima de todo conocer bien lo que quieres comprar, si es así poco te van a engañar. Y si no se conoce bien, mi consejo es empezar por las casas de subastas, es donde menos problemas vas a tener, es curioso porque es exactamente lo contrario de lo que hace la mayoría.

    Un saludo, también, provincial

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