Remates de subastas numismáticas de Abril de 2016

Desde nuestro último repaso sobre las subastas numismáticas han acontecido unas cuantas de ellas. Aquí describí la de Ibercoin del 31 de marzo, la de Áureo & Calicó de abril y la de Martí Hervera y Soler & LLach del 5 de mayo. Además, organizaron subastas de menor calado Cayón (una el 31 de marzo y otra el 28 de abril), Herrero el 28 de abril y Pliego el 20 de abril.

De las subastas de Cayón no comentaré nada porque no hay mucho donde rascar: se tratan de monedas tremendamente comerciales (8 reales, alfonsinas, oros de los Borbones…) en unas calidades corrientes. Los precios de salida era ridículos pero la realidad se impuso para otorgar unos remates razonables en todas ellas. Los únicos remates que me parecen curiosos son los lotes de cartuchos del Estado Español que sacaron a subasta; los coleccionistas de esta época pueden hacerse una idea de lo que pagaría un comerciante por su colección a partir de los remates.

En cuanto a Pliego, lo único que podría destacar es la moneda visigoda, la especialidad de esta casa. Aunque había alguna pieza rara la calidad no era muy alta y por eso los remates se quedaron relativamente bajos.

ponderales medicinales

La subasta de Ibercoin se podría resumir diciendo que el salto de calidad en los lotes se ha visto reflejado en un salto de precios y de porcentaje de remates. Me alegro muchísimo por Jacobo y por todo el equipo de Ibercoin, pues están demostrando que aunque hacerse un hueco entre las casas de subastas es muy complicado, a base de trabajo y constancia es posible progresar.

La moneda antigua y la moneda medieval se vendieron bien, con un alto porcentaje de remates. No obstante, la calidad de la mayoría de las piezas no era suficiente para que hubiera piques, por lo que los precios de remate fueron semejantes a los de salida en la mayoría de los casos. Hubo algunas subidas interesantes, como la siliqua o el tetradracma de Lykkeios, pero fueron más una excepción que la regla. Otro buen aspecto es que se vendieron los áureos sin problemas. No hubo tan buena acogida para los dos mejores oros medievales (aunque sí para los más baratos) pues la calidad no acompañaba a la rareza. Se ve que en el mercado local no hay quien se deje miles de euros en una pieza de oro medieval.

El porcentaje de remates de la Monarquía Española también fue muy alto. Los Reyes Católicos comenzaron bien pero luego los Austrias fueron de menos a más. Es curioso que se vendieran mal las monedas de Carlos I, pues a mí me parecen de las más interesantes de la subasta. Pero ya se sabe que hay poco coleccionista de cecas europeas. La que sí se vendió en 4.000 euros (precio de salida) es el raro medio ducatón de Felipe II de Nápoles resellado en Polonia. La misma tónica se repitió en el resto de monedas de los Austrias y de los Borbones: un porcentaje de monedas vendidas alto pero sin grandes subidas. Incluso se vendió un 8 escudos sevillano de 1729 maltratado por 4.000 eurazos, así como un cara de rata mexicano de 1769 por 6.500. Las mejores subidas las protagonizaron un par de 8 reales mexicanos raros y bonitos. En cuanto al mejor remate, como no podía ser de otra manera, fue el de la portada: 10.000 euros para la onza de José I de 1812. Es curioso también lo bien que se han vendido los errores de acuñación de Juan Carlos I y las subidas de precio en los lotes de conjunto.

balanza de monedas

Áureo & Calicó subastaba la Colección Permanyer dedicada a Isabel II. Solo de las monedas que han quedado sin vender se pueden ver los distintos comportamientos de los coleccionistas de esta serie: los cobres raros se han vendido estupendamente y algunos se han rematado por 8 veces su precio de salida, pero no ha habido tanta suerte con las variantes de cuño; en las platas las monedas que se han quedado sin vender han sido las rarezas en calidades bajas; el oro se ha vendido absolutamente todo.

