Las monedas de la Guerra Civil Catalana (1462-1472)

Este texto, de mi autoría, fue publicado originalmente en la revista Detección & Monedas.

La guerra en sus orígenes

A mediados del siglo XV la situación económica y social en Cataluña era desastrosa. Las epidemias, la crisis financiera y las malas exportaciones generaron dificultades demográficas que afectaban a la mayoría humilde de la población y dividieron a la burguesía catalana. El ambiente estaba caldeado para un detonante bélico que vino de la vecina Navarra.

En 1441 muere la reina Blanca I de Navarra y su marido Juan II de Aragón usurpa el trono en perjuicio de su hijo Carlos de Viana, quien tenía mucho apoyo en Cataluña. Esto ocasionó la Guerra Civil Navarra, que enfrentó a los agramonteses (partidarios de Juan II) contra beamonteses (partidarios de Carlos de Viana) entre 1451 y 1455. La victoria de Juan II en la batalla de Aibar puso la guerra a su favor, llegando al acuerdo final de que Carlos de Viana le sucedería en el trono tras su muerte. Los protagonistas de la guerra acuñaron monedas de plata (gros y medio gros), de vellón (cornados y medios cornados, aunque también blancas y medias blancas) e incluso Juan II acuñó unos rarísimos escudos y medios escudos, todo ello en Navarra. Basten tres monedas para ilustrar los mandatarios: un precioso gros de Juan y Blanca, otro de Carlos de Viana y un tercero de Juan sólo.

Gros de Juan y Blanca
Gros de Juan y Blanca
Gros de Carlos de Viana
Gros de Carlos de Viana
Gros de Juan solo
Gros de Juan solo

Enrique IV de Castilla

La tensa calma que se había logrado volvió a romperse por la repentina muerte de Carlos de Viana en 1461. Parte de la pujante burguesía catalana junto con los labradores se alzaron a favor de Juan II y éste entró en el Principado de Cataluña con el apoyo de Francia pero sin la venia del Concejo del Principado, que era una institución creada poco antes por la Generalidad de Cataluña y que tenía mayoría opositora al rey. Barcelona acabó sitiada por las tropas realistas y los barceloneses renegaron del rey y tiraron de archivo histórico para ver a quién podían ofrecer ser el soberano del Principado.

Así pues, los barceloneses propusieron en 1462 la soberanía a Enrique IV de Castilla, quien en un primer momento aceptó el cargo. Enrique IV envió una expedición militar que consiguió levantar el sitio de Barcelona, lo cual calentó los ánimos en muchas ciudades de la Corona de Aragón que ya veían a Enrique como su rey. Pero los problemas le crecían al monarca castellano dentro de su propio reino. Con la nobleza dividida sus principales consejeros le recomendaban que renegase de Barcelona y así lo hizo en 1464, dejando a los catalanes a su suerte.

Medio croat
Medio croat de Enrique IV

De este breve reinado queda un pequeño legado numismático en forma de florines y medios florines de oro, así como croats y medios croats de plata. Son monedas todas ellas rarísimas hasta el punto que el medio croat se le considera una pieza única.

Croat
Florin Enrique IV

Es curioso que los coleccionistas paguen a día de hoy bastante más caras estos raros croats que los florines de este monarca. Sin duda la belleza estética de los croats es la causa de una elevación de su precio. Otra curiosidad al respecto es que los florines no llevan marca de ceca, aunque parece claro que fueron acuñados en Barcelona.

Pedro de Portugal

Tras el nuevo vacío de poder dejado por Enrique de Castilla, los catalanes volvían a buscar un rey mientras su situación económica seguía empeorando. Dieron con el joven Pedro de Portugal, a quien el Consejo del Principado proclamó conde de Barcelona en 1464 por ser nieto de Jaime II de Urgell. Desde un principio parece que Pedro tenía buenas intenciones, pues se asentó en Cataluña e intentó ser activo en aspectos políticos y militares. Pero como la economía iba de mal en peor y sólo contaba con el apoyo internacional de Portugal, casi la totalidad de sus campañas militares acabó siendo un desastre. Además, su gusto por el lujo en tiempos tan complicados puso a buena parte de la nobleza en su contra. Finalmente la muerte de Pedro de Portugal en1466 volvió a dejar a Cataluña sin monarca. Con un mandato de apenas dos años es normal que todas las monedas acuñadas bajo el nombre de Pedro de Portugal sean rarísimas. Pero es curioso que en un reinado tan breve haya dos periodos claramente diferenciados.

El primer periodo es continuista con los anteriores, acuñando florines y medios florines en oro, así como croats , medios croats (de éste solo se conoce un ejemplar) y tercios de croat. Estos últimos son, dentro de la rareza de todas las emisiones de Pedro de Portugal, sus piezas más comunes.

Florines
Florin de Pedro
Croat
Croat de Pedro
Tercio de croat de Pedro

Como la situación económica de Cataluña era totalmente desastrosa, a Pedro se le ocurrió hacer el clásico truco de devaluar la moneda para aumentar los ingresos públicos. En un primer momento pensó en reducir la pureza de las monedas de plata, pero los catalanes se le echaron encima por miedo a que incrementara la inflación de manera descontrolada. Por eso el rey ordenó en 1465 emitir una nueva moneda de oro con el mismo peso que los florines pero con una pureza de dos quilates menos que se llamó pacific. Como suele ser habitual, para favorecer la adopción de la moneda con peor calidad, se trabajó mucho en el diseño e hicieron una auténtica obra de arte gótico. El flan del pacific es mayor que el del florin y la belleza de la moneda se puede apreciar en la imagen de la izquierda. También se acuñaron medios pacific, como el de la derecha.

