¡Qué rabia da cuando perdemos una moneda! La teníamos en el bolsillo y…. ¡zas! ¡Ya no está!
Beethoven perdió un groschen, que es como se denominaba popularmente en la época a una pequeña moneda de plata de un valor de tres kreuzer. ¡Qué cabreo se agarró! Tanto que se puso a escribir un rápido, enfadado y divertido rondó: «Die Wut über den verlorenen Groschen» (La rabia cuando se pierde un Groschen), opus 129.
Quizá fue un groschen de María Teresa de Austria como éste el que perdió.
O quizá como este otro, de la misma reina.
¡No me extraña que le diese tanta rabia! Aunque, claro está, a mí me gustan mucho más los groschen medievales. Me daría mucha lástima que se me perdiera una preciosidad de groschen acuñado en Kutna Hora en época de Wenceslao II de Bohemia.
¡Una rabia total! Eso sí, escuchando el rondó de Beethoven, bien estuvo que perdiese el groschen. Si lleva a perder un thaler nos compone una sinfonía.
Dice Rafa por Facebook que en 1795 María Teresa ya había fallecido y que probablemente el groschen que perdió Beethoven fuese de Francisco II: https://www.facebook.com/aruizcalleja/posts/1144266115625454?comment_id=1144317132287019
El gros de Praga de Wenceslao II , de tipo francés con doble leyenda, una preciosidad y una altísima calidad de la plata, 933 milésimas.
Perdiò una moneda, pero no perdiò el talento y por lo tanto esta pèrdida nos hizo ganar una visiòn musical del paraìso!!
Aparcando un poco la pérdida de la moneda de este señor,pues tengo que decir que tu entrada de hoy es a lo mejor la menos currada,peto para mi de talento…no por lo que se escribe,si no por las interpretaciones,buscanfo un poco para adentro,de lo que puede tener esa pérdida de una moneda.
Saludos y arriba.
Hola Adolfo, me ha encantado esta historia, enlazando talento musical con numismática, se lee muy bien, y fantásticas monedas.
Buenas Adolfo, enhorabuena por tu blog.
Como curiosidad, deciros que ya por esa época Beethoven estaba perdiendo el oído a marchas aceleradas…solo unos cuantos años después escribiò el conocido testamento de Heilegenstadt, donde exponía con muchos pesares la presencia de su inminente sordera.
Tuvo que ser una experiencia demoledora, pasar de ser un pianista virtuoso con uno de los oídos más finos de la época, como atestiguan las crònicas, con una carrera prometedora, a estar a punto del suicidio por esta fatalidad del destino. Por otro lado, esta circunstancia nos brindò el nacimiento de este gran compositor, al tener que abandonar su faceta más concertística con el piano.
Así que, salvo que la moneda cayera en hierba, amortiguando su sonido, en otros tiempos, y con un oído tan fino, la hubiese escuchado y ahora no tendríamos tan jocosa pieza.
Hay entradas que las escribo tras reflexionar largo y tendido sobre algun aspecto. En cambio hay otras en las que simplemente anoto algo que he aprendido de manera puntual. Esta entrada es de las segundas.
Yo no soy un gran melómano pero me gusta escuchar música clásica y Beethoven es de los compositores que más me llaman la atención. No me preguntéis por qué: simplemente me gusta. El otro día escuché de manera totalmente casual en la radio este divertido rondó y me sorprendió mucho que los groschen (que yo consideraba monedas medievales) todavía estuvieran en el hablar popular de los centroeuropeos de finales del XVIII. Así que simplemente me puse a buscar qué significaba un groschen en esa época y escribí la entrada.
Y ya que estoy os hago un apunte epistemológico:
Este tipo de situaciones es lo que se llaman «oportunidades de aprendizaje», que son las que muchas veces disparan procesos de aprendizaje informal. Yo no tenía ni idea de groschen pero aproveché esa oportunidad para dejar libre a mi curiosidad y disfrutar un hora o así leyendo sobre el tema. A través de este blog compartí este aprendizaje con otros aprendices (todos vosotros) y algunos habéis apuntado algunos datos adicionales, ya sea sobre los groschen o sobre Beethoven. Eso enriquece mi aprendizaje y también el vuestro, además de motivarnos a continuar aprendiendo.
Es más, si seguimos curioseando sobre este tema podemos llegar a reflexiones más profundas y meditadas sobre los groschen. Esas mismas reflexiones seguro que también apuntan de soslayo algunos temas auxiliares que a su vez se convertirán en nuevas oportunidades de aprendizaje… y así todo el rato.
Desde el punto de vista pedagógico/epistemológico os puedo asegurar que en este blog lo hacemos muy bien. Los teóricos de las comunidades de aprendizaje estarían encantados con nosotros :)
Bonita y curiosa entrada
Se correponden los groschen centroeuropeos con los croats de la corona de Aragon?
Gracias
Sí, y con los gross navarros también.
Y con las monedas de plata medieval de media Europa…. eso puede dar para otra bonita entrada :)
También como apunte destacable, se sabe que beethoven en uno de sus conciertos de 1796, ante el rey Federico Guillermo III de Prusia, recibió como agradecimiento, ante el asombro del maestro, una tabaquera llena de luises de oro, argumentando que no lo olvidaría nunca. Estaría bien Adolfo, que mostraras «alguna de esas monedas»
Nada más fácil que pasarse por aquí para ver algunos ejemplos de luises de oro: https://en.wikipedia.org/wiki/Louis_d%27or
También debemos considerar, que los Groschen de María Theresa siguieron circulando como valor de cambio mucho tiempo después de su muerte.