Por remates particulares, se puede ver que los 8 maravedíes de Barcelona de 1852 en SC se ha rematado en 3.000 euros. Creo que esto es el máximo precio que razonablemente se podría pagar por un cobre español. Y ya me parece mucho. Por otro lado, vemos que los 8 maravedís segovianos de 1839 variante REYNA se han quedado desiertos por 300 euros, mientras que en la Anastasia de Quiroga se remataron por 750 euros en peor conservación. De nuevo vemos un ejemplo de una moneda estrecha: muy rara pero que interesa a muy poca gente, por lo que la demanda se puede desplomar.

Las rarezas en plata, en cambio, se mantuvieron mucho más estables. Los míticos 10 céntimos de escudo de 1867 se vendieron por 3.800 euros, casi lo mismo que en la Anastasia de Quiroga . Los también míticos 20 céntimos de ese mismo año hicieron 7.500 euros, exactamente igual que en la Trastámara IV. Hubo monedas que subieron mucho de precio y fueron siempre en las que se juntaron la rareza con la alta calidad. El remate más caro son los 80 reales de Barcelona de 1842. Sin duda será una colección y unos precios de referencia para los aficionados a este periodo.

Pasando a la subasta en sala, tenemos que se vendió la práctica totalidad de los lotes como es habitual en esta empresa. Por parte de la moneda antigua no hay mucho que comentar. Entrando en la Edad Media me llama la atención que la moneda sueva, ex-Caballero, no se haya vendido mientras que el resto de las monedas visigodas -que apenas tenían interés- se han vendido sin ningún problema. La colección de la Corona de Aragón era relativamente comercial y se vendió bien; no tanto la moneda castellana, donde había más rarezas y donde creo que la plata no subió mucho a pesar de salir barata. El oro, saliendo caro, se quedó sin vender. De hecho, no me extraña que se hayan quedado desiertas tres de las cinco monedas de oro castellano que salían, lo que me extraña es que se haya rematado un medio enrique sevillano en 4.000 euros.

La cuestión mejora cuando se entra en la Monarquía Española, pues es el terreno natural de esta empresa. Como indiqué en la descripción, los Borbones eran ultra comerciales así que se vendieron estupendamente bien. De lo poco que no se vendió fueron las onzas maltratadas; se ve que ya nadie quiere piezas colgadas o que fueron usadas como joyas. Normal. En los Austrias en cambio había más monedas raras aunque también se vendieron de manera razonable. Es curioso que el porcentaje de ventas de las cecas europeas de Carlos I sea significativamente menor que el del resto de la subasta; podemos ver un claro paralelismo con la subasta de Ibercoin en este aspecto.

Lo más interesante de la subasta en sala era, sin ninguna duda, la colección especial de monedas de Carlos II. Creo que los remates han sido los razonablemente esperados. Por un lado los cobres y las platas pequeñas se han rematado bien y han subido razonablemente de precio. Son monedas raras, con poca demanda por parte de los comerciantes y poco conocidas por la mayoría de los aficionados, pero que siempre encajan en alguna colección especializada. Las que me han extrañado que no hayan subido más son los dos ejemplares de 1 real de Molinet de Valencia. Son monedas que se ven de ciento en viento y yo esperaba algún pique entre valencianos por ellas. Por contra, los preciosísimos 2 reales de Potosí con forma de corazón se remataron en 7.000 euros. Igualmente se vendieron muy bien los ducatones, dobles ducatones y triples ducatones; me alegra estos remates porque hasta hace poco eran unas monedas con muy poca demanda a pesar de que son realmente llamativas. No obstante, las grandes subidas se dieron en los oros, como era de esperar. Los 4 escudos de México de 1701 se remataron en unos espectaculares 21.000 euros, lo mismo que la onza limeña de 1697. Pero estos dos lotes quedaron eclipsados por el impresionante 8 soberanos de presentación de Bruselas de 1698, rematado en 66.000 euros (!!), y custodiado por otros 4 soberanos y 8 soberanos de Brujas rematados en 20.000 y 23.000 euros respectivamente. Es obvio que estas monedas son rarísimas y, como ahora se ha despertado la demanda, se han puesto a unos precios imposibles. Sin lugar a dudas el antiguo dueño de la colección ha debido de quedar satisfecho.

báscula de monedas

La subasta de Martí Hervera y Soler & Llach tuvo el carácter que suelen tener estas subastas: muy buen porcentaje de monedas vendidas pero sin muchas subidas significativas porque los precios de salida no dan pie a ello por lo general. La moneda antigua se vendió bien por lo general pero de manera desigual. La moneda griega y romana tuvo buenos resultados, subiendo significativamente de precio algunos áureos y las dos estáteras de oro griegas que se presentaban. En cambio el porcentaje de remates de la moneda íbera no fue demasiado alto puesto que no era una sección muy apetitosa. Eso sí, las monedas hipano-cartaginesas, que ya comenté que me parecían lo más interesante de esta sección, se han vendido bastante bien.

