Remates de las subastas de abril y principios de mayo de 2017

Con esta entrada doy el habitual repaso a los remates de subastas numismáticas que ha habido en España desde el pasado mes de abril hasta la fecha. Se tratan de las subastas de Áureo & Calicó del 26 y 27 de abril, la de Cayón del 28 de abril, la de Martí Hervera y Soler & Llach del 4 de mayo y la de Tauler & Fau del 17 de mayo.

La subasta de Áureo & Calicó del 27 de abril presentaba dos colecciones de un carácter bastante local: el segundo volúmen de la Colección Égara y la Colección Verdaguer. La Colección Égara se dedicaba a moneda de la Corona de Aragón y territorios relacionados. Como todas las colecciones temáticas que han aparecido últimamente, se vendió muy bien. La moneda andalusí tenía poca representación, destacando solo un dirham de los hudíes de Murcia. Si ya me sorprendió que en marzo se vendiese uno en 4.000 euros, que ahora se un mes después la misma casa de subastas remate otro por 6.000 me deja anonadado. Será que todavía no controlo la moneda andalusí tanto como debería.

El inicio de la moneda medieval fue apoteósico: 39.000 eurazos por un dinero de rosas. Un piezón extraordinario que se ha pagado a precio de locura total. Afortunadamente para los coleccionistas medios la locura fue pasajera. Aunque en general la subasta se vendió a muy buenos precios también hubo margen para comprar alguna moneda bonita y razonablemente barata. Como tendencia general creo que la colección de croats se vendió muy bien, mientras que los florines y el resto de oros quizá flojeó en algunas monedas. En estos últimos se dio una tendencia un tanto extraña últimamente: se han pagado mejor las rarezas que las altas conservaciones. Supongo que esto se deba a que en la sala estarían coleccionistas muy especializados en moneda de la Corona de Aragón que buscarían monedas concretas de extrema rareza; mientras que otras piezas también muy raras y bonitas atrajeron menos la atención a los presentes.

Ya comenté que una vez pasada la época medieval la colección Égara tenía menos interés puesto que se volvía más comercial y tampoco había piezas que destacasen. Solo merecían especial mención de manera individual los oros raros mallorquines. Los que se vendieron de ellos no subieron mucho de precio. De hecho, creo que la ceca de Mallorca dejó buenas oportunidades a los coleccionistas (incluyendo las medievales); no sé si es porque los coleccionistas especializados todavía se están recuperando de la Ramón Llull. La amplia colección de la Gerra del Segadors se vendieron muy bien.razonablemente bien, pero de nuevo nada que destacar especialmente.

La Colección Verdaguer se centra en el billete español del siglo XX. Ya sabéis que de billetes no puedo hacer una crítica tan interesante como de monedas, así que diré lo que pueda y agradeceré si los notafílicos completan mi opinión en los comentarios. Lo que es bastante evidente es que se han vendido la práctica totalidad de los lotes, habiendo muchas subidas que no acabo de comprender. Como por ejemplo algunos lotes de 500 pesetas de 1951 Benlliure (uno, dos y tres). También se ve que los billetes que no se vendieron en la Marqués de la Ensenada han encontrado postor aquí, llegando incluso a rematarse por encima de su valor estimado. Por último hay que subrayar la buena acogida que han encontrado los errores notafílicos, pues se han vendido todos los lotes que presentaban errores, incluyendo los billetes de euro.

Sobre la subasta de Cayón del 28 de abril hay poco que contar. La subasta presentaba una colección muy comercial llena de monedas corrientes en calidades medias y bajas. Las únicas piezas que destacaban eran tres onzas de Felipe V: una limeña de 1712, una sevillana de 1718 y otra sevillana de 1723. En mi opinión estas monedas se han vendido baratas. Basta con decir que las dos onzas sevillanas se subastaron en octubre de 2008 en Áureo & Calicó y ya entonces se vendieron más caras de lo que las ha vendido ahora Cayón. Esa comparativa también muestra la diferencia de criterios a la hora de graduar monedas: Áureo & Calicó las consideró MBC+ y EBC-, mientras que Cayón las consideró MBC+/EBC y EBC+/EBC respectivamente. Es también una clara muestra de que los coleccionistas interesados por este tipo de monedas tienen un criterio claro, pues no porque una casa de subastas las catalogue como de mayor calidad van a pujar más fuerte por ellas.

