Remates de subastas en otoño de 2016

Hace tiempo que no hago un repaso de los remates de subastas. Vamos con un repaso muy rápido de lo que ha ocurrido en el otoño y parte del invierno de 2016.

En la subasta de octubre de Áureo & Calicó aparecía la colección de Felipe II «Princesa de Éboli». Los resultados en general fueron muy buenos, rematándose especialmente bien las monedas de cecas europeas, donde creo que esta colección tenía su fuerte en comparación con la Trastámara. Es curioso ver cómo unas monedas desconocidas por la casi totalidad de los coleccionistas españoles se venden sin problemas y alcanzan precios altos en subastas. Es un claro síntoma de la buena salud del mercado y de cómo comerciantes y coleccionistas internacionales vienen a comprar a España. Dentro de esas monedas de cecas europeas, los oros y las platas de módulo grande han sido los que se han vendido más caros. No es de extrañar puesto que siempre son las monedas más comerciales.

En la subasta en sala de octubre de Áureo había un par de periodos que destacaban: la Edad Antigua y los oros castellanos. Las monedas antiguas tenían una calidad muy buena. Se vendieron prácticamente en su totalidad, como era lo normal. Dudo mucho que se hayan quedado dentro de nuestras fronteras la mayoría de ellos. Más interesante es ver lo que ocurrió con los oros castellanos: se vendieron todos menos el medio Enrique de Madrid pero se vendieron a precio de salida. Este tipo de lotes quedaban siempre desiertos hace poco más de un año, por lo que se ve que empieza a volver a haber un número de coleccionistas interesados en esta serie. No obstante los remates no tienen nada que ver con las espectaculares subidas en los oros castellanos que hubo el pasado marzo, Queda claro que en esta serie hay algunos «coleccionistas caprichosos» dispuestos a pagar lo que sea necesario cuando se mezcla calidad y rareza, pero que no hay una base fuerte de coleccionistas (aunque alguno va apareciendo) interesados en ella. Mejor para quienes puedan permitirse comprar estas monedas, pues los precios siguen siendo atractivos.

medio real 1848 Madrid

La subasta de octubre de Martí Hervera y Soler & Llach traía una colección muy interesante, cargada de piezas medias-altas con bastantes joyitas que despuntaban. En general había muchas monedas muy comerciales (denarios, duros y onzas españoles, Centenario de la Peseta…) que se vendieron bien pero que sus remates eran muy predecibles. Nos centraremos en el resto de piezas. En la subasta había un buena representación de moneda andalusí, con bastantes rarezas, que se vendió de manera muy desigual. Quedaron muchas monedas desiertas pero eso no fue impedimento para que algunas piezas rarísimas (como este dirham de Cartagena o este dinarín de Granada) se fueran a unos precios extraordinariamente altos. Es una buena muestra de cómo la moneda andalusí sigue siendo muy desconocida y poco coleccionada, así como que los coleccionistas potentes de esta serie aprecian mucho más la rareza que la calidad de los ejemplares. Las bonitas onzas sevillanas que se ofrecían se vendieron muy bien, pasando alguna de los 6000 euros. Otras onzas que me sorprendieron de precio, por lo alto de las mismas, es una macuquina descolgada que subió de 1.500 a 2.600 euros y la rarísima onza sevillana de 1748 que alcanzó los 19.000 euros. Es curioso también ver cómo esta casa sigue vendiendo variantes raras a pesar de que tienen un precio de salida alto y de que cada vez hay menos coleccionistas de ellas.

La subasta de Vico de octubre me dejó un sabor más agridulce. La subasta estaba cargada de piezas en calidades medias que se vendieron sin problemas. Solo había dos series con monedas potentes: las piezas hispano-cartaginesas y algunas piezas visigodas. En el caso de las monedas hispano-cartaginesas quedó claro que las de calidad y precio medio se vendieron bien. No subieron mucho pero sus precios fueron razonables. Ahora bien, las rarezas con un precio de salida elevado no encontraron comprador. Parece bastante claro que el pujador de esta subasta estaba dispuesto a entrar hasta unos 1.000 euros por pieza aproximadamente, pero no había quien entrase a los lotes de moneda hispana de 4.000 euros. Quizá sea complicado atraer a los pujadores internacionales en una subasta con muchos ejemplares medios. En cuanto a la moneda visigoda, que claramente es una serie que no está pasando su mejor momento, de todas las piezas raras que había solo se vendió un tremis de Tulgan.