En la moneda medieval ha quedado bastante claro que solo se venden las piezas interesantes. En la moneda andalusí el porcentaje de remates fue claramente más bajo que en el resto de la subasta pero todas las rarezas, y había unas cuantas, se vendieron muy bien y subieron bastante de precio. En la moneda de la Corona de Aragón se vendieron prácticamente todos los lotes. Decíamos que parecían provenir de una colección antigua (monedas raras pero en calidades corrientes) lo que ha hecho que sean monedas atractivas para los coleccionistas de rarezas medievales. Eso sí, los lotes con un precio de salida más alto se han quedado sin vender. Se ve que los coleccionistas de la Corona de Aragón no están dispuestos a dedicar más de 1.000 euros a una moneda sin que ésta tenga una extraordinaria calidad. Finalmente, las monedas castellanas no eran muchas y no atrajeron demasiadas pujas, quedándose muchas de ellas sin vender.

La Monarquía Española se ha vendido muy bien, como no podría ser de otra manera en una colección tan comercial como la que presentaban. La mayoría de los precios estaban cantados y de ellos se pueden sacar pocas conclusiones. Es curioso lo mal que se han vendido las onzas sevillanas, si bien ya dejaba caer que el precio de salida no era barato. También es muy claro lo que ha ocurrido con las onzas de Fernando VI: solo se han vendido las que tienen alta calidad.

Lo mejor de la subasta era El Centenario de la Peseta, pues se presentaba una colección muy amplia con monedas verdaderamente exquisitas. La verdad es que me ha dejado un sabor agridulce. Se han vendido la mayoría de las monedas y a un precio muy bueno en general, pero bastantes de las mejores piezas no se han vendido. Se ve que hay que pensárselo dos veces antes de meter decenas de miles de euros en una moneda que va a tener una salida fundamentalmente local. Ya lo estuvimos comentando.

El mejor remate de este periodo han sido los 34.000 euros del duro de 1869 en EBC. Es de destacar también los 3.400 euros por el duro de 1871 (18-72), que ya suscitó comentarios y sobre el que di mi opinión al respecto del remate. Otra cuestión que me ha sorprendido mucho es que el duro de 1888 MSM en SC no se haya vendido, así como tampoco el que estaba en calidad EBC-. Me parece increíble que los coleccionistas potentes de este periodo no valoren estos duros como se merecen, pues en esta calidad son mucho más raros que el duro de 1869. Por lo demás de esta serie no hay mucho que decir, pues son piezas tremendamente comerciales que se han rematado a unos precios razonables de mercado. Como es normal.

En la moneda extranjera hemos visto algunas subidas de precio bastante impresionantes, como el taler de 1695 o el dólar de 1795. Es probable que Martí no se sienta tan fino a la hora de tasar estas piezas (es evidente que la empresa se centra en la numismática española) y sea «conservador a la baja», entendiendo que un precio de salida bajo atraerá pujas y dejará el remate donde debe estar. La que no se vendió fue la medalla de proclamación de Agustín de Iturbide.

Los billetes españoles volvían a ser piezas con unos precios cantados y así quedaron. Se vendieron en su práctica totalidad. En cuanto a los especímenes extranjeros, se vendieron más que bien. Fue, con diferencia, el periodo que más subió de su precio de salida, llegándose a rematar en 25.000 euros el especimen de los 10.000 dólares de Malaya. Sinceramente, no tengo capacidad para valorar estos resultados pero de acuerdo con los precios de salida han sido excelentes. En cuanto a la divertida y curiosa colección de balanzas y ponderales, se han vendido la mitad de los lotes aproximadamente. Más de lo que esperaba para una colección tan poco comercial.

caja de ponderales

11 comentarios en “Remates de subastas numismáticas de Abril de 2016”

  1. Adolfo Ruiz Calleja

    Aclaro un tema que me ha puntualizado mi colega Yeray en Facebook ( https://www.facebook.com/aruizcalleja/posts/1131952836856782 ). Cuando digo que una subasta no tiene demasiado donde rascar, como la de Cayón, no quiero decir que no haya monedas bonitas ni interesantes, ni que sea una mala colección. Lo que quiero decir es que es una colección muy comercial y que de ahí no se pueden sacar muchas conclusiones porque los precios «están cantados» de antemano.