Martí Hervera y Soler & Llach presentaron el pasado 4 de mayo una doble subasta que recorre la historia de la numismática, como tienen acostumbrada a su clientela. En este caso no era una subasta especialmente buena y los remates dejan un sabor agridulce. La subasta ha ido de menos a más: el porcentaje de remates ha sido menor en la parte clásica (especialmente Grecia) y ha mejorado considerablemente llegando la Edad Media y la Monarquía Española, que es donde esta casa de subastas se encuentra más cómoda.

En la moneda antigua es curioso que muchos de los mejores ejemplares hayan quedado desiertos. Algunos sestercios potentes o el medallón de Antonio Pío no encontraron comprador. Tampoco varios de los áureos. El lado bueno fue el denario de Julio César o el tetradracma de oro de Ptolomeo III, que se vendieron sin problemas. Resulta curioso que, en cambio, la moneda bizantina y la islámica tuvieron muy buenos remates a pesar de que son periodos a priori bastante menos comerciales.

Las monedas de la Monarquía Española se vendieron bien aunque pocas subieron significativamente de precio puesto que los precios de salida ya eran cercanos a sus remates razonables. Es de destacar que los 4 escudos de Santiago de 1788 no se vendió a pesar de ser rarísima, en una calidad aceptable y con un buen precio de salida. Es otra clara muestra de lo mal que se venden últimamente las medias onzas. Más sorprendente todavía es que los duros raros de Fernando VII no se hayan vendido (uno y dos), ni tampoco el 1810 IA. De nuevo tenemos otra muestra de cómo la calidad es lo primordial en este tipo de monedas.

La última subasta acontecida en España fue el 17 de mayo a mano de la nueva casa de subastas Tauler & Fau (aquí tenéis una entrevista a Jacobo Fau, su director). La primera subasta es especialmente importante porque sirve de termómetro sobre hasta qué punto esta casa de subastas se ha ganado la confianza del mercado. Para mí queda muy claro que el resultado ha sido más que notable. Habrán vendido en torno al 80% de los lotes que sacaban a subasta y, lo que es más relevante, la práctica totalidad de las monedas importantes. Eso sí, pocas piezas subieron mucho de su precio de salida y casi ninguna (aunque hubo casos) superó el precio estimado, pues solían ser estimaciones bastante optimistas. El volumen total de ventas seguramente sobrepase el medio millón de euros, lo cual es extraordinario para una casa de subastas que empieza.

Haciendo un repaso sobre los periodos, creo que la moneda griega fue un tanto floja en comparación con el resto de la subasta. Pero en cuanto llegó la amplia colección de moneda íbera la subasta se animó y continuó a muy buen ritmo hasta el final. El único apartado que puede haber estado un poquillo más regular fueron los cobres de Isabel II. No obstante, se debe destacar que se llegaron a vender monedas que en principio tienen un mercado complicado en nuestro país, como por ejemplo las medievales extranjeras.

En cuanto a remates individuales, hay que destacar la buena acogida del Enrique de la Silla P-A y de la dobla de Alfonso de Ávila de Burgos. Al igual que el resto del oro medieval, ha tenido una muy buena venta en esta subasta. Igual de inusual me parece que se haya vendido el 4 escudos mexicano de 1760 por 7.500 euros y el triple real de Amberes de 1609 por 2.760. Valga también como referencia que la medalla de oro de Franco se remató en 17.000 euros. También se ve que el raro duro de 1809 diademado no encontró comprador; al igual que veíamos en la subasta anterior parece que los duros raros de Fernando VII no se han vendido bien ahora.

Lo más importante de estos remates es que muestran la capacidad de la casa Tauler & Fau de atraer a su subasta tanto a coleccionistas potentes que se hagan con buenas piezas, como a una base sólida de coleccionistas medios que compramos la mayoría de las piezas. Me alegro mucho de que vayan por tan buen camino. Ahora les queda lo más complicado: seguir trabajando para mantener, o incluso subir, el listón.

Las monedas que ilustran la entrada se encuentran actualmente en la subasta de moneda española de Catawiki. Se tratan de unos ejemplares bonitos y muy comerciales: 2 escudos sevillanos de 1741, 8 escudos madrileños de 1775, 25 pesetas de 1885 y 8 reales mexicanos de 1762. Sinceramente, no está de más seguir las subastas de Catawiki porque cada vez aparecen mejores piezas.