40 reaus 1859 Paris

Mientras yo estaba disfrutando de unas estupendas vacaciones en Irán, Áureo & Calicó seguían al pie del cañón y subastaron la Colección O’Callaghan. Se trataba de una colección de Isabel II, que viene a ser la sexta que subastan tras la Béquer, la O’Donell, la Anastasia de Quiroga, la Trastámara IV y la Permanyer. Si en algo se distinguía la O’Callaghan era en la calidad de sus piezas, lo que hizo que se vendiera muy bien. Bastará con decir que de los 153.000 euros de salida de la colección se pasaron a 323.000 euros de remate. Que el martillo suba más de el doble el precio de una colección es algo que no se puede decir todos los días. También había alguna rareza de tal calibre que ni siquiera aparecía en la colección Permanyer, como todos los ejemplares que ilustran esta entrada. El comentario general es ése: esta subasta fue una fiesta. Otros comentarios más específicos son que cuando se presenta una colección de calidad suben oro, plata y cobre por igual, puesto que los coleccionistas saben apreciarlo. También queda claro la buena aceptación de la moneda de Isabel II, pues los precios no han hecho más que subir a pesar de que es la tercera subasta con la misma temática en menos de 13 meses. Es lo bueno de coleccionar algo tan comercial, que siempre tiene venta. Lo malo es que puede resultar más aburrido.

Diciembre comenzaba con otra subasta de Áureo & Calicó. En este caso aparecía la Isabel de Trastámara VI, dedicada a Felipe III y Alberto e Isabel. Al igual que otros volúmenes de la colección, fue una subasta que se vendió estupendamente. Sin entrar en describir lotes o cecas concretos, creo que es un buen ejemplo de cómo una colección que llama la atención va a vender muy bien las monedas potentes sean éstas las que sean. Por ejemplo, en este caso destacaban claramente los oros y algunas platas de Alberto e Isabel y éstos se vendieron genial. Por otra parte, había muchos cobres de Segovia preciosos que se remataron a precios altísimos para ser cobres del siglo XVII. Algunos incluso pasaron de 300 euros de remate (uno y dos). Además, aprovechando el impulso del resto de la colección algunas monedas raras y relativamente bonitas alcanzaron precios importantes, como estos 2 reales de Valladolid. La que me sorprendió que se vendiese fue el duro de Zaragoza, que es muy raro pero para la calidad que tiene me parecía un precio de salida más que ajustado.

Por parte de la subasta en sala, me quedé totalmente alucinado de los precios de remate. Se trataba de una subasta aburrida, llena de moneda corriente de la que se ve todos los días… ¡¡y los remates fueron altísimos!! Sinceramente no lo entiendo. Por remates particulares no hay mucho que destacar puesto que la inmensa mayoría de las monedas eran muy comerciales. Por lo curioso hay que decir que el extraño lingote de casi 15 kilos de plata procedente de Florida se remató en 12.600 euros.

80 reaus 1859 Paris

Un comentario semejante a este último merece la subasta de diciembre que organizaron Martí Hervera y Soler & Llach. No entiendo cómo pueden haber vendido la moneda española a los precios que la han vendido si fundamentalmente era moneda corriente y en calidades medias. La serie que tuvo unos resultados más flojos fue la íbera, y eso que a priori era la más interesante. Pero luego la subasta se calentó, los precios empezaron a subir y se vendieron los lotes como churros incluyendo series más complicadas como la andalusí. Tampoco faltaron remates de locura total, como estos 8 escudos mexicanos de 1743/2 en EBC que sobrepasó los 10.000 euros de martillo. Yo no sé si estos precios serían porque es diciembre o porque la gente se ha vuelto loca del todo, pero lo mismo que ha ocurrido en estas dos subastas ocurrió en la última de sellos que organizó Iberphil. Hay que decir también que la estátera de Koson de la que estuvimos hablando se remató en 750 euros. ¡Un precio altísimo para este ejemplar!