    Para que se vea clara la diferencia voy a tomar dos partes de una misma subasta de las que comento, la de Áureo. De los remates de las monedas de Carlos II podemos aprender mucho porque es una colección llena de monedas raras que se ven de ciento en viento. Los 8 soberanos no sabíamos si se iban a rematar en 18.000 euros, en 30.000 o en los 66.000 que se remataron; lo mismo con el resto de las piezas. Podemos ver tendencias de mercado, cuánto está de moda esa serie, qué demanda hay para las diversas calidades…
    Ahora bien, poco podemos aprender de la colección de los Borbones que presentaba Áureo porque eran las típicas monedas ultra-comerciales: algunos 2 reales, un buen puñado de 8 reales, unos cuantos 8 escudos, algún cobre… una colección comercial la que sacó en abril, parecida a la que sacó en mayo y seguramente semejante a la que sacará en julio. Viendo la colección cualquiera puede adivinar los remates de la mayoría de las monedas sin confundirse un 10% en el resultado.
    De la de Carlos II podemos aprender un montón de cosas, de la de los Borbones no.

    Creo haber aclarado este tema.

    Saludos,
    Adolfo

  2. Adolfo, voy a continuar la conversación por aquí ya que la trajiste. Mi comentario en facebook va más encaminado a la expresión «calidades corrientes». Lo de que son series comerciales en los columnarios, que hay muchos en esa subasta en concreto, estoy de acuerdo pero en los duros peninsulares no. Ejemplos:

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56642&lot=2263234

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56642&lot=2263235

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56642&lot=2263261

    En cuanto a los remates, tampoco creo que en estas piezas en concreto se pueda decir que eran los esperados, o quizás yo soy demasiado pardillo. Pero que el de busto en esa calidad, muy alta para el tipo, se remate en 800 ha sido una gran sorpresa para mí pues creo que su remate debía estar más cercano a los 1300 € al menos. El duro de Sevilla es otra que para mí se ha rematado bajo. Hubo otros muchos con precios bajos, mismamente un duro que me llevé y que pienso que su remate normal habría sido de unos 300 € más como mínimo.

    Luego están los oros ingleses, con piezas rarísimas en conservaciones insuperables. Ejemplos:

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56644&lot=2263536

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56644&lot=2263541

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56645&lot=2263569

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56645&lot=2263579

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56645&lot=2263589

    https://www.sixbid.com/browse.html?auction=2684&category=56645&lot=2263595

    De todos modos mi comentario en Facebook fue más en plan colegueo sin ánimo de polemizar, al fin y al cabo es sólo una subasta de las muchas que se hicieron y entiendo que no puedes extenderte en ella en una entrada.

    Saludos y sigue dándole al blog que es uno de los espacios más activos e interesantes de nuestra afición.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      ¡¡Tremendo!! Muchas gracias Yeray.

      Está claro que tu comentario de Facebook no buscaba la polémica, pero al leerlo me di cuenta de que quizá no quedaba claro lo que quería decir.

      Muy interesantes tus comentarios y las piezas que nos citas. A ti te parece que los remates de las piezas buenas fueron bastante bajos. A mí también me parecen tirando a bajos aunque es normal por esa manía que tienen en Cayón de meter moneda buena escondida entre piezas corrientes. En cambio, en Panorama Numismático la consideran una «subasta de récord»: http://www.panoramanumismatico.com/subastas/subasta_de_record_en_cayon_id02402.html

      De moneda inglesa sé lo mismo que de jugar a la petanca, así que no puedo opinar.