Pacific
Medio pacific de Pedro

El éxito de esta reforma monetaria fue tal que incluso su enemigo Juan II de Aragón adoptó el valor y acuñó en Barcelona unos rarísimos pacific y cuartos de pacific (como el que vemos a continuación). También se tiene constancia de que Pedro de Portugal mandó acuñar múltiplos de 20, 30, 40 y 50 pacific simplemente para su ostentación (ya dijimos que era una persona amiga del lujo y no precisamente humilde). No obstante, al día de hoy no se conoce ningún ejemplar de tales monedas (si es que llegaron a ser acuñadas).

Cuarto de pacific Juan II de Aragón
Cuarto de pacific Juan II de Aragón

Renato de Anjou y el fin de la guerra

Siguiendo con la historia, tenemos a los catalanes en 1466 volviendo a buscar desesperadamente un monarca. En este caso dieron con Renato de Anjou, quien para entonces tenía 57 años. La elección del monarca parecía inteligente porque hacía pasar de bando a Francia, quien ahora se posicionaba en contra de Juan II. Renato no llegó en Cataluña sino que mandó a su hijo Juan de Lorena para que se hiciese cargo, con lo cual no consiguió más que perder finalmente la guerra y morir en la batalla. El último sitio de Barcelona se levantó en octubre de 1472 y con ello se dio por finalizada la Guerra Civil Catalana.

Se conocen muy pocas monedas a nombre de Renato de Anjou y todas ellas son piezas de oro que siguen la metrología establecida por su predecesor Pedro de Portugal. Es evidente que la finalidad de la acuñación de monedas fue fundamentalmente la recaudación y por ello se basaron en las devaluadas monedas de oro, que eran las más lucrativas. Actualmente, nos han llegado pacific (izquierda) que son muy raras; medios pacific, de extrema rareza; y cuartos de pacific (derecha), que son relativamente comunes dentro de la rareza de las monedas de este monarca.

Pacific Renato de Anjou
Cuarto de pacific Renato de Anjou

Conclusión

Grosso modo, tenemos otro ejemplo en el que un conflicto bélico acaba siendo una golosina para los amantes de la numismática. Particularmente este caso resulta interesante puesto que introduce la novedad del pacific y además Cataluña pasa por cuatro monarcas en tan solo 10 años. Eso sí, se trata de un periodo especialmente complicado para los coleccionistas. Encontrar las piezas es un desafío muy importante y cada adquisición puede suponer un desembolso demasiado fuerte para un bolsillo de clase media.

Todas las imágenes están extraídas de las subastas de Áureo & Calicó cuya disponibilidad agradezco enormemente.

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20 comentarios en “Las monedas de la Guerra Civil Catalana (1462-1472)”

  1. Muy buen trabajo Adolfo.

    Creo que vale la pena valorar también que los pacífics son, iconográficamente, los inspiradores de los primeros ducados, o ducats joanins, posteriores a la guerra y batidos en Zaragoza y València. El torso con cetro en anverso y las barras en reverso son una novedad demasiado coincidente para ser casual. Todo ello sin perjuicio de que la ley no fuera coincidente: los pacifics se basaban en el cruzado portugués (20 quilates) mientras que los ducats lo hacían en el ducado veneciano (23,75 quilates), ambas monedas de gran prestigio y cotización internacional y mejor ley que el, por entonces, depreciado florín (18 quilates).

    Otra consecuencia de la Guerra Civil Catalana es el inicio de las emisiones de plata de Zaragoza. Hasta entonces Aragón se había centrado, incomprensiblemente desde el punto de vista económico, en batir únicamente vellón. Años más tarde, en 1482 y reinando Fernando el Católico, los estamentos del reino le deniegan el permiso para batir oro y plata aunque reconocen habérselo concedido a su padre excepcionalmente por causa de las tribulaciones del momento. Poco después se regularizan las emisiones de plata y oro en Zaragoza, algo que sin el precedente de aquellas primeras emisiones quizás no hubiera sucedido nunca o, en todo caso, en aquel momento.

    Salud

  2. Gracias Adolfo.
    Al final me guardo estas entradas constructivas con todo detalle.
    Y creo que si escribieras unarecopilación de estas entradas dando un paseo por la numismatica, podrias monetizar tu trabajo un poquito, y como poco quedaria un bonito trabajo.
    saludos

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      La verdad es que estas entradas ya están monetizadas: antes fueron publicadas en Detección & Monedas y me pagan un poquillo por ello. En algún momento se podría hacer una recopilación de los mejores artículos de este blog, o incluso de los mejores recursos sobre numismática en la literatura gris que hay por Internet.
      Pero dudo mucho que compense económicamente. Por un lado, supone un esfuerzo notable hacer esa tarea, puesto que si se va a cobrar por algo hay que dar un valor añadido a ese algo; por otro lado, los coleccionistas somos bastante tacaños por lo general. Yo personalmente suficiente tengo con trabajar en la universidad a tiempo completo y a media jornada para este blog. Ahora no me puedo embarcar en otro proyecto así.

      Pero bueno, todo se andará.

      Saludos,
      Adolfo

  3. Buenas, os doy las gracias por vuestra labor. Es importante conocer y saber de monedas que en algunos casos no están catalogadas , como es el caso de Juan II Un Gros de plata que me gustaría tener más información

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