40 reales 1861 Madrid

Cayón cerró el año el 22 de diciembre con una subasta tan rara como nos acostumbra. La parte de las monedas no merece mucho comentario porque en su mayoría eran piezas comunes en calidades muy corrientes, así como lotes aptos para revendedores de mercadillo (lo cual no es malo, pero no sirven como referencia de precios). Por la parte de billetes había lotes mucho más interesantes. Aunque de billetes no controlo tanto creo que los precios de remate han sido razonables. Los ejemplares clásicos se han vendido bastante bien y los billetes españoles del siglo XX con numeraciones bajas han cogido buenos precios. Mejor aún les fueron a las series correlativas, que se ve que no son tan sencillas de encontrar como parece. Pero lo que más me sorprende es que haya gente capaz de gastarse 6.500 euros más comisiones en una serie de billetes de euros. Por cierto, el cambio de condiciones que aplicó Cayón a parte de esta subasta no sé si tuvo un impacto significativo en los remates, pero visto desde lejos no parece que este cambio haya hecho subir demasiado los precios alcanzados.

Además de todo esto, como todos ya sabéis en Nueva York se da cada mes de enero una convención y una serie de subastas extraordinarias. Este año, entre otras muchas delicias, se subasta la Colección Brody de monedas judías que Darío nos comentaEs bonito ver cómo las monedas españolas de alto nivel se venden en subastas extranjeras porque nos da una idea del nivel internacional de las mismas. En Heritage se remataron bastantes ejemplares a precios de auténtica locura: 23.500 dólares por un 20 reales madrileño de 1821; 10.575 por un 8 reales de Segovia de 1728; otros 10.575 por otros 8 reales de 1728 de Sevilla; e incluso 9.987 dólares por una onza de 1820 de Madrid. Vale que son piezas en una calidad potentísima, pero estos precios son entre el doble y el cuádruple de lo que valen. En cambio un precioso cincuentín en SC de 1618 que remató Áureo en 2014 por 90.000 euros solo alcanzó los 48.000 dólares. Yo estuve presente en la subasta de Áureo y vi cómo hubo un pique entre dos pujadores que hizo que el precio del cincuentín pasase de 45.000 euros a 90.000 euros en cosa de tres minuto. Conclusión: picarse por una moneda es sinónimo de perder dinero por mucho que luego se quiera vender en USA. También vemos que las 5 pesetas de 1869 no encontraron comprador por 20.000 dólares. Es justamente por eso por lo que no recomiendo comprar esos duros.

14 comentarios en “Remates de subastas en otoño de 2016”

  1. Pagar 10.575 por 8 reales de 1728 de Sevilla me parece tan mal negocio como el del cincuentín que has mencionado. No es para nada un año raro ( http://siemprenosquedaralan.wixsite.com/home/durossevilla ) , lo que sí es cierto es que es el tipo más bonito para mi gusto, y ese tipo sólo se acuñó en ese año y parte del siguiente. Entiendo que poner precio en calidades extraordinarias es difícil, porque puede ser el antojo de dos ricos y subir el precio irracionalmente. Y es lo que habrá sucedido.

  2. Adolfo Ruiz Calleja

    Todos esos precios irracionales ocurrieron en una sola subasta de Heritage. Ocurre muchas veces que cuando empiezan a subir los precios, se pican unos con otros y los otros con los unos… y la subasta se vuelve una auténtica locura donde da igual 8 que 80. Supongo que eso es lo que ocurriese en la subasta de Heritage porque si no yo no me explico esos precios.

    Por otro lado, me indican por privado que el duro de 1869 tenía un precio de reserva de $37.000 más comisiones. Es decir, la salida era de $20.000 pero el precio de reserva era de $37.000 (menuda tontería, ¿no?). Entonces no se vendió. Como es normal porque esa reserva ya es muy elevada por muy PR64 que tenga de conservación.

    Saludos,
    Adolfo

    1. ¿Cómo funciona eso que dices?¿ hay un precio de salida pero hay un precio superior que si no lo alcanzas no te lo adjudican?¿y ese precio es desconocido? Suena a fraude, ¿no?

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        Es algo relativamente normal en EEUU: ponen un precio de salida y otro de reserva. Eso entra dentro de las negociaciones entre la casa de subastas y el cedente de la moneda. Es algo que en Europa nos sorprende mucho, pero allí debe ser bastante normal en monedas de cierta entidad.
        El precio de reserva hay veces que es desconocido y otras que no lo es. En este caso estaba publicado según parece. Supongo que la lógica sea «si pujas 37.000 euros y tienes la máxima puja, entonces te llevas la moneda; si pujas menos el cedente estudiará si venderte la moneda o no».