      También se ve lo bueno que son los comentarios, pues completan la información que intento dar desde el blog. Se da otro punto de vista, se subrayan cosas que se me pasan por alto, se debate y se llega a un consenso…

      Saludos,
      Adolfo

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Esto es una de las cosas que más gracia me hacen de las casas de subastas: parece que para todos los actores siempre es bueno que los precios suban y sean altos. Yo entiendo que para el vendedor y para la casa de subastas es muy bueno que los precios de venta sean altos (y a quien más debe cuidar una casa de subastas es a quien le cede los lotes, pues encontrar monedas siempre es más difícil que venderlas) pero para el comprador es una mala noticia.

      A ningún comerciante autónomo se le ocurriría decir: «pues yo pensaba que en esta convención iba a vender los 8 reales a 50 euros, pero viendo que se vendían tan bien te los he vendido a 100 euros». Si lo dijese no vendería ni una moneda. Ahora bien, si una casa de subastas dice que las monedas se han vendido al doble de lo esperado (aunque sea mentira) al comprador le queda la sensación de que las pujas estaban reñidas, la competición era alta y él ha sido el vencedor etc. etc. Mientras que un comprador racional lo que pensaría es que está pagando las monedas al doble de precio del que debería.

      Saludos,
      Adolfo

  3. Como siempre, agradecer este fantástico resumen. Siempre aprendo muchísimo.
    Solamente un comentario…
    a mi no me sorprendió que quedara desierto el lote de la subasta de Martí Hervera correspondiente al duro de 1888 MSM en EBC-. Ni de lejos, según mi opinión, le correspondía este grado de conservación. Para mi, MBC+… y gracias.

  4. Respecto de Cayón, no considero una buena política el partir de unos precios de salida tan bajos (ridículos diría yo) que luego se adjudican de media por 2 o 3 veces dicho precio.
    El precio de salida debe ser, además de eso, una referencia para el presunto comprador.
    Estrategias como las que siguen otras casas (Áureo, Martí) que fijan un precio de salida en alrededor de un 20-30% por debajo del que ellos estiman que es el precio de mercado (salvo algunas excepciones, claro está) creo que es mucho más correcta. Te orienta más como comprador y alejas del vendedor el riesgo (improbable) de que tu pieza se adquiera a un precio de saldo.
    Creo que en toda mi trayectoria he adquirido sólo 2 lotes en Cayón, ( a un precio muy bajo, todo hay que decirlo) frente a unos 300 lotes adquiridos en otras casas y la principal razón es ésta.

  5. Adolfo Ruiz Calleja

    @Joan, los grados de conservación son bastante subjetivos. Pero es bastante obvio que ese duro de 1888 MSM no es uno corriente y creo que merecía el precio que pedían por él. Mucho más lo merecía el que estaba en SC. Lo que pasa es que ahora apenas hay coleccionistas de El Centenario potentes. Se ve que la clase media española no tiene tanto dinero.

    @Gerardo, estoy de acuerdo contigo. Los precios de salida sirven como guía para los coleccionistas. Áureo y Martí Hervera tienen dos políticas claramente distintas para poner los precios de salida pero ambas son coherentes: Hervera pone unos precios que ya son semejantes a sus precios de remate (sus monedas no suelen subir más de un 20% en la mayoría de los casos) mientras que Áureo pone como salida el precio mínimo al que razonablemente se podría vender esas monedas, de manera que suben más o menos dependiendo de la demanda del mercado en esa serie.
    Pero Cayón pone unos precios de salida ridículos que le aseguran la venta de las monedas (y por tanto cobrar la comisión) aunque sea a un precio bajo. No me parece buena idea porque elimina esa guía al comprador. Pero lo peor es que de cuando en cuando mete alguna pieza que su precio de salida ya es su precio de remate esperado o incluso un precio de remate caro. De esa forma se confunde mucho al comprador y se hace más propicio que la gente cometa errores.

    Saludos,
    Adolfo

  6. Adolfo Ruiz Calleja

    Me acabo de dar cuenta de que en la subasta Permanyer los 4 maravedíes de Barcelona de 1853 se remataron por 4400 euros. Si ya 3000 euros me parecía un precio muy alto para un cobre, casi el doble me parece alucinante. Es un claro ejemplo de que cuando se junta calidad y rareza en cualquier serie los coleccionistas van a por ello.

    Saludos,
    Adolfo

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