        Saludos,
        Adolfo

        1. Gracias. O sea, que la lógica es, a partir de un precio lo vendo y, a partir del precio de salida, «me lo pienso». Poco serio lo veo. Si el precio de «reserva» es público no hay nada que objetar, pero si es oculto, me parece una forma fraudulenta de «tantear» el mercado
          Saludos.

          1. Adolfo Ruiz Calleja

            Según tengo entendido es así. Pero no me he puesto a indagar en Heritage y no tengo experiencia propia. Si alguien tiene experiencia, sabe cómo funciona el asunto y quiere comentarlo le estaría más que agradecido.

  3. Por si aporta algo al artículo, la subasta de Pliego de 13 de diciembre, contenía un ejemplar de 25 ptas. 1881 sin barba, EBC, a un precio de salida de 30.000 euros que ha quedado sin adjudicar.
    Esta y otras «decepciones» demuestran que, quizás, las variantes cada vez tengan menos atractivo.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      No he hablado de Pliego porque no tiene los remates en su página web, así que no he podido encontrar lo que ocurrió con esa moneda. Muchas gracias por informarnos.

      Con respecto a la moneda, vuelvo a decir lo que dije en su día:
      https://blognumismatico.com/2014/10/16/por-que-no-recomiendo-comprar-duros-de-1869/
      https://blognumismatico.com/2014/04/11/una-coleccion-como-plan-de-pensiones-vii-invierte-en-amor/
      https://blognumismatico.com/2015/04/30/una-coleccion-como-plan-de-pensiones-ix-piensa-en-quien-comprara-tus-monedas/

      No es que sea una variante, sino una moneda «para completistas españoles con muchísimo dinero». Mucho me temo que una moneda que va dirigida a un público tan específico es una inversión cuando menos arriesgada. Antes de la crisis se hubiera vendido sin problemas porque había mucho coleccionista que no sabía ni qué hacer con sus fajos de 500. Pero ahora la mayoría de ellos están arruinados o sus ingresos se han reducido considerablemente. Y claro, al que viene de fuera es mucho más fácil convencerle de que se gaste ese dinero en dos onzas segovianas o en cuatro caras de rata potentes que en una alfonsina en EBC.

      Saludos,
      Adolfo

  4. Lo que ocurre en Heritage es raro (por no usar otro adjetivo). Han intentado comprar algo en esa casa? yo si, y siempre alguien oferta mas, aun cuando lo que ofertara uno sea un valor por encima del precio de mercado. Todo termina caro, y no puedo decir que sea cosa del mercado estadounidense, ya que es con la unica casa que siempre veo lo mismo.

  5. A mí no me gusta tampoco nada ese sistema en el que hay un dato oculto para el cliente…

    Si lo que quiere el vendedor de la moneda es pensarse luego si vende o no por debajo del precio de reserva, pues que se lo piense antes de ponerla en subasta, y deje de marear a la gente, que ya somos mayorcitos para tener las cosas claras.

    Como no me gusta esa «herramienta», evito participar en las subastas que la implementan.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Son diferencias culturales. Lo que en un sitio es normal en el otro no lo es. Igual que lo de soltar medias pujas alegremente, cosa normal en USA pero no en Europa.

      Estaría bien hacer una entrada sobre las diferencias entre subastas estadounidenses y las europeas (o al menos las españolas). Lo que ocurre es que yo no tengo suficiente experiencia como para escribir sobre el tema, pero lo dejo caer por si algún lector se anima.

      Saludos,
      Adolfo

  6. Menuda barbaridad los precios de remate de muchas de las monedas subastadas últimamente. Desde luego los piques entre pujadores dentro de una misma sala son muy dañinos. Luego en frio seguro que muchos se arrepienten por haber sido el mas gallito. Por otro lado la estatera de Koson haber si pagaron los 750 euros por ella por haber salido en tu articulo Adolfo, porque en la conservación que esta MBC (que para mi seria MBC-) al igual que tu la veo carísima. Si hubiera sido en EBC+ o en SC, pero no es el caso. Yo no hubiera pagado por ella ni 300 euros así como esta.

    Un saludo.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      750 euros + 18% es cara, no hay duda. Pero todos los precios de esa subasta fueron caros en general, así que no me extraña lo de la estátera. Si hubiera estado en EBC+ el precio sería mayor.

      Yo creo que un precio de 500-600 euros sería razonable. Quien la compró pagó un 50% más de lo que yo creo que vale. Pero vamos, como en tantas otras subastas. Podemos creer que en este caso fue porque dediqué un artículo a la moneda en cuestión :)

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